Por la cabeza de Diego pasan 3 cosas en 3 milésimas de segundo cuando ve la falta de ojos de la azafata, se pega un susto ante la vergüenza publica de haber sido tan bestia para pegarle a alguien tan fuerte como para arrancarle los ojos de su cuencas, luego de que es imposible un golpe así de bestia echo por una persona como el y finalmente llega a la conclusión de que puede ser que nunca haya tenido ojos para empezar...
Facundo sale por detrás suyo y ataca a la mujer golpeando con el puño cerrado de forma extraña, pero no va a criticar que le pone huevo.
Sale del baño garrote en mano, mira por el pasillo y recién nota que se encuentra en un avión...
Motivo: Miedo
Tirada: 2d6
Dificultad: 13+
Resultado: 9(+5)=14 (Exito)
Antes de seguir haciendo cosas quiero ver como se desencadenan los siguientes acontecimientos :P
Las puñaladas de Facundo deberían, en efecto, dejar poco más que hilos de la alfombra en el pecho de la azafata. Sin embargo, con cada golpe salta un puñado de chispas, como si la mano del locutor tuviera el efecto del pedernal sobre la yesca. Los pasajeros sentados más allá empiezan a gritar, parecen estar en pleno ataque de pánico. El suelo vibra con fuerza. Y a tres filas de distancia, sentado entre los pasajeros, está Dvorak, leyendo tranquilamente el periódico.
- Muere, Muere, muere! - el locutor continúa con la repetición de su deseo sin interrumpir su ridiculo intento de apuñalamiento con su trozo de alfombra, mientras el tono de su voz se eleva hasta tonos cada vez más agudos.
Con la vista perdida, observa los chispazos que provoca su "arma" en el pecho de la des-ojizada y cambia su letanía por un intento de amenaza que muere por su propia inconsistencia - Voy a quemarte el pecho para que veas como trato a quienes .... no! NO! No "veas" nada - se contradice sin interrumpir su inutil accionar
Supongo que continúo aterrorizado, por lo menos hasta que me digas que puedo a empezar a reaccionar más normalmente... bueno, dentro de lo normal que puede actuar Facundo ;-)
Diego ve al viejo y sonríe tranquilamente, va caminando por el pasillo hasta el, no sin antes mirar a los otros pasajero y se apoya en el respaldo de Dvorak, mira el titulo de la nota que esta leyendo.
-¿Acá también los diarios convierten al mundo en algo gris y amargo?
Hace una pausa.
-Bueno y ahora que se supone que hagamos?
La azafata continúa gritando mientras Facundo la "apuñala" una y otra vez con su trapo. Repite el mantra "Muere, Muere, muere!" y su ameneza de quemarla viva. Y en efecto, las chispas parecen tener su efecto, porque la ropa de la mujer comienza a arder. Al fondo del avión, un pasajero se levanta, con el pelo en llamas también. Grita de dolor, se tira al suelo. Todo el mundo está gritando, las máscaras de oxígeno caen de sus compartimentos. Y en medio de ese caos, Diego camina como un James Dean salido de las ruinas humeantes de su propio coche, con la calma de los cadáveres jóvenes y bellos.
Facundo sigue en estado de shock, pero puede cambiar su comportamiento en base a lo que está viendo a su alrededor. Está asustado, no suicida, ya sabes.
Voy a quemarte el pecho para que veas como trato a quienes .... no! NO! No "veas" nada
Perro, casi me orino encima. XDDD
-Ay, quierido Diego. Algo de eso hay. El piriódico aquí no trae buenas noticias. Piero este ejemplar te puede decir poco. Deberás lierlo en el de mañana, e irá en primiera plana. Si es que puedes. ¿Qué debéis haser, dices? No puedo dicírtelo. El tiempo se agota.-
Diego observa que la noticia que lee Frantisek es una simple comunicación local y climatológica; trata de las fuertes nieblas que está habiendo estos días en Bariloche.
Diego mira a Facundo y como la azafata se prendió fuego, levanta una ceja incrédulo y le recuerda un capitulo de los Simpsons, aunque los gritos de agonía del hombre prendido fuego lo hacen sentir muy incomodo y difícil de evitar empatia, pero no son reales se dice.
-Espero que estos aviones sean pre 9/11
-Dejala Facuando! Vamos a la cabina.
Gracias viejo
Le dice mientras le da palmadas en el hombro y luego sigue su camino hacia la cabina
Aún asustado, Facundo se sorprende de que Diego se haya tomado la molestia de hacerlo partícipe de sus planes. Eso, más que todo lo que está observando a su alrededor, lo hace sospechar que el peligro que los rodea es realmente mortal.
Tras escucharlo decide abandonar su inutil golpeteo en el pecho de la azafata y empuñando su trozo de lona con fuerza, se lanza en pos de los pasos del cámara. En su diestra, totalmente olvidado en sus pensamientos, mantiene la cuchilla de cocina que probablemente sería más util para defenderse si quienes lo rodeasen fueran seres normales... lo que a todos luces no es así.
Saltando sobre los cadaveres llameantes que comienzan a amontonarse en el pasillo y aganchandose en simultáneo, para esquivar las mascaras de oxigeno que penden del techo del avion, el locutor intenta no quedar demasiado rezagado respecto a su compañero, tratando de no prestar atención a lo que no puede estar pasando a su alrededor
En su avance casi ni se da cuenta de la presencia del viejo Frantisek, pero al verlo, en un curioso acto de cortesía que demuestra el estado de su mente, se detiene un momento y realiza una breve reverencia, estilo japonés, a la vez que se disculpa por no quedarse a conversar con el - Disculpadme que no me tome el tiempo para conversar con vos respecto a vuestro nuevo estado - le comenta como si se tratase de lo más natural del muendo - Pero mi compañero requiere mi presencia. Quizás la próxima vez tengamós más tiempo para conversar sobre los viejos tiempos... o los nuevos - completa antes de continuar avanzando totalmente ajeno a la inconsistencia de sus propias palabras
La pareja de investigadores se acerca hasta la puerta de la cabina y Diego la abre sin mayores problemas. Como podría esperarse, el interior no es la cabina del avión. Casi han empezado acostumbrarse. Se trata de una ambulancia, de su interior. Allí hay un hombre, tumbado boca arriba, con la mitad de la cara inflamada por un tremendo golpe, irreconocible y una pierna de menos. Nadie hay allí para atenderle, solo le cubre una de esas mantas doradas de emergencias. Se les escucha murmurar, como si intentase hablar pero la inflamación no le permitiese hacerlo con claridad.
- Hotel, Manicomio, Avion, Ambulancia. Solo nos falta que al salir de aquí nos encontremos en... Que podrá ser? Un estudio de televisión - propone esperanzado Facundo sin soltar su trozo de alfombra disfrazado, para él, de puñal.
Sin embargo, más allá de la aparente tranquilidad de sus palabras, sus dientes castañean mientras las pronuncia, denotando que no se encuentra plenamente consciente de sus actos
- Salgamos de aquí antes de que el rengo nos quiera correr - propone - Como viene la mano seguramente lo hace mejor que nosotros - agrega sin amagar siquiera alargar una mano hacia la puerta de la ambulancia
Si en condiciones normales no está dispuesto a correr más riesgos de los necesarios, en las actuales circunstancias no tiene ni la más minima intencion de ni siquiera amagar con intentarlo
Diego sonríe ante el chiste del rengo de Facundo. Se acerca un poco al hombre herido para intentar escuchar o entender que es lo que dice.
-Mirate en el lugar del conductor a ver si hay alguien, si no hay nadie hasta tu gracia con las ambulancias, Facundo.
Perdón por la tardanza
Diego se acerca al hombre que murmura. Su rostro ensangrentado y encarnizado burbujea de sangre al expeler el sonido.
- Tenés... - acierta a hablar.
Diego se fija en él ahora que está más cerca. Tendrá unos cincuenta y el pelo oscuro, con canas adivinándose en las sienes, aunque es complicado, pues tiene el cuero de la cabeza quemado.
- Tenés... que... despertar...- murmura de nuevo y añade - ¡C.. ¡Ca... ¡Cameraman pelotudo!-
- Si oyéndolo parece Ernesto - se lo escucha murmurar al locutor sin soltar su trozo de lona devenido a puñal imaginario - Pero aparte de quemado esta loco, si está claro que estamos despiertos - agrega soltando la verdadera arma y pellizcándose con fuerza un brazo - Si estuviese dormido eso me despertaría. Lo dicen en todas las películas - llega a murmurar antes de...
Tu dirás como sigo el post... no pasa nada?, me despierto? En función de eso veo que posteo, si voy a manejar la ambulancia (que en eso tengo experiencia) o... no nos adelantemos
Diego levanta la cabeza y mira a Facundo esperando ver algún resultado ante sus intentos por despertarse.
-Si estamos en un sueño de verdad, vamos a necesitar algo mas intenso...
Y se empieza a mover para llegar al lugar del conductor, una vez que esta en la división, no pasa su cuerpo, solo su cabeza y con sus manos se apoya en el borde del marco.
Que veo? :P
Los bofetones de Facundo suenan a hueco y de hecho producen cierta sensación de dolor, pero es un dolor sordo, hormigueante, similar al de pinzar una mano que se te ha dormido por sentarte demasiado rato sobre ella.
Mientras, Diego accede a la cabina del conductor y desde ahí logra ver el exterior. La pista de aterrizaje, por la que circula alguna ambulancia más. Una fuerte humareda que parece proceder de las espaldas del vehículo en el que ahora están. La terminal del aeropuerto, pequeña, local. Y al fondo, el inconfundible perfil de las montañas que forman la cordillera que rodea San Carlos de Bariloche.
Disculpad el retraso. Son elecciones municipales y regionales en España y recién me dió por meterme en política. Estamos preparando la campaña, actos, etc.
El locutor se observa el brazo "pellizcado" y termina rascándose la cabeza - Y ahora... - se lo escucha murmurar - como se si realmente estoy despierto? - se conversa a si mismo tratando de analizar si el dolor que sintió se corresponde al que debería haber sentido.
- En fin. Sea lo que sea, mejor salir de aquí! - Facundo duda si seguir los pasos de Diego, pero finalmente hace lo que mejor sabe... huir. Sin siquiera analizar que es lo que se puede encontrar, se desentiende del hombre de la camilla y se acerca al portón trasero de la ambulancia, acercando su rostro y tratando de distinguir que es lo que hay tras la misma
Y como si no hicieras nada con tu tiempo... Político! Felicitaciones (o mi más sentido pésame, tu decidirás que es lo que corresponde)
Volviendo a la partida... sigo aterrorizado?
Diego se sienta del lado del conductor y busca encender la ambulancia*
-Sentate de copiloto Facundo, creo que tu idea para despertar no es mala, pero le falta ímpetu... Vamos a llevarnos por delante el aeropuerto a...
Se estira para mira el velocímetro.
-Dice 220Km/h pero creo que con que nos la peguemos a 120 o 150 estamos.
Dice mientras embraga y pone primear y sale disparado con las ruedas chillando en dirección al edificio mas cercano y mas macizo.
Cita:
Porque jugar la vida en modo normal es para débiles! xD
*Si no están las llaves tengo conocimiento de electricidad, ¿podría hacer un puente con el encendido?
Si facu sigue aterrorizado, sigue mirando por el portón trasero mientras Diego arranca.
Si ya está en poco más en sus cabales, se sienta de copiloto y busca ponerse el cinturón de seguridad... si le da el tiempo
Facundo logra saltar al asiento del pasajero justo cuando Diego arranca con las llaves que dejaron puestas los sanitarios. Mientras se abrocha el cinturón, ya con la ambulancia en marcha, escucha el comentario de Diego sobre la velocidad. Y recuerda: no es la primera vez que se mezclan él, Diego, Frantizec y una ambulancia, con consecuencia de desgracia. Allá van.
El edificio de la terminal se va acercando, cada vez más rápido, cada vez más sólido en apariencia. A eso se une una sensación rara, como la de estar callendo, como si la pista del aeródromo empezase a hacer una ligera cuesta abajo...
Como anfitrión, no quiero estrellaros contra una pared sin dar una última oportunidad a ambos de hacer/decir algo antes. No lo toméis como una advertencia, sino como puro y llano tecnicismo: si queréis hacer algo antes de estrellaros es ahora. Si no, el resultado del choque en mi siguiente post, sea el que sea. ;)
Facu mira a su compañero, menea la cabeza y ajusta con fuerza su cinturón, antes de extender los brazos y apoyar las palmas en el tablero de la ambulancia, preparado a recibir el imparto que parece inevitable
Sin embargo, al sentir la extraña sensación no puede menos que comentar - Será contra la pared o contra el piso? - murmura misntras tensa los musculos y duda si mantener los ojos abiertos o cerrados - Que esta vez sea mejor que la ultima - agrega decidiendo que debe mantenerlos abiertos... y cerrandolos sin darse cuenta
Adelante. O estamos dormidos o estamos despiertos... y muertos ;-)