Partida Rol por web

Las vueltas alrededor de los edificios muestran bastantes entradas a salas de servicio, cocinas, etc. Pero todas son muy obvias y lo que buscas es algo especial, invisible.

Vuestro anfitrion asiente serio a las palabras de Ernesto, parece que son justo el tipo de respuestas que esperaba. De inmediato parece haber una identificacion de caracteres afines.

Bien, perfecto. Todo claro. Veras, yo quiero que los clientes vean este lugar como un sitio especial. Diferente. Basta con esto. Ah y para parejas. Para nada quiero atraer a familias. Ni perros. Nada de eso, esto es un retiro romantico.

Facundo lo mira con curiosidad antes de enarcar una ceja y pregunta - Que leyenda? me contrataron para filmar un comercial sobre las bondades del lugar. Nadie me dijo nada de ninguna leyenda de fantasmas... Creo que deberemos hablar con Ernesto... esas leyendas siempre tienen algo de cierto. Nos deberan pagar algún adicional - asegura, aparentemente más preocupado por las implicancias económicas de las nuevas noticias que por las noticias en si

- Quizás será una bobada, pero el cachet es el cachet - asegura - Dame algo de letra para hablar con el productor. Si realmente me das elementos para convencerlo puedo ser muy agradecido - agrega, bajando el tono de voz y olvidándose de su anterior postura para volverse mostrarse más cómplice con su interlocutor

Podía sentirlo, podía notarlo, algo había que no estaba bien. Algo que era fuera de lo normal. Algo, algo extraño, algo extraordinario.

Ante las palabras del Señor Andres, enrojezco sin poderlo evitar- perdone nuestros modales lo cierto es que no nos llevamos tan mal , pero la union del cansancio del viaje en coche con las pocas horas de sueño que llevamos a cuestas hace que estemos especialmente irascibles.-digo intentando mostrarme contrita aunque dejo traslucir una nota de resentimiento por el hecho de que haya dicho que no somos conocidos, creo que cualquier actor se sentiria un poco tocado por que le hagan notar algo así.

Ernesto asintió, con la seriedad que le caracterizaba. Al fin de cuentas, era un profesional entrenado, y ahora que había sacado el asunto del territorio de Andrés, estaba a sus anchas. Miró un momento a Alicia, la cual no decía nada evidentemente porque la conversación correspondía a su jefe, y permaneció pensativo un momento.

- Lo de la pareja está solucionado. Los dos son jóvenes, tienen ese punto de gente común y a la vez, atractiva, y creo que encajan perfectamente con el lugar. Me da la impresión que con unos buenos planos del exterior y mostrándolos juntos en diferentes ubicaciones se va a trasmitir la idea. Si hay algún lugar en particular que quieras que mostremos, sólo es cosa que nos lo digas. 

Eso ya estaba arreglado, entonces. Ernesto ya empezaba a pensar cómo iba a meter las cámaras y a mover a la gente para investigar sobre el Casper de Bariloche. En virtud de lo cual...

- ¿Querés que hagamos alguna referencia al tema de los espíritus? - preguntó, sin que se le moviera un pelo.

Ah, sí. Ahí. Cerca de la piscina y tras de unos arbustos, de tal manera que no sea fácil de observar a plena luz del día y menos aún de noche, hay un rastro, un sendero que va pegado a la pared. Siguiéndolo, llegas a una ventana no sólo cerrada, sino pntados postigos e incluso cristal del mismo color que la piedra del edificio: sin duda pretendiendo camuflarla. La pintura te impide ver qué hay dentro, pero es posible abrirla desde aquí si así se desea...

Jorge menea la cabeza como si lamentase de corazón haber entrado a hablar de este tema.

-Ah, pero no, no le des bola a eso de los fantasmas. Son cuentos para mantener a los clientes interesados, nada más. Al jefe, sí, le gusta el tema, les mete historias en la cabeza a los turistas, pero es todo joda, ¿entendés?-

Tras dejar ubicado a cada cual frente a su habitación, hace gestos imperiosos de querer marcharse a sus tareas, balanceándose sobre uno y otro pie.

Josep sabía que había encontrado un filón. Algún oscuro y demente secreto que le llevaría a dar con algún misterio mas allá de lo mundano y lo existencial.

Sin duda aquello era un filón, y no era de los que se quedaban con las manos en los bolsillos. Así que no se lo pensó, y tras mirar a ambos lados y comprobar que no había nadie cerca, se entretuvo en su siguiente actividad.

Descubrir un sórdido pasado. Una historia truculenta. La verdad cruda.

Y para no ser menos, se dedico a abrir la ventana lo más rápido que pudo. La curiosidad le corroía.

Camina apreciando los detalles de lugar escuchando las indicaciones de Cala, cuando le muestra las llaves extiende su mano y toma una. Mira el numero y entra con pasos rápidos a su habitación abre la puerta y deja las cosas sobre la cama, abre unos de los bolsos y busca su cámara portátil. Sale con pasos rapidos temeroso de que el resto se haya ido a seguir viendo el lugar. Se tranquilizara cuando aun los ve hablando sobre fantasmas.

-Pero solo fantasmas, no? Nada de monstruos o cosas "tangibles"?

Dice mientras pone las comillas en tangibles con sus dedos indice y corazón

—Supongo que "entendo" —contesto al hombre. No acabo de acostumbrar al extraño hablar de aquí. En Estados Unidos habríamos estado mejor. ¿Porque la productora no tendrá contactos allí en lugar de aquí? Hablan otro idioma, sí, pero se les entiende mejor.

Tras contestar al hombre, miro la puerta de mi habitación. Espera que tuviese todo lo prometido, me apetecía un baño relajante con muchas burbujas. Y si había jacuzzi, mejor que mejor.

Antes de que el muchacho se marche, le pregunto—. Oye, una cosa... ¿A qué hora se come aquí?

- Lástima... eso de poder cobrar una prima sonaba bien - Facu menéa la cabeza como si realmente estuviera apesumbrado por la nueva información

- Uhm... de cualquier manera quizás debamos hablarlo con Ernesto - comenta a sus compañeros - Si a... como se llamaba... Cañas?... le gusta hablar del tema quizás quiera incluirlo en el comercial... eso supongo que requerirá algunos efectos especiales - Finalmente se encoge de hombros, dispuesto a seguir en su papel - Pero eso no es MI problema. Y será despues de dormir. Eso es, ahora, lo importante - agrega abriendo su puerta y esperando, aunque tratando de disimular, la respuesta del conserje al cámara

-Yo creo que lo mejor del sitio son los departamentos, tienen jacuzzi y bibloteca. El comedor, las cuadras, que se vean los caballos y quizá que vayan de paseo un poco a las rutas que tenemos. El lugar, ya lo veis, es bello.-

Cada vez más contento con las respuestas, Andrés se pierde unos minutos en describiros el lugar como complejo recreativo de primer nivel, original, culto, sereno, y demás adjetivos sabrosos dignos de presentarse a una masa de DINKies con posibles, los entiendan o no.

-Y... bueno, con respecto a eso de los espíritus... No referencias directas no. Pero no sé, dar la sensación de que es un lugr con cierta magia, cierto misterio. No quiero ni ahuyentar a los melindrosos ni atraer a chalados, ¿saben? Quien sabe que pasaron cosas raras acá ya lo sabe y viene por eso. El resto, vamos a dejarles que lo intuyan antes de venir y procuraremos que cada cual tenga lo que necesita.-

Abrir la ventana, mirar una última vez hacia atrás y caer en un lugar oscuro como la boca de mil lobos fue todo uno. No puedes verte siquiera los dedos de la mano, pues las ramas de vegetación de fuera camuflan bien la ventana e impiden que entre suficiente luz.

El olor es otro detalle intenso que entra en tu cabeza de inmediato. Una mezcolanza que parece concordar pero no es fácil de agrupar en una respuesta. Cera. Pintura. Hierba seca. Papel. Humedad. Óxido.

Josep busca a tientas, busca algo que le dé luz. La pantalla del móvil quizás. Eran aparatos del infierno, pero maldita sea, eran útiles.

Y aquel olor se le estaba quedando grabado en la medula espinal. Había algo malvado. Malévolo en todo aquello. Y él iba a ser el primero en descubrirlo.

Mentiría, si alguien fuera a preguntarle, si tuviera que contestar si no estaba nervioso. Lo estaba, es más, estaba a punto de perder el control de sus esfínteres varios, pero tenía que saciar su curiosidad. Tenía que hacerlo.

Me alegro al escuchar por parte del señor Andres su referencia a los sucesos estraños - ¿pero es cierto lo de los sucesos extraños?-y me acerco con mi aire mas candido

Jorge no parece tomar en cuenta la forzada extrañeza de Kike por su expresión, como si estuviera acostumbrado.

-Ah, no, no. Ni monstruos ni nada. Todo está en la sesera de los clientes, no hace falta atrezo. Sugestión, casi todo. Y bueno, algún cliente un poco loquito si nos salió y organizó alguna desgracia. Uno no puede achucharle a gente rara sin esperar que pase algo. ¿La comida?- mira su reloj -Sí, ya mismo. Acá se come temprano, pero no habiendo clientes, cuando queráis.-

Andrés suelta un breve bufido a la pregunta y sonríe. De repente le veis sonrisa de piraña, pero es sólo un momento. -Mirá, Alicia, lo vamos a hablar sólo una vez, ¿OK? Yo soy un agnóstico. Ni sé si hay tales cosas ni si no ni estoy seguro de que me importe. Pasaron algunas cosas raras que podrían ser sugestión o algún loco. Yo creo que algo hay. Pero de verdad, que sea la última vez que lo hablamos. No quiero convertir esto en un repor paranormal. ¿Bien?-

Facu está dispuesto a quedarse a descansar cuando el comentario sobre la comida lo hace dudar. Abriendo nuevamente la puerta reconoce - entonces comamos antes de dormir y le comentamos a Ernesto lo de los efectos... aunque ya veo que no aceptará renegociar los honoriarios... si para esas cosas es duro el hombre -