Estaba terminando de ayudar a Adeline cuando Michael afirmaba conocer el sitio, algo hizo que se alegrara de saber donde tenían que ir, en ese momento Edward la abrazó sin decir nada, un escalofrío recorrió su cuerpo, no tenía ganas de un abrazo o consuelo, quería recuperar a su hija, pero a su vez lo necesitaba, necesitaba ese abrazo estaba tranquilizándose cuando comenzó a hablar. Ir los tres... entendía que no quisiera poner a los demás en peligro podía ir el, Michael y ella pero... ME ESTA DICIENDO QUE ME QUEDE AQUÍ CUANDO MI HIJA ESTA EN MANOS DE UN PUTO PSICÓPATA.
Se separó de Edward. - Yo voy, y me da igual lo que me digas, es mi hija y no voy a comenzar una absurda discusión contigo, ni con nadie pues es perder el tiempo y no disponemos de mucho, así que vamos y el que quiera venir que venga, simple.
Su sonrisa le dejaba claro que le ahora mismo le daba igual lo que contestase, si quería ir solo que fuera, le quería pero quería mas a su hija y si tenía que tirar de contactos para agenciarse un arma o un par de soldados como les llamaban lo haría.
Giró hacia Michael, -¿cual es la dirección?
Hice un gesto de negación a las palabras de Edward.
-Precisamente, dado lo peligroso que es Leo, creo que lo más conveniente es que vayamos todos, Ed -sugerí, mientras me incorporaba e iba directo al cuerpo sin vida del agente de policía asesinado para comprobar si llevaba pistola, esposas, táser o cualquier objeto que pudiera servirnos de ayuda contra el hermano de Michael-. Recordemos que ese hombre ha asesinado a un poli y a dos personas más, prácticamente sin despeinarse. Cuantos más seamos, más posibilidades tendremos de... reducirlo. Además, ella es la madre de Emma -señalé a Ivette con la cabeza-, no puedes pretender que vaya a quedarse de brazos cruzados sin hacer nada. -Dirigí también una mirada a Yvonne, Sebastian y Adeline, esperando también su apoyo-. ¿Estamos todos juntos en esto?
No dudé en abrazar a Adeline en cuanto la vi, había despertado al igual que yo. Tras ese abrazo miré a mi alrededor para hacerme una idea general, y lo más impactante es que había varios muertos.
- Supongo que es el momento en el que la policía pide refuerzos y esas cosas. Para eso existen las patrullas ¿Verdad? - Ayudar en el mundo del inconsciente era una cosa, pero perseguir a un asesino no era cosa de un filósofo y esperaba que tampoco de una psicóloga.
Edward parecía tomar el control y ver las cosas igual que yo, pero Simon parecía decidido a poner la vida en peligro del resto – Eso es absurdo – Le dije
-¿Absurdo? En absoluto, Sebastián -respondí al joven filósofo, mientras continuaba registrando los bolsillos del policía asesinado por Leo-. Piensa un poco. Yvonne es doctora. No sabemos en qué estado vamos a encontrar a Emma, y si lleva demasiados días encerrada, lo más probable es que necesite atención médica. Por no hablar del detalle más importante: aparentemente, Yvonne conocía a "Luke", la personalidad de Leo que se hacía pasar por enfermero. A excepción de Michael, es la persona que más le conoce y con la que "Luke" más podría empatizar. Por tanto, Yvonne puede ser una pieza vital para intentar apelar a essa personalidad de Leo si llegara el caso. Y ella -señalé a Adeline-, es psicóloga. Sabe cómo funciona la mente humana.
Observé a Sebastián durante unos instantes, pensativo. La verdad es que no le veía ninguna utilidad al filósofo a la hora de enfrentarnos a Leo, aunque si estaba con nosotros es porque Adeline podía considerar que sus habilidades podían sernos útiles.
-En tu caso, supongo que siempre puedes aburrir a Leo con el mito de la Caverna de Platón -añadí, en tono jocoso.
Lo había intentado, sabía que podía reaccionar así pero aún había que intentarlo. Lo que no me espero es la lógica de Simon. Sin embargo no había tiempo para discutir.
- Como quieras, pero te quiero cerca mía o de Simon. ¿Entendido? - le contesto a Ivette forzándola a mirarme cuando se gira, como le pasase algo no me lo perdonaría jamás. Durante unos segundos no aparto la mirada hasta que me aseguro que lo entiende. Acto seguido la suelto y me dirijo al resto.- Lo mismo va para el resto que prefiera ignorar lo que he dicho antes, así que decidid rápido.
Sin más que añadir me dirijo hacia fuera mientras compruebo que tengo todas mis pertenencias incluyendo las llaves de mi coche.
Escuché a Simon y ahora entendía a que se refería, a que alguno de nosotros podíamos ser de utilidad. Pero aún así la policía solo suele usar “civiles” cuando la cosa está más que controlada y no veía que este fuera el caso. Algo más relajado, su último comentario me hizo sonreír.
Edward si parecía más en mi línea de pensamiento – Haré lo que haga Adeline, no he llegado tan lejos para dejarla ahora sola. Si ella va, yo iré. Y si no, pues no. – Ahora dependía de ella, y no habría remordimientos en la decisión, para mi, así todo tenía el suficiente sentido.
Asintió energica ante las palabras de Ivette y luego miró con aprobación a Simon. Un hombre que usaba la cabeza. Es verdad que se estaban exponiendo. Ella había expuesto a todos y seguía sintiendo el regusto amargo de ver a todos a punto de morir por su culpa. Pero pensandolo con frialdad, el riesgo siempre está, pero había que parar a aquel desalmado. Además, ¿la vida de los policias valia menos que la del resto?
- Estoy con Simon. Desde luego a mi nadie va a impedirme ir - cogió con fuerza la mano de Michael para tirar de él y salir de allí, no sin antes coger su maletín, el cual estaría por allí cerca. - No perdamos más tiempo -
La discusión que se estaba llevando a cabo en aquella sala con olor a muerte me sobrecogía. Entendía la postura de Edward pero si todos habíamos salido de allí lo más sensato es que todos fuésemos al búnker para terminar con aquella pesadilla. - No podría perdonarme dejaros justo ahora. Es peligroso y algunos de nosotros no somos tan diestros usando las armas como vosotros - miró a Edward y a Simon. Pero todos tenemos capacidades que podrían ayudar a recuperar a Emma. Además, siendo lógicos, cuantos más seamos, mejor... Y admito que estoy asustada porque el riesgo ahora más que nunca es real, pero no podría mantenerme al margen. Entre todos nos hemos ayudado para salir con vida, y entre todos acabaremos con esto. - También me dispuse a buscar algún arma de fuego que perteneciera a alguno de los policías, o cualquier cosa que pusiera servir como arma blanca.
- No quiero que te pongas en peligro si no quieres, Sebastian. No quiero ser responsable de la vida de nadie.. mucho menos de la tuya porque si algo te pasará, no me lo podría perdonar nunca en la vida. Tienes que tomar la decisión no porque vaya yo, sino porque sientes que es lo correcto. - Egoístamente prefería que Sebastian no se arriesgase pero intuia que lo haría por mi, porque yo haría lo mismo por él. Después de eso busqué la salida de la sala y esperé que quienes supieran la dirección del búnker encabezará el grupo.
Mike parece que se alegra cuando ve que todos están bien. Realmente se alegra. Es un informático un poco trastornado, tanta cafeína y tan poca luz en el cuarto, puede hacer mella, en lo que a relaciones sociales-personales se refiere. Aprieta la mano de Yvonne y Dice:
-Por supuesto que sé donde está el bunker, ya lo dije. Muchas gracias por preocuparte Edward, pero está claro que en esto estamos todos juntos, y tú no debes cargar con la responsabilidad de todo. Realmente peor no nos puede ir a ninguno y tenemos cosas que resolver y entre todas están conectadas. Deberíamos ir juntos, pero es sólo mi opinión.
Mira a Ivonne, -Sácanos de aquí y vamos al búnker
En los casos de detenciones y secuestros, nunca había visto que mezclaran a gente de la calle, al contrario, son a los primeros que echan del lugar, pero aquí había más de uno que no pensaba así. Adeline lo tenía claro. Tampoco quería que ella cargase con ninguna responsabilidad, pero en verdad era una responsabilidad asumida por mí – Vayamos pues…
Ya estaba todo dicho, quedaba enfrentarnos de nuevo con aquel… tipo. Aunque para mí, lo único importante era la niña. Salí con el resto.
Todos encontráis vuestras pertenencias en una sala adyacente por lo que sin perder el tiempo os ponéis vuestra ropa y cogéis todo lo que es vuestro antes de salir corriendo de allí