Viernes, 01:00 de la madrugada
Hace frio y llevas un par de horas dando vueltas en el taxi por el centro de la ciudad sin mucho exito, no hubo mucho pasajero y has consumido la mitad del combustible sin que hayas hecho ganancia alguna. Mientras tanto la emisora suena algo de musica poco conocida pero interesante, por lo menos te distrae
Cuando has dado un par de vueltas a la manzana por fin una silueta de negro y con el rostro totalmente cubierto por una bufanda te hace el pare de manera misteriosa
¿Vas a detenerte?
Mi vida últimamente había sido una mierda. La única satisfacción que tenía en mi vida ahora mismo, era que los golpes y las cuchilladas del último combate no me habían dejado demasiadas secuelas.
Me curaba rápido, siempre había sido así. Un tío grande que en una semana o dos podía estar de nuevo en planta. Pero últimamente era como si los golpes no llegaran a hacer mella del todo en mí.
Y qué coño, no iba a quejarme por eso.
Hacia viento de nuevo. Chicago siempre era así. No podía decir que me gustara mas otro lugar, durante toda mi vida, había estado de un lugar para otro. Pero al menos el clima no daba tanto por el culo como en Chicago.
Y eso se notaba, sobre todo cuando a estas horas no había nadie en la calle para coger el puto taxi. Sin embargo allí estaba mi salvación, un hermano negro que quería dar una vuelta.
Envuelto en toda esa ropa parecía idiota. Pero si me daba de comer, quien coño iba a quejarse.
Lentamente reduzco la velocidad y aparco al lado del tipo. Bajo la ventanilla y …
¿A dónde va?
Nada de preguntas absurdas o cháchara innecesaria. No, solo necesitaba que le pagara, no que le diera conversación.
A la carga!
Cuando el personaje retira la bufanda de su rostro para hablar logras verle mejor y te das cuenta que no es un tipo cualquiera, su mirada un tanto seria y perdida apenas se encuentra con la tuya, sin embargo te observa a los ojos y habla tranquilamente mientras que una ligera lluvia empieza a caer sobre la ciudad avecinando una tempestad.
Llevame a algun sitio, amigo... Comenta al tiempo que va abriendo la puerta trasera y pone un pie dentro para luego detenerse en su sitio O hay algun problema?
El tipo es bastante extraño pero sea como sea es un cliente. Mientras la radio continua sonando
No señor, que problema va ha haber en una noche como esta.
Lebron espero a que el cliente, con toda su puta parsimonia se metiera en el taxi, y se puso en marcha. Al llegar a la primera esquina aprovecho un semáforo en rojo para preguntar.
Porque si había algún problema, era el tener que aguantar tíos listillos que no eran capaces de decirte a donde iban. Y estaba claro que este tío no iba a marearle. El tiempo se estaba poniendo peor. Y eso le cabreaba.
Sencillamente ya se veía parando en una esquina, con el tipejo bajando sin querer pagar, y el teniendo que darle una paliza. Y bueno, darle una buena entrada de ostias no era problema. No pero mojarse, eso sí sería un problema. No le apetecía mojarse. Así que sería mejor que aquel cabron supiera a donde quería ir.
Me dice a donde vamos, o pretende que le dé una vuelta por la ciudad. Le advierto que con este tiempo, es mejor moverse ahora y no después, cuando se ponga el tiempo peor.
El semáforo aun estaba en rojo, pero no tardaría en cambiar. Y aun no sabía a dónde tenía que ir. Y eso, lo ponía de mal humor. Todo en aquella ciudad lo ponía de mal humor.
El tipo no comentó nada y simplemente te observó por el espejo retrovisor con la mirada perdida y un tanto extraviada mientras que afuera la lluvia arremetió con mas fuerza y vigor acompañada de truenos y rayos, era obvio que caminar bajo esa tempestad no estaba en los planes del sujeto
Como podria ponerse el tiempo peor que ahora, Lebron... Y continua observandote Primero las peleas no son lo que esperabas, el trabajo no es muy productivo, en pocas palabras no eres mas que un tipo capaz de producir miedo en las personas que te rodean..
Una vez hace este comentario se queda totalmente callado y tranquilo
Las fosas nasales de Lebron se abren de par en par nada más escuchar su nombre. No tiene ni idea de quién es ese tipo.
Puede que un Poli, o que un periodista. Sea como sea, no le gusta, y cuanto más habla más cabreado se pone. Para no variar las cosas en su vida no funcionan, y que se lo recuerde un extraño le mosquea demasiado.
Además está claro que aquel tipo creía saber algo de él. Pero si de verdad lo supiera no habría tendió huevos de meterse en su taxi.
¡FUERA DEL COCHE!
Con movimientos amplios y rápidos, el hombre color abre la puerta de su taxi, ahora parado frente a un semáforo en verde. Que no molesta mucho al tráfico gracias a que la lluvia y el viento no hacen apetecible salir a conducir.
Empieza a sentir como la lluvia le empapa. Y eso le molesta aun más. Recorre el contorno del coche hasta la puerta del pasajero y la abre con toda la brusquedad que un hombre de más de dos metros de altura puede generar.
Usted, me importa una mierda quien sea. Poli, o Periodista, o el coño de un mono. Salga de mi taxi y lárguese. No me conoce, así que no se le ocurra hablarme como si fuéramos conocidos. Fuera de mi taxi ahora mismo, o lo saco yo mismo.
Con la cabeza mirando al interior del taxi, y con mucha rabia contenida contra los payasos de buena vida Lebron espera que el hombre del taxi se resista para tener una buena excusa para sacudirle una buena hostia.
El hombre continua dentro del taxi simplemente observandote sin siquiera pestañear o llegarse a preocupar de las consecuencias que puede traerle burlarse asi de ti. Por un momento sientes que la lluvia te quema la piel y estas dispuesto a llevarte por delante a este tipejo pero su reaccion continua siendo la misma, una tranquilidad pasmosa casi de retrasado mental
Finalmente la puerta se abre y lentamente desciende ubicandose a una distancia aproximada de un metro con la capucha sobre su cabeza y observandote en medio de la lluvia y el trueno mientras que los minutos se hacen largos casi eternos.
Te he estado buscando Lebron...y aunque ha sido dificil no puedo negar que lo crei casi imposible Las manos en sus bolsillos Que dices si en vez de pelear escuchas la oferta que te tengo...que dices
Lebron lo miraba con la furia durmiendo tras el iris de su ojo. No sabía quién era ese tipo, y tenía la mala costumbre no de no inmutarse. La clase de comportamiento de un tipo que se cree protegido por algo especial.
Seguramente fuera algún tipo de sicario de alguna mafia, otra que querría explotar sus puños hasta que muriera. Ya conocía a este tipo de gente. Combatir era algo que necesitaba. Pero no iba a resolverle la vida.
Y después de la última visita al hospital no tenía ganas de mezclarse con esa gentuza. Realmente no pagaban tan bien.
No, no quiero escuchar ninguna oferta. Dile a tu jefe, que Lebron Lafayette no peleara mas para ninguna mafia de tres al cuarto. Ahora solo peleo por mi vida.
El taxista cerró la puerta de su vehículo, y se dirigió con los puños cerrados y apretados a sentarse de nuevo en su vehículo.
Se detuvo una vez más antes de entrar.
Y como vuelvas acercarte a mí, te puedes dar por muerto.
Se sentó en el coche y cerró la puerta. El turista poco amigable quedaba fuera. El estaba calado por fuera, y ardiendo por dentro. El semáforo se volvió a poner en rojo, y él se quedo en silencio mirando al vacio. Sentía mucha rabia. Mucha frustración.
Y sin embargo el tipo seguía allí de pie, como una estatua. Quieto y mojado en la acera. No parecía que se fuera a ir a ningún lado.
El negro bajo un poco la ventana. Y le grito otra vez.
¡Lárgate de aquí! ¿Es que eres idiota?
No lo entendía. Qué coño podría querer nadie de un tipo como él a estas alturas. Era un perro apaleado. Estaba derrotado, incluso antes de entrar en el ring. Ahora no era nadie, necesitaba un cambio de aires.
Estaba decidido, dejaría el taxi y se marcharía a otro lugar. Quizás a la montaña. Pediría trabajo como leñador. Allí la gente no hacía preguntas, no a gente como el….
El chico a pesar de estar mojado de pies a cabeza te señala con su indice casi en camara lenta mientras que un par de prostitutas aparecen en el lugar lanzando perjurios y besuqueandose entre ellas en medio de un elixir de drogas y alcohol
No tienes idea de con quien estas hablando y quien te necesita, Lebron Comenta aun señalandote Quien me ha enviado está muy por encima de lo que llamas mafia, y puedo asegurarte que lo que te propondrá cambiará completamente tu vacia vida...puede ofrecerte una oportunidad de ser util nuevamente y que tus habildades mutantes sean nuevamente especiales...
Deja de señalarte y guarda sus manos nuevamente en los bolsillos y las prostitutas continuan su camino tatareando una cancion
Baja del taxi y escuchame por un momento...solo te pido un minuto... Comenta ahora un tanto amable pero misterioso
Cada segundo que pasaba aquel tipo le parecía más y más idiota. No solo seguía ahí, sino que no se daba por enterado.
Ahora decía que venía por alguien superior. Descaradamente tenía que estar pirado. Pero verlo mojado, mientras él estaba dentro del taxi empezaba a serenarlo.
Bajo la ventanilla del copiloto y volvió a mirar bien a aquel idiota. Sin duda no merecía ni darle dos ostias.
Bien, capullo. Tienes tu minuto. Pero si quieres darme la brasa, lo harás fuera de mi taxi. Y como me canse, me marcho y punto.
Bien, ahora le iba a prestar atención. Seguro que si aquel hombre le contaba su movida podría pirarse.
Además, que quería decir con eso de mutantes. Como lo que salía por la tele. Este era idiota. Debía ser que nunca había visto un negro de dos metros fuera de la NBA. El no era mutante ni nada que se le pareciera.
Decididamente estaba loco. Seguro que ese jefe por encima de los demás, era algún payaso de alfa centauri.
El hombre se acerca a la ventanilla y se agacha un poco para hablarte mas cerca y te lanza unas palabras que mas bien son un susurro casi inaudible por la lluvia y el agua golpear el parabrisas con fuerza
Yo no soy la persona mas indicada para esto, Lebron...llevame a mi destino y entenderas A pesar de eso el tipo comienza a parecer un tanto confiable y su actitud ya no es la del idiota que subió a tu taxi sino la de un amigo, ya queda a tu decision si le acompañas o no.
Confia en mi...alguna vez fui como tu... Termina diciendo y esboza algo que en toda la noche no habias visto, una sonrisa
Continuamos en la escena Agentes de Nadie
Ok. Entendido, me quedo a la espera.