Partida Rol por web

DÍA 1 - Casa abandonada (NIVEL SEGURIDAD REFUGIO = 1, SUMINISTROS = 1 , RELOJ ZOMBIE = 1)

Los supervivientes fueron abriendo los ojos escalonadamente. Se encontraban en una especie de casa abandonada, en la que parecía que las paredes se iban a venir abajo. Todo estaba sucio, e incluso se percibía un cierto hedor nada fácil de identificar.

La primera en abrir los ojos fue Victoria, a la que siguieron Neil, Kate y, por último Claire, con apenas unos segundos de diferencia. Completamente desorientados, todos ellos cruzaron miradas sin saber qué hacían en ese lugar ni donde estaban exactamente. En la casa no parecía haber muebles, apenas una mesa y un par de taburetes, a excepción de los tres colchones en los que ellos estaban.

Sin apenas darles tiempo a mediar palabra, un tipo alto asomó su cabeza por detrás de una pared y les saludó con un tono de voz inquietante. Mientras se acercaba a ellos, el grupo empezó a ponerse nervioso y se fueron levantando mientras hacían todo tipo de preguntas y soltaban los primeros insultos. Denzel –así se llamaba este hombre de color y bien parecido- intentó apaciguar los ánimos y se dispuso a contarles lo que había visto. La mayoría de ellos estaban magullados o tenían heridas superficiales por su cuerpo, fruto de los hechos anteriores a su despertar.

Las palabras que dijo a continuación, cambiaron el rumbo de sus vidas para siempre y les introdujo en la peor pesadilla que jamás podían haber imaginado…

Denzel era un tipo listo, muy listo. Su inteligencia siempre había sido su mejor arma y, quizá por eso, era el más calmado de todo el grupo. Tampoco sabía qué demonios hacían allí, pero fue el primero en abrir los ojos e incluso le había dado tiempo para dar un pequeño paseo por la casa. Por suerte, unos extraños ruidos que provenían del exterior le aconsejaron mirar fuera antes de abrir la puerta...

Con todo el grupo esperando sus palabras, Denzel se encendió un cigarrillo mientras se escuchaban golpes contra las paredes de la casa… Siempre llevaba su cajetilla de tabaco encima, convencido de que le ayudaba a pensar con más claridad.

- Bueno, abrí los ojos un rato antes que ustedes y no sé que cojones ha pasado. Pero no os va a gustar la situación en la que nos encontramos. –En ese momento y, mientras los demás le recriminaban una explicación rápida, pegó una fuerte calada de su pitillo antes de proseguir…-. Los que quieran la respuesta rápida, que se asomen por el hueco de la pared que hay detrás de mí, justo ese de donde salen los golpes. Los más pacientes, que me escuchen. Se ahorrarán ponerse más nerviosos y ver algo que jamás podrán olvidar.–Tomó aire y miró a todos fijamente a los ojos, uno por uno y sin dejarse a nadie-. Señores, ahí fuera hay un maldito zombie, muerto viviente o como quieran llamarlo… Y no, no sé donde estamos ni cómo hemos llegado hasta aquí…

“EL INICIO DE LA PESADILLA”

Claire era una chica joven embarazada de cinco meses. Sin trabajo y abandonada por su novio tras dejarla preñada, no tenía un futuro esperanzador, aunque tampoco se podía imaginar algo como lo que le acabó pasando...

Abrió los ojos la última de todos. Se levantó del colchón con un sobresalto y un sudor frío le empapó la frente de seguida.

¿Qué demonios hago aquí con esta gente?... Joder, ¿Quiénes son?- Pensó Claire nada más reaccionar. Lo primero que le vino a la mente es que se trataba de algún secuestro o de unos tarados que la querrían violar o prostituir. Pronto, vio aparecer a Denzel y sus nervios aumentaron...

- Pero... ¿quiénes sois? ¿Porqué me habéis traido aquí?... ¡Dejadme marchaaaaar! -Gritó Claire, encolerizada-. ¡Qué queréis de mí!

Mientras Denzel les avisaba que algo bueno no estaba ocurriendo, Claire seguía perdida, intentando buscar una respuesta a la situación. A pesar de los nervios, intentó contenerse y escuchar lo que aquel tío tenía que decir. Tras comentarles que en el exterior de la casa había un zombie... el corazón de Claire casi estalla.

- ¿Estás chalado? ¿Q... qu... quién se va a creer esa mierda de historia? -A pesar de sus palabras, el ruido, los golpes, la olor... e incluso el tono en el que habló Denzel, le hacían sentir que había dicho la verdad-. Joder, me cago en la puta, no puede ser... ¿estoy soñando? -No tuvo el valor suficiente de acercarse y mirar por el hueco de las maderas. El ruido y los golpes ya eran suficiente motivo para estar de los nervios-. Necesito desahogarme, voy a ver si encuentro algo de provecho por la casa...

Tras revisar algunas zonas de la casa -sin alejarse mucho del grupo-, Claire volvió con el resto:

- Aquí no hay nada útil, y tengo hambre. Además, como supongo que habréis observado... Estoy embarazada.

En ese preciso instante, Claire se echó mano de uno de los bolsillos de su desgarrado vestido para buscar un objeto que recordaba siempre llevar encima: su spray de defensa... Y ahí lo tenía, por si era necesario usarlo en algún momento.

Los parpados le pesaban, tenía el cuerpo entumecido, se sentía como si le hubiesen dado un litro de tequila y una paliza. Con dificultad logro abrir los ojos, su cabeza reposaba sobre un suelo de madera, solo veía polvo y astillas, desde luego esa no era su casa, y mucho menos su sofá, que era su ultimo recuerdo en mente.-¿Un secuestro, sin cuerdas, sin cadenas?.-Se extrañó, y con un movimiento veloz se subió el pantalón hasta la rodilla con la mano izquierda y con la diestra sacó su cuchillo a modo de ataque. Se incorporó con la avidez de destripar a cualquier enemigo que estuviera cerca, y giro la cabeza observando todo lo que le rodeaba; su experiencia como marine estaba siempre presente.

Había dos cuerpos tumbados en el suelo y dos siluetas se mantenían en pie, una gritaba. -Mierda son dos, y posiblemente estén armados...- Se acercó sigilosamente y vio como las dos personas que yacían en el suelo se incorporaban. Observó y analizó meticulosamente las caras de los cuatro individuos, parecían desorientados, excepto uno, un hombre de tez oscura, que permanecía calmado. -Es él, el que nos ha encerrado aquí.- Se dispuso a atacarle, pero este empezó a hablar y le pareció más prudente escuchar los motivos que los habían traído allí.

Escuchó la explicación, intentó asimilarla, pero con una sonrisa burlona, dijo: -Así que hay muertos vivientes... ¿Usted es imbécil? Pretende que me crea que nos han echado en una casa decrepita a la mereced de unos monstruos imaginarios.- Su rostro se cambió y se volvió serio, hasta agresivo. -¿Quién eres y qué coño quieres?-.

Algo golpeó la pared, rápidamente sus sentidos se activaron y al fin hizo caso de las palabras del supuesto secuestrador, se dirigió a observar que clase de calamidad acechaba allí fuera. -¡Joder! Que coño es esto...- En efecto, Neil observo como un ser con el rostro deformado y propiamente de un monstruo, merodeaba sin rumbo chocándose contra la pared de la casa. -¡Mierda!, el viejo tiene razón. Pero es solo uno, no puede ser difícil acabar con él. - De acuerdo, te creo pero no nos podemos quedar aquí asustados esperando a que venga el espíritu santo a ayudarnos. - Estuvo pensando la manera más segura de acabar contra ese tipo de ser. -¿Alguien tiene alguna arma de fuego?- La respuesta fue vacía, ni un murmullo, seguidamente se dispuso a buscar algún tipo de armamento.

Registró una habitación que coronaba la cima de unas escaleras de madera muy quebradizas, pero sin éxito, seguidamente se dirigió hacia otra habitación que ocupaba el final del pasillo, pero esta tenía la puerta atrancada. -Bueno, solo estamos yo, mi cuchillo, un hombre que no inspira confianza y tres mujeres desorientadas, una de ellas embarazada. Mierda.- Pensó y se dirigió escaleras abajo comunicando sus resultados. -Nada, ni un revolver, ni una escopeta de caza. ¡No hay nada! Tampoco he encontrado nada más que sea de especial ayuda.- Neil tuvo la impresión de que lo temían.-Si no encontramos comida vamos a durar poco.-.

Sin ni siquiera abrir los ojos, Victoria sabía que no se encontraba en su pequeña casa en las afueras de Livingston, ya que podía sentir el frío suelo contra su espalda. Solo supo identificar un extraño hedor en el ambiente y unos insistentes golpes que rompían el silencio de aquella fría noche.

¿Cómo he llegado hasta aquí?- Pensó aterrada unos segundos después de abrir los ojos,  y poco después pudo diferenciar entre la penumbra una casa prácticamente en ruinas y un par o tres de personas durmiendo en el suelo,  a las que no había visto en su vida. -¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi coche? ¿Quién me ha traído hasta aquí?

La última imagen nítida que recordaba era coger el coche y emprender un largo trayecto hacia Pineville, donde por estas fechas se realizaba anualmente un torneo de caza con arco. Entonces un pensamiento cruzó de repente su cabeza:
Tengo que encontrar mi arco, sea lo que sea lo haya ocurrido ahí fuera seguro que lo he traído conmigo.- pensó esperanzadoramente, e incorporándose rápidamente vio cerca de un viejo sillón la gran funda negra en el que siempre lo llevaba cuidadosamente.

Después de comprobar con gran alivio que el arco yacía dentro, oyó unos pasos detrás de ella y percibió un hombre entre la oscuridad. Agarrando el arco con fuerza le dijo:

-¿Quién eres tú? ¿En qué mierda de casa estamos? ¿Cómo… - pero sus casi-gritos despertaron a los demás, que tan alterados como ella le pidieron explicación.

Un apocalipsis zombie… como en las películas. No puede ser. – Pensó Victoria negando rotundamente lo que le estaban afirmando. Fue directa hacia el pequeño agujero que había en la pared detrás de Denzel y al asomarse la negación desapareció, porque eso que había ahí fuera era indudablemente un no muerto.

Al no poder hacer nada más que permanecer en la casa fue a investigar un poco la casa en busca de suministros, porque por lo que se veía tendrían que estar bastante tiempo ahí.

- Por aquí parece que hay algo...- dijo Victoria, y seguidamente se agachó y agarró una maneta de lo que parecía ser una trampilla. Al abrirla solo encontró polvo y suciedad, y pensó qué le depararia aquel nuevo mundo.

Los gritos de la chica pelirroja me despertaron. Estaba tumbada, en un colchón viejo en una casa que no había visto jamás. A mi lado habían tres personas y un hombre alto que se acercaba a nosotros y que parecía que tenía algo que decir.

Rápidamente me palpé el tobillo -siempre llevaba mi arma reglamentaria escondida allí- y me quedé más tranquila al ver que mi "amiga" estaba conmigo. Kate era Agente Secreto y siempre llevaba una 9 mm. por lo que pudiera pasar.

El tipo negro se puso a explicar lo que había visto -según parece despertó el primero- y nos comentó que había un zombie en el exterior.

Un zombie... este tío está chalado- pensé tras sus palabras. El chico rubio se levantó a comprobarlo, mientras las otras dos chicas se pusieron a buscar objetos por la casa. Me esperé unos minutos y, hasta que no vi su reacción, no me puse realmente nerviosa... Está claro que vio algo raro. Preguntó si alguien tenía un arma y, de momento, consideré prudente no decir nada sobre la mía.

Mientras los demás rebuscaban cosas por la casa -¿qué creen que encontrarán en un sitio así?-, yo decidí ver qué había a los alrededores:

- Gente, voy a ver si consigo saber dónde leches estamos...

Me levanté y subí unas escaleras que llevaban a una pequeña habitación superior. Todo estaba lleno de polvo, telarañas y suciedad, casi daba asco abrir los ojos. Encontré una pequeña ventana al fondo de la habitación (entre los muchos trastos viejos que había), a través de la que pude ver dos cosas interesantes: un tractor a no más de 50 metros y una especie de granja un poco más lejos.

Bajé rápidamente las escaleras y les dije a los demás:

- He visto dos cosas que os pueden interesar. No muy lejos de aquí hay una granja y, más cerca, un tractor. No sé si funcionará pero, en vista de la situación en la que estamos, algo tendremos que hacer, ¿no?

Si estamos en una casita de mala muerte con un zombie esperándonos fuera... ¿qué no habrá en esa granja?. Uno no supondría un gran problema con mi arma, pero más...

Denzel no esperaba las reacciones que allí observó. Por un lado, una chica embarazada que no duda en levantarse y ponerse a buscar cosas sin ni siquiera asomarse y confirmar su teoría del zombi. Un guaperas con un machete que le amenaza -y con el que sabe que no hará buenas migas- y un par de chicas más de lo más curioso. La pelirroja con un arco -¿Quién lleva un arco siempre encima en los tiempos que corren?- y otra de la que pudo ver enseguida que no se asusta fácilmente.

- Dejad de insultarme y centraros en el problema que tenemos, que no es precisamente pequeño. - Seguía fumando sin parar uno de sus cigarrillos-. Podéis seguir insultándome y gastando vuestras energías inútilmente, o bien podemos intentar pensar qué vamos a hacer para salir de aquí. Hay un muerto viviente ahí fuera. Así que... propongo que empecemos a trabajar en equipo, por lo menos hasta salir de la casa.

Una embarazada, una tía con un arco, otro con un machete... La verdad, no sé si es casualidad que esté aquí con esta gente encerrado. Pero ahora, lo único que me interesa es salir...

- Mientras estabais dormidos he encontrado algo de comida en la habitación de al lado. La tengo guardada dentro de esa caja vieja de ahí. Lo digo por ti rubia, la embarazada. ¿No tenías hambre? Por cierto, no sé si os interesa pero me llamo Denzel, Denzel Williams. - En ese momento lanzó una mirada al chico del cuchillo. Le ponía nervioso que estuviera con el arma tan a la vista...-. No estaría mal que nos presentemos, más que nada porque nos vamos a jugar el pellejo juntos... ¿Alguna idea de cómo salir? Yo solo tengo una caja de cigarrillos, pero con ese arco y el cuchillo creo que se me puede ocurrir algo...

Pegó otra calada más a su cigarrillo y por fin lo terminó.

- Ah, y tú, guapito, guarda ese cuchillo por si lo necesitas con alguien más peligroso que yo.

Con los supervivientes todavía intentando asimilar su nueva situación, las mentes de todos ellos eran un hervidero de pensamientos. Por un lado, la desconfianza en sus nuevos "compañeros", puesto que nadie se conocía. Por otro, la desorientación de estar en un lugar al que desconocían cómo habían llegado y, por último, el shock que producía tener una especie de zombi o muerto viviente merodeando por los exteriores.

Gracias a la comida que había encontrado Denzel, quizá podrían aguantar allí un día más, si es que el monstruo no conseguía burlar la frágil seguridad de la casa antes.

El arco de Victoria y el cuchillo de de Neil eran las dos opciones que tenían para deshacerse del zombi. La pistola de Kate todavía era un secreto y la información sobre el tractor y la granja cercana eran puntos a tener en cuenta. Ahora, no había otra que intentar trazar un plan.

Ya hemos vivido la primera toma de contacto del grupo, pero la cosa no había hecho más que empezar...

El tiempo avanzaba sin descanso. Habían pasado ya unas doce horas desde que los supervivientes habían recuperardo el sentido y tenían muchas dudas. Estaba anocheciendo y seguían sin tener claro el siguiente paso. Algo normal por otra parte, teniendo un muerto viviente dando golpes durante todo el día en los exteriores de la casa… Fueron tantos impactos, que el no-muerto había empezado a astillar la madera por algunas zonas, con lo que las probabilidades de que consiguiera entrar en unas pocas horas estaban empezando a crecer. Durante el día, todos habían conseguido el valor  necesario para salir y mirar al monstruo. Lo que vieron, no se les olvidará fácilmente…

En el grupo todo eran nervios y desorientación, pero debían centrarse. Todavía eran muchas las dudas que los asaltaban y que no tenían respuesta: ¿un zombi en el exterior? ¿Porqué estaban dormidos y en esa casa? ¿Quiénes eran las personas que compartían techo ahora con ellos? Muchas incógnitas y, por el momento, muy pocas respuestas.

Lamentablemente, con las provisiones que contaban apenas tenían para sobrevivir hasta el amanecer, máxime con una chica embarazada en el grupo. Tenían armas y eran inteligentes, pero el miedo les invadía. En la mente de algunos estaba la opción de acabar con el zombi e intentar salir al exterior a tantear el terreno, pero el pánico a lo que podrían encontrar les podía.

Parecía que estaban dentro de una película de terror, solamente que esta vez era completamente real…

Claire no tardó en presentarse a los demás. De momento, no quiso darles muchos detalles, apenas una presentación con su nombre y explicándoles que estaba embarazada de cinco meses  -algo que, por otra parte, era ya evidente-. También comentó que su novio la había abandonado hace un par de meses, dejándola sola con el marrón...

- El muy cabrón se piró y me dejó con este regalo. Pero... estoy mejor así. Voy a criar a este niño cueste lo que cueste.

Claire comió algo de las provisiones que encontró Denzel, mientras las horas pasaban sin que el grupo tomara ningún tipo de decisión.

- ¡Eh! Gracias por la comida, la verdad es que la necesita... - Dijo Claire a Denzel, agradeciéndole haber encontrado suministros y habérselos ofrecido. - ¡¿No pensáis que va siendo hora de salir de aquí?!... Ese monstruo no tardará en derribar alguna madera y quién sabe lo que nos hará. - Un sudor frío recorría su mente mientras imaginaba al zombi entrando en la habitación...-. Debemos pensar algo y debemos hacerlo ya.

Claire esperaba que sus palabras alentaran a alguno de los componentes del grupo: Denzel parecía un tipo duro y decidido y Neil -cuyo aspecto le resultó atractivo- parecía el típico que resolvería la situación antes que nadie. Luego estaba la otra chica con el arco y Kate. La misteriosa Kate de la que todavía apenas nadie sabía nada, pero que se intuía que tenía mucho valor.

Lo cierto es que las horas pasaban y Claire estaba poniéndose más nerviosa a cada segundo:

- Necesitamos hacer algo. ¿Y si intentamos salir y mirar de llegar a esa granja?. Aunque supongo que.... antes... alguien debería matar a ese cabronazo que nos espera fuera...

Si nadie hace algo ya, presiento que vamos a tener problemas muy pronto...

Neil, se presentó, seco, rotundo y sin ningún tipo de intención de crear el mínimo vinculo con el grupo. Dirigió una mirada híbrida de desprecio y rabia hacia Denzel, pues no le había hecho ni pizca de gracia el tono que gastaba ese hombre al dirigirse a él. 

- Querido... ¿Como has dicho que te llamabas?Ah, sí, Denzel. -Dijo con una soberbia inalcanzable. -Este cuchillo es MI seguro de vida, estaremos en esto juntos, pero no significa que tenga la mas mínima confianza en ti y en tus palabras.

¡CRASH!

Un trozo tablón de madera cedió y cada vez se podía observar con mas claridad aquel adefesio de tez podrida. El ruido de la discusión lo había atraído hacia la pared de la casa. No tardaría en entrar si no hacían nada al respecto.

Neil agarró el cuchillo con fuerza a causa del sobresalto que le produjo el ruido, y pudo ver con mas claridad la cara del sujeto, que tenia la mandíbula descolocada y por la boca iba echando esputos de sangre. - Mierda, o espabilamos o el caníbal este se merienda a alguien.-

- Amigos mios...- Dijo con tono totalmente irónico, aunque rápidamente su expresión se volvió seria.  - O atacamos al zombie o acabara entrando. ¿Alguien se ofrece voluntario? -

Todos lo miraban con cara de evidencia, estaba claro que era él quien tenia que atacar. -Maldita panda de cobardes...-

CRASH, UAAAAAH.

El tablón entero acabó cediendo y logrando así que el caminante hiciera pasar su cabeza y su brazo derecho a través de él, mientra gritaba como si de un loco se tratara. - Pues nada, ya voy yo, pero el próximo es tuyo, Denzel.- Dijo con un tono desafiante mientras se abalanzaba sobre el zombie con su afilado machete...

El arma afilada atravesó el cráneo del monstruo y el cuerpo inerte se quedo colgando entre los tablones, tantos años en la marina se reflejaban en su manera de luchar. -Joder, que grima da esto... Bueno, uno menos. - Miró a los demás esperando una respuesta o una acción, estaban todos en shock. - Espero que no haya muchos mas como estos detrás de estas cuatro paredes...- Deseó.

Les miro a todos a los ojos, uno por uno, pero se quedo frente a Kate.- ¡Tu! Has dicho que hay una granja cerca de aquí. ¿Verdad? Como estamos viendo esto no aguantara mucho, ¡Tenemos que salir ya! No sabemos que puede haber allí así que necesitamos estar unidos, de momento. - En ese momento Neil vio que necesitaba un equipo si quería sobrevivir a ese nuevo mundo.

-Así que... ¿quién se viene?- 

DÍA 2 - Casa abandonada (NIVEL SEGURIDAD REFUGIO = 1, SUMINISTROS = 0, RELOJ ZOMBIE = 2)

Los supervivientes no habían asimilado todavía lo que les había pasado en tan pocas horas. El primer día juntos había pasado entre insultos, nervios, desconfianzas y discusiones, mientras un zombi aporreaba la casa abandonada en la que se encontraban. Neil había salvado el primer obstáculo, liquidando al no-muerto con su afilado machete. El hueco de la madera astillada dejó entrever la granja de la que habló Kate.

Lamentablemente, los problemas no habían hecho más que comenzar para nuestro querido grupo de supervivientes, puesto que cuando aún se estaban recuperando del shock de ver al monstruo con el cráneo hecho pedazos, un nuevo gruñido les provocó un vuelco en el corazón. Un zombi había logrado colarse por una de las habitaciones de la casa, no había duda, puesto que el sonido venía de dentro del refugio. Aquello había dejado de ser seguro y necesitaban hacer algo lo antes posible.

La decisión ahora si salir pitando de allí, con las dudas de lo que se encontrarían fuera –puesto que estaba claro que el zombi acuchillado no era el único del lugar…- o bien acabar con el nuevo monstruo que había entrado en casa para evitar que les pudiera seguir o hacerles algún daño. Había una embarazada en el grupo y debían tenerlo todo en cuenta…