Partida Rol por web

Veo como los 3 robots se aproximan y adopto una posición similar a la que Ikki tenía en sus combates. Nunca había tenido una postura definida, pero me pareció que me sería más fácil si le imitaba un poco. Dejé que mis 3 adversarios se acercasen y atacasen primero ya que no se me daba muy bien el atacar.

Paré el primer golpe con mi brazo derecho y me deslicé hacia el lado opuesto desde el que venía el ataque. Mis movimientos no eran muchos y parecía como si me dejase llevar por el golpe que me daba en vez de recibir la fuerza del todo. Además, esto hacía que les fuese más difícil a mis adversarios conocer mis movimientos. Iba parando los golpes uno a uno, incluso de vez en cuando 2 ataques a la vez, pero al no tener mucha idea de contraatacar cada vez se me empezaba a hacer más difícil el parar los golpes y me cansaba más.

Al final no pude evitar que todos los robots se me echasen encima y me diesen una pequeña paliza. Aunque en ese momento desaparecieron de encima de mí, como si nunca hubiesen estado ahí. 

-Co..como haces para devolverles los ataques sin dejar de defenderte? - dije mientras intentaba recuperar el aliento.

El viaje a Gabriel transcurre sin demasiadas complicaciones, tal vez algun que otro malestar por la ausencia de accion, pero nada grave... o eso parece.

Tras tres dias en el Noah, ya conoceis mas o menos el lugar y ya os habeis acostumbrado a veros unos a los otros, ya sea por los pasillos o por las salas comunes. En ese tiempo, algunos aprovecharon para estudiar, otros para entrenar y muchos para aprender, sin embargo... 

-Oid, ¿alguno ha visto a Klaus?-pregunto Fate, un dia, a los tripulantes-Hace casi dos dias que no lo veo fuera de su cuarto y ni siquiera se presenta a las comidas, empiezo a preocuparme 

Pese a que no hay un horario fijo para las comidas, al haber 3 al dia y llevar 3 dias a bordo, en algun momento se deberia haber podido coincidir, pero nadie sabia nada de él desde el primer dia. Ante esa negativa general, el capitan fue a su cuarto, acompañado por el resto del personal, a fin de cuentas, si un compañero estaba enfermo, lo minimo seria desearle que se mejore

-¡Klaus! ¡KLAUS!-llama Fate a la puerta, repitiendo el nombre del propietario del camarote a cada par de golpes que daba en la puerta. Tras unos minutos de silencio, una de las maid se acerca a la puerta cerrada con llave y, en apenas unos segundos, la abre, volteandose, sonriente, con una llave maestra en la mano

Sin embargo, la breve alegria de lograr abrir la puerta es rapidamente apagada por el olor de la carne en descomposicion

En la habitacion, el suelo estaba teñido de sangre y, apartado contra la pared, un saco de carne y huesos se encontraba. Habia señales de una lucha obvia en todo el lugar, como la cama rota, o los muebles tirados, pero lo que mas preocupaba era el enorme agujero que se encontraba en la pared, justo en el punto donde antes se encontraba un respiradero.

Antes de que alguien pudiera entrar, el capitan cierra de golpe la puerta. Con voz seria, se vuelve a los presentes y les dice

-Señores... tenemos un polizon a bordo... y es del tipo carnivoro

Joder debió de ser esa la presencia que me perturbó.

Capitan tengo una idea de como localizar al polizón pero para que tenga éxito necesito que toda la tripulación y pasajeros se reunan en un mismo lugar, prefiero no exponer la naturaleza de mi plan por si el intruso es inteligente y posee conocimientos misticos que puedan dar al traste con mi idéa.

Se quedó mirando perplejo. No tanto por el estado de lo que se suponía que una vez había sido Klaus si no por el agujero en la estructura del Noah. Circunstancias como la muerte de Klaus era uno de los motivos por los que evitaba vincularse a otras personas. Lo que había atacado a Klaus debía tener una fuerza descomunal y a pesar del ruido que debía haber hecho nadie parecía haberse dado cuenta de nada.

Miró al capitán esperando las órdenes cuando alguien con pintas de hechicero tomó la palabra asegurando poder detectar al intruso. Sus ojos brillaron. Si era verdad, tendrían algo más que hacer eneal Noah que gastar el tiempo. Su instinto de cazador se despertó ante tal posibilidad. 

El olor nauseabundo salido de la habitación hizo que diera un paso atrás. Desde mi posición solo pude ver una cama rota y un suelo encharcado de sangre. Eso fue suficiente para hacer que sintiera ganas de vomitar. Antes de que pudiera ver nada mas el capitán cerro la puerta provocando que una ultima ráfaga de ese rancio aroma sacudiera a todos los presentes. El clima se volvió mas extraño cuando uno de los profesores hablo sobre reunirnos  para que el localizara aquel “polizón”.

Aun con un nudo en la garganta y desde detrás de la maestra Al’Amune susurre unas pocas palabras. –Quiza… la sala de entrenamiento sea un buen sitio donde reunirnos. Si “eso” ataca y… hiere a alguien simplemente no habrá ocurrido.- No tenia claro como acababa de funcionar aquella sala, tenia su lado bueno y malo, nosotros no saldríamos heridos, pero aquella bestia o lo que fuera tampoco. Aun así preveníamos que un ataque por sorpresa acabara con alguno de nosotros.

Estos tres últimos días básicamente los había pasado en la biblioteca o en alguna de las habitaciones. Un pequeño escalofrió me sacudió, si Klaus llevaba tres días sin aparecer quería decir que aquella bestia lo había atacado tiempo ha. Podía haberse cobrado otra victima en aquellos tres días.

Los tres días se me pasaron volando, y es que cuando alguien como yo haya fuentes de conocimiento a su alcance, el tiempo es pasajero. Y, como un gran hombre dijo... relativo.

La relatividad no tuvo nada que ver en lo que había sucedido en la habitación de un nuevo integrante. - No puede ser. ¿Otro más? - Pensé en voz alta algo incrédulo, más no apenado.

Enseguida, alguno de los presentes empezó a pensar en cábalas sobre un posible monstruo. - O tal vez haya sido uno de nosotros, y el agujero una simple distracción... Al fin y al cabo, no sería la primera vez que sucede, sería la tercera - De nuevo, pensé en alto sin nombrar, mirar o mencionar a nadie, mano en el mentón, escudriñando ligeramente lo que había visto en un segundo.

Ahora sí, miré a Fate. - Mal... muy mal. No has debido llamar así la atención "capitán", hay críos, y dado los antecedentes hasta la fecha, mostrar otro alumno muerto no generará nada bueno en ellos. Debió usted informar tan sólo al profesorado y poner en salvaguarda con sus muñecas al resto del alumnado mientras nosotros resolvíamos el asunto sin llamar la atención - Esta vez, pensé para mi mismo y no para la gente, mirando de soslayo a Fate, sin poder evitar decir en alto. - Mal... muy mal. - Palabras crípticas que sólo yo podría discernir.

- Bueno, sea lo que sea, el plan sugerido por la joven hechicera es plausible. - La sonreí, de nuevo, como siempre al aportar sus ideas, ya fueran valientes... o estúpidas, algo era algo. 

Me acerqué al joven señor de la nave, pasos lentos, elegantes, mano en el bolsillo, tic tac, cronometría de reloj. - ¿Capitán... ha creado algo más a parte de estas jóvenes que deba saber? - Susurré para él refiriéndome a sus muñecas. - Si voy a ser atacado me gustaría saber qué cosa va a hacerlo. Me gustaría matizar que no le estoy acusando de nada, simplemente quiero estar en alerta, no me gustaría que otro joven alumno más muriese. - Le mostré una sonrisa ampliamente afilada con los ojos cerrados.

Tras mi leve interlocución, esperé a la lentitud de mis compañeros para saber si estaban conformes respecto al único plan dado, cosa que yo como había dicho, sí lo estaba.

Los días parecían pasar tranquilamente, pero como era de esperarse, algo extraño sucede en el Noah y una extraña criatura se ha colado, o ya estaba dentro... quién sabe. Los restos del joven Klaus, que aunque algo arisco no se merecía este final, son la prueba de ello además de darnos una idea del posible tamaño de la criatura.- Parece que se ha colado por el respiradero.- comento mientras observo el agujero de entrada, salida o ambos.- lo más probable es que nos enfrentemos a una criatura no muy grande o al menos sin los huesos necesarios para entrar en ese lugar y reptar por él.- Era un análisis rápido y bastante obvio, aunque ninguno de los que se me había adelantado parecía haber discernido.- El plan de Lihl no es malo, pero el inicio si es perfecto. Reunámonos todos en la sala de entrenamiento; Alumnos, maestros, maids y Fate, así nos encontraremos todos juntos y podremos empezar a hacer algo al respecto.- Espeto mientras voy reuniendo a los ya presentes y dirigirlos hacia el lugar indicado. Podríamos tener todos los respiraderos y posibles lugares de acceso completamente vigilados y así no cogería a ningún alumno desprevenido. Realmente los maestros no me preocupaban. Claro que podrían ser también víctimas de lo que sea que está dentro de la nave, pero todos saben defenderse y a lo que se enfrentan día a día.- Intentaré localizar a la criatura, siempre y cuando esté vivo y tenga ki, por supuesto. De ahí podremos rastrearlo e intentar arrinconarlo en algún lado, separándonos en diferentes grupos. Los alumnos que quieran quedarse aquí pueden, estarán acompañados por las maid para su protección. A esta misión solo vendrán los voluntarios.- termino, con todos reunidos, mientras cierro los ojos e intento localizar una extraña criatura que se encuentre dentro de la nave, que aunque es bastante grande, está sobradamente dentro de mis capacidades, esperando que alguno de los profesores también den ideas de lo que podemos hacer

Al ver ese "cubo" de carne al entrar en la habitación de Kläus no puedo evitar empezar a temblar - KLÄÄÄÄUUS!!! ¿Que te han hecho, mejor amigo?! - digo mientras me abalanzo sobre el cubo de carne - Estas.. cuadrado! - mi voy empieza a temblar un poco, y no se muy bien lo que tengo que hacer - ¿Que puedo hacer para arreglarte? ¿QUE? 

Me quedo un momento callado al lado de lo que antes había sido mi amigo y ahora solo era... carne. Me miré las manos, estaban rojas, y decidí que para arreglar lo que había pasado tenía que teñirlas de más rojo. Por primera vez en mi vida le veía sentido a atacar a algo. Pasé los dedos aun ensangrentados por mi cara haciéndome 4 marcas en cada lado de la cara, pinturas de guerra. Luego me lancé contra la apertura que había en la pared para desahogarme desde ella - TE ENCONTRARÉ Y ME LAS PAGARÁS, LO QUE LE HAS HECHO NO SERÁ NADA COMPARADO CON LO QUE TE VA A PASAR. NADA!

Todo el griterio habia hecho que Arryken se acercara. Estaban alumnos y profesores reunidos, y ademas el capitan. Algo habia ocurrido.

Cuando estubo mas cerca, pudo escuchar los gritos de Xamd, aunque sin poder distinguir lo que pasaba. Esto hizo que apresurara el paso.

-Oye, que le ocurre a Tontín? pregunto Arryken a Ikki, el que tenia mas cerca Y que es ese olor? Otra vez Edvard se salteo el dia de lavanderia?

Luego hecho una mirada al interior del camarote. Era una vision espantosa.

-Ohhh... dijo, con un suspiro de realizacion Oh.

Con una mirada muy seria, casi se diria que de mal humor, agarra de la ropa a Xamd y lo arrastra fuera de la habitacion. Mira a Solomon y luego a Lihl e Ikki. A continuacion, hace un gesto a las maid y estas salen corriendo por el pasillo, presumiblemente a investigar

-Esta nave y sus integrantes estan bajo mi responsabilidad, sugerir que he puesto en peligro su seguridad deliberadamente es algo que me ofende.-le dice a Solomon-No obstante, no puedo evitar sentir que tiene parte de razon, he sido descuidado, me han atacado en el puerto y alguien o algo ha podido colarse en el Noah mientras no estaba consciente.-todavia agarrando a Xamd, camina hacia la sala de entrenamiento-La idea de usar esta sala a modo de zona segura no es mala, pero si el enemigo accede a la sala de maquinas y destruye las medidas de seguridad, no servira de nada estar en un lado u otro-informa a Lihl

Mientras camina hace un gesto raro, llevandose la mano derecha a la sien. Entonces, vuelve a hablar

-El Noah es la principal fuente de materiales de "calidad" que utiliza la Directora para crear artefactos. Como tal, el almacen transporta tanto objetos que poseen altos "puntos de poder" como criaturas vivas, por eso esta prohibida su entrada, es mejor evitar riesgos innecesarios sometiendo a la gente a peligro de forma deliberada. 
No obstante, todas las jaulas disponen de varias cerraduras, las cuales, como medida de alta seguridad, no se pueden abrir sin una llave que no se encuentra en el Noah, si no en la Academia, a manos de la propia Hacedora de Milagros*, lo que descarta cualquier posible ataque desde el interior. De todas formas, en el hipotetico caso de que lograran escapar, el almacen solo tiene una entrada y esta custodiada por dos Emeth personalizados, creo que ya los habias visto, ¿no es asi?- le dice a Solomon**

Ya en la sala de entrenamiento, suelta a Xamd, se disculpa por su rudeza, pues se olvido de que lo llevaba hasta que se paro y volteo y lo vio en el suelo, y mira a los que sugirieron medios de deteccion, esperando sus resultados

Te concentras. Cierras los ojos y "miras" el Noah. Sientes varias presencias, casi todas a tu alrededor, se trata de tus compañeros. Notas ademas varias entidades moviendose a gran velocidad por diferentes zonas de la nave. Al ser 7, deduces que son las maids, que tambien estan explorando la zona. Es curioso que las muñecas sean detectadas, se supone que no deberian, pero no es eso lo que buscas.

Entonces lo notas. Una critatura bastante grande, potencialmente mortal, en el piso inferior, en el almacen. No sabes con certeza lo que es, pero una cosa esta clara: es fuerte, muy fuerte, probablemente un nivel 9 o mayor. Pero eso no es todo, hay dos entidades mas en otros puntos, ambas del mismo nivel, mas o menos el tuyo. Una esta en la zona de la biblioteca, la otra, tal y como comento Fate, parece dirigirse a la sala de maquinas, en la zona inferior del Noah

Después de cerrar los ojos y todavía escuchando las palabras de Fate, que claramente parece enfadado con Solomon "es que este tío no sabe ser más sutil?" pienso cuando descubro lo que estoy buscando. No solo es una criatura... legan a ser incluso tres y lo peor del tema es que son más poderosos y grandes de lo que esperaba. Como demonios algo de este tamaño pudo colarse sin darnos cuenta? Abro los ojos, sin dejar de detectar las presencias en absolutamente ningún momento. Si se mueven, lo sabré...

- Tenemos que ser rápidos, parece que hay tres de las criaturas.- Miro a los maestros y alumnos por igual, pero termino dirigiendo mi mirada directamente hacia Fate.- Fate. Dirije a tus maids a la sala del almacén; una criatura que muy seguramente sobrepase el nivel 9 está allí. Confío en las protecciones de MM, pero si se coló en la nave y es tan grande como parece, probablemente tenga algo capaz de liberar a las criaturas. Si esta nave tiene sistemas de defensa interiores envíalas rápidamente a la biblioteca, otra criatura, también del mismo nivel de poder está allí, principalmente para que no escape y esté algo ocupada.- En ese momento me dirijo al resto, mientras me dirijo a la puerta y me giro, como si para dar un discurso se tratase.- Todos los maestros que estén en condiciones vendréis conmigo a la sala de máquinas y los que no defenderéis a los alumnos que se queden aquí. Es el punto más importante de la nave y la última de las criaturas se está dirigiendo rápidamente hacia allí.- hago una pequeña pausa mientras me doy media vuelta.- Aquellos alumnos que os veáis suficientemente fuertes para ayudar venir también, aunque no puedo asegurar vuestra supervivencia.- Espeto mientras me ajusto los guanteletes y comienzo a andar hacia el umbral de la puerta con la intención de coger un teletransportador y llegar a la sala de máquinas más rápido que esa criatura.- Nuestra prioridad es que la nave no quede atascada y salvar el máximo número de vidas posibles. Terminaremos con la criatura de la sala de máquinas, después ayudaremos a las maids y terminaremos finalmente con el de la biblioteca. Terminemos con esto cuanto antes.- Termino, con un tono de voz más sombrío, claramente dirigiéndome a lo que parece que será una situación de vida o muerte.

Una nueva baja, una nueva amenaza y otro bache más en el trayecto para concluir una misión que en un primer momento no se mostraba propensa a complicaciones.

Edvard acompaña a la tripulación camino de la estancia elegida como centro de operaciones, la sala de entrenamiento. Mientras tanto, escucha en silencio las indicaciones de un Fate arrepentido por sus descuidos pasados, siendo consciente de que podrían ser la causa de una muerte, y quién sabe si la de otras tantas que pudieran estar por venir. Parece confiar mucho en los sistemas que conforman el Noah y en el trabajo de su creadora pero, si realmente fuera tan infalible, no llevarían tres días ahí abajo perdiendo un tiempo precioso.

No estaría de más comprobar el almacén, si alguna rata ha logrado salir de él, podría ser la primera de muchas. –apostilla, no compartiendo su grado de confianza.

Al poco de llegar, comienza el rastreo del polizón que no tarda en dar resultados. Localizadas las tres criaturas, escucha atento la información acerca de sus paraderos y sus aparentes objetivos, seguida de la operativa sugerida por su compañero. Pero hay algo que no termina de encajarle al viejo conserje y no duda compartir su inquietud.

¿Estás seguro de que debemos ir todos a la sala de máquinas para ocuparnos de uno de ellos? –pregunta mientras hace materializarse en sus manos un puro ficticio que se lleva a la boca. Realmente le ha cogido el gusto a la sala.- Si el otro bicho logra abrir el almacén, que esta lata gigante se vaya al fondo del mar podría ser el menor de nuestros problemas, no sé cómo lo ves tú pero a mí no me apetece conocer la fauna al completo, con tres de ellos estoy más que satisfecho. –da una larga calada.- Además, que hayas detectado a tres no significa que “solo sean tres”, y, por otro lado… cuatro de nosotros debería ser suficiente para terminar con uno y, si alguien necesita ayuda, por aquí hay más de uno que sabe hacer trucos de magia, ¿no?

Se gira buscando a Fate con la mirada.

¿Hay algo más en esta nave que nadie debería tocar?

Tras un par de caladas muy apuradas, hace desaparecer el puro y se aproxima a la salida. El debate sigue abierto, pero sabe que cada segundo es importante y que esto es algo que puede hablarse por el camino.

Asiento a las palabras del capitán respecto a aquellas dos maquinarias de combate. - Sí, sin duda alguna tienen una base del antiguo imperio. Aunque le falta un toque más elegante. - Bromeé en esa situación. Analicé las palabras que seguía diciendo, asumiendo las culpas de lo sucedido. - No te preocupes, no ha sido culpa tuya, ni la de nadie. - Mentí. - Incompetente... Tus muñecas no han servido de nada. Y crees que tu superiora no se equivoca. Aún eres un niño. - Pensé, mostrándole una amable sonrisa.

Las palabras de un veterano profesor llegan a mis oídos. - Sí, estoy de acuerdo con tu plan, aunque lamentablemente no seré de mucha ayuda, me quedaré aquí con los más jóvenes. - De nuevo... mentí. - ¿Un botarate asumiendo el mando?, cuán distorsionada se ha vuelto el mundo en tan pocos siglos. - Mi pensamiento, al igual que mi leve gesto de incredulidad, fueron pasajeras, tanto que no se podía percibir.

Por fin, una voz que no decía sandeces, un hombre que curiosamente era menos hombre, pues parte era de metal. Simplemente callé y asentí cuando ambos se marcharon. - Buena suerte. - ¿Mentí?

Tras un momento pensativo, Fate muestra una media sonrisa en su rostro, pese la las malas noticias, habia pocos enemigos

-Del almacen no hay que preocuparse, como dije, transportamos criaturas vivas, y esa esta en la lista de "materiales", por lo que no dara problemas. Lo que me preocupa son las otras dos entidades ¿Como entraron? o mejor dicho ¿Cuando? ¿Trabajaran juntas? ¿Son inteligentes, para empezar? Muchas interrogantes sin contestar...

-Por ahora, lo mejor sera lo que ha dicho Edvard, ir a por el de la sala de maquinas primero. Es posible que tenga razon y que haya otros enemigos que no han sido detectados, pero eso no evita que la destruccion de la sala de maquinas implica la detencion total de los sistemas del Noah, incluyendo el sistema de ventilacion, pues contiene un aparato que filtra el oxigeno del mar para que los del interior de la nave puedan respirar sin problemas-mira a Edvard-Y sobre lo de no tocar nada... pues fuera de la sala de maquinas, el timon, pero eso solo podria cambiar el rumbo. 

Mira la puerta de salida, o mas bien, al teletransporte que se encuentra al otro lado

-Creo que, ya que vamos a la sala de maquinas, deberiamos cerrar el sistema de teletransporte. Si lo que sea que haya abordado la nave es inteligente, puede usarlo a su favor. Por suerte, no hay acceso directo ni a la sala de maquinas ni al puesto me mando, de hecho, ambas tienen una puerta blindada para evitar esos problemas, pero aun asi, no hay que perder el tiempo

Mira a los presentes

-¿Quien viene a la sala de maquinas y quien se queda en la sala segura? Lo ideal es que, ademas de Solomon, que otro profesor se quede para garantizar la seguridad de los alumnos

Acompañé a todos con un gesto relativamente tranquilo hasta que resultó que Fate abrió el camarote de Klaüs, el que tan frecuentemente acompañaba a Xamd, para encontrárnoslo convertido en pulpa, prácticamente, momento en el que mis tres ojos se abrieron de par en par y me quedé lívido. Sea lo que fuere que se había colado en la nave, decir que era "peligroso" era quedarse muy corto. Pero mucho mucho.

Las siguientes escenas suceden con rapidez mientras los maestros tratan de organizarse unos con otros, sugiriendo lo que a cada cuál le parece un mejor plan de actuación. Xamd, que había sido portado como una bolsa, es finalmente dejado en el suelo por el capitán y me acerco a ponerle una mano en el hombro, comprendiendo que él debe llevarlo bastante mal aunque la relación de amistad absoluta pareciese asimétrica desde fuera.

- No te preocupes, haremos polvo a ese ser... Klaüs tuvo que tratar uno contra uno con uno de ellos, pero ahora se enfrentan a muchos maestros. -le digo tratando de tranquilizarlo y darle algo de ánimo en esa especie de vendetta.

Mientras yo animaba al chico, uno de los maestros mencionaba algo sobre que era una criatura de nivel 9... ni idea de cómo funcionaban las clasificaciones de la academia, ¿sería por tipos o por nivel de poder? Que importaba. Alzo la cabeza y digo al capitán:

- Yo... Carai, el combate nunca fue lo mío, pero os acompañaré. Me mantendré en retaguardia y cuando vea una oportunidad intentaré dañar a esa criatura. Tal vez no sea más que una molestia menor, pero si alguno de ustedes sale malherido, nuestras oportunidades menguarían contra la segunda. -digo, preocupado.

Tras eso, me acerco a la pared, descolgándome el laúd y sacando algo de mis ropas, dejándolo todo junto en la pared. Se podía ver una carta trabada en la funda.

- Si no regreso, abrid la carta... Y por favor, cuidad de mi laúd mientras tanto. -concluyo.

Tras haber entrado en la habitación y ver lo que le había pasado a Kläus mi mente se nubló y no recordaba muy bien que es lo que había pasado. Cuando volví en mí tenía a Roxius hablándome y estábamos en la sala de entrenamiento. Escuché como decían algo de que había más de uno, y mi instinto y mis ganas eran las de ir con los demás en una cacería, pero sentía más como que si iba solo causaría problemas. - YO ME QUEDO! - grité de golpe - Pero prometedme que vais a acabar con esos bichos, y que nunca volverá a pasar esto de nuevo - las lagrimas habían empezado a brotar al recordar lo que le había pasado a Kläus, me las sequé con la manga y luego me dirigí hacia un lado de la sala, en la que hice aparecer un pequeño refugio con unas paredes gruesas y una fuerte puerta. Luego, encima se crearon 2 pequeñas ballestas lanza-redes. - Los que os vayáis a quedar aquí pensad en algo para defenderos.

Parecía que se había trazado un plan pero en cuanto Ikki dio la información de aquellas criaturas… nivel nueve quede pasmada, quizá si los profesores se juntaban podrían derrotarlo, aunque Fate y las doncellas parecían tener un nivel elevado también. De todas formas acompañarlos seguramente haría que fuera un estorbo mas que ayuda.- Yo… Yo me quedare aquí, preparare hechizos de ayuda… si resulta alguien herido puedo curarle.

Me quede sorprendida al ver como uno de los nuevos alumnos se preparaba para la pelea, el mismo que el primer día había creado el fuego. Yo no le iba a impedir avanzar pero… después de Neku y Klaus realmente temía de la seguridad de aquello, en teoría había acudido a la academia para estar segura, pero después de las ultimas semanas ya no tenia claro si había sido una buena opción. Agite la cabeza, no era en eso en lo que debía pensar. Mire a Xamd que parecía haberse atrincherado, no tenia claro cual era la utilidad de aquello, la idea era que en aquella sala no pasaría nada… volveríamos al pasado… siempre y cuando el sistema no fallase, Si aquello que había creado Xamd desaparecía sabríamos que nuestra cobertura de seguridad había acabado.

Me aleje del grupo y sentándome en una pared cercana a Xamd empecé a sacar los hechizos que ya tenía creados y mis libros de apuntes para ver si me venia a la mente alguna idea que pudiese ayudarnos en aquella situación. Antes de que empezara a ojear el primer libro recordé una cosa y empecé a observar la sala. Ventilación. Fate había hablado de sistemas de ventilación, eso podría aclarar cómo se habían desplazado las criaturas. ¿Tendría esta sala entradas de ventilación? Donde podían estar era importante para prevenir un ataque sorpresa.

Se frena frente a la puerta momentáneamente, pensativo.

Que esos seres hayan abordado la nave no puede ser casualidad, y la muerte de Klaüs no ha sido una simple búsqueda de alimento. Si la caza fuera su objetivo, han tenido justo al lado una ciudad entera en la que podrían haber campado a sus anchas y, es más, cómo se supone que han accedido al interior sin llamar la atención de los lugareños, por no hablar del ataque de los Varuna y la agresión a Fate. Todo aquello debía tener alguna conexión, y el motivo más evidente no puede ser otro que el de impedir su llegada a Gabriel. Sería difícil saber si los seres que han detectado actúan ordenadamente, pero como mínimo debe haber alguien que orqueste esa serie de ataques y, llegados a este punto, tan válida es la sala de máquinas como el puesto de mando a la hora de importunar su viaje.

Necesitaremos a una persona que proteja el puesto de mando. Que accedan al timón será tan desastroso para todos como si destruyen el sistema de ventilación. No podemos permitir que un cambio de rumbo nos retrase más.

Respecto a lo de mantenerse en la sala, es algo que ni llega a plantearse mínimamente. No aguantaría estar ahí sentado mientras los demás se hacen cargo de la situación, ni está entre sus planes el morir asfixiado sin haber hecho nada por evitarlo.

Ocupaos del grandote de la sala de máquinas, yo iré a darle al amante de los libros el recibimiento de su vida, aunque necesitaré algún testigo –alza la mirada hacia el sector mágico del escuadrón, obviando la necesidad de apoyo en la primera línea.

Exceso de confianza, ingenuidad, soberbia… Su decisión de desligarse de la superioridad numérica podría fácilmente dar una imagen de así, y en la gran mayoría de ocasiones estar en lo cierto. Sin embargo, para unos oponentes como estos, la verdadera razón se torna algo más caprichosa, y es que jamás podría plantearse lograr sus aspiraciones si no demuestra ser capaz de plantar cara a criaturas del noveno escalón.

No había nada que pensar. Tras tres días sin nada que hacer cualquier cosa era bienvenida, incluso la caza de aquellos bichos. La verdad es que no se hacía muchas ilusiones de ser útil en un combate con aquellos monstruos;  pero al menos vería a los profesores en acción. 

A pesar de lo que había dicho el capitán,  Jasper insistía en dividir al grupo. Desechó ir al puesto de mando ya que según el capitán era inaccesible, supuso que el grueso del grupo iría a la sala de maquinas por lo que serían un grupo ruidoso y poco práctico para sus habilidades. 

Yo acompañaré a Jasper. No había mucho más que decir, la decisión sólo podía cambiarla Fate prohibiéndole ir. Ajustó su espada y se preparó para seguir a Edvard