Austin "Stone Cold" Chrysler
50 largos años han pasado desde que comenzó esta guerra genocida y brutal,50 años de muerte y desolación para la humanidad y el planeta. El antiguo paraíso se ha transformado en un desértico infierno. La población se ha visto drásticamente reducida ,los humanos viven en algunas ciudades que han sobrevivido al holocausto , como si fuesen prisioneros en ellas, los Meta-humanos han sufrido una suerte aún peor la mayoría se encuentran asesinados en terribles campos de concentración en las afueras de las ciudades de los vencedores, la muerte, el hambre y las enfermedades son sus eternas compañeras. Es en esta situación que 29 años antes del fin de la guerra nace John Mcloud III.
Su madre, Leith Mcloud fue expuesta años después como una mutante, casi toda su familia renegó de ella, su propio esposo Richard McReilly dirigió la partida que le dio caza y terminó con su vida en una fría tarde de diciembre cuando John contaba solamente con 5 años, el pobre huérfano se salvó de la barbarie gracias a que uno de los miembros del grupo intercedió por él y convenció al resto de que podría no ser mutante .Fue llevado a laboratorios donde se determino que el Gen-X no se encontraba en él ,se le lavo el cerebro a pesar de ser solamente un chico de 5 o 6 años. Su padre no quiso saber más nada de él y fue entregado a una agencia gubernamental que se encargaba de entrenar jóvenes para la guerra que se estaba desarrollando, fue convertido en una autentica maquina de matar su nombre se le cambio a Peter Sullivan, sin sentimientos ni remordimientos, con solo 16 años ya había matado a un gran numero de mutantes en la guerra. Fue ascendiendo poco a poco en los rangos de la organización para el final de la guerra ya era reconocido con grandes honores militares y con el apodo de "Stone Cold" debido a su ferocidad y frialdad ya sea contra enemigos o amigos, le fue dado un lugar de honor en una de las sectas más poderosas que guiaban los destinos de los meta humanos desde las sombras la llamada, "PURE". Los años fueron pasando y al fin se vislumbro un final de la guerra ,las hueste mutantes fueron masacradas y los pocos sobrevivientes poblaron los recién construidos campos de exterminio. Un año después de la guerra Peter dirige uno de los brazos armados de la secta "PURE" persiguiendo, torturando y asesinando a los pocos miembros de los focos de resistencia que quedan. El día 12 de mayo había empezado de forma muy natural parecía ser un día como cualquier otro hasta que, Stone es llamado al cuartel pues la noche ante en una redada un comando de la secta había capturado a uno de los lideres de la organización y estaba exigiendo su presencia para que dirigiera el interrogatorio que se le iba a realizar. Peter llego al lugar indicado, un frio y húmedo cuarto donde unas horas después su destino seria cambiado para siempre siéndole desvelado la más terrible de sus pesadillas. ??l mutante parecía ser de edad muy avanzada su cuerpo tenia las profundas huellas del hambre y la guerra, su rostro estaba surcado por las marcas del más terrible sufrimiento, pero nada de esto inspiro piedad en Mcloud él se limito ha hacer su trabajo como siempre aunque había algo en el rostro de este hombre que le resultaba familiar. La tortura se prolongo durante más de dos horas durante las cuales el hombre no abrió su boca. Stone fue dejado a solas con el mutante para que prolongase la tortura, momentos después de que el ultimo hombre abandono el local el viejo levanto su rostro y miro fijamente a Peter que al volverse y cruzar su vista con al del hombre dejo caer el hierro candente y se hundió en un profundo mar de oscuridad. En este lugar tan tenebroso vio un poderosa luz que parecía flotar en el aire y que le decía.
-John quizás no me reconozcas pero soy yo tu tío, John Mcloud II.-
!Yo no conozco a nadie con ese nombre y jamás he tenido familia!!Y mi nombre no es John es AUSTIIIIIN!-grita Peter-.
Tu memoria ha sido borrada para que olvides a los tuyos y lo que sucedió en realidad, mucho tiempo pensé que estabas muerto pero tienes los ojos de tu madre y eso es imposible de borrar. En tu mente puedo ver todo el mal que has echo, todas las vidas que has tomado es hora de que conozcas la verdad y que hagas algo para borrar esos pecados.-dice la voz-.
!No juegues mas con mi mente ,sal de ella!-Grita-.
!No soy yo el que he jugado con tu mente! -Grita el hombre en la mente de Peter - Ahora desenterrare de lo mas profundo de tu subconsciente lo que tanto se afanaron en ocultar.
En ese momento empiezan a pasar frente a los ojos de Peter un sin número de imágenes que al principio le parecen muy confusas pero después empiezan a ganar en claridad. Reconoce la cara de su madre y su voz ante de dormir, cuándo le cantaba para calmarlo, de pronto la escena cambia para ella corriendo con él de niño tomado de la mano un grupo de gente los persiguen , el niño llora desconsolado y cae al suelo ,la madre regresa para protegerlo y son alcanzados por la multitud, la mujer se les enfrenta y le dice al líder que porque hace eso, Peter reconoce en ese hombre a su propio padre. La multitud ataca a la mujer esta se defiende para proteger al niño, la cabeza del más cercano de los perseguidores explota producto de una presión interna....Su padre decapita a su madre ante sus propios ojos. Después parece que es el la próxima victima cuando ve a un hombre que se separa del grupo y se interpone entre ellos intercediendo a su favor, después de eso las imágenes cambian a unos laboratorios y cuartos en blanco donde muchos doctores se aproximan y le hace exámenes. Parecieron horas los minutos que estuvo en ese trance cuando vuelve en si se da cuenta que el hombre que estaba torturando esta muerto en la misma silla de su nariz salen unas fina líneas de sangre pareciese que hizo su esfuerzo final para sacar todos esos recuerdos ocultos en Peter. Desde ese día todo fue una tortura para Peter empezó a ver las cosas desde otro punto de vista y empezó a apoyar secretamente la causa mutante, para sus compañeros continuo siendo el frio y metódico asesino pero un cambio muy profundo había desencadenado su tío. La hora de la venganza se acercaba tenia que llegar hasta el fondo de todo esto. Aun en su espíritu se encuentran contrapuestos los dos ideales, un Yo anti mutis contra el Yo pro mutis se enfrentan día a día la despertar, pero se esfuerza al máximo para que nadie llegue a saberlo pues eso seria su fin. Esta situación es muy difícil de mantener y entre cielo y tierra nada está oculto y menos para una Secta tan poderosa como "PURE", ellos descubrieron lo que había sucedido y la respuesta no demoro mucho, Peter fue capturado y nuevamente pasó por el doloroso proceso de lavado de cerebro para que olvidase toda información sobre la Secta, esa parte de su vida solamente es un agujero vacio y oscuro, una laguna mental de la que no queda ningún recuerdo. Peter se encuentra ahora vagando en el desierto sin saber como llego ahí o quien es él. En una vaya leyó un cartel que decía, "Bienvenidos a Austin,Texas" y debajo de esta encontró un viejo despojo de Auto tomó como nombre Austin y el apellido de Chrysler, pero todos lo llaman por el apodo que aún mantiene , "Stone Cold" que lleva tatuado en su espalda. Las únicas cosas que no ha perdido son sus grandes ganas de sobrevivir y su instinto asesino, es frio y meticuloso y este gran desierto por el que vaga es como un gran área de prueba para lo, es tan duro y terrible este inhóspito lugar como el propio Austin, el destino decidirá que bando ha de tomar este hombre que ha pasado por tanto en tan poco tiempo
Sveen Vollfied
"Esta claro que debemos temer a los hombres malvados, pero hay una cosa a la que debemos temer aún mas, me estoy refiriendo a la indiferencia de los hombres buenos"
- Aaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
De nuevo, otra vez como tantas, las pesadillas aparecen en mi mente y turban mi descanso. Hace cinco años que casi ninguna noche duermo como debería. Pero esta noche es especial, Miriam lleva cuidándome desde aquel incidente a los veintitrés años. Hoy viene una doctora, parece ser que alguien con poderes sobrehumanos, dicen que puede rebuscar en tu mente, y sacar aquello que has olvidado, quizás si ella consigue eso por fin recuerde lo que sucedió, quizás entonces las pesadillas dejen de atormentarme...
Unas horas mas tarde, y tras conciliar de nuevo el sueño, una dulce voz me trae de vuelto al mundo real...
-Sveen!!! Vamos la doctora ya ha llegado!!!!
Miro el reloj, aquel viejo y destartalado reloj... hace años que marcaba las cinco de la mañana, pero por alguna razón, Miriam no quería deshacerse de el. Vaya hoy es el gran día, pero no se porque no estoy del todo convencido de que esto vaya a salir bien. Me levanto del destrozado colchón que descansa sobre el suelo y que me sirve de cama, no es como cuando era joven, pero no me puedo quejar. Me pongo mis pantalones vaqueros y mi vieja camisa blanca sin mangas. Cojo las armas, mis dos preciadas Beretta de 9mm, las coloco en su sitio, un pequeño soporte realizado con unas tiras de cuero cosidas en los vaqueros. Compruebo si en la caja sigue el rifle de francotirador, su preciado M24 SWS. Todo sigue en orden. Sonrío, me coloco mi guardapolvo, y para terminar mi sombrero de la suerte, un gorro de vaquero que me acompaña ahí a donde voy.
Es el gran momento, llevaba tiempo esperando desvelar los misterios de mi mente, decidido asciendo las escaleras del sótano, para ir a parar al cuarto central de la casa de Miriam, que hacía las veces de cocina, salón, e incluso de dormitorio para algún pobre desamparado. La casa solo tenía además del sótano donde Sveen vivía y el cuarto principal, otro anexo en donde dormía Miriam.
Todo parece más ordenado de lo normal, supongo que desea causarle buena impresión, es lógico... Ante mi, una joven de no mas de veinte años de edad, me mira, y yo la miro a los ojos... era ella... ¿Esa pequeña era la que tenía el poder de desenmarañar mi mente? Fuere como fuere estaba dispuesto a probar lo que fuese necesario, incluso la ayuda de una mutante contra los que tanto había luchado.
-Buenos días mi nombre es Leila, Miriam me ha contado lo que te pasa, ven siéntate no tengas miedo.
Aquella chiquilla no parecía una niña, extrañado por las palabras de la muchacha, me senté en el suelo, a su lado me quité el sombrero tal como me pidió y puso sus manos sobre mi cabeza...
-Sveen verdad, relájate, porque... ¿porque no me cuentas lo que recuerdes de tu vida? Empieza desde el principio...
Desde el principio... Puse mi cabeza a trabajar, lo primero que recuerdo, lo primero que viene a mi mente...
Recuerdo... me encuentro en mi casa, mis padres juegan conmigo, en mis manos tengo un gran coche, y mi madre se ríe, parezco feliz, es mi primer recuerdo, tendría aproximadamente tres o cuatro años... En esos tiempos, vivía en el interior de una base militar humana, mi padre era un soldado al servicio del gobierno, y mi madre se encargaba de educarme como era necesario.
Fui creciendo, mientras la rutina diaria se repetía incesantemente, mi padre se despedía de mi y de mi madre cada día, como si no fuera a volver, y cuando por la noche regresaba, nos abrazaba como si fuera la última noche que pudiera hacerlo, en ese momento no comprendía porque, pero algunos años mas tarde, a la joven edad de doce años, comprendí el porque de sus actos.
Dos hombres uniformados, llamaron a la puerta de nuestra residencia, la número 1.258, traían una carta, exigiendo que yo fuera entregado para mi entrenamiento, pues ya había alcanzado la edad requerida para ello. Entre sollozos por mi parte y lamentos por parte de mi madre, fui arrancado de sus brazos. Esos hombres me llevaron a un complejo en donde sería educado e instruido, para luchar por una causa que en esos momentos no entendía.
Pusieron en mis manos armas de todo tipo, me hicieron dispararlas contra diferentes objetivos, probaron mi resistencia, mi inteligencia, mi valor así como mi destreza con las armas cuerpo a cuerpo y en el combate... Ese era el procedimiento, fue una semana, en la que mi destino sería decidido por un puñado de personas.
-Escuadrón de infantería, especialista en armas de fuego, sigue el pasillo hasta el final y presenta este informe al Coronel, el te dirá lo que tienes que hacer soldado.
Esa fue, la primera vez que nadie me llamó soldado, tan solo tenía doce años, pero era lo normal. Los siguientes cuatro años de mí vida fueron dedicados a perfeccionar mi destreza con las armas de fuego, afiné mi puntería, desarrollé un gusto especial por las armas de largo alcance, que se me daban especialmente bien. Detalle que no se les pasó por alto a los superiores encargados del adiestramiento.
Durante esos cuatro años, no solo fui educado junto con el resto de niños en el arte del disparo, nuestras influenciables mentes eran manipuladas, con continuas charlas, con películas y avisos, sobre lo terrible que eran los mutantes, sobre lo peligrosos que eran, y el importante trabajo que teníamos por delante. Cuando cumplimos los dieciséis años, éramos plenamente conscientes, del mal que los metahumanos habían hecho al mundo, de su deseo de superioridad y sus ansias de más y más poder. Por eso habíamos sido entrenados, para eso nos habían enseñado todo lo que aprendimos, para aniquilarlos, y terminar con la guerra...
Tras los cuatro años, a los niños que mejor habían progresado, y que mas futuro tenían, eran enviados con sus familias durante dos meses. Era el premio por ser los mejores.
Tal y como dejé a mi madre, llorando en la puerta de casa, es como me la encontré... no pronunció ni una palabra, tan solo me abrazó y me besó. Mi padre estaba en el interior de casa, se encontraba sentado en el sofá. No entendía porque el no vino a recibirme, pero no tardaría en saber que un mutante fue el causante de su ceguera... sus ojos... se los habían arrancado. Una simple venda cubrían las cuencas y en cuanto me acerqué el también me abrazó...
-Hijo estoy tan orgulloso de ti, seguro que serás un gran soldado, seguro que vengarás a tu padre verdad... yo confío en ti... se que no te dejarás engañar por esos farsantes y descubrirás como derrotarlos...
Los dos siguientes meses, nunca salió el tema de cómo sucedió el incidente de mi padre, ni que nombre recibía su autor. Tan solo éramos una familia de nuevo, y por tan poco tiempo que no era necesario sacar nada que pudiera estropear el momento.
El tiempo pasó volando, y de nuevo otros dos hombres llamaban a la puerta. Esta vez no hubo llanto, no hubo lágrimas, el momento había llegado, y yo debía cumplir la misión para la que había sido preparado. Me dieron un rifle, me presentaron a varias personas, la mayoría de entre dieciséis y veinticuatro años... y me dieron órdenes. Mi primera misión era sencilla, debía abatir al jefe de un pequeño grupo rebelde que se estaba formando en un suburbio a las afueras...
Todo estaba perfectamente planeado, yo debía apostarme a unos ochocientos metros del suburbio, sobre una pequeña colina, desde ahí, y tras recibir la orden, debía eliminar con un disparo a la mujer que lideraba a los rebeldes mutantes... si yo fallaba entonces entraría el resto del grupo, para tratar de eliminar la amenaza... Mis compañeros me deseaban suerte, me animaban, pero yo sabía que si fallaba era muy probable que muchos de ellos murieran en la lucha. Todo salió como estaba planeado. Mi primera misión fue un éxito total. Tras la cual regresé a la base.
Poco a poco las misiones fueron subiendo el grado de dificultad, pero yo nunca fallaba, todos y cada uno de los objetivos que tenía, eran derribados sin el más mínimo problema... Fue entonces, un año mas tarde, cuando fui cambiado de grupo. Desde ese momento, pasaría a formar parte del equipo Lamnda, conocido como uno de los más efectivos. Allí conocí a Vash Mconan, uno de los más afamados francotiradores. Su aspecto era realmente extraño. Sombrero, botas, unos raídos vaqueros, y una sonrisa que nunca le desaparecía del rostro. Vash me recibió como a un hijo, me enseñó cosas que en la instrucción no enseñan, llevamos a cabo muchas misiones, en las que había dos objetivos, y debían ser abatidos al mismo tiempo. Nuestra compenetración era perfecta, seguramente debido al cariño que nos habíamos cogido mutuamente.
A falta de una familia, nos teníamos el uno al otro, para apoyarnos, sabíamos la tensión que se sufría antes del disparo, y la sensación de relax, cuando el objetivo era abatido... Todavía recuerdo las palabras que mas marcaron mi mente...
-No dejes que nadie te diga lo que debes pensar hijo, ellos ya deciden lo que debes hacer, no dejes que además decidan a quien odias o a quien amas, nunca dejes que te digan lo que debes pensar de nadie, ni siquiera de los metahumanos. Pues eso es lo que nos hace humanos.
Durante años, traté de descifrar lo que me quería decir Vash con esas palabras, pero no todo iba a ser alegrías y risas, pues en una de las más sencillas misiones, en las que tan solo habían asignado a Vash y unos pocos más, algo salió mal. La información del número y del poder del enemigo era totalmente incorrecta, y no tuvieron ni la más mínima oportunidad. Tan solo un día después, el cuerpo de todos ellos reposaba sobre sus lápidas, que pronto serían incinerados. Mucha gente era conocedora de nuestra relación, y alguien quizás al ver mi apenado rostro, me obsequió con el sombrero que tanto aprecio le tenía aquel hombre... desde ese día juré llevarlo siempre, para recordarlo, y que su espíritu me acompañara en cada disparo, en cada misión y velara por mí???
Los años siguieron pasando, nada demasiado interesante o digno de ser recordado ocurrió, y así, entre misión y misión, entre muerte y muerte, llegué a la edad de los veinte años. La trayectoria era ya larga y afamada, y mi nombre reconocido como uno de los mejores tiradores.
Un día como otro, fuí llamado por el alto mando, quizás para un premio, quizás para otro cambio de unidad. El caso es que de camino, unos gritos llamaron mi atención. Me encontraba en las cercanías de las celdas anti-mutantes del complejo. No se porqué, pero algo me indicó que debía ir... sin vacilar, me plante ante la entrada de lo que mas que una cárcel...
-Aaaaa!!!!!!!!!!!!!! Mi cabeza!!!!!!!
Abro los ojos, y de nuevo contemplo a aquella pequeña joven, que me mira aterrada, atemorizada por lo que ha contemplado... No pensé que su poder fuera tal, no... no era consciente de que podría acceder a mi mente como si de un libro abierto se tratara. Sus ojos se dirigen a los de Miriam, que con un gesto de afirmación le pide que prosiga.
-Esta bien parece que tienes esos recuerdos bloqueados fuertemente, veamos que es lo siguiente que recuerdas, y luego tratemos de llenar esos huecos...
Una sensación de dolor... de frío y humedad, abro los ojos, y me encuentro en mitad de la nada... siento un enorme dolor en el costado llevo mi mano ahí, parece que he sido alcanzado por algo, quizás una bala, quizás un chucillo... Unos pasos se acercan, elevo mi rostro, y allí está como si de un ángel se tratara, reconozco esos ojos... Son??? Es la mirada de Miriam... pero de nuevo el frío invade mi cuerpo, y la oscuridad me llena...
Calidez, no hay dolor, algo a ocurrido, estoy en el cielo... abro los ojos, y lo primer que veo es un techo de piedra, y una mano que coloca sobre mi frente algo, está húmedo y frío, el sueño me vence...
De nuevo, el mismo techo...
-¿Ya estás despierto? Que bien, pensé que nunca lo estarías.
Me incorporo, mi costado, me duele, pero el dolor desaparece al ver de nuevo esa mirada, ella... ella me había salvado, pero... que había pasado, no recuerdo nada. Poco a poco me fui recuperando en aquel extraño lugar, y no tardé en descubrir que la mujer que me había salvado era una meta humana. Parecía poder moverse a una increíble velocidad, ya lo había visto antes, pero lo cierto es que nunca tan de cerca. ¿Por que ella me estaba ayudando?, ¿Por qué? si yo había causado tantas muertes a sus compañeros...
Cuando por fine estuve recuperado, ella me contó que me encontró tirado, casi sin vida, cerca de donde los soldados del régimen arrojan los desechos y la basura de su ciudad, lugar de donde al parecer la gente del lugar obtenía valiosos objetos para su supervivencia. Poco a poco fui comprendiendo que había sido traicionado, pero no solo eso, mis creencias habían sido puestas en entredicho. Aquellos a los que tanto odiaba, aquellos a los que siempre había buscado aniquilar y llevaba años asesinando, me estaban ayudando. ¿Por que? ¿No estábamos en guerra?
Fue en ese preciso momento, en el que las dudas asaltaron mi cabeza, en el que comprendí las palabras de Vash... A partir de ese día conocí a mas meta humanos, gente normal que tan solo trataba de sobrevivir, en un mundo que tan solo buscaba su destrucción. No tarde en comprobar que no era el único humano sin poderes entre los mutantes. Muchos otros convivían con ellos, incluso luchaban junto a ellos. Miriam cuidó de mí, me dio alimento y alojamiento y poco a poco fui entendiendo la verdad que había sido puesta ante mis ojos, y la verdad que realmente estaban viendo mis ojos...
Seis meses después de que Miriam me recogiera, y totalmente recuperado, comencé a ayudar en lo que podía, pero eso no era suficiente, me sentía vacío, ante mis ojos veía cada día la ciudad de la que había sido expulsado, no conseguía recordar porque, algo debí de ver, quizás algo que descubrí. Hay tantas posibilidades. Un día le conté a Miriam lo que recordaba, así como la forma en la que vivía antes de conocerla. Preparado para la peor de sus reacciones, cual fue mi sorpresa que tan solo recibí un cálido abrazo...
-Mi niño... has sufrido tanto, has tenido que hacer tantas cosas, y eres tan joven...
El resto de gente, amigos, familiares, conocidos no tardó en enterarse, pero lejos de castigarme, rehusarme o incluso matarme, me pidieron que les ayudara. Realmente estaba sorprendido, aquellos odiosos mutantes, aquella gente sin corazón que amenazaba la existencia de la humanidad, ¿habían perdonado mis actos? ¿No les importaba mi pasado?
Sin la certeza de una respuesta segura, o de si fue la suerte la que me llevó a parar en manos de tan benevolente comunidad, puse mis servicios a sus órdenes. De nuevo, no tardé en ganarme el reconocimiento y la fama. No había perdido el don del disparo, y ahora quienes me habían entrenado, y posteriormente desterrado, sufrirían la ira de su creación...
Pasaron los años, yo hacía trabajos para los diferentes grupos de rebeldes, pero no me unía a ninguno. Cobraba por mis servicios, unas veces con comida, otras con armas o munición. Fuere como fuere, todo era llevado al hogar de Miriam, y allí lo repartíamos...
Ayer, Miriam me dijo que cerca del lugar se encontraba una joven meta humana, con el poder de leer la mente, y la había convencido para que viniera y tratara de sacar mis recuerdos...
Noto un dolor... cada vez se hace mas fuerte... la oscuridad vuelve a mis recuerdos, quiero recordar pero el dolor es insoportable... que eso es, es alguien, lleva un... un arma, me esta disparando...
-Para por favor!!!!!!!!!
Mis manos aprietan fuerte la cabeza, quizás el dolor sea incluso de eso. Mi respiración es acelerada, casi puedo sentir como el corazón oprime el pecho buscando una salida. Pero de repente... disparos, se escuchan muy cerca, gritos... inconfundibles, son los gritos de dolor que tan solo se escuchan cuando a alguien le arrebatan a un ser querido... miro a Miriam, miro a la joven niña... Sin pensarlo cojo mi sombrero y me lo pongo mientras bajo al sótano. Saco de la caja el rifle que cuelgo a mis espaldas. Coloco en mi cinturón el sobre cinturón con las balas, y guardo los pocos cargadores que me quedan de las pistolas.
Otro grito, esta vez mas cerca que el de antes, esta vez el grito es de dolor... Miriam??? No. Subo las escaleras como si el viento empujara tras de mí, de una patada la puerta se abre, y ante mi, cuatro hombres con espadas y pistolas. A los pies de uno de ellos, la muchacha y Miriam, descansan en el suelo, mientras las gotas de sangre de la espada de aquel asesino, caen sobre sus rostros...
-Vais a morir por esto...
Llevado por la ira, me cuesta un segundo sacar mis dos Berettas, el primer tiro para el hombre de la espada en el hombro izquierdo hace que caiga al suelo, los tres siguientes en la cabeza de los demás que caen al suelo como si de viejos trapos se trataran...
Las dos chicas no se mueven, permanecen quietas, inmóviles en el suelo... se lo que les pasa... ese asesino las ha matado. Me acerco a el, de una patada alejo la espada y me siento sobre su pecho, clavo el cañón de una de las pistolas sobre la herida, lo que le hace gritar de dolor... eso me reconforta, la otra está directamente sobre su frente, mientras el hombre pide piedad... Cuando me fijo, me doy cuenta de que no se trata mas que de un niño de poco mas de dieciséis años... a mi mente vienen recuerdos, recuerdos dolorosos, yo podría haber sido aquel niño...
Quito la pistola de su hombro... y la guardo en su sitio. Acerco mi rostro al del muchacho, lo miro fijamente, casi como si le estuviera escudriñando el cerebro...
-Te voy a dejar marchar, te voy a dejar con vida, pero has de avisar a tu superior... dile que Sveen Vollfied no ha muerto, dile que Sveen Vollfied va a acabar con su régimen de dolor y de caos, diles que no hay salvación para los pecadores que no se arrepienten...
Retiro mi pistola de su frente y me levanto de su tembloroso cuerpo... Dejo que el muchacho se vaya, pero antes de que salga de la puerta...
- Oye, chico... No dejes que nadie te diga lo que debes pensar, ellos ya deciden lo que debes hacer, no dejes que además decidan a quien odias o a quien amas, nunca dejes que te digan lo que debes pensar de nadie, ni siquiera de los metahumanos. Pues eso es lo que nos hace humanos.
El resto del día fue de dolor y de pena, los cuerpos de los fallecidos fueron incinerados, y de Miriam tan solo me guardo un pequeño colgante. Una pequeña cruz a la que ella rezaba para que yo volviera todos los días. Una pequeña cruz a la que yo ahora rezaría para que estuviera donde estuviera descansara en paz.
Ya no hay nada que me una a este lugar, todo aquello por lo que estaba ahí ha muerto, y yo no era merecedor del hogar de Miriam. Lo entregué a una familia sin hogar, y con la cruz colgando de mi muñeca, y el rifle a mi espalda, he salido del suburbio...
Tres años pasé deambulando de aquí para ahí, trabajando para unos y para otros, ganándome la vida y durmiendo en donde me dejaban o donde podía, muchas veces sobre la seca tierra del desierto, al calor de un fuego...
Ya no quiero pequeños trabajos, ya no quiero grupos que luchen por defender un pedazo de tierra, ahora ansío lo que hace mucho tiempo debí de ir a buscar...
Es la hora de la venganza...
"Seremos pastores, por ti señor por ti, el poder ha descendido de tu mano, nuestros pies ejecutarán rápidamente tus órdenes, haremos manar un río hacia ti, para reunir a todas tus almas. In nomine Patris et fillii et Spiritus Sancti"
Nombre: Ryu Seung Baek alias "Arahan"
Nací en Seoul (República Unificada de Korea) el primer dia de luna llena del año 2329 (coincidiendo con el Daeboreum, segunda fiesta anual según el calendario Koreano). Era hijo único aunque siempre extrañé el tener un hermao o hermana para hacerme compañia.
Desde niño recibí entrenamiento en diversas artes marciales koreanas (Tae kwon do; Tang Soo Do; Hapkido, Kuk Sool Won,...)por parte de mi abuelo paterno que era dueño de un dojang en un barrio periférico del norte de Seoul). Mi madre era una joven maestra de escuela y me inculcó un gran amor por la cultura y sobre todo por mi país. Mi padre era un Dae-wi(Capitán) condecorado perteneciente al segundo batallón de ROKMC (Republic of Korea Marine Corps): los Blue Dragons; por ello no fue extraño para mi familia que a los dieciocho años decidiera alistarse en el ejercito.
Me alisté en el ROKA (Republic of Korea Army) a pesar de que mi padre insitió en que ingresara en su antigua unidad ya que su deseo era luchar codo a codo conmigo en un campo de batalla. Durante mi estancia en el ejercito conocí a una joven (y muy muy guapa) médico militar llamada Yoon So Yi. Me enamoré de ella a primera vista, y tras unos meses de cortejo logré conseguir una cita con ella. La cita fue maravillosa y supe que había encontrado a la mujer de mi vida. Durante una de nuestras primeras citas me confesó su naturaleza mutante, la verdad al principio me asusté pero tras comprobar cual era su don (el de curar enfermedades y heridas)me di cuenta que eso la hacía mas maravillosa todavía.
Llevaba sobre año y medio saliendo con ella cuando decidió dejar el ejercito y volver a la vida civil. Ese mismo año a mi me ascendieron a Byeong-jang (sargento) y me cambiaron de unidad tras mi demostración en las olimpiadas de FFEE celebrado en Tokyo donde fui considerado el mejor tirador; a partir de ahora serviría en las FFEE del ejercito de tierra como jefe del equipo de francotiradores.
Al poco tiempo me enviaron a mi primera misión; debíamos ayudar a EEUU en Indonesia. Durante ese tiempo estalló la revuelta mutante en Asia, al haber problemas en Korea nos mandaron regresar a nuestro hogar para aplacar las revueltas pero todo salió mal. En mi unidad había varios mutantes y al ver cual era la misión de nuestra unidad se sublevaron y se unieron al recién creado "Ejercito de Liberación Mutante de Korea". Mi unidad fue masacrada en solo unos segundos y fue gracias a que salía con Yoon So Yi que no acabaron con mi vida.
En ese momento tuve que tomar una decisión...o luchaba contra los mutantes o luchaba a su favor...mi corazón tomó esa terrible elección por mi en el momento adecuado...justo cuando fui buscar a mi amada al Hospital Metropolitano de Seoul me encontré que varios soldados la intentaban meter en una grillera...mi mano agarró fuertemente la empuñadora de mi pistola y en unos segundos yacían ante mi cinco soldados con sendos agujeros en la cabeza...cogí a Yoon So Yi y huimos de la ciudad.
Durante un tiempo nos refugiamos en casa de mis padres ya que los suyos había muerto, pero no tardaron mucho en encontrarnos...al parecer Yi era objetivo prioritario del ejercito ya que conocía varias instalaciones secretas o eso es lo que yo creía. Por primera y única vez luché codo a codo con mi padre...acabamos con muchos soldados y disfrutamos del fragor de la batalla como nunca lo habíamos hecho, el había cumplido su gran deseo en esta vida. Mi padre cayó abatido por varios disparos mientras cubría la retirada de mi madre y de Yi; mi madre al intentar recogerlo fue alcanzada por la metralla de una granada de fragmentación. Cogí su viejo Dragunov y nunca mas lo solte.
No pude llorar sus muertes pero si pude vengarlas. A los dos días me uní al Ejercito de Liberación Mutante de Korea. Yo era el encargado de infiltrarme en las bases del ejercito y abrirles las puertas a nuestras unidades de choque. Logramos bastante éxito pero no el suficiente. Las tropas del ejército avanzaban cada día un poco mas hacia nuestras posiciones...en dos días llegaron a las puertas de nuestra fortaleza en las montañas cerca del nacimiento del Nakdong.
La Batalla de Nakdong fue la última batalla en Korea y sin duda la mas cruenta y sanguinaria. Aguantamos durante cinco semanas el asedio y los bombardeos continuos de la aviación koreana. Nuestro alto mando se rindió la segunda semana y abandonó el lugar rumbo al norte del país, segun ellos para continuar la revuelta...para mi lo hicieron por cobardía. El último día de batalla decidimos realizar un ataque a la desesperada con la intención de romper las filas del ejercito enemigo y así intentar escapar. Lo logramos, abrimos sus filas y algunos de nosotros logramos escapar...pero la mayoría cayeron regando de sangre el campo de batalla.
Yi me sugirió que abandonase las armas y nos refugiaramos en uno de los campos de refugiados que empezaban a abundar a lo largo y ancho del planeta Tierra. Mi sed de sangre ya estaba saciada pero aun nos restaba una ultima misión para equilibrar la balanza y así poder firmar una mejor tregua con el ejercito antimutante. Debíamos volar por los aires un bunker repleto de armamento a las afueras de Seoul. Pero ese bunker estaba justo al lado de un campo de refugiado humano. Nuestro superior Dank (un mutante fanático) nos ordenó que lo hicieramos pero Yi se negó en rotundo...NO! fue la última palabra que salió de su boca cuando Dank le disparó un tiro a quemarropa en la cabeza mientras gritaba la palabra Sucia Traidora!...la sangre y la masa cerebral de Yi me cubrieron el rostro...mis ojos reflejaban ira y esa ira tensó mis musculos como nunca...esa tensión dolía pero no me importó...eso lo noto Dank que intentó acabar con mi vida antes de que yo sesgara la suya...pero yo era mucho mas rápido que el...esquivé sus disparos hasta llegar al cuerpo a cuerpo...solo necesité dos movimientos para cortarle la cabeza y abrirle las entrañas con mi espada koreana...recogí el cadaver de Yi y escapé de la cueva que usabamos como base de operaciones...
La enterré cerca de mi antiguo hogar, me pareció un buen sitio. Allí ella podría ver el estrellado cielo durante su eterno descanso. Yo me dediqué a sobrevivir desde entonces, el mundo ha cambiado desde ese día...los ejercitos lanzaron su arsenal nuclear y devastaron la tierra y gran parte de los mares...solo queda arena y polvo...ahora sobrevivo como puedo en este mundo inhospito mientras espero reunirme con mi amada...y visto lo visto no creo que me falte mucho...el antiguo ejercito koreano me persigue...soy un forajido...pusieron precio a mi cabeza por haber desertado...por haber matado a varios soldados...por ser el novio de Yi...ella guardaba un secreto...el cual no conozco...pero los que me persiguen saben que es y piensan que yo lo se...por ello debo ser precavido...ellos me buscan y no tienen buenas intenciones...