Partida Rol por web

El soldado pulsa el boton y noto como Rachel sufre, se lo que duele una de esas descargas ya las sufrí yo en otras ocasiones...

Rachel... Digo dandome la vuelta para ayudarla pero sin poder tocarla hasta que las descargas cesan.

Rachel logra sobrevivir a la descarga pero queda en un estado pésimo, sus músculos no le responden y está a punto del desmayo, en ese instante Sara se preocupa por su compañera en el peor momento... -"¿¿¿La zorrilla de turno también quiere su ración ehh...???"-, dice mirando a Sara y apretando él botón de descargas, esta vez para ella...

Esta vez, os quedáis en silencio atemorizados por su regreso, pero esta vez se fue realmente, pero no obstante sabíais que ninguna noche en el infierno es segura... pues por las noches muchas cosas raras pueden suceder, pero ninguna en beneficio de los presos...

Esta vez, os quedáis en silencio atemorizados por su regreso, pero esta vez se fue realmente, pero no obstante sabíais que ninguna noche en el infierno es segura... pues por las noches muchas cosas raras pueden suceder, pero ninguna en beneficio de los presos...

Las descargas de Sara fueron más prolongadas, ya que el guardia dejó su dedo en el botón un poco más de tiempo que a su compañera, esta, cae al suelo retorciéndose de dolor con un gemido entrecortado por los impulsos eléctricos y casi imperceptibles al oído por lo contraído que están los músculos faciales al igual que los del resto de su cuerpo...

La descarga puede con ella y la deja totalmente inconsciente, tirada en el piso, humeando por los poros de su piel y en un charco de su propia orina al perder el control de su esfínter...

-"Así aprenderéis a obedecer hijas de puta, la próxima vez apretaré el otro botón y os despediréis de esa cabeza asquerosa de mutie que tenéis, pero ante os dejare de aperitivo a los presos más despiadados y sin escrúpulos de este lugar, seguro que disfrutan con unas bastardas como ustedes, hacen mucho que esos Frasomes muties encerrados no prueban marisco fresco jajaja"-, tras su palabras, se marchó dejando a las dos mutantes casi muertas en el suelo de la celda...

Ayudar a Rachel fue un impulso, no aprendo a mantenerme al margen pronto siento la descarga recorriendome como un rayo que me hace retorcerme de dolor. Por suerte la negrura viene a buscarme pronto alejandome de aquel infernal sufrimiento.

Tar se retuerce en la mal llamada cama que tiene asignada. En cuanto el guarda se va, entre convulsiones y balbuceos habla con Reset, lo más bajo posible:

- Ooooo. ye, crree.,., creees qqqque puppupuedes quitarnos exto?. La fueeeente de ene..... energía es potente. Teeee lo digooo yo.

¿ Estas bien?-Preguntó mientras ayudaba a su compañero 

Estaba cansado del maltrato que le daban- Si no llevara esto me largaría de aquí ahora mismo. ¿Sabes? Me gustaría volver a tener una vida normal, que me dejen en paz - Su cara mostraba pena y pesar.

Cuando el bastardo aprieta el botón del bastón unas descargas bestiales me tiran al suelo y hacen que me doble del dolor mientras intento mantener infructuosamente el control de mi cuerpo.

- Hijodeputa .... - pienso cuando el Guardia cesa de darme descargas a mi y empieza a darselas a Sara. Cuando me quite este maldito collar te juro que acabaré contigo, maldito bastardo hijo de una perra mal follada.

Al irse el guardia intento acercarme a Sara para comprobar en que estado está. Está viva.

- Venga Sara. - susurro mientras la arrastro hasta el camastro. Mañana estarás bastante dolorida pero por lo menos estarás viva.

Una vez en su camastro me siento y apoyo su cabeza en mis piernas mientras echo una ojeada a su collar para intentar comprender su funcionamiento.

- Si tan sólo pudiera trastearlo sin poner en peligro su vida. - pienso.

Tras un rato finalmente decido dormir en la posición que me encontraba, sentada en al camastro de Sara y con la cabeza de esta apyada en mis piernas, como si pudiera protegerla.

Tardo en tranquilizarme aun después de escuchar como los pasos del guardia se pierden en la distancia - sigo vivo -. Entonces Tar habla y vuelvo a quedarme paralizado. Sin mover un músculo y en completo silencio pongo toda mi atención en el pasillo para comprobar si el guardia lo ha oído y vuelve para cumplir su amenaza. Tras unos largos minutos sin escuchar nada vuelvo a relajarme.

- ¿Estás loco, joder? ¿quieres que nos maten?- susurro, aunque de poder permitírmelo lo hubiera gritado y se nota. Atiendo de nuevo a los posibles ruidos del pasillo - ¿eso han sido pasos? - La imaginación juega conmigo. Respiro profundamente.

- No he podido examinarlo bien. Puede. No lo se. -

Pienso en estudiar el collar ahora, pero acabo amagando el movimiento -¿y si vuelve en su ronda y me pilla junto a su cama? - Bajo de la cama con mucho cuidado y avanzo muy lentamente y temblando hasta Tar, parándome un par de veces en el camino para comprobar que no escucho nada desde el pasillo.

- A ver. -

Palpo con cuidado el collar pero no tengo suficiente visibilidad para poder analizarlo, esta muy oscuro. Y la visibilidad me lleva a pensar en cámaras ¿y si hay cámaras en las celdas? ¿cuántos somos? ¿cuántas cámaras pueden permitirse?... Creo que para cazar, controlar, esclavizar, retener y matar mutantes no escatiman en gastos.

- ¿Estas bien? - pregunto en un susurro por su estado, por si nos vigilan. -  ¿tendrán cámaras? - digo directamente a su oído. - ¿con micro? -

Me alejo de él y regreso a mi cama de manera algo acelerada. Una vez tumbado en la incomodidad de aquel somier echo una ojeada a la celda en busca de posibles cámaras. El temor se apodera de mi al pensar en que me han podido ver estudiando el collar. Si me han visto mañana mismo me mataran, pero si mañana no me matan no demostraría que no hay cámaras. Si las hay deben tener demasiadas pantallas a las que atender ¿cuánta gente destinarán a vigilarlas? Ya no podía dejar de pensar en que mañana iba a morir. Además aquel pure sabía perfectamente cual era la mutación de Tar ¿sabrían todos ellos cual era la mía? ¿no provocaría eso que estuvieran más atentos de tenerme controlado? - joder, voy a morir...- Me llevo las manos a la cara. 

Esta vez Boris guarda silencio unos minutos, con mezquindad, para comprobar que no llega una nueva descarga de castigo después de que el muchacho rompiera el silencio de la celda.

Sin embargo al instante se siente asqueado por esa actitud… ¿En qué ha permitido que le conviertan esos putos mamones? ¿Ahora se escuda tras un muchacho de doce años?

Lleno de ira, contesta al chaval con un ronco susurro:

- Estoy vivo, con eso ya basta – y añade con rabia – Pero no sueñes con una vida normal porque nunca la tendrás, ninguno de nosotros la tendrá… mientras ellos también vivan – menea la cabeza y continúa – No has tenido mucha suerte naciendo en esta época porque son tiempos de guerra, una guerra implacable, a muerte… aunque tendremos que salir de este infierno para luchar en ella – le mira a los ojos y sentencia con plena convicción – Si nosotros no tenemos paz, nadie la tendrá…

Tras un rato en la oscuridad de la celda, vuestros cansados cuerpos comienzan a entrar en fase rem, a pesar de la humedad de aire y lo incómodo que es ese somier con los resortes afilados y oxidados saliendo de él, lleno de ácaros y moho... Pero el sobre esfuerzo y las torturas a los que os veis sometidos diariamente, termina por dejarlos dormidos...

La fría noche pasa y los primeros rayos de sol comienzan a vislumbrarse en el horizonte, junto con ellos comienza el ruido matutino de los guardias despertando a los reclusos, algunos gritan otros golpean los barrotes y los que más mala suerte tenéis, como vosotros, sois despertados con un balde de aguas fecales y orina totalmente helados por el frio de la noche y recién sacado de los silos... el agua apestosa y fría cae sobre ustedes despertándoos asqueados y sobresaltados por el brusco cambio de temperatura, rápidamente vuestros músculos se contraen y comenzáis a tiritar...

-"Levantaos bestias inmundas... hora de trabajar jajajaja"-

Tras un rato en la oscuridad de la celda, vuestros cansados cuerpos comienzan a entrar en fase rem, a pesar de la humedad de aire y lo incómodo que es ese somier con los resortes afilados y oxidados saliendo de él, lleno de ácaros y moho... Pero el sobre esfuerzo y las torturas a los que os veis sometidos diariamente, termina por dejarlos dormidos...

La fría noche pasa y los primeros rayos de sol comienzan a vislumbrarse en el horizonte, junto con ellos comienza el ruido matutino de los guardias despertando a los reclusos, algunos gritan otros golpean los barrotes y los que más mala suerte tenéis, como vosotros, sois despertados con un balde de aguas fecales y orina totalmente helados por el frio de la noche y recién sacado de los silos... el agua apestosa y fría cae sobre ustedes despertándoos asqueados y sobresaltados por el brusco cambio de temperatura, rápidamente vuestros músculos se contraen y comenzáis a tiritar...

-"Levantaos bestias inmundas... hora de trabajar jajajaja"-

Tras un rato en la oscuridad de la celda, vuestros cansados cuerpos comienzan a entrar en fase rem, a pesar de la humedad de aire y lo incómodo que es ese somier con los resortes afilados y oxidados saliendo de él, lleno de ácaros y moho... Pero el sobre esfuerzo y las torturas a los que os veis sometidos diariamente, termina por dejarlos dormidos...

La fría noche pasa y los primeros rayos de sol comienzan a vislumbrarse en el horizonte, junto con ellos comienza el ruido matutino de los guardias despertando a los reclusos, algunos gritan otros golpean los barrotes y los que más mala suerte tenéis, como vosotros, sois despertados con un balde de aguas fecales y orina totalmente helados por el frio de la noche y recién sacado de los silos... el agua apestosa y fría cae sobre ustedes despertándoos asqueados y sobresaltados por el brusco cambio de temperatura, rápidamente vuestros músculos se contraen y comenzáis a tiritar...

-"Levantaos bestias inmundas... hora de trabajar jajajaja"-

Me levanto con un grito al contacto con la fria y hediondas aguas fecales.

Cabronazo hijo de la... Digo mientras me levanto del regazo de Rachel de un salto por el shock aun sin ser totalmente consciente de lo que me rodea como para morderme la lengua.

Pronto vuelvo a la realidad,sabiendo que voy a estar congelanda y apestando lo que queda de día... si no más tiempo.

Con desgana, con una lentitud calculada para jugar siempre en el límite del castigo de los guardias sin llegar a cruzarlo, el peludo hombretón conocido como Boris "la Cucaracha" se pone en pié y empieza a avanzar con los ridículos saltitos a que le obligan los grilletes de manos y piés.

Evita mirar directamente a los guárdias a la cara para no provocarlos, aquí cualquier excusa puede justifiar una nueva paliza, se diría que les gusta sacudir a alguien de buena mañana para empezar bien el día. La cuestión es no ser tú...

Sin embargo no puede evitar echar con disimulo un rapido vistazo al mando de los collares que los guardias llevan al cinto. Haciéndose con uno de ellos, tal vez podría apagar el circuito que inhibe su poder mutante. O tal vez lo haría detonar y con eso acabaría con su sufrimiento. Ambas soluciones parecen aceptables ahora mismo.

Tar sueña, como todas las noches sueña con su cuerpo, con su mundo. El desierto es su hogar y las lágrimas siempre están a flor de piel cuando se despierta. Cuando el guardia lo despierta amablemente tirándole encima un cubo de mierda y meados cae de nuevo a la dura realidad. Se despierta con un grito.

- Uaaaaaa!!!

Contestado por el guardia con su habitual saludo.

-"Levantaos bestias inmundas... hora de trabajar jajajaja"-

Por un momento piensa en rebelarse, pero cuando se levanta preparado para saltarle a la cara al guardia, recuerda que ya no tiene garras y mira de reojo a Reset. Está muerto de miedo, y no lo culpa. Se traga su orgullo y ayuda a Reset a levantarse, no porque lo necesite, sino para hacer algo y no pensa en rajarle el cuello al guardia. Si no sale pronto de allí se va a volver loco.

"No puedo vivir así, nadie puede. Si no salgo de aquí pronto moriré o haré que me maten. Me siento como el animal enjaulado. Como aquel libro que papá me enseñó hace años, cuando vi animales como nosotros, pero que andaban a cuatro patas. Gatos grandes.... no había texto pero... los animales estaban en jaulas mientras los humanos los miraban desde lejos y se reían de ellos. Los pobres animales parecían tristes, resignados a su destino, medio locos. Pero al menos a ellos no les tiraban mierda ni los hacían trabajar en vete a saber qué"

Habìa estado dandole vueltas a las palabras de Boris , y tras darle muchas vueltas había llegado a la conclusión de que él tenía razón.
-Para ellos nosotros no somos más que unos insectos a los que se creen que pueden pisotear. Si quiero una vida normal tendré que pelear por ella.
Pero la idea de pelear le hacía sentirse mal, no podía evitar pensar que si lo hacía se convertiría en una persona mala, algo que sus padres no aprobarìan nunca.
No fue hasta que la fría y apestosa ducha de orines le despertó con un sobresalto, que todo cobró sentido. Ellos eran los malos. Él iba a ser como uno de esos heroes de los cuentos que su padre solía contarle. Él castigaría a los malvados y liberarìa a los inocentes