Caéis y caéis por el agua.
Crazy Abbie os pasa las boquillas y lentamente, vais descendiendo agarrados del taladro, respirando de la bombona... los cinco...
Diez metros...
Veinte metros...
Los científicos, no están acostumbrados a tan altas presiones, y se llevan las manos a los oídos, pero Abbie los controla rápidamente... aunque uno de ellos parece de repente, comenzar a tener convulsiones y se lleva las manos al pecho... y se suelta de la boquilla tragando mucha, pero mucha agua...
El frío, la presión y el buceo no es bueno para un hombre de su edad... y además con alguna enfermedad pulmonar...
En pocos segundos el científico pone los ojos en blanco y comienza a flotar hacia la superficie, muerto...
Y al parecer eso alerta a la base en la cual comienzan a sonar las alarmas...
Posáis los pies en la cubierta del submarino y buscáis a tientas la abertura de la cámara estanca, hasta que al final la encontráis...
Os metéis dentro y la puerta se cierra, para lentamente igualar la presión y reparáis en la alarma del submarino... alarma de ataque... Uno de los altavoces del submarino que está en vuestro sitio comienza a emitir señal...
Bienvenidos, soldados. Agarraos, por que esto será un poco movido. Cargas de profundidad y minas por todo el perímetro. Espero que eso no moleste a la amiguita que lleváis encima.
El submarino puso rumbo sur y comenzó a salir de allí, mientras el sonido de la alarma de colisión aún se escuchaba. A los pocos segundos, la nave cogió velocidad y comenzó a alejarse de allí...
Una explosión sacudió la nave, pero esta siguió su camino hacia fuera de aguas territoriales enemigas...
Y hacia la victoria...