Partida Rol por web

Tirsianos a la calle

Diario

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09/07/2022, 16:40
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Extracto del 'Diario del segundo gnomo más famoso de todo Tirsus'

Hoy ha sido uno de esos días....Esos días en los que la vida me da otra vuelta, me pone bocabajo, me zarandea y sacude cual saco de patatas en busca del mal bicho que infecta las cosechas. Cuando por fin había acabado el agotador turno en la tienda del Tío Jebeddo, tras no conseguir vender nada interesante, me dirigí a El Rufián Cultivado dispuesto a ahogar mi mala racha con alcohol y algo de comer. Con lo poco que cobro apenas puedo permitirme algo mejor de lo que como en la tienda, pero el ambiente.. No se, algo es distinto, hogareño.

Total, que ahí estaba, bebiendo como si me esforzase en ser el mejor enano de la comarca, vi a Albar el cocinero, parecía agotado y sinceramente lo entiendo, si para mi llegar a los fogones ya es un gran esfuerzo, no quiero imaginar los horrores que habrá mas arriba. También reconocí a Mateo, el leñador, que parecía relajarse, y aunque Fia no lo sabe, pude escucharla murmurar sobre mi racismo mientras acicalaba a ese gracioso chucho. NO SOY RACISTA FIA, SOY ORDENADO.

¿Por donde iba? Ah si jolijolijoi, cuando ya iba por la quincuagésima copa vi algo único, algo que hasta ese momento solo surgía de las palmas de mis manos, o de algún cofre de mi tío. Un fogonazo de luz azulada impacto en el bosque, rápidamente todo Tirsus se activo, y aunque todos parecían agitados, algunos queriendo ver que era aquello y otros respondiendo a su miedo prefiriendo no ir. Es en estas escasas situaciones donde valoro estar cerca de Fia, su figura de autoridad calmo los humos, me encantaría saber como se siente que todos confíen en ti...

Al final decidimos preguntarle a la Señora Zaressa y querido diario, te mentiría si no dijese que solo acompañe a mis otros tres compañeros por la ilusión que me daba el conocer un poco mas a una Archimaga, quizás a su lado se me pegase algo. Pude notar que estaba consternada y no tardo en usar ese raro hechizo para sentir la magia, ¿el que llevo meses practicando y antes me dice si una gallina va a poner huevos? Ese mismo.

Con la curiosidad ahogándonos fuimos Mateo, Álbar, Fia y yo mismo a las entrañas del bosque habiendo notado como otros pueblerinos se nos adelantaban. Como sabrás querido diario por los anteriores registros que hago, siento autentico temor de los jabalíes, gordos como un lechón y fieros como Fia cuando alguien no le hace caso. Ay si tan solo las antorchas nos hubiesen revelado cuando tres de esas bestias nos atacaron como locos.

Yo me limite a valientemente quedarme atrás horrorizado, podría haber invocado alguno de los congelantes rayos, o las virutas de fuego explosivo pero no, solo pude abrazarme a mi bastón y instintivamente iluminar la punta de mi herramienta de Luz mágica. En cambio Mateo distrajo con valentía a los animales de manera sorpresibamente pacifica, Álbar noqueo a uno de ellos con el apoyo de Fia que demostrando su experiencia disparo al más agresivo y espanto al resto.

Estando ya a salvo avanzamos escuchando los alaridos de Filipo y Josué, los espantamos rápidamente de allí aunque con lo maleducados que fueron que recen a Alcor para que no les mande una Saeta de Fuego a sus cultivos. Total que se marcharon gracias a Hera, la única más respetada que la propia Fia, le explicamos lo sucedido y de repente ocurrió.

Un destello se vio cerca nuestra, Álbar empezó a correr hacia el y el resto le seguimos, (Menos mal que escribo esto en gnómico y nadie sabrá que corrí por miedo a que mas jabalíes apareciesen para devorar mis bonitos pies). Corrimos y corrimos y en un instante vimos a Luca sosteniendo el pedrusco y todo, se volvió luz.

Tuvimos una visión...recuerdo...vivencia, no se como describirlo, solo se que fue muy real. Mateo parece ser era una elfa de....turgentes pechos, que peleo junto a humanos, elfos y.. ughh ""enanos"" contra gigantes, Fia no quiso decir mucho, más allá de que era algo horrible (sospecho que no solo la sangre de bestias ha manchado sus manos), Álbar aseguro haber sido un enano herrero (guau piedra mágica, que original) que aspiraba a volverse un maestro en su profesión cincelando unos prismas conocidos como armas de destrucción y yo... rezaba, rezaba en una iglesia. En mi mente aun está clara la imagen de la luz penetrando las cristaleras, la granja donde ¿me crié?, la hermosa mujer a mi lado, aquella con la que viviría feliz para siempre una vez ambos fuésemos paladines. Parece ser que los poderes místicos persiguen mi alma, puede que merezca estar maldito.

El resto de la noche es confusa, el alcohol en mi sangre aun hacia mella. Álbar no dudo en tomar la piedra y envolverla, intente sentir magia en ella, pero mi Detectar magia sigue estando al nivel de un bebe agitando un sonajero. Hera llego, poco pudimos explicarle, estábamos conmocionados. Llevamos a Luca a que lo atendiesen y cedimos la piedra a Zaressa, parecía interesada en saber lo que vimos, aunque también asustada, no sabía que un archimago podía sentir eso, miedo.

Con más preguntas que horas de sueño encima, y promesas de Zaressa que respuestas nos fuimos, dudo mucho que este sea el último día que nos juntemos los cuatro, no después de lo que hemos compartido. Pero, en fin, mejor me acuesto antes de que Jebeddo llene la casa de luciérnagas gigantes...otra vez.

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09/07/2022, 17:26
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Visiones caídas del cielo

La Batalla

Asciendes por la ladera de una colina a paso marcial. Todos a una con una coordinación increíble. La tensión y la emoción le embargaban a partes iguales ante lo que estaba por venir. Lo que estaba tras el final del ascenso. Y pese a todos esos sentimientos, cuando lo viste te distes cuenta de que no estabas preparada.

Ante ti se encontraba la mayor batalla que jamás había visto. Hombres, elfos y enanos luchaban contra un ejército de gigantes. Gigantes... era la primera vez que los veías. Más grandes de los que podía creer. Más amenazantes de lo que podía pensar. Más poderosos de lo que podía imaginar.

Al unísono y siguiendo las órdenes del líder, todo el escuadrón comenzó a cargar y disparar de forma coreográfica. Los gigantes eran un blanco fácil, pero las flechas no parecían herirles de gravedad. Una tras otra, las distintas salvas se fueron sucediendo y el peso de los carcajes se iba vaciando.

Estabas tan enfrascada en la mecánica de cargar y disparar que tardaste unos segundos en responder a los gritos de tus compañeros. Cuando te giras, ves como un grupo de diez gigantes cargan contra vosotros y con ese ataque, todo el orden inmaculado que había guiado al escuadrón se rompió en una desbandada caótica.

 

El Don

Estabas contento. ¡Más que contento! Eufórico. Esa era la palabra. Como lo estabas siempre que matabas a alguien. Siempre que entregabas el don de Izar. Sabías que no lo hacías del todo bien. No era necesario ensañarse. No era necesario esa obsesión por el olor a sangre. Por el oír del crujido de los huesos. No era eso lo que enseñaba la Segadora. Pero no podías evitarlo.

Eras débil. Imperfecto. Intentabas servir a tu diosa y lo hacías. Pero eras falible y no podías hacerlo como era debido. Miraste los cadáveres de los niños. Eran los favoritos de Izar y también los tuyos. Ellos aún no habían experimentado los sufrires de la vida. Ellos aún eran puros, perfectos para ser reclamados por la Marchitadora.

Y ahora tenías que salir de ahí o alguien acabarían descubriéndole. Y eso no podía ser, tenías que seguir extendiendo el don de Izar. Pero antes, irías a hablar con el tanatocultor y pedir perdón.

 

La  Ceremonia

Por fin había llegado. El día que más habías deseado desde que varios años atrás, siendo niño, ese paladín te buscase en la granja. Los rayos del sol cruzaban la enorme cristalera que había tras el altar tiñéndola de celeste y bañando a los tres arrodillados. Instintivamente miró a su izquierda y ahí estaba ella. Sonriéndote.

Nunca habías querido así a nadie. Siendo niño habías experimentado los clásicos amores infantiles, pero nunca un sentimiento tan profundo. Un sentimiento que embargaba tu cuerpo, tu mente y tu alma. Sabías que tras ese día ambos tendrían que emprender un viaje, pero a la vuelta, tomaríais vuestros votos y se volverían uno. Y como uno servirían a su dios.

La ceremonia continuó y en tu interior comenzó a arder un fuego arrojador. La pequeña llama que siempre habías sentido en tu corazón, se había desbocado embargándote, abrasándote, transformándote. Algo en él había cambiado para siempre. Nunca podría volver atrás. Y nunca querría hacerlo. Ahora era un paladín de Sirius. 

 

La Forja

Uno. Dos. Tres. Cuatro... Diez. Diez eran los golpes que tenías que dar. Después girabas la pieza y volvías a golpear. Otra vez diez golpes. Y vuelta a girar. Sólo así podrías conseguir un prisma perfecto. Era un trabajo aburrido pero si alguna vez querías ser un maestro no te quedaba más remedio que hacerlo sin rechistar.

Esa tarea no te hacía pensar mucho así que te evadiste en el proyecto en el que estaba trabajando. El gran artefacto de destrucción. Aunque tenías que ponerle un nombre mejor, tu maestro siempre le decía que los nombres eran importantes. Ya habías salvado los problemas más importantes. La campana de cuarzita para contener la energía y la jaula de hierro para mantener la integridad de la campana. El problema era el martillo. No conseguías que la ruptura fuera uniforme para la liberación de la explosión.

Tenías que trabajar en ello y terminarlo. Los cálculos de la capacidad calorífica de la campana eran impresionantes. Podía ser el proyecto de tu vida. Podías pasar a la historia. Pero con el rango que tenías nadie te permitiría poner en marcha el desarrollo su artilugio sin un diseño riguroso.

Dejaste de golpear la pieza y la alzaste para verla mejor. Tras examinarla concienzudamente sonreíste. Estaba perfecta. 

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05/08/2022, 20:38
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Extracto del 'Diario del segundo gnomo más famoso de todo Tirsus'

Escribo esto apresurado, diario mío no sé si moriré bajo un anillo de fuego o que hongos está pasando pero se ha liado. Tras volver de casa de Zaressa mi tío tuvo una charla rara conmigo, parecía interrogarme sobre que era aquello que cayó, no me extrañaría que el resto de mis amigos de destino tuvieren la misma suerte y sus familias les asaltasen con conversaciones raras de madrugada.

¿Por donde iba? Cierto jolijoli.. creo que voy a morir.

Pocos días después todo siguió normal y hasta lo empezaba a agradecer.... Y cuando más quieres algo es cuando antes el mundo te lo arrebata. Estábamos todos bebiendo a gusto en El Rufián Cultivado como siempre, y juro que a la tercera vez que se lie mientras estoy allí pido la carta de reclamación porque al poco vimos un círculo de fuego rodeando la casa de la maestra Zaressa. Fuimos volando los cuatro de siempre: Fía, Mateo, Alvar y yo mismo, Lenuel.

Cuando llegamos (y atento a esto diario que vas a flipar) ¡¡¡PUDE USAR DETECTAR MAGIA!!!! No sé si sería la piedra o mis grandes dotes mágicas, pero conseguí usar ese maldito conjuro y vi algo extraño en las llamas. Aun así teníamos que ver qué pasaba así que entramos solo para encontrarnos un grupo de goblins atacando junto a un líder. Sin mucho más que pensar mis compañeros empezaron la defensa. Rápidamente Mateo y Alvar cubrieron su ataque dejando espacio para que tanto Fía como ellos dos matasen a la mayoría de goblins. Yo sin querer solté algún hechizo, jolijolijo, pero sirvió para poco. Antes de que pudiese ser atacado por uno Alvar lo remato por mi. Pero aunque él no lo sepa, si no le hubiese congelado las patas a ese bicho nos habría desterrado a todos, estoy seguro.

Poco más duró la pelea. Los chiso exterminaron a los enemigos, y su líder huyó aterrado de mis fantabulosas habilidades. Aquí estoy yo, escribiendo sentado en el suelo intentando aceptar que el fuego achicharrara mi trenzas de la barba. 

Espera....Esa voz es....¿Zaressa?

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05/08/2022, 20:43
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Extracto del 'Diario del segundo gnomo más famoso de todo Tirsus'

A ver cómo empiezo este registro...

Buff. La voz era Zaressa, si, y parecía muy extrañada de lo que estaba pasando. Nos llevó adentro. Fía estaba desmayada y joder... No se qué pasaba pero parecía muy agitada en sueños, como si tuviese un viaje raro. Cuando entramos a la casa nos dio unas pócimas azuladas, ¿Las mismas que el tío llevaba intentando hacer meses y no tenía a nadie mejor para probarlas que a mí? Exacto, y aún orino fosforito.

Tras charlar un rato con Alvar y Mateo, Fia se despertó. Intenté darle la poción, pero la desgraciada se tiró un hechizo raro que le curó. Ojalá yo también pudiese hacer eso... Me guarde su poción y Zaressa nos informó de que se habían llevado la piedra. Atento diario que esto es la hostia. QUERÍA QUE FUESEMOS TRAS ELLOS. ¿En serio me estás diciendo que cuatro pargUelas que casi mueren por los goblins son más fiables que la supuesta archimaga?  Da igual cuántos detectar magia tire, esta señora trabaja menos que el secretario de Enrico.... Malditos funcionarios enanos.

Al final Alvar y Mateo animaron algo el ambiente y me lance junto a ellos a la aventura. Total, no es cómo si fuese un inútil... ¿Verdad? Nos pusimos a seguirles el rastro y gracias a Fía (que parecía recuperada) encontramos algo rollo chungo de guerrillas: un grupo de goblins muertos en el suelo. Los inspeccionamos y al poco vimos que no estábamos solos. El rarito este, Elía dice que se llama. Es un hobgoblin, el líder de ellos y ahora en cambio parece un humano pánfilo cualquiera. Hasta le mostré su rostro con un reflejo y se puso a chillar. Y yo que pensaba que era el que tenía poco autoestima.

En fin, que desde luego la piedra hizo un flus de los suyos porque este hombre no era hobgoblin ni na, pero.... Ahora llega lo peor diario. Sin previo aviso, un bicharraco más grande que el maquillaje que se pone el tío para parecer joven se apareció.

Quise darme la vuelta y dejar que la carroña siguiese el ciclo de la vida, pero trabajo con gente más insensata, o quizás confiada. Alvar se lanzó con su lanza ( ;) ) y le intento atacar aunque el monstruo tuviese la ventaja de altura. Resumiendo rápido porque me quedo sin tinta. Alvar se dedicó a asestarle pinchazos hasta que el bichote lo enzascó con sus pinzas. Mateo le atacó fallando y de pura rabia lo...lo.... ¿Abrazó? Fue raro, pero épico la verdad, (recordatorio: nunca aceptar un abrazo de Mateo). Fia le disparó la de Alcor traducida en virotazos y hachazos que aunque lo dañaron, no salvaron a Fia de volver a caer. En serio esta mujer debería quedarse atrás conmigo, a gusto mientras los grandotes se quedan dando volteretas. El tío este, Elía, se puso a... ¿curar? Sí, a curar a Alvar que estaba echo un pincel de tanto agarre y pinchazos. No entiendo porque de repente todo el mundo cura, ¿queé será lo siguiente, que no solo yo haga magia?

Jolijolijolijoli eso es imposible.

Ah sí...quedó yo. Dejémoslo en que hago más daño al ecosistema sentado en esta roca que con mi participación en la pelea.

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30/09/2022, 23:38
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Extracto del 'Diario del segundo gnomo más famoso de todo Tirsus'

Querido diario voy más borracho que un enano en el día del minero. Total que avanzamos por el bosque, llegamos a una taberna, parecía todo de tranquis, hablándonos un señor, me quedo solo con mi compa el Álvar en la barra mientras el resto explora porque parece que les han atacado bandidos, entonces... ¡Oh no! Resulta que todos eran los bandidos disfrazados. Total que nos pegamos, yo me la saco brutal gracias a que por fin he medio manejado algún hechizo mío. Según me dijo Fia, ella remato a algún otro fuera junto con Mateo y el nuevo señor que cura. Al final conseguimos derrotar a tos los malos, y cuando ya parecía todo en paz, ocurrió algo tope de chungo. Aparece un señor disfrazado de mercenario divorciado con un aura mágica brutal, de esas que veo cuando recuento las piedras meteorológicas de la tienda.

El tío este, (no voy a admitirlo pero me mie) se puso a decirnos que conocía a Zaressa, nos dio la piedra y no sequé de nuestro destino. Yo a ese punto estaba flipado de haber derrotado a alguien desde detrás de una barra (lo se, es la primera vez que una barra de bar no me hace daño a mi). Y aquí estamos. Me he bebido más copas que cuando le hago pucheritos a Hellas y Álvar me ha hecho un plato que flipas. El segundo gnomo más famoso de Tirsus seguirá informando, si es que mantengo la capacidad de escribir

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30/09/2022, 23:42
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Extracto del 'Diario del segundo gnomo más famoso de todo Tirsus'

La verdad no esperaba actualizar mi diario bajo la mesilla para el té de una archimaga antes de que el cielo me se caiga encima, pero me han pasado cosas más raras. Ah...será mejor que recapitule.

Cuando acabamos de reponernos en la taberna y recuperar la piedra del tío chungo sin jeta, nos fuimos directos a Tirsus. El camino era largo y mejor acabar pronto. En la vuelta, vi que Fía desapareció unos instantes y cuando volvió no tenía la piedra. Ah cierto, y nos acompañaba el hobgobling ese que cura...Elía.

Cuando llegamos el grupo quiso preguntar en la Iglesia si sabían lo que le había pasado a Elía, que para algo pagamos impuestos (mentira) pero nada. El cura aunque sorprendido no sabía buscarle solución, y Elía se puso pesadico con ir donde Zaressa. Pero es que sin unas birras encima no funcionamos y ya echaba de menos El Rufián Cultivado con sus tablones mohidos y cocineros desarrollando poderes rarunos.

¿Y lo peor? Que ni me acabe la copa porque el goblin seguía rayado y estaba más huraño que cuando le puse la zancadilla a la enana esa del pueblo. Todos estábamos reventados así que rapidito fuimos donde Zaressa para que viese ella que hacer. Nos tomamos un rico té (y Mateo se ducho en el prácticamente) y lo peor fue revelado... Lo de Elía tenía pinta de ser irreparable, y aquello que vi...esa iglesia, esa chica... todo eran recuerdos.

Por si algún gusano metamórfico que de casualidad sepa leer gnomo se encuentra esto flotando por el espacio cuando el planeta sea destruido en unos minutos... Que sepa que la piedra era de un material que como tenía el universo o algo así... El tiempo no se. Lo bueno es que al menos Zaressa se llevará la piedra panque la vigilen como debería hacer gente competente. No nosotros que somos unos mataos. ¡¡¡Y además nos dio regalos!!! Seguro lo mío es un bastón megatocho de bolas de fuego. Aunque da igual, porque un fuerte sonido interrumpió la conversación, salimos a ver el cielo y...

¡AHORA EL CIELO CAE SOBRE NOSOTROS!

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02/10/2022, 20:10
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Extracto de las Notas de Investigación de Klaus Clancy

La Cámara de Tharkun

No hay duda de que la cámara tiene un origen enano. Las runas en la puerta son la prueba más evidente, pero no la única. La arquitectura de las puertas, del pedestal, la manera de excavar la piedra natural... Todo apunta en una única dirección.  ¿Pero qué sentido tiene hacer una cueva en medio de la nada?

La magia del lugar tiene unas reglas bastante simples. Y fáciles de averiguar, un sencillo conjuro de Identificar ha sido todo lo necesario para entender su funcionamiento. El orbe del centro se activa cuando se lanza sobre él un conjuro de Abrir. A partir de ese momento se ilumina y las tres puertas se abren. De la misma manera, si lanzas un conjuro de Cerrar, todo se desactivara. Como si de un interruptor se tratase. Ese pensamiento tan mecanizado es una prueba más del origen enano de la cámara.

Estoy convencido de que el orbe esconde algo. Esas tres aberturas con forma de cerradura y alineadas con cada una de las puertas, dejan pocas dudas al respecto. ¿Pero qué es lo que hay en su interior?  Las runas de alrededor son crípticas, aunque apuntan en una dirección. Un ascua del fuego de Moradin. Un tizón de su forja. Una chispa del martillo del forjador. ¿Algún artefacto de carácter divino? He oído hablar de la orden de los Martillos de Moradin. Son muchos los enanos que han blandido armas de carácter legendario. Pero algo me dice que lo que hay aquí es algo más.

He decidido no contactar con ningún enano para averiguar lo que aquí se esconde. Son un pueblo celoso de sus secretos, si supieran lo que hay aquí... Estoy seguro de que no podría comprar su silencio. No puedo permitir que nadie intervenga en mis investigaciones. El secreto es mío. Yo lo desentrañaré.

He estado pensando... ¿Por qué Tirso Noreantus vendría a un lugar como éste?  Era un truhán sin vergüenza alguna y también tenía conocimientos suficientes sobre el arcano. Seguro que era un cazatesoros. ¿Y si sabía que existía esta cámara? ¿Y si su objetivo era instalarse aquí de forma inocente para poder hacer sus propias investigaciones?

No cabe duda de que hay algo críptico en las runas de las puertas. Pero algo me dice que también hay cierta literalidad. Los enanos son un pueblo pragmático, no se perderían en metáforas complejas como los elfos.

La primera puerta dice Besa el anillo del mago para romper el sello. Tras esa puerta hay un portal a unas extrañas mazmorras. Por lo visto también parecen ser de manufactura enana. Son peligrosas, he perdido dos grupos de aventureros allí. Parecen imposibles de cartografiar pero sin embargo es el lugar al que los aventureros prefieren ir. Abundan los tesoros y las chucherías mágicas.

La segunda puerta dice Encuentra el fuego dorado y obtendrás la clave. Esa es la única puerta que conecta con un túnel de verdad. Se extiende por muchos kilómetros, de hecho sospecho que llega hasta los Pozos de Ifaqh. Puede que más lejos aún. O quizás más profundo. El túnel es irregular pero creo que es una carretera enana. Antes del Rompedor de Mundos la Serranía de Airana tenía su prolongación al norte del bosque de Mariuol. He mandado expediciones, pero ninguna de ellas ha avanzado por los túneles por más de tres días. Para seguir con ellas, tendremos que prepararlas a conciencia. 

La tercera y última puerta dice Completa la rueda, domina los planos, llega a mi Último Refugio y encuentra la respuesta. Esta es la puerta más extraña. Resuelta que hay el Infierno, el Abismo o Celestia son lugares reales. Realmente los poderes divinos habitan esos lugares. Y lo más increíble. Se pueden visitar. Y también son muy peligrosos. El único grupo de aventureros que entró por él. Fue extraño. Vi a todos esos muchachos con mis propios ojos, vi como pisaban un desierto de arena roja y de pronto, tras un resplandor lo único que podía ver era fuego. El calor atravesaba el propio portal. Parece ser que el plano al que apunte cambia. Signifique lo que significa eso. 

¡He averiguado a dónde lleva el portal de la primera puerta! ¡Eso es Ark Olaramordin! ¡Al norte, en Aguasfrías! De pronto todo lo que he estudiado cuadra mucho más. ¿Quién si no el mismísimo Tharkun iba a poder hacer algo así? Esto no era obra de cualquier enano, sino posiblemente del mago más grande de todos los tiempos. Ahora ardo más en deseos de averiguar lo que hay dentro del orbe. ¿Qué pretendió ocultar aquí? ¿Por qué lo guardó aquí y no en sus propios dominios?

He decidido llamar a la cámara, la Cámara de Tharkun. Hay tantas preguntas que tengo ahora en la cabeza. Y me temo sólo encontrarán respuesta cuando consiga abrir el orbe.

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04/10/2022, 20:57
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Crónica de una Derrota Anunciada

Historia que los bardos del ducado del Condado de Alcudia empezaron a cantar en los tiempos del Rompecielos.

Era una apacible mañana de domingo en la villa de Tirsus. Presentábase todo como otra jornada pacífica más en el lugar, pero uno de sus habitantes pareció despertar con deseo de provocar violencia y villanía en tal tranquilo pueblo, un zagal llamado Mateo, que apenas pasará de la veintena de años, algo retaco pero bien fornido.

El villano en cuestión pregonó a los cuatro vientos su deseo de batirse en duelo de caballería con el capitán de la guardia, un veterano curtido en mil batallas. Ante la inaudita declaración, muchos de los guardas y pueblerinos la tomaron a chanza y burla, pensando que esta era otra de las muchas majaderías del zagal. Sin embargo, cuando el capitán hizo acto de presencia, el joven lanzó el hacha a sus pies con fuerte esmero, clavándola al suelo y propugnando frases de caballero andante que ningún código de caballería respetaban.

Antes de encontrar a tal notable figura, es baladí mencionar a la noble cuadrilla de amigos que intentaron que el zagal recuperase su juicio y no realizase tales locuras.

El primero en intentar ayudarle fue un valiente y honrado gnomo, que utilizó sus encantamientos para ponerle la mente del revés al zagal, procurando que de esa forma su mente que ya estaba loca acabaría por ponerse derecha.

Tras él llegó una guardabosques joven y apuesta acompañada de un perro de una indescriptible majestuosidad. La mujer intentó convocar las fuerzas del bosque para calmar el ánimo y el temple del beligerante zagal, pero, en su locura, Mateo creyó escuchar de los susurros del viento entre los árboles unos pitidos y abucheos, los cuáles entendió que en realidad eran las voces de sus ancestros reprochando que su convicción estuviese vacilando.
Por último, su buen amigo el tabernero trató de volverle en sí con unas bofetadas en las mejillas que tanto le dolieron al palmeado como al palmeador. Pero en su increíble pérdida de juicio, Mateo tomó a su buen amigo por una bella amante que buscaba desencantarle de los malvados hechizos del gnomo para que pudiese retornar a defender su honra contra el capitán de la guardia, que había afrentado su honor al afirmar que Alvar no era la doncella más hermosa que jamás se hubiese conocido en toda Alcudia.

Al final, el zagal acabó plenamente convencido de que debía enfrentarse al capitán por su convicción, por su honra y por sus muertos.

El veterano caballero no tomó a menos el duelo contra el insensato zagal, pero procurose que el duelo se realizase lejos de miradas indiscretas y que nadie llegara a conocer el devenir de tal encuentro, más allá de la conocida victoria del capitán.

Como no es de recibo que este humilde dramaturgo emponzoñe la veracidad de este relato narrando una falsa batida en duelo, me limitaré a dejar unos versos llamando al buen juicio de todos los oyentes para que jamás acaben enloquecidos cual Mateo de Tirsus.

Pues nunca debe confundirse valentía,
ni las maneras de un caballero andante
con la locura de un leñador semejante,
incapaz de reconocer su villanía
y acabado como perdedor y preso.

Esta es la historia de una majadería,
apenas siquiera digna de que se cante.
donde la razón nunca estuvo por delante
y tan cargada de ironía
que solo trasciende su falta de seso.

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16/10/2022, 23:11
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Sentencia de la Juez Dañino

Magistrada de Gast al servicio del Condado de Alcudia e Impartidora de Justicia

Yo Constanza Dañino, en mi condición de Impartidora de Justicia y tras analizar los actos cometidos, declaro a los acusados Lenuel Niggel, Mateo Hojaverde y Alvar Zabar culpables de los delitos de vandalismo, alteración del orden público y agresión a la autoridad.

Adicionalmente, en virtud del distinto comportamiento de los condenados, se les impondrá las siguientes penas. Alvar Zabar condenado a siete días de prisión. Mateo Hoja Verde condenado a diez días de prisión. Lenuel Niggel condenado diez días de prisión.

Sin embargo, a tenor del testimonio aportado por la testigo Fia Feingblue, y siendo conscientes de la delicada situación para el pueblo de Tirsus, las penas de prisión serán conmutadas de la siguiente manera. Alvar Zabar condenado al pago de cien coronas de oro. Mateo Hojaverde condenado al pago de doscientas coronas de oro. Lenuel Niggel condenado al pago de doscientas coronas de oro.

Esta conmutación de las penas será efectiva siempre y cuando se cumplan los siguientes condicionantes:

   1. Este tribunal confirmará que es cierto el testimonio de los condenados con las autoridades del pueblo de Tirsus.

   2. Los condenados serán escoltados en todo momento por doña Argenta Milania, agente al servicio del condado de Alcudia.

   3. Doña Argenta Milania se asegurará de que los acusados cumplan con sus obligaciones para encontrar a un sacerdote de Alysia que permita subsanar la crisis del pueblo de Tirsus.

   4. Los acusados estarán a las órdenes de Doña Argenta Milania hasta el momento en el que liquiden las multas impuestas. 

   5. Los acusados se comprometen en pagar a Doña Argenta Milania las multas impuestas en el menor tiempo posible.

Si la primera condición no es cumplida, se revocará la conmutación de las penas y Fía Feingblue será condenado al pago de una multa de cincuenta piezas de oro.

Si cualquiera de las otras condiciones no es cumplida, se revocará la conmutación de las penas y se duplicarán las penas de prisión impuestas a los condenados Lenuel Niggle, Mateo Hojaverde y Alvar Zabar.

Firmado.

Constanza Dañino