Partida Rol por web

Somos muy pesados, eso nos da ventaja

¡Sigamos con la estrategia! ¡Bronzor, Cuerpopesado de nuevo!

Ambos pokémon empezaba a estar ya cansados del combate, pero continuaban luchando sin cesar. Caleb tomaba la decisión de repetir el viento aciago, hasta ahora había sido el movimiento que más daño le había hecho y prefirió usarlo para debilitarlo lo más posible. Pero Bronzor, tras recibir el ataque pestilente de su enemigo decidió volver a dejar caer todo su cuerpo sobre él hiriéndolo de gravedad.

Duskull parecía estar fuera de combate, el árbitro estaba a punto de alzar el banderín, pero Duskull se levantó. Todo el público estallaba en vítores y gritaban el nombre de Duskull y el de su entrenador. Todos los ánimos recaían ahora sobre Caleb y su pokémon. El público sabía que empezaban a pasarlo mal y quería darle todo su apoyo.

Los animos del publico nos daban fuerza fuerzas, haciendo que Duskull se levantara bastante malherido.

-Muy bien echo compañero, ahora, impresionemos a todo este publico.- Dije mientras Duskull se lanzaba contra el Bronzor rival con los ojos llenos de determinacion lanzandole un poderoso Impresionar, mientras en mis labios se podia observar una agradable sonrisa.

Una vez más dijo Maco apuntando con un brazo al cielo y haciéndolo descender al tiempo que gritaba ¡Cuerpopesado!

Duskull estaba tratando de impresionar al pokémon de Maco, pero la mirada que le echó no fue suficiente para acabar con él, así que Bronzor se armó de fuerza y determinación, quería acabar con aquel combate cuanto antes y no le dio tiempo a respirar a su enemigo.

El cuerpo pesado de acero de Bronzor comenzó a brillar con la luz del sol, el estadio contenía la emoción, todos sabía que si aquel golpe impactaba a Duskull sería el último. El pokémon de Maco cayó fulminante sobre Duskull, una nube de polvo se levantó envolviendo todo el estadio.

Cuando la nube se dispersó del lugar, Bronzor se levantó sonriente, Duskull estaba gravemente herido.

Duskull, quedaba eliminado. La victoria es de Bronzor.

El estadio vitoreaba el nombre del pokémon de metal, todos gritaban y alababan a Maco. A pesar de la suerte que tuvo Duskull al despertarse de la hipnosis y librarse del comesueños, no fue suficiente para darle la ventaja. Bronzor se había repuesto rápidamente de sus errores y recurrió constantemente al peso de su cuerpo para caer sobre él.

Finalmente Caleb tanteó sus pokéball, ya había perdido a uno de sus pokémon y estaba en clara desventaja, la elección de su pokémon dependería en gran parte del resultado final. Pero todos sabían que guardaba más de un as en la manga.

Ahora el público volvía a gritar su nombre, quería que sus ánimos no decayeran y que se animase a seguir dando la emoción que estaban teniendo hasta ahora.

Devolvi a Duskull a su pokebal con una pequeña sonrisa.

"Lo has echo muy bien compañero pero, pero es hora de ponerse serios."

Tantee uno a uno todos mis pokemon pensando en cual podria ser la mejor opcion.

"Bueno ... no queria sacarlo ya pero ..."

Cogiendo una de mis pokeball la lance al aire mientras de ella salia un Charmander.

-Charmander, te toca recoger el legado de Duskull asique lanzallamas.-

¡Bronzor, usa tu cuerpo de nuevo! ¡Cuerpopesado a máxima potencia!

El cambio de pokémon no sorprendió a su rival ni tampoco al público. Charmander decantaba la balanza hacia su lado. Los ataques ígneos del pequeño pokémon derretirían en un santiamén las defensas del férreo cuerpo del enemigo y así sucedió. Charmander entró rápidamente en el combate y puso el estadio al rojo vivo expulsando una poderosa llama por su boca.

El cuerpo de Bronzor se derritió lentamente hasta que el pokémon de metal cayó al suelo gravemente herido y sin poder continuar.

Bronzor quedaba eliminado, la victoria era de Charmander.

El público aplaudía el lanzallamas de Charmander y vitoreaban los nombres de pokémon y entrenador. Ahora el combate estaba igualado, ambos entrenadores estaban igualados con dos pokémon cada uno, pero ahora Maco tenía ventaja pues podría elegir a su siguiente pokémon.

Bronzor, un trabajo estupendo, ¡vuelve y descansa! dijo Maco apuntando con la pokéball hacia el pokemon debilitado.

Cogió otra pokéball y la miró

Si esto va de ventajas... es tu turno. ¡Sandile, adelante!

¡Usa terremoto! ¡Acaba con él!

-Charmander, demostremosles que las ventajas no les serviran de nada, llamaradaaaa.-

Maco toma con decisión la pokéball de su Sandile. El pokémon lagarto hace una espectacular entrada y nada más pisar el terreno de combate comienza a dar saltos en él.

Todo el estadio vibra con los saltos del pokémon de Maco. Los espectadores se agarran a las barandillas más cercanas y algunos niños y ancianos caen al suelo. Maco y Caleb no pueden evitarlo y también se ven dificultados en el hecho de mantener el equilibrio, pero firmes como sus pokémon se mantienen en pie.

El público grita emocionado por la entrada tan espectacular de Sandile, una grieta se abre en el suelo del campo de batalla que justo llega hasta Charmander, el pokémon da un fuerte salto y logra esquivarla, pero justo cae en el mismo lugar donde se crea otra grieta y es tragado por la tierra. Caleb se acerca corriendo para ver dónde se encuentra su pokémon de fuego y cuando lo observa se da cuenta que la tierra se lo ha tragado y que ha quedado fuera de combate.

Los nervios se notan en la cara de Caleb, aquella decisión tenía que ser la definitiva, eligiese lo que eligiese le tendría que ayudar a dar fin a Sandile y su poderoso terremoto, y no solo eso, si no que también tendría que poner fin al próximo pokémon de Maco.

El público coreaba el ataque de Sandile emocionado por lo espectacular que estaba resultando el combate.

Devolvi a Charmeleon a su pokeball.

"Lo has echo bien ... pero ahora todo esta en sus manos."

-Adelante Tyrogue. Usa Movimiento sismico.-

¡Sandile, no te despistes! ¡Hazlo de nuevo, usa Terremoto!

Caleb decidió sacar a su Tyrogue, parecía que ambos entrenadores habían decidido usar la ventaja del tipo para dar ventaja a sus pokémon y al combate. Así que, sin que Sandile le diera tiempo a reaccionar Tyrogue le agarró fuertemente entre sus brazos y dio un fuerte salto.

El público contenía el aliento mientras observaba como Tyrogue era capaz de hacer varios mortales hacia delante, uno tras otro, para después soltar a Sandile y dejarle caer contra el suelo en un grácil y efectivo golpe. Pero Sandile se recuperó en seguida y decidió volver a dar saltos. El público ya sabía lo que iba a suceder entonces y se agarró firmemente a las vayas más cercanas. Tyrogue se preparó para recibir el temblor y para esquivar las grietas que se formaran a su al rededor. Y así lo hizo, comenzó a saltar de un lado a otro, pero no logró esquivarlas todas. El cambo comenzaba a estar muy agrietado y no pudo evitar resbalar en una de ellas.

El árbitro iba a anunciar el fin de la primera ronda, cuando unas pequeñas manitas compuestas por tres dedos se asomaban por una grieta, el pequeño pokémon luchador lleno de polvo se asomaba tras ella y de un salto se ponía de nuevo frente a Sandile, a pesar de las grandes agallas de las que disponía Tyrogue en su cuerpo se veía el daño producido por el ataque, pero para todos estaba claro, ni Tyrogue ni Caleb se rendirían sin usar todo lo que estuviera en su mano.

¡Acaba con esto ya, Sandile! ¡Un último golpe! ¡Terremoto!

Esta vez estaba demasiado herido Tyrogue para esquivar el último de los terremotos de Sandile. En un instante la tierra le tragó con ese ataque. Sandile había logrado derrotar a dos de los tres pokémon de Caleb y fue suficiente para conseguir acabar el combate.

Tyrogue había luchado como un bravo guerrero pero no pudo sobreponerse a tal movimiento y a los duros efectos de ese terremoto.

El público coreaba a gritos el nombre de Maco.

¡Ya tenemos ganador! ¡Fin de la primera ronda!

¡Pasa a la semifinal, Maco!

Caleb no debía olvidar que a pesar de sus intentos haber llegado hasta allí era motivo suficiente como para estar contento y que además en este tipo de torneos todo el mundo se llevaba su premio.

¡Buen trabajo, Sandile! dijo Maco acercándose hasta su pokemon para acariciarle. Se entretuvo unos segundos con los lametones que le daba Sandile y se levantó

Ha sido un buen combate, gracias Caleb

Cogi la pokeball correspondiente a Tyrogue y le hice volver a ella.

-Lo has echo muy bien compañero, no tienes nada de lo que avergonzarte amigo.- Dije mientras guardaba la pokeball y me acercaba a mi rival.

-Gracias a ti, pensaba que podria ganar el torneo pero ... por lo que se ve todavia no es mi hora, te deseo mucha suerte.- Dijo con una leve sonrisa.