Partida Rol por web

La espada se la llevo. Los objetos se pueden vender. Zahari conoce la ruta los caminos los lugares. Quien ronda...todo.

-Karel, primero que nada, en estos cuatro días podríamos tratar de conseguir con lo ganado, la suficientes pociones y ungüentos por si necesitamos sanarnos en algún momento. También, creo que todos deberíamos comprarnos las mejores armas y armaduras que podamos y con lo que sobre, y, creo entender que aquí los Hobbits recién llegan de la comarca y no creo que tengan plata, que ellos también se equipen no?- Miro a Angus y Migue esperando la confirmación de si tienen ya equipo comprado o no. 

Luego de terminar de organizar bien que haremos en estos cuatro días miro a Migue y le digo - Corrígeme si me equivoco..

Podéis buscar sin cesar, 
dejar seca la ciudad, 
la mejor cerveza la hallaréis 
en el pueblo que nos vio nacer... 

Vuelvo a cantar la misma canción que Migue cantó junto a mí laúd.

También canto un par de canciones para que los Hobbits bailen. 

Bien, veamos digo, apartando algunos platos y vasos para poner en la mesa un desgastado pergamino que, al extenderlo, resulta ser un plano de la zona*.

https://merp.fandom.com/wiki/Category:Arnor?file=Arnor2.jpg

Está claro que existen dos formas de ir. La primera, por caminos. Llamará la atención de orcos y hombres de Angmar. Los primeros intentarán comernos, lo segundos, secuestrarnos para usarnos en oscuros sacrificios a dioses aún más oscuros.

También podemos ir campo a través. El camino será más largo y, seguramente, encontraremos alguna bestia salvaje. Pero es menos probable llamar la atención de los orcos y hombres.

Respecto a hierbas, ungüentos y demás, puedo ayudaros. Sé bastante de ese tema.

Las partidas de caza tanto orcas como angmarrim estan compuestas por grupos de 4 jinetes. Tambien hay parejas de exploradores a pie de ambos bandos. Los orcos se esconden en las cuevas del yermo pero no tienen asentamientos fijos.

Tras cruzar el ultimo rio se entra en las tierras altas de Angmar, en su mayor parte un osario plagado de carroñeros y luego los hielos.

Era curioso ver que la que más miedo daba resultaba ser la más simpática ¡lo que son las apariencias! En cambio, me sentí obligado a defender el honor de los míos en cuanto la exploradora abrió la boca, continuando su frase.

-...y en cambio fueron cuatro medianos quienes partieron hacia Mordor para destruir el Anillo del Innombrable- dije, sacando pecho con dignidad, dedo índice en alto- Por cierto ¿Cómo que tres comidas diarias? ¿es que quieres morir de hambre?  

Dejando la gravedad de la misión, nos enzarzamos en deliciosa conversación intrascendente, música y ¡baile! 

- Mi señora- dije a la guerrera- estaré encantado de contarle mi historia. Viajar es el mejor momento para conversar, aunque también tras la cena, cerca de la lumbre mientras fumas. Pero ahora, mi señora ¡es tiempo de cantar y bailar! ¿Se anima? 

Y entonces, acompañado por las cuerdas del laúd de Brenan, me subí a la mesa y bailé como un descosido.

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Tras la fiesta, cansados, Zahari apartó lo que quedaba en la mesa y desplegó un mapa, explicando el problema de los caminos. Tras tanto tiempo bailando, cantando y bebiendo que estaba hecho un solar pero, aún así, me animé a participar.

- Aunque los hobbits tenemos fama de movernos rápidamente campo a través, la verdad es que ralentiza muchísimo el paso. Lo mejor sería tomar los pequeños senderos que utilizan los animales para moverse. Iremos mucho más rápido y discretamente. Podemos combinarlo, con el campo a través, para evadir a los orcos... 

¡Cuantas impresiones! A Angus le costaba imaginar adversarios que le causaran más miedo que algunos de sus propios aliados, pero se dijo que hasta el momento su imaginación no había tenido demasiado con lo que alimentarse.

Las peticiones de bailes y canciones le parecieron algo frívolo en aquella situación de riesgo inminente, pero pronto entendió que los momentos como aquellos eran, precisamente, los más adecuados para expresar toda la alegría posible. Angus se unió a Migue y los demás en la improvisada fiesta, disfrutando más de lo que lo había hecho nunca. ¿Era aquello lo que experimentar peligros le hacía a la gente?

Valientes, entrañables y sumamente atrevidos. Así le parecieron los hobbits que ahora eran ya sus compañeros de viaje. Migue logró sonsacar la primera sonrisa de Haleth en esta nueva misión al subirse sobre la mesa.
La pelirroja comenzó a dar palmas y taconear acompañado el baile hasta que ya no aguanto más. Se puso de pie y le tendió la mano para poder bailar con él -Riamos y cantemos hoy, mañana podemos morir. Maese Migue, sois el alma de la fiesta- Vueltas y vueltas alrededor de la mesa tratando de no tropezar mientras trataba de esquivar las sillas.
Las grandes hazañas comienzan así, una taberna, una fiesta y una mañana de resaca en el camino- Cuando estaba ya agotada se sentó para refrescarse bebiendo -Los expertos en viajes sois vosotros, yo me dedicaré a mantener con vida al grupo o por lo menos a todos os que pueda

Cuando contara en la Taberna del Cojo que una enorme y recia guerrera me había acompañado en un baile que nadie se lo creería. Bajo aquella temible y taciturna apariencia se escondía una mujer dicharachera y relajada. Sin duda, parecía que aquel viaje al menos no se antojaba aburrido. Incluso Angus pareció animarse y se subió a la mesa conmigo, cantando al unísono.

¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! A la botella acudo
para curar el corazón y ahogar las penas.
La lluvia puede caer, el viento puede soplar
y aún tengo que recorrer muchas millas,
pero me acostaré al pie de un árbol alto
y dejaré que las nubes naveguen en el cielo...

La guerrera humana me hizo sonrojar con su cumplido pero...

- ¡Gracias, señorita Haleth, aunque preferiría alejar la muerte mucho más allá de mañana ¡todavía quedan muchas canciones que cantar!

Lenwë bebió vino y armonizó la velada desde algún lugar oscuro, se sentía bien pero prefería permanecer en la soledad, lo acontecido le proporcionaba pesadillas. Los monstruos que vio le hicieron madurar y ver la vida de otra forma, ya poco le proporcionaba los bolsillos de los viandantes ahora era aventurero, cazatesoros en busca de aventuras. Tesoros que jamás había podido soñar, y ahora estaban en sus manos. Cuando Brendan le preguntó por si se podía quedar con los libros Lenwë asintió. 

En los días venideros Lenwë se proveyó de todo buen equipo de aventurero para una larga caminata. Además preguntó por el precio de una casa. 

Habían pasado varios días desde su llegada a Fornost y los hobbits comían y bebían en la taberna del Buho Tuerto, junto a Karel y Brendan, como si no hubiese un mañana. Zarahi había tenido una semana libre desde la vuelta pero había vuelto al trabajo en el Norte, junto a los montaraces. Haleth, ya plenamente recuperada, había partido junto a ella y Lenwë, por su parte, estaba inmerso en la construcción de una casa. Por lo visto veía futuro en el lugar y pretendía ayudar en la liberación (y saqueo) de Angmar. Algunos de los liberados por ellos formaban parte de la cuadrilla de obreros que le ayudaban en su construcción. 

- Angus- comenzó a decir Migue, visiblemente ebrio, "con el punto" como decían los hobbits- nuestro amigo Brendan es del Bosque Negro- el elfo tocaba su laúd como si nada- Si nos regalara algo, por poca cosa que fuese, podríamos volver a casa y disfrutar de todo éste buen oro que hemos ganado y restregárselo por la cara a ese... ¡hip!... cretino de Fredo Cuelloalto y, ¡Qué diablos! a... ¡hip!... ¡toda Cavada Grande! 

A Angus se le abrió en la cara una sonrisa como hacía tiempo que no disfrutaba mas, aunque llevaba una tajada similar a su cómplice, su propia conciencia le aguó el momento y la tarde.

-¡Hay! Me temo que eso no será posible.

-¿Cómo no va a ser posiiible?- protestó Migue, alarmado. 

-Porqueee... ¡hip!... antes debemos ir al Bosque Negrooo. El regalo no tiene validez si...¡hip!... no vamos antes al bosque negro. La apuesta es así, compañero.

-¡Maldita sea, Angus! ¿Y quién demonios va a sab... saberlo? No podemos sustituuuir a la vil Angmar por el Bosquerl NEgrooo?

-¡No! ¡La apuesta es la apuestaaaarl! ¡Por eso estoy aquí!- Angus dio un bocado al cordero antes de proseguir, mientras masticaba- Y fi no, no haberb aposfado ¡idioza inzenzado! 

-¿Queee?

-¡Idioza in...zenzado!

-¡Eso lo será tu padre!

Karel entonces apaciguó enseguida los ánimos.

- ¡Calma, calma amigos hobbits! Sea lo que sea que tengáis entre manos no creo que sea tan grave. Los buenos amigos son tan escasos como necesarios. ¿es que no lo habéis pasado bien en ésta aventura? ¡jajajaaja!- y tras una carcajada, se ahogó en cerveza. 

Los hobbits se volvieron a mirar, se encogieron de hombros, y tomaron un buen muslo del asado.

-No tengo intención de volver en el corto plazo- dijo Brendan, una vez se hubieron apaciguado los ánimos con la misma rapidez que como se encendieron- pero puedo darles el mapa que utilicé para venir hasta aquí. Con él podréis encontrar el camino hasta el Bosque Negro. Está muy lejos de aquí, y no es un camino exento de peligros, pero las cosas han mejorado desde la caída de Barâd Dur. 

Brendan entregó un mapa a Migue, que estudió con interés.

-Espero que tengan mucha suerte en su futuro viaje, amigos. Y ahora, si les place, tocaré una canción que he compuesto sobre éste último viaje. De momento la titulo "Las Urnas de Angmar", y dice así...

La música brotó del laúd del elfo silvano como agua de un manantial y nuestros amigos, junto al calor del hogar y la mesa llena, disfrutaron risueños y alegres, recordando los buenos momentos y disfrutando los presentes, hasta bien caída la noche.

FIN