Partida Rol por web

Una vez a las puertas del espaciopuerto, el contraste frente a la opulencia de palacio -y del juguetito de Lorem- es algo que ni a un ciego se le escaparía. No es de extrañar que compartiendo morada con el Emperador muchos nobles, e incluso algunos secretarios, terminen por perder el contacto con la realidad de la mayor parte del pueblo llano. Si unas instalaciones que no distan más que un puñado de kilómetros del palacio son como haber viajado a otro planeta, es difícil imaginar lo distante que todos esos nobles deben de percibir la realidad de los demás territorios ajenos al Imperio.

Lorem marcha en cabeza con Engar y Aughine, con quienes no para de charlar acerca de la Paragon, dentro de la cual pasarán un buen tiempo metidos. Por las migajas que les llegan a Darl y a Asa parece deducirse que la nave en la que viajarán es todo un nido de peculiaridades. Al duque no le gustaba escatimar detalles, y casi nada de lo que decía se podía aplicar a ningún tipo de nave militar, mercante, o de trasporte que el resto del grupo conocía. A simple vista, una vez que pudieron verla con sus propios ojos, llamaba la atención el diseño caprichoso y un interés desmedido por la apariencia visual: ¡si no fuera imposible, cualquiera juraría que era la reencarnación en metal del propio duque!

Igual de claro quedaba que aún se estaban ultimando los preparativos de la expedición, puesto que la nave estaba rodeada por docenas de operarios asegurándose de que el aspecto mecánico se encontraba a punto, cargando provisiones y demás material de uso general, y otras tareas que estaban ya por debajo del estatus de Asa, Engar, Darl y Aughine. Pueden observar además cómo abundan las presentaciones entre el personal, las prisas, y la sensación de urgencia. Ellos, como protagonistas de la expedición, son una de las últimas piezas de aquel puzzle que no deja de intentar resolverse a su alrededor.

En cuanto la figura de Lorem apareció caminando hacia la Paragon, un hombre con uniforme de soldado que a pesar de la distancia parecía tener una altura destacable, había cogido por un brazo y sin muchos miramientos a una chica vestida del mismo modo y, sin tan siquiera detenerse, echó a caminar arrastrándolo consigo. La chica en un primer momento se puso a gritar a los vigilantes de la nave, pero pronto comenzó a forcejear con el coloso, aullando insultos sin ton ni son, pataleando, y dándole golpes allá donde era capaz con el brazo que le quedaba libre. Todos pueden oír cómo aumenta el volumen de los gritos a medida que la pareja se acercaba al grupo. La mujer no cejaba en su empeño de hacerse notar, concentrándose en su griterío, pero nadie de quien se hallaba en la zona hizo ademán de inmiscuirse en el asunto, aun a riesgo de quedarse sordos debido al escándalo. Al hombre, serio, de mirada severa y peinado estrafalario, no parecían afectarle en lo más mínimo las muestras de descontento de su compañera.

-¡¡¡Que me sueltes de una vez, joder!!! ¡Yo voy a donde me sale del coño, ¿te enteras?! ¡Siempre igual, tú y tus…! ¡¡¡AY, AY AY, cuidado, suelta, hijo de perra!!! ¡De ésta te acuerdas, te lo juro!

Aquel bullicioso ser era una joven que debía de estar a punto de entrar en la treintena, con facciones que parecerían suaves de no ser por las violentas contracciones que en su rostro generaba el gesticular de su constante agresividad. Caprichosa, excesiva, volátil e irreverente, su carácter no acaba de combinar ni con su silueta esbelta ni con sus músculos bien formados. El hombre la soltó, finalmente, a lo que ella respondió intentando empujarlo de golpe con intención de marcharse corriendo. Pero el hombre volvió a atenazarla entre sus dedos, y ella volvió a reiterar sus quejas, esta vez apelando groseramente a los presentes; entre ellos, Asa.

-¡Eh, ‘Ojitos’, deja de ligar con la momia y dile a este gorila que me suelte! Eres una mutante, ¿no? ¡Pues haz algo, joder! Con una intermitencia casi esquizofrénica, la chica sonreía divertida a intervalos hacia los presentes y se entretenía entre forcejeo y forcejeo mordisqueando con ordinariez las puntas de un mechón de sus cabellos, que parecían tener la longitud idónea para tal chabacano propósito.

Escuchaba las palabras de Lorem sobre la nave en la que viajariamos, el parecia orgulloso de ella, lo cierto que era una nave impresionante, al menos visualmente no se podia negar. Oh lo cierto es que es increible os felicito mi señor veo que disponeis de un gusto excelente y sera un orgullo viajar con vos en ella, creo hablar en nombre de todos ante este honor. Le digo mientras le agarro del brazo como una chiquilla feliz. Aunque algo hace que mi atencion cambie y suelte su brazo un escandalo, entre una chica y un hombre uniformado, la sensacion que me daba era que la muchacha no queria saber nada de el aunque las palabras que utilizaba no es que fueran muy educadas.

"Tranquila Asa no perdi la cabeza pero nos interesa tener contento al Duque aparte querida, debes saber que las mujeres aunque no lo parezca tenemos armas para dominar a los hombres" Le digo a Asa como habia aprendido en palacio concentrandome sin tener que hablar.

Miro a la joven con un gesto divertido y juguetón, y digo con un evidente sarcasmo y una mal disimulada inocencia: ¿Quien yo? ¿Pero si solo soy una pobre mutante de las guerras de pacificación, por que crees que podría destripar a este sujeto, o arrancarle el corazón a la distancia, o volverlo loco revolviendo en su mente sus frustraciones y profundas perversiones, o volar hacia él y dejarlo en la estrella mas cercana para que se broncee otro poco? Cruzo mis manos sobre el pecho y observo a la pareja mientras bostezo...

Ahora si dejáis de jugar y de involucrar a todos los ciudadanos del imperio en su rito de apareamiento, podremos salir de este meollo, prontamente...

Jajajajaja, no obstante ten cuidado, no sabes cuando el cazador se vuelve presa o se rompe el encantamiento de las serpientes de palacio. Tu cuida tu frente, que yo estaré en las sombras custodiando tu espalda querida Aughine, lo que implica que ha donde tu vayas, yo iré...

La verdad es que interiormente la forma en que el interes de Rodine habia pasado rapidamente de mi persona hacia la del Duque, no me gustaba ni pisca. Por eso habia permanecido sumido en un silencio sepulcral todo el camino, lanzandoles algunas miradas de sosolayo cada tanto y haciendo como si estuviera enfrascado en importantisimos calculos matematicos aunque en realidad aquello ahora ocupaba toda mi mente. Bueno en realidad no toda, la formula siempre tenia el 50% de mi capacidad mental intentando dar con una solucion.

Apenas si escuche la chachara sobre su juguete de tio con dinero, no quise desagradar a nuestro transportador pero realmente me importaba un bledo cuan innovadora fuera esa tal Paragon mientras lograra llevarnos rapido a destino y dejarme actuar en mi propio campo para demostrarle a Aughine quien era el importante alli.

El escandalo de la muchacha y el militar, logro sacarme un poco de mis pensamientos pero no por curiosidad, sino porque aquello me causaba escosor, la manera en que aquella muchacha intentaba llamar la atencion al tiempo que el otro bruto ponia todo su empeño en forzar a la joven hacia que cada vez aprobara más aquella teoria de que muchos de los humanos estaban involucionando en lugar de progresar hacia el proximo salto evolutivo. Y por alguna razon sentia que exactamente eso era lo que fallaba en mi formula, aquellos comportamientos caprichosos e irracionales hacian que la perfeccion no pudiera ser monitoreada desde un calculo matematico.

Darl avanza el último con cara de pocos amigos, probablemente debido al episodio de "escolta" por parte de los guardias del palacio. Pero se abstiene de cualquier comentario. Ya he perdido los estribos una vez. Por hoy es suficiente.

Sin mucho ánimo de seguir cerca de Lorem por el momento aprovecha su posición como último del grupo para ir rezagándose poco a poco hasta quedar descolgado del grupo y poder acercarse así a los operarios y supervisar silenciosamente lo que sea que estén cargando en la nave.

Principalmente se preocupa de hacer un inventario mental de las provisiones y equipo, sobre todo de índole militar, haciendo caso omiso del escándalo que la discusión de los dos jóvenes estaba provocando.

Señor Lorem ¿Cuando podemos partir a la biblioteca? Como dijo el doctor seria un buen comienzo tomar informacion sobre la que basar una busqueda luego. Pregunto con una ligera sonrisa "Cuanto antes partamos mejor" Aunque aun estaba el asunto de la loca esa que gritaba.