Partida Rol por web

El cuervo parlanchín sobrevuela en palomar yse acerca al grano que Trólo pacaba de soltar.

- Mi arma, acabaih de yegar y ya penzais en iroz.

El otro cuervo, más señorial, avanza con cautela hasta el mismo lugar. A cada paso que dan las palomas parecen más y más asustadas... excepto alguna un poco boba que parece que el segundo cuervo le haga algo de "tilín".

-¡Ni lo pienses Pirita! ¡Eso sería horrible! Es mucho más probable que le eche el cadáver a Lucifer. La fijación que tiene ese bicho por nosotros no es normal. Debe de habernos catado y le gustó. - le guiña un ojo y le da un ligero codazo, tras el que carraspea, se recompone.

Gracias a su color de piel, no se nota que se ha puesto colorado.

-¿Arma? - se alarma ante las palabras del cuervo.

Antes de imaginarse al cuervo parlante blandiendo una espada, se da cuenta de lo que ha querido decir.

-Tenemos prisa, señor cuervo. No se ofenda, pero Rudesindus es muy exigente y aun nos quedan por hacer muchas tareas de las que nos ha encomendado. - exagera.

-Ya estamos otra vez...-piensa cuando oye a Trolop mencionar al felpudo.

Cuando el resto estan distraidos dándole conversación al cuervo, y Karabás y Pirita tontean el uno con el otro, Chim se acerca a Trolop y le habla con disimulo.

-Pssst! Trolop! Ese busto seguro que es muy pesado, no tengo ningunas ganas de cargar con él... Porque no vas a por la alfombra y te reúnes con nosotros aquí? Seguro que cuando el resto vean lo bien que la manejas no se opondran a utilizarla...

Acompaña estas palabras con una buena dósis de codazos y guiños para convencerlo.

-Cierto. Le dice Trolop al cuervo, apoyando las palabras de Karabás. Y tenemos que darnos prisa si queremos hacer unos trompos con la alfombra. Pero ya que estamos aquí... ¿De ande venís si se puede saber? Teneis un acento muy raro.

Trolop apenas se percató de cómo se acercaba Chim a susurrarle al oido, y se sobresaltó cuando le habló.

-Hummm... no es mala idea no...

El lutín se quedó embobado con media babilla colgando al pensar en las posibilidades de gloria que podía suponer aquello para él.

-Es una buenísima idea!-reafirma Chim- Ya verás, no les digas nada vete sin que te vean, luego te recibirán como un héroe. Sobre todo si además apareces con el busto en la alfombra... Pero va, vete ya! Antes de que se den cuenta!

Da unos pasitos hacia delante y observa a los cuervos con interés, disimulando.

-Lutines, centrémonos. Aún hay mucho que hacer. Rudesindus nos regañará si no terminamos. ¿Por qué estamos parados?- pregunta impaciente Pirita.

-No me gusta estar tanto tiempo parada, aquí no hay nada nuevo que ver. Me aburro...- pienso frustrada.

Quiero ver más cosas, quiero saber que hay en toda la torre, quiero explorar todas las estancias que aún no he pisado.

Ya era hora de que alguien pusiese orden. Tenemos que buscar un libro, y después buscar un regalo en el almacen. Mejor busquemos primero el libro, y después cojamos el regalo... O no sé, lo que esté más cerca... Pero no quiero tener todo a medias cuando Rudesinus llegue...

Ahora, vámonos. Vosotros guiáis...

Los comentarios de Pirita y Condemorl sacaron a Trolop de su ensimismamiento y este pegó un pequeño saltito sobresaltado.

-Esto... sí, sí, será mejor que nos pongamos ya en marcha con la siguiente tarea, que se nos hace tarde y tampoco me quiero quedar sin la paga.

Y dicho aquello, se recolocó otra vez el sombrero en su calva cabecita y comenzó a caminar en dirección al almacén para recoger el regalo, mientras canturreaba su canción con un tono de voz que ninguno de sus compañeros hubieran esperado en semejante lutín:

A la que se descuiden... ¡ZAS! Me hago con la alfombra y les enseño cómo se hacen las cosas, jijiji. Pensó mientras caminaba.

- Mecachis, no ha funcionado...-dice entre dientes. Mira mal de reojo a Condemorl y Pirita por ser tan responsables, que por una vez han conseguido que Trolop les haga caso.- Sí, claro, claro! ¡A por el busto!- dice, y reflexiona un segundo- ¿Libro? ¿Había que ir por un libro? Buf, esto no se acaba nunca...

Se puso en movimiento con el resto, y echó la vista atrás hacia los enormes pájaros negros.

-Oye, ¿y si les pedimos que nos lleven? Seguro que son más fáciles de controlar que la alfombra.- dijo intentando que Trolop le oyera por encima de su cancioncilla.- ¿Desde cuando canta este?

- Ozú, pero tú qué te has pensao? que zomoz un ferpudo?