Desde el vano de la puerta Chim cotillea tranquilo. Pero tanto ver a la gente luchar y que Karabás le recrimine que no hace nada... Empieza a hacer un ruidito parecido a una tetera en ebullición, un "iiiih" prolongado y bajito, mientra va pegando botes en el mismo sitio. No quiero iiiiiir. Maldita sea!
Sale a la habitación, remangándose unas mangas imaginarios y moviendo los deditos de forma teatral.
-¡Está bien! ¡Pero luego yo no limpio! ¡Y no tendría porqué ayudaros más!- dice con aire altivo.
Tirada: 3d6
Motivo: salpicar al gato (again!)
Resultados: 2, 5, 4
Uf, creo que por poco lo consigo :D ¡Gato remojao! Igual poco a poco lo voy encogiendo y tenemos un enemigo adecuado a nuestro tamaño.
Empiezo a conjurar para achicharrar al gato, pero Chim se me adelanta para mojarlo. Agua y fuego no son una buena combinación.
-Si consigues algo útil, lo limpiaré yo. ¡Quejica!- le digo a Chim ansiosa por ver el resultado.
De reojo, miro a Karabás para asegurarme de que está bien.
Karabás, aparentando autoconfianza, le guiña un ojo a Pirita para confirmarle que todo está controlado, aunque sea mentira.
Está claro que me ama. Lástima que puede que solo me quede un suspiro para disfrutarlo. Los bardos cantarán tu gesta, Karabás. O los bufones la riduculizarán, que también puede ser. Ainsssss.
Pese a sus agoreros pensamientos, no se da por vencido y prepara otra flecha para volver a turnarse la atención del gato con Condemorl. Si el felino parece tomar ventaja, le volverá a disparar. Por muy tozudo que sea, llegará un momento que se cansará de pelear tanto con su posible comida y buscará otra presa más fácil.
Ante el inesperado giro del gato Condemorl apenas puede reaccionar a tiempo y éste queda abrazando el aire.
Por su lado, Trolop y Goblop parecen enfrascados en una discusión y se intentan echar fuera del escondrijo el uno al otro a fuerza de trasero.
Lucider se lanza con curiosidad ante ese extraño lutín que se refriega con una capa peluda con bigotes. "Rudesindus cada vez se escoge servidores más extraños" piensa con mente felina. Rápidamente se acerca a Karabás y justo cuando va a incarle la zarpa...
Russh!!!
Un potente chorro de agua para la embestida del gato que, pasmado queda ridículamente parado a mitad de su letal ataque. Es delgado como un palo!!! Gotas de agua chorrean se sus bigotes y la mayoría de vosotros no podeis evitar reir ante su cara de pasmo.
Tras un escalofrío, el gato se sacude el agua, lanzando gotitas de agua por toda la estancia, tal cual lloviera para los lutines más pequeños. Tras esto, lanza una mirada de odio a Chim mientras huye por las escaleras con un moderado y lastimero maullido.
Ayer os prometo que me curré un post súper chula pero la conexión de mi suegra es algo inestable y no pude colgarlo. Me dio tanta rabia que lo he dejado para hoy :(
Bueno, que la captura de la cola la había valorado en un 5, como cosa algo difícil de realizar.
-Jus, menos mal que Karab... todos estamos bien. Ahora, al trabajo. Es hora de terminar las tareas-
Río alegre y aliviada mientras veo huir al gato. Miro a Chim guiñándole un ojo.
-Un trato es un trato. Ahora mismo limpio todo este desastre. Pero sólo por esta vez. Las próximas que llenes todo de agua será cosa tuya-
Me pongo a secar el agua que ha dejado el gato.
-¡EEEEEEH! Gritó con frustración Trolop ante la lluvia de gotas que le cayeron encima tras las sacudidas del gato, y que hicieron que perdiera la atención en el duelo de traseros que mantenía con Goblop, provocando que cayera al suelo de culo. ¡Que yo ya me bañe el mes pasado! ¡No hace falta que me mojeis más! ¡Bastante he tenido con lo de antes!
Trolop se frotaba su escamosa piel algo malhumorado, intentando apartarse aquella sustancia a base de restregones. Y una ligera brisa pareció arremolinarse a su alrededor.
Cita:
Me ocurre constantemente cada vez que bañamos a la gata de mi novia XDDDDDDDDDDDDDDD
Lo de la brisa es sólo descriptivo/interpretativo, no es que me ponga a hacer vientos ahora. Sólo una forma inconsciente de desatarse los vientos por el enfado de Trolop.
Mientras discuten, los lutines apenas perciben los crujidos de la madera del puente levadizo ante los pasos de dos individuos. Hablan descuidadamente de sus cosas del día a día: que si la crisis ha subido el precio de los venenos mortales, que si los legionarios del caos ya no son lo que eran, que si el otro día me dijo tal persona que había levantado una horda de cadáveres, etc.
Ajeno a lo que ocurre en el interior de la torre Rudesindus se acerca a la campanilla de la puerta mientras rie jocosamente la última anécdota del ser con armadura que le acompaña. La verdad es que no lo ha entendido muy bien (su pronunciación es algo engorrosa pues el tipo es espectral y su casco reverbera las palabras) pero el mago cree que tenía gracia.
-Ding, Dong.
Hay alguien en la puerta esperando. La mejor manera de abrir la doble puerta de acceso es ponerse de acuerdo.. o esperar que Rudesindus se canse y la abra mágicamente.
A salvo ya del gato, y sin tiempo para reponerse de las emociones fuertes (bonito eufemismo que usa para referirse a estar muerto de miedo), el amo se planta en la puerta, interrumpiendo su celebración de la victoria, cuajada de palmaditas de camaradería, gritos, bailes y pavoneos ante Pirita.
-¡Abramos la puerta! ¡Hagámos que su invitado se quede asombrado por lo eficientes que somos! ¡Vamos! ¡Vamos! - grita con su voz de puerta mal engrasada. - Eso puede que compense lo del gato, no le va a hacer gracia que le demos tres baños diarios, je, je.
Sacude las manos salpicando gotitas mientras ve al gato salir corriendo. Es un triunfador! Mira a Trolop de refilón y verlo mojado aun le satisface más. Empieza a dibujar una sonrisa enorme cuando Pirita se ofrece a limpiar y le guiña un ojo. ¡Oh, el amor! ¡Era eso! Se le queda una sonrisa bobalicona en la cara y coge su cola y se la empieza a retorcer nerviosamente. Luego se echa un escupitajo en la mano y se lo pasa por su alborotada cabellera roja.
- Ehm... Pirita... no te preocupes, yo te ayudo. Que el resto son unos vagos cobardicas - dice acercándose a ella. Justo en ese momento llega el jefe, y Karabás parece muy alterado. ¡Pero no piensa separarse de Pirita ni un segundo para que llegue el pseudo-ratón y se la robe! Mientras limpia mira embelesado a Pirita, siguiendo todos sus movimientos.
Miro asombrada el cambio de Chim. A pasado de ser un vago petardo a un lutin muy amable. Hasta se ha ofrecido a limpiar.
-Muchas gracias Chim. Nos has salvado del gato y ahora te ofreces a limpiar. ¡Qué amable!- lo felicito mientras recojo las últimas gotitas.
En cuanto escucho el timbre, me levanto de un salto.
-Es el invitado del amo. Vamos a abrir la puerta-
- Oh, no tiene importancia - dice con una falsa molestia más que evidente. Para una vez que hace las cosas bien quiere que se lo reconozcan, y mucho. Sin embargo parece que Pirita es más diligente y cuando suena el timbre se dirige a la puerta - ¡Espérame, Pirita, yo te ayudo!- dice saliendo corriendo detrás de ella, con tono apurado.
Karabás asiste a la maniobra de Chim con los ojos entrecerrados y la mandíbula apretada por los celos. Una visión amedrantadora si mides menos de un palmo, aunque a Daga parece hacerle gracia por la forma en la que inclina las antenas.
De pronto a todos los lutines pareció entrarles la prisa, y comenzaron las carreras. Trolop se enderezó y salió corriendo detrás de los otros sin tener muy claro a dónde iban, ni por qué, debido a que no alcanzó a oir el sonido de la entrada a causa de sus esfuerzos por quitarse las gotas que le habían caido encima, pero seguro que sería algo importantísimo.
-¡EEEEH! ¡Esperadme, que yo también quiero comer gamusinos en vinagreta! Les gritó al salir corriendo pensando que allí a dónde iban regalaban algo, como los gamusinos en vinagreta que tanto le gustaban.
Os vais acercando a la puerta y la conversación al otro lado es cada vez más evidente. Fuera, la voz de Rudesindus mantiene una conversación con una voz muy grave, casi un susurro. Parece que el amigo del amo es terrible!.
La puerta pesa mucho así que debeis ayudaros los unos a los otros. Gracias a Condemorl, el más fuerte de todos, conseguís abrir una de las hojas de la puerta para dejar paso.
- Gracias chicos. Pasa, Vúlcimer. - dice Rudesindus atravesando la puerta.
Clonc, clonc, clonc, una armadura espectral con humo que le sale por todas las grietas da unos pasos y entra en el interior de la torre.
Os vais acercando a la puerta y la conversación al otro lado es cada vez más evidente. Fuera, la voz de Rudesindus mantiene una conversación con una voz muy grave, casi un susurro. Parece que el amigo del amo es terrible!.
La puerta pesa mucho así que debeis ayudaros los unos a los otros. Gracias a Condemorl, el más fuerte de todos, conseguís abrir una de las hojas de la puerta para dejar paso.
- Gracias chicos. Pasa, Vúlcimer. - dice Rudesindus atravesando la puerta.
Clonc, clonc, clonc, una armadura espectral con humo que le sale por todas las grietas da unos pasos y entra en el interior de la torre.