Partida Rol por web

Antes de que pueda pasar nada mas, escucháis el ruido de un coche acercándose pero antes de que podáis reaccionar se para frente a vosotros, deslumbrandoos con sus faros.

Antes de que el doctor pueda decir nada podéis ver una gran luz a lo lejos. Parecen los faros de un coche, no muy lejos de donde os encontráis...

Cojo a uno de los soldados del suelo lo coloco de parapeto y pongo una pistola en la sien.

Alek se queda de piedra al ver las luces. Muchas cosas pasan en su mente, desde que podrian tener la mejor suerte del mundo y que ese coche les permitiera salir de alli o que era un camion cargado de soldados y los matarian a todos.

-Bah, sea como sea se acaban los problemas- penso el electricista tratando de ver algo mas claro...

Las luces del vehículo lo deslumbran, coloca una de sus manos por encima de sus ojos intentando conseguir ver quien hay en el interior- el hombre... era... era santi...-dice en un susurro a Hernan- intentemos mantener la calma...

Lo que veis os parece bastante increíble.

El coche derrapa no muy lejos de vosotros, todo sucede demasiado deprisa, y a una velocidad alarmante de el sale un hombre, con ropas militares apuntando a tres figuras que ahora, gracias a los faros del coche, podéis ver con claridad. Se trata de Hernán, San Lorenzo y Jonn. Tras el númerito, un tipo con aspecto de "colgado" se baja también del coche, deja la puerta abierta y se aposta detrás de ella, también apuntando a vuestros compañeros con una pistola, mientras canturrea: ...you're in the army now... oooouooooo you're in the army...  noooow

Podéis ver que Jonn tiene agarrado a un hombre, vestido con ropa militar, mientras le pone su pistola en la sien, amenazante. En el suelo, dos hombres, vestidos como el que Jonn tiene agarrado, permanecen inconscientes.

No estáis lo suficientemente cerca como para que os vean, o al menos eso creéis vosotros, pero el mas ligero ruido delataría rápidamente vuestra posición...

Miro medio segundo hacia el cielo insultando al creador por tener tanta mala leche para un pobre trabajador como él. No se conformaba con llenar el mundo de asquerosos zombis, sino que el unico campamento decente al que llega esta corrupto hasta la médula y es usado de experimentos para quien sabe que empresa y. por si eso fuera poco, los que deberian conseguir las arm-as y el vehiculo estaban hasta las pelotas de problemas.

-Pu ta madre, pu ta madre- piensa una y otra vez como si eso le permitiera idear un plan. Disparar de donde esta es poco mas que una idiotez, solo lograria que todos comenzaran a disparar. Seria una masacre, aunque ellos podrian escapar o llevarse el vehiculo indiferentemente de quien terminara en pie. Pero habia demasiadas complicaciones. Les hizo una seña a los demas para que no hablaran para nada y se agacho para evitar que algun ojo curioso los vieran.

Me agaché instintivamente para que no me vieran. se me ocurre algo les susurré a Alek y a Marco. nos acercamos lentamente al militar que está apuntando a nuestros compañeros, le disparamos, le robamos el coche y nos largamos de aquí lo más rápido posible. quizás era algo arriesgado, pero en el fondo me sentiria un poco mal  "dejar tirados" a nuestros compañeros y teniamos un coche que sabiamos que funcionaba.

Sabia que eso podria pasar, alguno iba a querer hacerse el heroe. Pero lo peor era que él incluso veia viable todo eso, claro que debian ser silenciosos, implacables y precisos, cosas que no estaba seguro que fueran ellos. Miro al cielo dejando una ultima maldicion y asintio a Emma.

-Puta madre- piensa molesto-. Igual que mi primera esposa, decia algo y yo lo hacia. Puta madre, ya me acuerdo como termino eso en aquella vez...

Comienza a caminar tratando de no hacer ruido, pero, muy dentro suyo, sabia que seria mas facil ganar un concurso de belleza. Apunto con su arma, si se ponian rebeldes los coceria a tiros.

-Al diablo todo...

Sigo a Alek sigilosamente. vamos doctor Marco. digo lo más bajito que puedo

Mi intención es acercarme al tipo que acaba de bajar del coche por la espalda muy despacito y apuntándole con el arma decirle. baje el arma por favor casi en un susurro para no alarmar a más guardias.

Os acercáis a ellos con sigilo, pero en ese momento todos bajan las armas. No habéis oído bien lo que han dicho pero parece que han llegado a algún tipo de acuerdo.

En todo caso, antes de que podáis reaccionar, se giran hacia vosotros. Parece que os han visto...

Pasamos al Capítulo 2D