-¿Will?- sus azules ojos brillaron con cierto temor por un momento, aunque no tardó en mover con suavidad la cabeza de forma negativa. -Si ha salido será protegido. Hay profesores fuera. Pero seguramente sea castigado por salir sin permiso-. Lanzó un pequeño suspiro. Antes de que pudiera seguir hablando volvió a resonar un potente y agónico rugido que hizo temblar el tren. Si miraban por la ventana podrían ver un mar de llamas lamer con voracidad el bosque que se extendía a su alrededor.
Entre las cenizas y el humo aparecieron minúsculos puntos que se fueron haciendo cada vez más grandes. Se trataba de los magos especialistas en incendios.
Aunque era buena noticia, Jack no acababa de sentirse tranquila. ¿Estaría protegido? De lo primero que había que protegerlo era de si mismo. Y dudaba que quien estuviera a cargo lo supiese. Los pensamientos de Jaqueline fueron interrumpidos por ese mar de llamas. Solo significaba una cosa: Dragón. Ahora con más motivo tenía que ir junto con su amigo.
-Lo siento- Musito al guardián. Aprovechó que había aflojado su agarre para, haciendo una llave que le había enseñado Kat en sus frecuente enfrentamientos , zafarse del agarre del reptil y salir corriendo.
Jack no era especialmente fuerte y Lizardnose era un reptiliano de casi 3 metros de alto, por lo que generalmente le habría costado cantearlo del sitio. Sin embargo, quizás por las circunstancias que estaban ocurriendo o quizás porque entendía cómo se tenía que sentir la muchacha sabiendo que su amigo estaba fuera... Como fuera, el reptiliano aflojó su agarre hasta el punto de dejarla marchar sin más. -Creo que yo también me ganaré algún castigo después de todo. Lleva cuidado, joven Jacqueline- se rascó la pelada cabeza con su garra y cerró la puerta, dispuesto a seguir su ronda para no dejar salir a más alumnos.
Cuando sales al exterior puedes ver que parte del bosque está en llamas. Por suerte el fuego no se ha extendido hacia el tren gracias a la rápida actuación de los magos-anti-incendios, quienes hacían salir potentes chorros de agua de sus varitas para tratar de extinguir el incendio. Toda su concentración estaba en esa tarea, por lo que no depararon en tu presencia.
Sin embargo, lo que sí consigues ver es un gran bulto inmóvil de brillos iridiscentes.
Le sorprendió la acción de Lizardnose. Había sido un intento desesperado, sin mucha fe en conseguirlo, pues el guardián, todo lo que tenía de grande y verde, lo tenía de fuerte. Con esa descripción, no puedo evitar recordar a ese personaje de las pelis de superheroes.
Ya fuera del tren, buscaba a Will con la mirada con relativa tranquilidad. Los anti incendios estaban entretenidos y no repararon en ella. No encontró a su amigo, pero si a una pequeña bola iridiscente... Con precaución, fue a ver que era.
Fuiste acercándote poco a poco hacia la pequeña montaña iridiscente. No había señales de Will por ninguna parte, pero podía estar también en esa "cosa". Además, la curiosidad tiraba por encima de todo lo demás.
Al estar junto al cuerpo sin vida de aquella bella criatura pudiste imaginar que se trataba del dragón que había provocado aquel infierno de llamas. Y sin embargo no se movía, ni siquiera respiraba. Estaba muerto.
-Parece ser que no os importa correr peligro- no sonaba amenazante, más bien era una voz cansada, de mujer mayor. Al darte la vuelta pudiste ver a la directora McAillan. Tras ella se encontraba un cabizbajo y silencioso Will. -Vais a venir conmigo a Hogwarts- su tono de voz no daba pie a discusión.
Al estar junto al cuerpo sin vida(...)Estaba muerto.
Por si no quedaba claro xD
El corazón le dio un vuelco. No sentía esa gran pasión por las criaturas como su amigo, pero, aun así, le resultaba imposible no sentir lástima ante aquella imagen. Jaqueline se acercó poco a poco al cadáver, a sabiendas de que no haría nada mas que hacerle sentir más lastima.
Sin embargo, una voz, conocida, le hizo volverse. Vio a la directora. Su voz, no daba lugar a réplicas. Tocaba obedecer si o si. Pero eso no impedía preguntar. -¿Que ha pasado señora?¿¿Por que vamos con usted?- Su tono no era desafiante, solo curioso.
La directora te dirigió una breve pero sincera sonrisa. -La curiosidad impulsa a las personas a cometer muchas imprudencias. Da igual que seas mago o "no mágico"- nunca habías oído la palabra "muggle" en labios de McAillan -pero la curiosidad siempre está ahí.
Cogió una pequeña bocanada de aire y miró con profunda tristeza al dragón. -Quiero que vengáis conmigo porque sois los únicos alumnos que habéis visto la tragedia que ha ocurrido tras una injusticia y quiero extremar precauciones de que se corra la voz-. Puede que no entendieras del todo a qué injusticia se refería, pero sí podías adivinar lo que era una verdadera tragedia en todo aquello.
Sin decir nada más se acercó a ti y, rodeándoos con un brazo a Will y a ti, hizo un movimiento que no conocías con la varita, pronunció "Aparición", haciendo que desaparecieseis en un segundo.