Partida Rol por web

Eres uno de los pocos intelectuales de tu Clan.

Quizá por eso eres su representante en la Aldea.

No sabes que podría haber ocurrido si una de esas bestias que comparten estirpe contigo estuviera en tu puesto.

Las cosas están bien como están, con la posibilidad de convivir todos en paz, pero tampoco rechazarías la idea de que la Aldea se convirtiera en un territorio mayoritariamente Brujah, pero para eso necesitarías una fuerza mucho mayor de la que podrías conseguir, tanto dentro como desde fuera, además de una organización mil veces mejor.

Además, probablemente eso no les gustaría a los nobles de fuera...

En cualquier caso, la Aldea te gusta, tiene un gran aspecto con sus casas, su iglesia... salvo por ese bosque, que la afea un poco.

creo que es aqui donde deberia apuntarme pero no sale ningun boton de apuntarse

Descansar hasta la llegada de una noche nueva, pero antes quisiera revisar entre los documentos y escritos la leyenda de un clan exinto, sigo creyendo que la joven es totalmente humana y no albergo esperanza de recuperar a los perdidos en los albores de nuestra existencia, pero los baali son especialmente susceptibles a esas cosas y algo ha visto Ariadna en los ojos de la joven que se me escapa.

Miras y miras por los libros hasta que la somnolencia es escesiva.

No consigues encontrar nada más acerca de otros clanes, a pesar del esfuerzo.
¿Será alguna mentira de la Baali?¿Una sucia treta?

Al cerrar el último de tantos libros Lucca exclama para sus adentros ¡Es humana! No hay duda. y entonces, su cabeza empieza a preguntarse que tramará la Baali provocando la confusión y alimentando temores o esperanzas vanas sobre la joven. ¿Pura diversión? ¿desviar nuestra atención? El cansancio hace mella en la atribulada mente de Lucca y Morfeo viene a encontrarle sentado sobre el sillón rodeado de viejos manuscritos y libros ancestrales.

Una nueva noche, un momento nuevo para pensar, para buscar y para investigar.

Lucca despierta con una extraña sensación. El descanso le ha venido bien pero su mente vuelve a preguntarse si la decisión que tomaran ayer fue la correcta. Despejando sus dudas con un chasquido de su lengua, se apresura en llegar a los dominios del fraile.

Quizas los habitos consigan lo que ninguno de nosostros ha logrado todavía.