Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Scott, hemos dejado que lo hiciera para agilizar un poco la partida, pero ahora podéis hacer lo que os plazca. Todos estáis reunidos alrededor del coche excepto Járison, que se ha metido en la gasolinera. Podéis dejarlo tirado, eso ya depende de vosotros (una de cal y una de arena).
-¡Va... vamos!- farfullo mientras me aseguro de que el motor de la furgoneta no se apague-. ¡Que no le hagan nada al coche! ¡Mi padre me matará si le pasa algo más!
Prácticamente, lo había lloriqueado. Prácticamente. No sabía por qué temer más: el coche o mi vida.
-Marchad a la ciudad antes de que os cojan, yo me quedaré con Járison, no puedo dejarlo atrás. No os preocupéis por nosotros, total, ellos no saben que ha sido él. Cuando las cosas se calmen por aquí os avisaré.
En menudo marrón nos ha metido Járison. Sólo espero que los moteros no se hayan enterado de nada y nos dejen en paz. Con lo bien que estaba yo en mi cama...
Presa del pánico por acabar en el hospital, subís corriendo al coche. Los motoristas, viendo vuestra intención de escapar, se vuelven corriendo a las motos, seguramente no quieren dejar escapar una presa tan fácil. Mientras, Járison está dentro de la gasolinera riendo de la situación, a la vez que Nick entra por la puerta, haciendo un gesto con la cabeza de desaprobación.
Keene intenta acelerar, pero está tan nervioso que se le ha olvidado quitar el freno de mano. -¡Jopetas!- grita con una voz muy aguda, presa del pánico. En ese momento, un estado de agitación inunda el ambiente de la furgoneta al ver que Kleene no arranca. Entonces, una sirena de policía os hace mirar por la luna del coche, al tiempo que veis dos coches patrullas llegar a la gasolinera.
El coche se interpone entre los motoristas y vosotros, y sin apagar el motor, salen 2 policías de cada vehículo con una mano en la porra, diciendo algo a los motoristas que no escucháis por los nervios y el ruido del coche.
Aprovechando la situación, Járison y Nick se suben al vehículo rápidamente para proseguir la marcha y evitar un cruce con los motoristas. Mientras suben, miráis como los policías están pidiendo distinta documentación a los viejos moteros. Uno de ellos, probablemente el dueño de la moto abollada por la piedra, no aparta la vista de vuestro vehículo. Su mirada refleja puro odio, y mientras empezáis a alejaros, una sonrisa en su boca sucia y negra os inquieta...
La escena está casi terminada, interpretar lo que queráis y cuando acabéis cambiamos de acto.
Después de haber estado mirando hacia atrás cómo la policía paraba a esos moteros, Nathan se recostó aliviado en su asiento en la furgoneta.
-¿Qué -espetó-, queréis crearos algún enemigo más?
Harison echó una risotada.
-No seas moñas, Nate -dijo entre risas-. Sólo echábamos unas risas. Ya sabemos que para ti es un viaje de negocios, pero para nosotros es un viaje de relax.
-Sí, claro -saltó Scott-. Que te partan la crisma unos moteros relaja de la hostia.
-Joder, Scotty -interrumpió Nick-, no me digas que no ha molado, la descarga de adrenalina...
-Es que sois la hostia, joder -dijo finalmente Scott.
Nathan se repantingó en su asiento mientras miraba por la ventana, refunfuñando.
Espero que a nadie le moleste si uso la voz de su PJ.
Eduard se deja caer contra el asiento mientras miraba por la ventanilla, se temía lo peor, moteros persiguiéndolos y seguramente, una cara visita al hospital.
Al ver la policía, suspiró.- De la que nos hemos librado chicos. Desde luego, uno no gana para sustos con vosotros cerca.-dijo sonriendo.-De todas formas, suficiente adrenalina hemos tenido, ¿no?-Dijo levantando una ceja y mirando a Nathan con una leve sonrisa.
Aburrido, ya dentro de la furgoneta, se recuesta y acomoda en el hombro de Nathan para echar una cabecadita y le pega un traguito al Vodka que acababa de comprar en la gasolinera. Acto seguido, al recordar la escena que acababa de presenciar, se enfadó y espetó:
-Parecéis críos, corriendo hacia la furgoneta como unas nenas, huyendo de unos viejunos... en serio os lo digo, habéis protagonizado un espectáculo lamentable... LAMENTABLE HE DICHO!! -Gritó mientras miraba a Scott- Qué menos que armarse de valor y enfrentarse a esos cuarentones...
Indignado por la reacción de sus compañeros de viaje, y a pesar de varios codazos de Nathan para apartarlo de su hombro, Jarison vuelve a recostarse una vez mas sobre el hombro de su compañero para sumirse en un sueño y quitar de su vista por al menos un rato a ese grupo de nenas que tenía delante.
XD que cracks. Decidir a donde os dirigís y cambiamos de escena (a algún lugar de Atlanta que se os ocurra o seguir hacia la universidad).
-Keenie, tío -dijo Nathan, un poco ansioso-, yo creo que deberíamos tirar hacia Alabama.
Se moría de ganas de volver a ver a Amber, con sus labios, sus manos, sus pechos... Hostia, mejor que no siguiera por ahí... Hacía mil que no...