Partida Rol por web

Aramil, Garen y Morko huyen de la posada por la puerta de la cocina, mientras que Saldur y Thorondir se quedan para intentar explicar lo sucedido a las autoridades.

Llegan las autoridades, varios hombres armados entran el la posada y observan los destrozos, la sangre, el perro muerto, Asyira atada y a Saldur desarmado y a Thorondir.

Tira las armas inmediatamente, dice al pícaro. Guardias, arrestadlos a todos y llevadlos a prisión, allí los interrogaremos!!

Antes de que entren les hago una advertencia y empiezo a ganarme la confianza de la guardia y los presentes sin ella todo lo que digan unos forasteros caerá en saco roto.

Señores, antes de que continuen con el arresto, han de saber una cosa, hemos reducido a Asyra que es la asesina de Jila, está ahí atada y amordazada. Todo esto ha sido su plan para inculparnos, aunque supongo que todo esto lo resolveremos en el cuartel de la guardia les recomiendo que extremen sus precauciones y también la arresten a ella. Les contaré todo lo que ha pasado, pero no la desaten, o todos podemos correr un gran peligro.

No ofrecí ninguna resistencia al arresto pues sabía que carecía totalmente de sentido. Las palabras de Saldur me parecieron sabias, y no pude más que respaldarlas.

-Esta mujer es una bruja peligrosa. Llévennos, pero llevenla también a ella. Les contaremos todo...
 

Por supuesto que nos llevaremos a la sacerdotisa, todos debéis declarar que ha pasado aquí. Pero eso será en prisión. Vamos, cogerlos a los tres y buscar si hay alguien más en las habitaciones o los alrededores!!.

Os llevan hasta la prisión del poblado, estando ambos en celdas contiguas y separadas. A Thorondir le requisan las armas.

Asyira la llevan pero no está con ustedes, se la llevan aparte.

Os traen comida y bebida y os dicen que al dia siquiente llegará el alguacil que os interrogará sobre lo sucedido.

Alcé un poco la voz de mi celda, con la esperanza de que Saldur me escuchase.

-Sé que ha sido una locura, Saldur, pero saldremos de esta. La verdad está de nuestra parte. Tendrán que escucharnos. Esa bruja recibirá su merecido.

Llega la noche y de repente un misterioso personaje envuelto en una capucha os despierta.

- Si queréis la libertad, os la puedo ofrecer ahora mismo. Solo decirme si vosotros y vuestros amigos estáis dispuestos a hacer un trabajo para mí. Será peligroso, pero os llevo observando desde que llegasteis al poblado, y creo que sois dignos de mi confianza. Os recompensaré bien, os dice mientras espera vuestra respuesta.

No es posible, este hombre debe de estar de broma...

Esto.... Otra vez? Como comprenderás después de los sucesos ocurridos, casi que prefiero un juicio a menos que me des más detalles, tengas autoridad para retirar los cargos o algo por el estilo, si no, además de los falsos cargos por asesinato nos pondrán el de presos fugitivos y no me hace ninguna gracia, porque entonces no podremos encargarnos de que Asyra pagué por sus actos.

Así que o das más detalles o una prueba de confianza o prefiero quedarme aquí tranquilamente. Para qué debería arriesgar la seguridad que hemos conseguido para el resto, por las promesas de un desconocido.

No me arriesgo a otra misión difícil y complicada sin garantías... vine a ayudar, no a que me tomasen por un primo. Sólo espero que el resto tenga un buen viaje de momento.

De nuevo estuve de acuerdo con Saldur, mas la curiosidad me picaba y quise saber de qué tipo de trabajo se trataba.

-Cuéntenos al menos en qué consiste. No puede ser nada limpio si la guardia necesita que los presos y los fugitivos les hagan su trabajo, ¿no? ¿Cómo sabemos que no nos meterán en un lío para luego juzgarnos por sus propios delitos?
 

No estábamos en posición de exigir nada, pero desde luego tampoco cederíamos a la primera de cambio para poner al resto del grupo en peligro.

En ese preciso momento llega otro hombre que se acerca y le susurra algo al oído a quien hablaba con vosotros. Éste cambia su semblante y tras un instante de sorpresa se dirige a vosotros:

- Volveré al alba, tengo que comprobar algo. Pensad en mi propuesta, y dicho esto se marchan rápidamente los dos.

Esto ya es el colmo, no, si se pensarán que nos iban a convencer así por las buenas? Será mejor que nos diga algo concluyente, sino yo me negaré, no se que es lo que piensas tu....pero deberíamos descansar.

Unas horas más tarde el encapuchado vuelve a la celda y os dice.

- Lamento deciros esto, pero me informaron que uno de vuestros amigos se fue del poblado durante la noche, no sabemos donde. Por lo visto estaban escondidos en una casucha a las afueras. Los otros dos han sido asesinados mientras dormían, lo acabo de comprobar por mí mismo. Quizá me equivoqué con vosotros y no sois lo que busco, pero ya no se puede hacer nada al respecto.

Si aún estáis interesados en mi propuesta, os puedo liberar y junto con algunos hombres de mi confianza, realizar el encargo que os propongo.

-Mientes. No han muerto. No sin haberse llevado a tus hombres por delante. No sin luchar.

Mi mente no quería aceptar lo que mis oídos escuchaban.

El encapuchado mira al pícaro con el rostro serio y le dice:

- Yo nunca miento, si no me creéis, os puedo mostrar donde están los cuerpos sin vida del bardo y el hechicero. Desconozco donde está el sermiorco, mis hombres lo vieron huir del poblado hace unas horas, pero le perdieron la pista.

Por lo visto los mató a los dos mientras dormían y robó todo lo que tenían antes de darse a la fuga.

Thorondir, cállate.-Silencio a mi compañero antes de que diga más de la cuenta- Te dije que me dieses pruebas de confianza y lo que me traes son noticias de unos supuestos asesinatos. Así pretendes que colaboremos?, lo estás haciendo muuuy mal. Te explique cuales eran las condiciones para que colaborásemos y ni siquiera te has molestado en intentar cumplirlas.

No me fío de ti, no me fío de tus palabras y seguiré sin fiarme porque de momento no me has demostrado nada, así que vete a buscar a otros, no voy a hacer otro "trabajito" en la que la condición principal es una extorsión, no...no pas...-corto mi frase en ese momento pués noté que me iba a ir de la lengua. Me quedaré en esta celda, no me pienso fugar, no has sido capaz de demostrar nada, porque tu prometes libertad, pero no es libertad si te persigue la ley.