- Vamos chico, no se diga que eres más lento que nosotros. Jeje.
Sigo a mi amigo Krueg con determinación hacía las tiendas.
El joven carga con todo su equipo y se encamina hacia fuera, donde le espera su fiel Valeroso.
Una vez llegados a los establos reparte la mayor parte del equipo en las alforjas de su montura. Después de haberle equipado la barda. Guiándole fuera de los establos para dirigirse a los comercios, para hacerse con los rollos de cuerda y odres para llenarlos.
Rolead lo que comprais en el mercado.
Cuando Arthur llega a la zona comercial, se dirige diréctamente al gran almacén de provisiones de Elek, un comerciante que se estableció hace muchos años y dejó en herencia a sus hijos este gran e importante almacén.
Durante el camino, Arthur ataviado con la pesada armadura completa, mira a los jóvenes niños y niñas jugando por las calles, el tragin de los comerciantes y compradores, la gran afluencia a las horas del desayuno en las tabernas... le gustaba, le encantaba la sencilla vida de Theremore.
Al final llegan al almacén, deja a Valeroso en el abrevadero, al cargo de sus alforjas mentras se adentra al almacén.
-Buenos días Thomas.- Que era el hijo que heredó el almacén.- Vengo en busca de un poco de material de viaje. Tengo que partir a tierras lejanas y creo que necesitaré algo que no llevo... tienes recias cuerdas, y unos odres.
Voy junto con Arthur y Krueg al mercado.
- Amigos tuyos, bien me alegro. Encantado de conocerte Thomas. Mi nombre es Grimnir Manohierro, queremos de lo mejor así que no dudes en hacernos buenos precios y tampoco olvidaremos comentar a la gente el buen establecimiento que tienes y volver cuando necesitemos más.
- Como ha dicho el muchacho, necesitamos una cuerda de la mejor calidad y odres para un viaje caluroso además de las raciones de viaje. También queremos pociones de curar heridas y alguna para eliminar el veneno. ¿Cuántas dispondrías?¿Ah chicos creéis que necesitaremos alguna poción para acelerarnos?
- Y no podemos olvidarnos de que el muchacho necesita otro martillo de guerra a una mano, de calidad, y si puede ser de artesanía enana.
Me dijiste por messenger, que de curar heridas tenías 5 o 6, de acelerarse 2 y de eliminar veneno y lentificarlo 3 de cada.
Posteame la respuesta cuando puedas o toque.
Arthur mira al enérgico enano, con cierta sorpresa.
- Me sabe mal, pero a menos que vos corraís a cuenta de los gastos, mi dinero no alcanza a tanto material. Tan solo tengo para provisiones, odres y un par de rollos de cuerda. Lo siento.
Le miró a Arthur y un extraño brillo se refleja mis ojos.
Qué corra con la cuenta de los gastos, cada uno debe aprenderse a ganarse la vida. El oro de cada uno es sagrado, vamos no doy ni una pizca de más de mi oro, ni aunque me den la mejor cerveza del mundo. Es mi oro...
De repente, empieza a formarse una idea en su mente. "Cuida de él, y enseñale Grimnir amigo mío". Bien, Alek sólo por está vez. Alguien de probecho debe saber ganarse su oro, su preciado oro, oooorooooo.
Le miró a Arthur con los ojos un poco más cerrados de lo normal, como si estuviera pensando algo. Como si mentalmente dijerá ummm.
- Muchacho, debes aprender a valorar el oro que ganas, el preciado oro. Debes poder procurarte un provenir y no estar abusando de la amistad. Pero como debo enseñarte y cuidar de tí me aseguraré que vayas bien preparado y que aprendas lo importante que todo noble y honorable guerrero debe saber.
- Haber Thomas. ¿Cuánto sería lo que te hemos pedido? Además de mis 2 odres necesitaremos más para llenar al peludo con patas de agua y provisiones. Dime ¿de cuánto estaríamos hablando? Y haznos un buen precio, eh.
Grimnir mirá su bolsa y a Thomas con los parpados algo más cerrados de lo normal con un brillo que Arthur y Thomas no habían visto antes, pero que era muy normal en los ojos de los enanos cuando se trataba con su oro. Parece como si sopesará con reticencia el desprenderse de su oro.
Entregaré mi oro, para enseñar al muchacho, pero lo haré a regañadientes. Con el oro no se juega, ni se desperdicia, no daré ni una moneda más de las necesarias.