Partida Rol por web

No os conocéis, de hecho, os habéis reunido de casualidad en el centro de esta ciudad. Un mensaje radiofónico alertó a toda la ciudad de que había disponible un helicóptero, que aunque estaba sin gasolina era totalmente funcional. Lo difícil era ver quién conduciría tal cacharro, ya que no es fácil conocer a alguien que conduzca helicópteros. Al menos si fuera un coche...

Habíais huido al centro de la ciudad, que era el sitio donde parecía haber menos "cosas caníbales". Pronto os disteis cuenta de que no era así, pero ya era demasiado tarde. Luchar o morir, ese era el lema que deberíais seguir a partir de ahora.

Cada uno tenía en su poder las armas y recursos de toda una larga estancia en aquella ciudad, con la esperanza de sirvieran de algo para escapar... varios zombies ya se acercaban hacia vosotros, la acción comenzaba.

A Lea le temblaban las manos, el sudor hacía que el rifle del soldado muerto tuviera un tacto francamente desagradable. La mochila le pesaba una barbaridad llena como estaba con tantos cargadores que se había atrevido a recuperar del cadáver. A su lado, aquellas dos mujeres parecían saber bien que hacer por lo que Lea, desorientada y perdida había decidido seguirlas. Más tarde Rick el enorme policia, que más parecía un defensa de la NFL les había dicho que debían buscar el helicóptero asi que a Lea le pareció bien.

Cuando llegaron al centro de la plaza la estudiante se dió cuenta de que aquello era una trampa mortal, por todas partes llegaban caníbales de mirada perdida. Lea apuntó al más cercano de ellos, que se aproximaba desde el sur, por la avenida del teatro y presionó el gatillo por primera vez en su vida. El tableteo salvaje del fusil de asalto la sorprendió con violencia y apenas estuvo de caerse al suelo. Las balas golpearon las paredes del teatro inofensivamente, mientras el no muerto apenas daba muestras de haberse dado cuenta. Lea volvió la vista hacia atrás, esperando que sus recién adquiridos compañeros tuvieran más suerte.
 

Era cuestión de tiempo, morir en aquel mundo muerto solo era cuestión de tiempo,pero Rick había decidido que hoy no se rendiría. Apuntó nuevamente su arma al final de la calle. Aquella jodida tienda de herramientas hubiera sido perfecta para para saquearla, pero ahora no dejaban de salir clientes retornados de su interior. Dos disparos al cuerpo y ese cabrón aún estaba avanzando, y detrás de él su colega.

Así que apretó el fusil contra el hombro, respiró olvidándose de lo que se acercaba de las otras calle y apretó el gatillo.

-"Muere cabrón, aún quedan muchos de tus amigos que matar".- Rezó en voz baja mientras el arma abría fuego.

Tras escuchar la "noticia" que había logrado captar en al radio, me preparo para una rápida incursión fuera de mi refugio. Puede que mi pequeño y "modesto departamento", no ofreciera un inconveniente para mi supervivencia (una como artista tiene que aprender a ayunar, mantenerse en forma e improvisar), la idea de salir finalmente de este infierno a uno no tan infeccioso resulta tentador. Así que con el traje de mi ultima producción (que ojala salga en pantalla cuando todo esto se soluciones), y un par de armas a juego del estudio de utileria (gracias a dios el señor Traantino es un maniaco del ultrarealismo) que resultaron ser (afortunadamente) reales y de buena calidad, me lanzo a una carrera campo traviesa por le centro de la ciudad. Los podridos resultaron ser más numerosos de lo esperado, pero por fortuna no era la única que corría hacía la salvación, otro par de chicas y un defensa con pinta de malo (policía o típico maleante del Bronx) llevaban la misma dirección y de forma prudente (por no decir necesaria) formamos un cuadro de defensa cuuando a un par de  "chicos verdes" se les ocurrió venir por un autógrafo.

-Ciao, Babe.- Digo con un disparo autografiado a la frente del más cercano. Al ver como Co- le(a)-tas duda al saludarlos. Por el amor de dios chica, si no puedes con la fama, solo hasta a un lado.

Joder como echaba a veces de menos la prisión, aquel mundo era mas seguro que todo este caos. La vida era mas sencilla alli, apuñalabas a alguna sudamericana y ya te ganabas el respeto del resto, sobornabas a algún guardia y vivías como una reina, su mente seguía soñando mientras recorría las calles con sus recientes amigos.

En menudo lio estaban todo por querer llegar a ese maldito helicóptero. Amartillo su arma y descargo el subfusil con furia sobre el ultimo zombie que veia por la calle, este salto impulsado por fuerza hacia atrás por los impacto quedando reventado en el suelo.

Vamos muere cabron grito efurica por unos segunos hasta que vio como aparecia otro grupo mas numeroso de zombies.

Joder mierda de vida grito en alto Tenemos que salir de aqui ya!!!

Lea recuperó el aliento y aferró con más fuerza el fusil de asalto, como si fuera un talismán o un escudo tras el que refugiarse a su alrededor empezaron a tronar los disparos mientras los zombies alrededor iban cayendo. Sin embargo, no lo hacían con la suficiente rapidez. Por el contrario, atraidos por el ruido, cada vez aparecían más y más no muertos por las esquinas.

Lea se tapó los oidos con las dos manos por el estruendo producido por el arma de Ricky - ¡DEJAD DE DISPARAR! ¡DEJAD DE DISPARAR! - gritó - ¡ASÍ SÓLO VENDRÁN MÁS! - siguió gritando con las orejas tapadas y los ojos cerrados. Cuando dejo de oir los disparos de Ricky entreabrió los ojos y le miró. El policía le devolvió una mirada entre sorprendida y disgustada.

Lea no pudo evitar sonrojarse entre avergonzada y furiosa. Puede que sólo fuera una muchacha asustada pero sabía que tenía razón. Ante la severa mirada de Ricky empuñó su propio fusil, provisto con un silenciador que Dios sabe de donde provenía y apuntó al no muerto más cercano. Intentó mantener la calma y apretó el gatillo. Una vez más, el fusil, dispuesto en fuego automático le golpeó el hombro repetidas veces y no pudo evitar tambalearse hacia atrás. Esta vez sin embargo, las primeras balas debían haber estado bien dirigidas pues reventaron el cuerpo y la cabeza del zombi.

Miro a aquella chica perder al compostura y gritar peor que una diva primeriza. Como tu digas chica, pero por dios cállate que gritas más que nuestras armas. Guardo la pistola en el cinto, y desenfundo la Katana. Vaya, que hermosos recuerdos. La agito un poco y avanzo con toda calma hacia el "China Dragon", al ver a la rubia derribar sus zombies.

-Guapa- digo guiñandole el ojo. -Cubreme, buscare la salida.

Los zombis estaban cada vez más cerca de Lea y esto pareció colmar el vaso de los nervios de Lea. Apretó el gatillo del fusil a fondo. Pensándolo después tuvo la suerte de que éste estuviera con el selector en semiautomático, si no, se hubiera quedado sin balas en un santiamén. Los proyectiles salieron despedidos mientras Lea corría hacia atrás sin siquiera ver si daba en el blanco. Corrió junto a Eva y se colocó a su espalda, sólo entonces se dió la vuelta y pudo ver como el más cercano de los zombis temblequeaba en el suelo espasmódico mientras otro, más alejado y vestido con lo que parecía un vestido de superman de una tienda de 99c avanzaba arrastrando los pies.