Partida Rol por web

Todos aparecen en otra dimención.  Se encuentran todos en una especie de cubo  de energia que bloquea sus poderes mutantes (1).  Se dan cuenta inmediatamente que dentro del cubo que   parece estar  suspendido por   algunos metales  a una altura de unos 150 metros por encima de una especie de  arena enorme  de origen desconocido, lo que más se le parece es una cancha de futbol.

Al rededor de la arena hay una gradas donde se ven sentados  seres de aspecto diverso, pero lo que  más preocupa es que entre ellos se pueden ver formaciones de energia de seres que parecen humanos, sentados viendo el expectaculo.

En una esquina hay un ser que parece una babosa gigante  con un traje  que le soporta con varias paticas, y una cola robotica como de Scorpion.

A su lado hay un hombre  de pelo  largo   y ropas limpias que les mira al igual que la grotesca   figura.

OHHHHHH  BIENVENIDOS MIS  NUEVOS ACTORES

La criatura dice eso y del público en las gradas se escucha un gran aplauso...

He escuchado sus aventuras, sus poderes, sus capacidades, y   VEO POTENCIAL.....

Mis patrocinadores estan encantados, merchandising se  venderá como  pan caliente....

Espero esten cómodos,   trabajen para mi y no los mataré... o posiblemente sí, una muerte en la pantalla   da mucha buena atención....ayuda al Raiting.

Una risa  gangosa suena de él.

El hombre al lado de él les mira y dice.

Mi enorme podredumbre,  mi señor, espero que le sean útiles estos sujetos, son de una raza inferior, pero tienen  el potencial que necesitan sus deformes manos.

El sujeto parecia  tratar en palabras mal a su amo, pero tratar de complacerle.

No solo el potencial-  dice de manera cruel- si no hacen lo que les digo mataré a los humanos de su ciudad, poco a poco lograré más Raiting global de la tierra,  mucha atención, muy buenos programas, muy buenas ideas...

Sobrevolando por la enorme arena había una especie de vehículo con una pantalla movil con este símbolo.

-¡¿Pero qué dice el Jabba the Hutt este?! –Golpeé y pateé el muro de energía, varias veces, con rabia, sin conseguir nada aparte de un dolor punzante en los nudillos.

Me notaba rara. Esa habitual energía, esa sensación eléctrica imperceptible pero ya asumida como una constante en mi cuerpo, debajo de mi piel, no la sentía. Le di una patada una vez más a la pared. ¿Y toda esa gente…esos seres…? Parecía un estadio, era un estadio, ¿qué diablos? Miré a mis compañeros, perpleja –Ya nos tiene donde quería.

¿Menflix? Me alteré todavía más y regresé la vista de nuevo hacia el gusano gordo y su secuaz. O le gustaba que lo trataran así, o no le importaba en absoluto- ¡Eh, podredumbre! ¡Medio cuerpo! ¡¡Vas a ver por dónde te meto tus deformes manos de cucaracha apestosa!!

En cuanto Scott despertó tuvo presente que estaban en problemas. No notaba el peculiar cosquilleo en sus ojos que denotaban el poder que surgía de ellos. Y eso nunca era buena señal.
Cuando se fijó donde estaba empezó a recordar cómo les habían capturado, y eso le molestó. Casi más que el hecho de ver donde se encontraban.

Nos ha pillado como a unos aficionados. Vamos a tener que ampliar las sesiones en la Sala de Peligro. Cuando salgamos de aquí.

Miró a su alrededor para asegurarse de que estaban todos allí, en especial preocupado por Jean. Y suspiró aliviado cuando comprobó que estaban vivos.

Encerrados, pero con vida. No será la primera vez que le demos una sorpresa a nuestro captor.

Todavía tenían que averiguar cómo escapar, pero lo que estaba viendo no le gustaba en absoluto. Parecía como si fueran algún tipo de estrellas de televisión. De una manera retorcida. Aunque no por ello la gente en New York estaba menos en peligro.

Asintió a las palabras de Rogue.

Muy bien. Ya nos tienes. ¿Ahora qué? ¿Qué quieres de nosotros?

En esos momentos hubiera deseado revolear a Rogue por los aires así se convierte en pared, es tan bocazas que no permite planear con astucia. Va al ruedo y ahora estamos en la bendita caja de la locura. 

Atenta a todo, con mi cielo fruncido a sabiendas que ahora somos juguetes de este ser horrible. - Vaya... ¿Cuando comienza el show?- pregunto con cierto sarcasmo, a sabiendas de que será difícil el utilizar los poderes, ya de por sí no percibo nada. La mente en blanco total, y da tanta bronca... Esto sucede por ser impulsivo, si al menos se usara un poco la mente. 

Cabreada por dentro, siendo un fuego interior que me consume de la ira, no digo más nada. Espero los movimientos de todos, confío ahora mismo mi alma a Lobezno, es quien más probabilidades tiene de marcar la diferencia aquí. 

No entendía qué había pasado. Acabábamos de llegar al lugar con los contenedores, Jean y yo buscábamos cualquier tipo de indicio de enemigos mientras los otros buscaban accesos y de pronto, allí estábamos, en la trampa en la que no queríamos estar.

Al momento de incorporarme, mi mirada se desvió hacia Jean, que parecía estar levantándose sin problemas. Después de eso hice lo propio con Rogue, Rondador y Cíclope. Y por último, miré a mi alrededor, viendo por primera vez dónde estábamos.

Escuchaba las palabras de la... cosa esa, mientras sentía como algo dentro de mí no iba bien. Me sentía extraño... diferente aunque no entendía muy bien el por qué. Me limité a moverme de lado a lado, nervioso y con la mirada fija en aquella cosa. Aumentando la ira y resoplando más fuerte a cada palabra que soltaba.

Rogue increpaba, pero apenas la prestaba atención. Sin embargo, a las palabras de Cíclope no pude evitar responder. - Somos sus monos de feria. Todos esos han venido a ver cómo nos matamos. - dije señalando a la gente sentada en las gradas.

Aún no había salido de mi sorpresa tras encontrar aquel papel cuando todo cambió. Y antes de que pudiera hacer nada estábamos en otro lugar. Uno que parecía estar muy, muy lejos de casa... Y no hablaba sólo de distancia física.

De inmediato traté de teleportarme adonde estaba aquella cosa, por llamarlo de alguna forma. No parecía que en el cara a cara fuera tan temible. Pero al ver que no funcionaba miré a los otros, confundido. Por si acaso, lo intenté una vez más, y pronto entendí lo que pasaba.

—Supongo que ahora sí echarás de menos a Gambito —le dije a Pícara, buscando el humor incluso en momentos como ese.

Después miré a la criatura.

—Bueno, ya nos tienes donde querías —le dije—. Colaboraremos, pero suelta a la gente  de Nueva York.

Mojo a quien nunca habían visto o enfrentado los mira como si le divirtiera mientras se mueve ayudado por las patas mecánicas.

El alto sarcasmo de Mojo hace que mire al líder de los X-Men y diga:

-¿Que qué quiero de vosotros?… JA , ¿acaso no es obvio?, si acaban de ser contratados como muchos otros.

En ese momento ven como de una puerta inferior un grupo de seres alienígenas halan una especie de jaula enorme, dentro de ella pueden ver atados varios hombres y mujeres alienigenas, que encerrados en sus jaulas miran a Mojo con miedo.

La enorme babosa parlante les ignora y contesta el señalamiento de uno de ustedes.

- ¿Monos de Feria? - señala a Wolverine- Me gusta, podría contratarte como guionista luego, es tan difícil tener gente competente en la industria hoy en día, afortunadamente cuento con ayuda necesaria, si sigues diciendo esos comentarios te ganarás puntos para un ascenso, aunque en estos momentos tengo ayuda.

En ese momento se abre una especie de cortina y todos pueden ver un humano de unos aproximados 56 años sentado como dormido en una silla.

Todos reconocen al director y guionista de TV Julius Taylor que había estado desaparecido por días. El hombre no se veía bien, estaba pálido y con las ropas desorganizadas.

- Taylor ha sido de maravillosa ayuda, aunque todas las ideas son MIAS, él me ayudado adecuar la programación a los gustos humanos.

Mojo lanza un rayó psíquico al hombre que se levanta y como un autómata dice:

- Vamos a Comenzar a grabar, ¿los actores ya están Listos?

Mojo complacido dice con alto sarcasmo:

-Primero las presentaciones

Toma un micrófono y dice:

Señores y señoras, niños y niñas, personas de la ciudad de Nueva York, les presento a los X Men

(Aplausos del publico)

Tenemos a Cyclops que puede matar literalmente con una mirada,

Rogue una mujer hermosa a la cual nunca le han dado un beso,

Nightcrawler, un demonio azul que cree en Dios,

Jean Grey una mujer que controla el poder de la mente pero no es capaz de poner en orden sus pensamientos.

Y Wolverine un hombre con garras mortales pero con un corazón debil

(muchos más aplausos)

COMENZAMOS....Hagan silencio en el set.

Grita  como sí dirigiera.

Una gran batalla por el trono esta por comenzar, pero todo tendrá un final inesperado.

Escena 1- grabación 1

Y justo en ese momento todos ustedes se tele transportan a otro sitio. Inmediatamente notan que pueden usar nuevamente sus poderes mutantes.

Todos están en una gran valle, en un sitio un poco más elevado de los demás, hay un castillo, y dos ejercitos de distinto color de armadura que corren uno frente al otro para enfrentarse, en el poblado los habitantes gritan y corren aterrorizados.

Estan un poco confundidos, ¿qué sitio es este?, ¿qué ocurre?

Lo cierto es que ustedes estan en medio de una batalla medieval de repente.

Ciclope no sabía qué era pero. Si estar allí atrapados sin poderes, o que les obligasen a pelear entre ellos. Claro que la cosa se fue aclarando después, o casi.
Y antes de que pudiera volver a decir nada desaparecieron de nuevo. Y no para llegar a un sitio mejor la verdad.

¿Pero qué demonios? Esto empieza a ser surrealista. Además, prefiero los libros.

No sabía si eran ilusiones, robots o gente los dos ejercitos que se les venían encima, pero seguro que era mejor no estar en medio cuando llegaran. Al menos había recuperado sus poderes. Miró a Jean y cuando vió como se levantaba se dirigió a todos.

Gente. Movamonos hasta el poblado, iré haciendo hueco.

Abriendo su visor hasta los extremos, Cíclope disparó un amplio rayo en abanico mientras se movía en dirección al poblado. No era letal, ni mucho menos, pero empujaría a los soldados como un ariete y los apartaría para poder pasar.

Ya alucinando en colores, esto sigue fastidiando lo suficiente mientras escucho las palabras de la babosa amarilla. No tengo necesidad de responder, sólo deseo hacerlo añicos cuando recupere mis poderes ya que esto excede cualquier límite. Tanto que me enerva la manipulación que está ejerciendo sobre Taylor. Así que mientras el escenario se cambia, una fuerte sensación se percibe en mi cuerpo cuando finalmente siento que he recuperado los poderes. 

Estamos en un típico escenario de batalla, aquellos que sólo se leen en libros y son aburridos. Pero aquí se siente la adrenalina, esa sensación que te impulsa a hacer de todo. El primero en actuar claramente es mi novio, es el líder y quien suele tener mejores ideas, ambos nos complementamos en ello. Por mi parte decido otra opción ya que estos grupos tienen sus propios líderes, así que intento manipular su mente. 

- Intentaré que respondan a mi, controlarlos. -  indico cuando es Cíclope quien abre paso. 

-Hermano, No tengo tiempo ni ganas de pensar en ese sinvergüenza y sus secretos.- Respondí a Rondador momentos antes del salto.

Otro viaje gratis. Sacudí la cabeza, aturdida. El gusano gigante nos usaba de marionetas, de aquí para allá. Debíamos anular ese poder, esa tecnología, lo que fuese. Aunque ahora el inmediato peligro era esos dos ejércitos que se nos venían encima, formando un sabroso sándwich con nosotros como ingredientes principales.

Me quedé unos segundos paralizada observando la situación, el terreno, la aldea, la clase de guerreros que formaban esas dos huestes. Al menos los poderes regresaron, cerré y apreté los puños con un rictus en mi cara de aprensión. Miré a jean, inmersa en sus manipulaciones mentales.

-¿Puedes saber si esto es real o una ficción? –Luego, cuando Cíclope barrió la zona, decidí elevarme y de esa manera tener una mejor visión del lugar y la escena. Tendí una mano a mi compañera –Ven, salgamos de aquí.-Le propongo. Esperaré a su control que menciona antes de iniciar el vuelo.

Rondador podía trasladarse. Y los otros dos compis se abrirían paso fácilmente.  

Al llegar a ese nuevo escenario me sentí desorientado. Miré alrededor. No sabía lo que se suponía que teníamos que hacer para nuestro secuestrador, y tampoco lo que deberíamos hacer, lo que era correcto. Parecían dos ejércitos a punto de enzarzarse en una batalla... ¿Y qué íbamos, a estar en medio? ¿Qué esperaba que hiciéramos? Ni siquiera tenía claro que aquello fuese real.

Sin embargo, hubo algo que sí me tomé como una certeza. Si había alguien a quien ayudar, probablemente fuese la gente que corría y gritaba aterrorizada. Me teleporté directamente a esa zona, y en cuanto pude me acerqué a uno de ellos. Era consciente de que con mi aspecto quizá huyesen de mí más que de los ejércitos... Pero debía intentarlo.

—¿Qué está pasando? —le pregunté—. ¿Quiénes son, y qué quieren? ¿Adónde huis?

No entendía lo que ocurría, y aparecer de pronto en medio de una guerra medieval no ayudaba precisamente.

Una turba, un ejército se enfrentaba a otro. Dos huestes se acercaban la una a la otra y nosotros en medio. Daba igual quiénes eran, no moriríamos en el juego de ese gusano.

Lo que sí fue un alivio fue dejar de notar aquel cosquilleo extraño que al parecer hacía que los poderes mutantes desaparecieran. Las garras salieron al momento.

- ¡Rondador! - grité a pleno pulmón. - ¡Saca a Jean de aquí!, ¡Sácalos a todos!, ¡No podemos quedarnos en medio de todo esto!

Nada más terminar de gritar, observé los estandartes de los ejércitos. Ninguno me sonaba, por lo que poco importaba quién fuera el primero. No moriremos aquí. No caeremos sin luchar, aunque ese sea el espectáculo que quiere ese gusano.

Sin más, me lancé hacia el ejército más próximo a mí. El objetivo era claro, atacar al primero que pudiera por proximidad.