El Militar os conduce a través de las cocinas, pasáis por encima de varios cadáveres a los que han abatido con disparos a la cabeza, tras varios giros a izquierda llegáis a una estancia con una puerta que parece blindada, al entrar véis los pedazos de carne descongelándose - se ha debido ir la luz pensáis - y comprendéis que se trata de la cámara frigorífica. Justo en el centro de la cámara, se ha hecho hueco tirando pedazos de carne que yacen destartalados por el suelo y en su lugar se ha puesto una escalera de plástico que se eleva hasta el techo. Subiendo por la escalera por fin llegáis a la azotea, allí está un Helicóptero Tigre del ejército español esperandoos.
En su interior, los dos pilotos y en la azotea el soldado que vistéis que venía con el Cabo, no hay ni rastro del resto de militares, el soldado os saluda y mira con desconfianza la camisa ensangrentada de Miguel.
Al llegar a su altura el Cabo da las órdenes pertinentes al soldado para que prepare todo lo acordado para Miguel, mientras os asomáis desde la azotea
El aparcamiento está completamente infestado y rodeado de podridos, véis como muchos avanzan hacia las puertas de entrada con ese paso tan característico suyo.
Una vez Miguel recibe dos pistolas , diez cargadores y raciones para una semana el Cabo se despide de Miguel y se adentra en el Tigre mientras llama por el Walkie.
Presionando el botón - Aquí Ramírez, ¿ Alguien me escucha ? ¡ Alguien me recibe joder ! - lanza el walkie talkie contra el suelo de la azotea rompiéndolo en cientos de pedazos - ¡ me cago en la puta ! - parece que no queda ningún militar más con vida. Se dirige entonces el cabo a los pilotos -Encended los motores, ¡ nos piramos de aquí ! diez hombres perdidos para encontrar a ese mamarracho para que gobierne lo que queda de España...- entonces entendéis lo de gaviota, esos militares estaban allí buscando a Mariano Rajoy!
Fin de la Partida y de la escena.