Margaret ve a más gente en la calle. Por lo general, eso sería algo habitual, pero en ese momento, tras esa noche, es como si viera un mantantial de agua limpia en el desierto. Casi una salvación. Golpea los cristales, intentado llamar su atención, pero sirve de poco, no la oyen. "Evidentemente, Margaret..." se dice a sí misma. Desde semejante altura y tras cristales blindados es difícil que nadie oiga nada. Casi ignorando el guardia muerto o los posibles atacantes del laboratorio, la dra. Müller sale corriendo del despacho, y se dirige a las escaleras, para llegar a la calle lo antes posible. Parece que, al final, todo a sido un susto... Una tontería suya, como casi siempre... Una montaña de un grano de arena. Pero aún así, no se sentirá del todo segura hasta tener a otra gente con la que poder hablar.
Perdona, se me fue la pelota, he tenido un último par de días algo heavies, con todo el mundo vomitando en casa. Pero ya toy.
Sales a la calle a toda prisa, el edificio esta casi completamente destrozado por dentro, encuentras más cadaveres pero evitas mirar. En tu mente solo hay un objetivo: salir ahi fuera.
CAMBIO DE ESCENA > Accidente de tráfico en el Cementerio Holy Cross