Partida Rol por web

Los dos autobuses están cerrados pero hay un pequeño cuarto en un lateral. Dentro hay un tablón con las llaves colgando en él. Te haces con el llavero agradeciendo a quien sea la suerte que estás teniendo. Cuando te diriges hacia uno de los vehículos aparece desde la parte de atrás el guardia que debía de estar ahí convertido en uno de esos monstruos. Nada más verte, grita una serie de incoherencias y se lanza sobre ti velozmente. Maldices para ti pensando que te ha tocado vivir una peli de zombies de los rápidos en vez de una de George Romero.

Sin plantearme técnicas ni vacilar uns egundo levanto la escopeta a la altura de los ojos y disparo al zombie lo que haga falta hasta que deje de moverse. Si por casualidad fallo y el zombie llega hasta mi, le golpeo con la culata de la escopeta para alejarlo, y lo remato en el suelo.

Una vez que todo pase, me subo en uno de los vehiculos, compruebo que esté vacío, lo cierro y me largo hacia la ciudad más cercana para aprovisionarme 

El primer disparo acierta en el pecho del zombie ralentizando su carrera, cargas con rapidez y disparas de nuevo esparciendo sus sesos por todas partes. Después de eliminar el problema subes a uno de los autobuses comprobando que el depósito está a tres cuartos de su capacidad. Enciendes el motor y sales al patio. La puerta de la prisión está cerrada y no tienes ganas ni tiempo de bajarte a hallar la forma de abrirla, así que pisas el acelerador y atraviesas la doble puerta enrejada y sales a la carretera comarcal rumbo a Providence.