El goblin adopta un aire condescendiente al aconsejarles: Los mensajes... escribidlos más largos. No sólo demuestra interés; también aprovecha las posiblidades del rol por web. Si no os vais a esforzar, para eso os vais a una partida de chat.
El goblin apunta algo en su libreta.
Bien, ya está. Ahora una guía rápida para viajar por Umbría Island. Si veis un goblin con un cartel, es un enlace. Sólo tenéis que tocarle para que os lleve a donde indica el cartel. Qué más. Ah, sí, los tutoriales son el dado de ocho de arriba. Señala al cielo nocturno de Umbría, donde levitan, alineados mágicamente, varios astros con forma de dados. Son muy sabios.
Más, más... Los foros. Cuidado con sin clasificar; es el único lugar de la isla en el que desvirtuar no está prohibido. Y... ¿Veis esos cuervos que vuelan en círculos? Son los administradores. La mano derecha de Chemo. Ah, bueno, Chemo es un espantapájaros con sombrero picudo que creó de la nada este lugar. Y bueno, luego están los capataces. Son como orcos enormes y rojos que nos mantienen... en nuestro sitio -Un escalofrío recorre su espalda. Y no recuerdo la última vez que les pagaron sus remolachas... Dice para sí, intranquilo. Para buscar partidas, id a ese barrio; el buscador de partidas, o a la calle "Partidas", en el foro, o al corcho de la puerta principal, donde encontraréis las últimas partidas, como en vuestra ficha de usuario...
¡Ah, sí, se me olvidaba! -Saca unos cuadernos de debajo del mostrador. Estas son vuestras fichas de usuario. En cada página aparece una cosa; en la primera las novedades, en la segunda los mensajes, en la tercera las partidas... Deja de hojear, bastante aburrido, y se los pasa. Lo primero que veréis serán las normas; se autodestruirán una vez las hayáis visto pero podréis recurrir a ellas en otros momentos.
¿Alguna duda?
Lonik, cada tres dias maximo en esta partida, independientemente de mi. Ya lo dije en la escena 'Como puedes entrar', pero parece que no hay muchas ganas, ¿No?
Por regla general, a parte, en todas las partidas hay que postear siempre que el master narra un suceso.
Pero bueno, como parece que hay algunos sin intencion de seguir vamos a agilizar.
Lonik se ha quedado alucinado. Un regalo ha llovido del cielo, pero en lugar de alegrarse, la piel blanca de su rostro se ha puesta roja como un pimiento. De hecho el regalo permanece intacto encima de sus rodillas. Prácticamente no lo ha visto.
No debí tocar ese botón. Ahora todos pensarán que soy un manazas, que no escucha las explicaciones del master, impulsivo y sin remedio. ¡¡No me van a aceptar en otros grupos!!
Desde que cayó aquel regalo, Lonik ha estado inmóvil, escuchando las siguientes explicaciones del goblin. No se ha atrevido casi ni a mirarlo. Desde entonces, se concentró en mantener la mirada fija en los ojos del duende verde. Mientras el Master no le diga si puede abrirlo o no, Lonik no hará ademán de querer abrirlo. Además, tiene la sensación de que algunos compañeros del grupo le miran raro. Quizás no es así, quizás es sólo una obsesión, pero está claro que saltarse las normas y además recibir un premio por ello, no va a aumentar mucho su popularidad.
Acabas de llegar y ya estás "haciendo amigos", muy bien, Lonik, se dijo irónicamente. Prefirió concentrarse en el enano verde. La verdad es que le está cayendo gordo, el globin este.
Es un chulillo, se cree muy experimentado, pero parece que siempre ha estado encerrado en esta isla, atado a un trabajo que no le gusta. Es peor que un funcionario.
Pero rápidamente se da cuenta de que tiene que intervenir. Hay otros compañeros del grupo que ni siquiera han abierto la boca desde que llegaron. Lonik quiere mantener un equilibrio entre el exceso de intervenciones y la escasez comunicativa. Es como cuando quiso trabajar para aquel campesino, que ofrecía 20 monedas de oro a aquel que le limpiara el camino de zorros y otras alimañas. Aquel día, había al menos 10 aspirantes en casa del campesino. Todos ellos querían el trabajo. Nadie podía saber quién iba a ser el elegido, pero Lonik intuía que aquel que no dejaba de hablar, le estaba cayendo gordo al campesino, y que aquellos 4 o 5 jornaleros que no habían abierto la boca y miraban al techo como buscando telarañas, tenían aún menos posibilidades. Al final, el campesino se decidió por un chaval esmirriado, que parecía muy dispuesto a trabajar, pero lo suficientemente tonto como para dejarse engañar por su empleador. Aquello fue una decepción para Lonik. Tenía 16 primaveras. Fue entonces cuando pensó que mejor se dedicaba a espantar zorros en otras latitudes.
Tengo una duda. Has hablado de la ficha de personaje. Como dices, veo que hay un botón de "partidas". Pero a mi me aparece en blanco, tanto las del apartado "en juego" como las que están "en pausa" y "finalizadas". Cada vez que quiero entrar en la partida tengo que ir al buscador de partidas. ¿Es normal?
La verdad es que la pregunta suena más estúpida cuando la pronuncias que cuando la piensas, pensó.
Tras pensar cabizbajo todo lo que le había llevado hasta aquí mientras el diminuto bicho hablaba, Logan, levanta la cabeza. Su frente perlada por el sudor, le fuerza a tomar una expresión un tanto tosca para evitar que una gota le entre en el ojo, esto no hace más que acentuar su enfado y la frustración que ya siente por no estar en su precioso yate rumbo a Jamaica, por lo que decide tomar la palabra.
Si, si, si.... todo eso que dices está muy bien, pero la verdad es que mi intención no es permanecer aquí demasiado tiempo ¿sabes? y mucho menos seguir escuchando las estúpidas quejas de un proyecto de tortuga ninja con mala hostia, mientras habla de la isla en que trabaja de chupatintas, así que, ingenioso... ¿goblin dijiste?. ¿Por qué no vas al grano y nos dices de una vez que quieres de nosotros? Aún tengo un yate por reparar y tooooodo un mundo por explorar.
Cuando Logan acaba de hablar, ya está caminando y dándole la espalda al goblin, se dirige a la base de una palmera buscando algo de sombra en aquel tórrido lugar
Tché.... lo que me faltaba, ser el segurata de una isla habitada por bicho verdes cascarrabias...
Refunfuña mientras se sienta.
Por cierto, yo voy narrando todo el rato como si nos encontráramos en una playa con una mesa en medio y detrás de ella el goblin jejejee. No nos dijiste si era un despacho, un salón.... y como es Umbria Island... pa mi es arena ^
Os rerecuerdo que teneis que postear todos cada post mio. Si estais muy liados lo comprendo, pero solo si me lo decis.
Entonces hablo en primera persona¿? lo estaba haciendo en tercera... explicando lo que hacia el tipo, pero lo haré en primera, sin problema, sorry
Tras unos días fuera, RaGmOuTh vuelve de su letargo, - Qué ha pasado...¿? Dónde estoy....¿? - vosteza, se acerca al goblin y le pide disculpas por su profundo sueño, - Le pido disculpas por quedarme dormido... suele pasarme a veces. - Hace un gesto con la cara, una mueca con la boca como de disconformidad con su propia actitud...
- Tutoriales, dados, cielo... perfecto!! Ya he leído unos cuantos, los terminaré todos!! - Hace un gesto torpe con la mano llevándosela a la frente, parecido a un saludo militar.
Viendo que la gente se amontona tras ellos, el goblin deja de aconsejarles.
Bueno, pasad, pasad, que no tenemos todo el día.
Les abre la compuerta, y con ella la posibilidad de explorar Umbría Island a sus anchas. Las gentes son de lo más diverso imaginable: Las hay con pintas de vampiro renacentista, de mago chiflado, de jedai, de robot, de princesa... Y de variopintas mezclas de todo en general. Pero también hay personas perfectamente normales que llegan tarde al trabajo y no parecen darse cuenta de todo lo que les rodea.
Y los edificios son dignos reflejos de aquellas gentes. Los hay de todas las épocas pasadas y futuras y de todas las ficciones jamás inventadas.
Un gobin corre frenético portando sobre su espalda combada un Mensaje Personal esculpido en piedra de tamaño descomunal. El porqué de ese formato no está muy claro para aquellos novatos.
Me pregunto por qué, habiendo visto todos mi anterior mensaje (salvo quienes no estan jugando), ninguno halla contestado. Si esperais algo de mi, lanzaos! no es algo que sepa adivinar. Si esperais a los demas, mereceis una mirada fulminante.
Pronto, si o si, hare avanzar la cosa, pero no incluire en la siguiente escena a quienes no hagan acto de presencia mientras tanto.
Un goblin se pasea con una pancarta algo extraña, escrutando el censo y agitándola como un poseso, tratando de captar la atención de alguien, al parecer. En la pancarta pone, en letras azules y negritas: ¿ERES NUEVO? Esta partida está hecha para ti. Debajo, entre paréntesis y en letra normal, el mensaje es "toca este enlace".
Los novatos se adelantan hacia aquel individuo verdoso, tal vez sólo para preguntarle, pero él les agarra espontáneamente con una fuerza insospechada y empieza a correr. ¡Correr! Eso es decir poco. Sus frenéticos pasos dejan huellas de chamusquina en los adoquines, y más de una vez se eleva como un coche de fórmula uno sin alerones, eso sí, sin dejar de mover las piernas como el engranaje de una batidora. Atraviesa muros, interrumpiendo partidas, hilos, reseñas... parece que lo único que no puede atravesar son las partidas de más de dieciocho años. Y aún tiene tiempo, mientras tanto, de sermonear a los recientes umbrianos. Esquestabaistardandomucho,ypájaronecesitanovatosyayayayamismito,yyotengoqueaudarleporquepaesomepaga...
Cuando el goblin abrió la compuerta (¿había una compuerta antes?), Lonik se quedó paralizado. Lo que vio detrás de ella, le dejó perplejo. Todos aquellos edificios, todas aquellas gentes, todo aquello le abrumaba porque estaba más acostumbrado a recorrer selvas frondosas que pavimentadas calles. En todo caso, estaba claro que el objetivo de su viaje se estaba acercando. Aquel goblin parecía ahora más dispuesto a enseñarles todo aquello que le prometieron cuando se embarcó en el viaje a Umbria Island. Y ahora, cuando más se acercaba el momento crucial, Lonik estaba paralizado. Una misteriosa fuerza le impedía mover las piernas o abrir la boca. Pero Lonik ya conocía esa sensación: era el miedo el que le bloqueaba, el miedo a tomar el camino equivocado o a pararse en la fonda indebida.
Pero, ¡basta ya! Si he llegado hasta aquí, puedo llegar aún más allá, se dijo. Y entonces, avanzó hacia la compuerta, la cruzó, y dirigió su paciente mirada hacia el nuevo goblin que había llegado apresurado con aquella enorme piedra. Al comprobar que desde hacía un rato nadie parecía dispuesto a romper el hielo, Lonik, con la voz firme y calmada, con la actitud del noble caballero que había sido en tiempos pasados, se dirigió al nuevo goblin:
- Tranquilo, goblin. Que el que viene con prisa, buenas noticias ha de traer. Dínos a quien se dirige ese extraño mensaje. ¿Es para alguno de nosotros? ¿Es para el máster?
Poco interesaba la respuesta. Lo importante era que Lonik había demostrado iniciativa, y que por encima de todo, volvía a ser el de antes.
Siento el retraso. En realidad, escribí un mensaje hace tiempo, al poco de que se publicara el último mensaje del máster. El problema fue que, por alguna razón, mi mensaje salió publicado dos veces, repetido. Entonces, borré una de las copias, pero me acabo de dar cuenta de que se borraron las dos. Es una pena, porque el otro texto me había quedado un poco mejor, creo. Pero bueno, lo dicho, siento la torpeza.
Un saludoo
Tras las palabras del goblin, RaGmOuTh sientio inquietud por ver que se mostraria tras la compuerta.
Una vez abierta, se adentro cuidadosamente.
- Gracias! - Responde al goblin tras atravesar el portico. -
RaGmOuTh observa las cupulas de los edificios... sus puertas, sus fachadas. Con gran asombro observa a lo mas variado de sus gentes.
Justo cuando se disponia a avanzar para entablar conversacion y saber mas de este gran lugar, un goblin perturba su asombro.
- Hola! Que tal...¿? Por que viene corriendo...¿? - Pregunta timidamente a la vez que se aparta de la trayectoria del goblin. A su vez, observa una gran piedra a la espalda de este, la cual lleva grabada una rara inscripcion. Agudiza la vista para intentar ver que es.
Ya he esperado demasiado, pero siendo dos no podeis seguir. Lo siento mucho. Esperaré todavía, pero si no hay más respuesta la escena quedará paralizada hasta que arregle traer refuerzos, y estáis en vuestro derecho de abandonar ahora.
Yo por mi, sigo. No me importa esperar.
Os dejo que os acordeis de mi de malas maneras..... Me he cambiado de piso y los de telefonica aún no aparecen.... y donde vivo el mero hecho de preguntar por un ciber es ridiculo jajajaja. Estoy a espensas de que hagan algo. Teneis todo el derecho a echarme de la partida. Lo siento, pero no puedo hacer nada. En cuanto tenga internet me meto y continuo.