Partida Rol por web

Bueeeno... vamos a seguir rememorando... a ver si al final consigo que recuerdes por qué te caigo bien xDD

Una piedra golpea la ventana. Es noviembre de 2006, los dos tienen 12 años. Genie abre la ventana de su casa, justo para ver como el chico saluda desde debajo. No era demasiado infrecuente que uno se colase a la habitación del otro o viceversa, pero él le hace señales de que baje.

Ya está anocheciendo, pero todavía hay algo de luz por la calle. No es la hora más normal para salir de casa, sobre todo en gente de su edad, pero como los padres de G siempre han confiado en él, y bueno, los tíos de Robert para variar no están en la ciudad, se puede hacer una excepción por un día. Además, ya se sabe como funcionan las cosas, y prácticamente toda la familia de la chica estaba al tanto de lo que iba a pasar esa noche.

Hablan como si nada. Él va vestido de traje, pero eso no es nada extraño. Muchas veces le hacían ponerse de traje por cualquier chorrada. Todo hombre elegante siempre debe ir de traje. Por lo menos no le hacían ponerse corbata...

La lleva hasta un parque pequeño, de barriada. A ese parque va la gente a correr, pasear los perros... está concurrido, pero aún así se puede liberar uno del estrés de la ciudad. Genie sabe de antemano por qué la lleva allí. Desde que empezó a correr por las mañanas, para intentar ser aceptado en el equipo de baloncesto, siempre pasaba por delante, y paraba allí un rato. Le había contado de ese lugar.

-Quería preguntarte... - dice cuando se han sentado ambos. - Dentro de poco es el baile del colegio ¿sabes? Y...

Poniendo los ojos en blanco, porque ya iba descalza y con ganas de tirarse en la cama a escuchar música, la chica asiente a Robert, calzándose sus botas negras y saltando por el árbol que hay junto a su ventana, el cual es ideal para salir y entrar por la ventana de su habitación, en el segundo piso, la joven desciende, sin importarle mucho el hecho de ir con vestido puesto que estaba acostumbrada a moverse así, y además llevaba medias debajo.

Saltando y simulando un final "olímpico", la chica ríe, divertida y sigue a su amigo hasta el parque, el cual mira con curiosidad.

Era chulo, aún no se había pasado por ahí, pero ahora sabía que el lugar era interesante...

Mira a Robert, en cuanto se sientan y ladea la cabeza:

-Sí, el estúpido baile... Menuda chorrada... Sólo sirve para... Bah, para nada...-pone morritos. No pensaba que nadie la "invitase" a ir, puesto que ya entonces, era clasificada entre las "raras", cosa que la había hecho cerrarse más y más con el resto de gente. Sólo hablaba con Robert, y con Noukky, quien era su otra amiga... Y últimamente se las había visto un poco raras a las dos... Por lo que ya casi que pasaba el rato con él..

-Pero bueno, ¿qué querías saber?-pregunta intrigada.

Sonríe. Había pensado mal en invitarla a ir. Obviamente ella no estaría interesada. Esa clase de eventos no eran para alguien así. En todo caso, en ningún momento pensó en invitarla. Ella nunca aceptaría. Pero sus tíos le convencieron. Le dijeron que no podía pasarse el día en casa sin hacer nada. Fue por lo que intentó meterse a baloncesto. Ya llevaba casi cinco años en Francia. Su francés era casi perfecto... y tarde o temprano tendría que hacer amigos.

-Siempre haciéndote la interesante... - se ríe un poco, y empuja suavemente a la chica en un gesto amistoso. Mira hacia arriba. Ya estaba anocheciendo, y empezaría a hacer frío. Se quita la chaqueta y se la da a la chica, con un gesto que expresaba como ella no tendría opción a negarse. Puede que fuese muy cabezota, pero él había aprendido de Genie, y si le daba la chaqueta, quisiera o no tendría que ponérsela.

-En todo caso... Yo tampoco iré. ¿Te hace un cine ese día?

Genie mira a Robert, y pone los ojos en blanco.

-Vaalee.. Graaacias...-dice cuando éste le obliga a ponerse la chaqueta.. Suspira leve y le mira: 

-¿Estás seguro de que no quieres ir? Sería una oportunidad fantástica para ti... Yo si fuera menos rara, o como tú, iría... De hecho... Creo que la gente te quiere ver ahí... Sólo que como vas conmigo... Pues... Eso... Es posible que sea mi culpa...-señala bajito.

-Robert... No hace falta que estés conmigo siempre, si no quieres... Ya sabes... A mí... A mí me gusta estar contigo... Pero... Pero me da miedo que luego te miren raro por ir conmigo...-Mira al suelo, evitando contestar lo del cine.

Por supuesto que le gustaría ir, es más, si le hubiese dicho de ir al baile con ella, le habría dicho que sí, aunque la hubiesen mirado mal los demás.

Hincha los mofletes, pensando qué decir a continuación, y girando otra vez la vista hacia él... La fuerte y salvaje Genie se había quedado sin palabras, y es más, se había casi deprimido un poco, lo cual era extremadamente raro en ella.

Robert mira raro a la chica. Obviamente ella podría ser popular, podría ser la más popular. Y había elegido no serlo. Ojalá todos tuviesen la misma opción que ella para elegir cómo ser. Pero, en todo caso, nadie la odiaba como ella pensaba. Y a él no le ignoraban por ello. Le ignoraban por que... bueno por que no era capaz de hablar con la gente como una persona normal, sin tartamudear y mirar al suelo.

La verdad es que ya se le estaba pasando. Con las chicas era imposible evitarlo, pero con los del equipo le iba bien, y si en último término le cogían para formar parte puede que aumentase la confianza en sí mismo.

-Mira, yo esa noche no puedo pasar por casa... Más que nada por que toda mi familia... - baja la mirada, con un gesto como de arrepentimiento, pero a la vez que no pudo hacer nada para evitarlo. - y creo que la mayor parte de la tuya creen que vamos a ir al baile juntos.

Genie lo sabía. Sabía que sus tíos siempre habían querido que el chico se relacionase más con la gente. Y que no se preocupase por que su situación familiar pudiese afectarle a la hora de hacer amigos.

-Así que lo dejo en tus manos. Si te decirdes y quieres ir al baile... iremos juntos. - sonríe. Es una sonrisa leve, con cierta picardía, cosciente que iba a dejar a la chica entre la espada y la pared. - Pero si no quieres... tendré que ir a buscarte a tu casa igual, y haremos otra cosa. Pero ni quiero ni la verdad... puedo dejarte sola esa noche. Así que te fastidias y la tendrás que pasar conmigo.

Entrecierra los ojos...

Estaba claro que le había dejado bastante poca elección...

Durante algunos segundos se queda en silencio, para luego ponerse de pie, y patear el suelo:

-¡Uaaarghh! ¡Está bien! ¡Iremos a ese estúpido baile! ¡Es más, iremos a ese estúpido baile y le pediré a mi abuela un estúpido vestido para la ocasión! ¡Y también me arreglaré, y no iré con pintas raras! ¡Joder!-añade despechada. Desde luego parecía un tema que le tocaba la fibra sensible.

Se gira a Robert, aún con los ojos entrecerrados:

-Y más vale que me recojas a tiempo... Bueno... Aunque vayamos en limusina...

Inspira y exhala aire, mientras se calma, y señala:

-Me piro. Tengo que empezar a arreglarme, aunque falte un día... O no podré quitarme mis pintas grunge de encima.. Hmpf...-Y poniendo morritos, le deja la chaqueta, y se va corriendo para trepar por su árbol y volver a su habitación...

Aunque pareciese enfadada, en realidad estaba emocionada, y bastante...

Nunca había hecho nada similar... Y bueno... Se sentía con un poco de vergüenza al respecto... Aunque no significase nada ir con Robert... Porque no significaba nada... ¿no?

No, seguro que no..

Con una mirada mitad de felicidad y mitad de satisfacción, ve a la chica subir hasta desaparecer en su habitación.

ahora... quieres rolear el baile, o hacemos / hago un resumen y pasamos a otro recuerdo?? xDD te pienso atormentar hasta que me quieras (como amigo) muajajaja xDDDDD

Suena el timbre. Robert no estaba muy acostumbrado a ese sonido. Aunque se llevaba muy bien con la familia de Genie, siempre prefirió llamarla para que saliese ella, o tirar piedras a su ventana antes que aparecer por la puerta. Se ahorraba momentos incómodos esperando en la entrada hasta que bajase la chica.

Pero ahora tendría que esperar, y tendría que hablar con la familia. Tendría que contarles sobre la limusina que había alquilado, pese a que estaba en contra de esas cosas. Si el instituto estaba a cinco minutos andando, ¿Por qué coger una limusina? Con lo que contaminan además. Todos iban a ir en limusina y él tenía que alquilar una.

Contarles sobre la cena que tenía preparada en el restaurante de moda de sushi de la ciudad. Odiaba el pescado crudo, y los restaurantes modernos. Siempre tenían que ir a ellos... y sobornar el maître para que les diese buenos sitios. Y de paso demostrar que tenían suficiente dinero, y por tanto clase, como para merecer comer allí.

Contarles sobre la hora a la que querían que trajese a la chica a casa. O puede que no. Sus tíos le habían dicho que volviese cuando creyese oportuno. Que los bailes del colegio son importantes. ¿Qué clase de figura paterna decía eso? Solo tenía doce años. Bueno, también era verdad, no iba a hacer nada raro un niño de doce años con su mejor amiga en el baile del colegio....

En todo caso, el chico espera, a la espera que su amiga baje las escaleras para por fin irse...