Partida de Aquelarre basada en el mito de la Serrana de la Vera cacereña
Aquelarre. IIIª Edición
Año de Nuestro Señor de 1341.
Corriendo más aprisa de lo que podíais por estar perseguidos por la Fraternita de la Vera Lucis (cualquiera sabe cuáles fueron vuetros pecados), llegáis a las tierras extremas más allá del Duero, (cruzando hacia el sur de este rio). Alcanzáis finalmente a un conjunto de valles con vegetación abundante, y os dais cuenta que, según la vista os alcanza, ningún hombre parece haber reclamdo esas tierras, no por yermas, sino por como perdidas, olvidadas, desprovistas de jurisdicción:
un escondite perfecto.
Pronto os internáis en los frondosos valles que se os presentan a vuestros ojos, pues ni la mano de Dios o del Diablo, pues la Vera es de ambas series, sería capaz de atravesar aquellas rutas perdidas. Vosotros sin embargo, sí.