Estoy desconcertado. Dudo, temo, pienso cosas extrañas, y yo mismo no me atrevo a confesarme a mi propia alma.
Drácula, Bram Stoker
Londres. Siglo XIX.
Niebla. Vapor. Oscuridad.
El reinado de la Reina Victoria, aunque fructífero en algunos aspectos, ha dejado también de manifiesto la cara más cruel de la sociedad londinense. Mientras unos pocos privilegiados disfrutan de una vida de lujos, excesos y opulencia, una gran parte de la poblacion se deja la piel día tras día en las fábricas que proliferan por todo el país. Otros, los menos afortunados, lidian diariamente con enfermedades y plagas y los más oscuros callejones de Londres están llenos de asesinos, timadores, prostitutas y gente de mal hacer.
Solo una frase, una única frase, parece resonar en los oídos de todos los londinenses, sin importar su riqueza, o su categoría social:
Memento Mori
Recuerda que morirás.
Una frase, en algunos casos, demasiado literal.
PARTIDA PRIVADA