Dia 3 Levcomagus- Silchester
No está muy frecuentado este camino, pero no obstante os cruzáis con campesinos y viajantes, que cabizbajos os saludan con temor y respeto.
No andáis muy lejos de la capital del ducado de Silchester, dominios del duque Ulfius.
La señora os comenta por el camino, la gran amistad que une al duque con el Alto rey Uther, y que no le parece muy probable que esté en su castillo. Más bien le supone guerreando y parlamentando en las huestes de Uther.
Llegasteis a Silchester, y algo de noche había caído sobre vosotros. El final del apresurado viaje está cercano. En unas etapas más lo habréis logrado, si no hay percances de por medio.
Una vez más, y ojala no sea la única, os adentráis en el castillo del señor de la ciudad de Silchester, sin mayor problema ni percance, con la ayuda de la señora Godina, conocedora mejor que vosotros del protocolo y manejo de tales situaciones.
En el patio veis soldadesca pero nada de caballeros con los que intimar. La noche parece haberlos dejado en sus aposentos. Volvéis a pernoctar en la zona cada vez más habitual. La torre de los soldados.
Si quereis añadir algo podeis hacerlo.
Dia 4 Silchester-Staines
El camino se desarrolla sin problemas y a la noche repetís modo de operar. Llegáis cansados a la ciudad de destino, buscáis el castillo y al señor de la zona, dejáis que la señora se presente, os presente y allí os dan la comida y el alojamiento. Al día siguiente, más de lo mismo, retomáis viaje.
Si no queréis hacer nada aquí pasamos al dia 5
Lo día se sucedían, al menos los últimos, de manera bastante aburrida y regular. La señora Godiva, parca en palabras, se mostraba durante la andadura más callada y distante que a lo que en Vagon hubo lugar.
-Decidme, sir Cedrik- dije al caballero durante una de las andaduras entre castillo y castillo.- ¿de que conocedes a la señora Godiva? ¿vos une estrecha relación con ella?.
Dudaba, por momentos, entre caminos, sendas y paradas, si había hecho bien en acompañar tan distante dama en tan largo caminar...
Por mi podemos avanzar.
Las palabras de Sir Gwilherm terminan con un silencio que ya se había alargado demasiado tiempo. Los últimos días habían sido bastante rutinarios pero lo cierto era que también habíamos avanzado a buen paso.
- Muy a mi pesar no nos une una estrecha relación. Nos conocimos en Vagón y entre charlas me comentó de su viaje, yo no tenía intención de regresar a mi casa todavía, así que me ofrecí para acompañarla. ¿Vos que relación tenéis con la señora?
La aventura todavía no tenía las emociones que esperaba, pero en su casa tampoco le aguardaba nada bueno.
Disculpen la demora, sigamos :)
-Idem. -respondí parco a mi compañero. Pues tal situación me entristecía, que me había encandilado, y no poco, la señora Godiva con su porte, belleza y también su digna altanería...
El viaje continuaba, la mayor parte en silencio, pues no parecia que los caballeros que eran los que habrian la marcha, anduvieran con muchas ganas de parlamentar entre ellos.
Detras, Dix ejercia de guardaespaldas último de la señora, y el matrimonio de campesinos sirvientes cerraba la marcha.