Partida Rol por web

Cada vez deseaba más la muerte del dragón, pero sabía que por desgracia él tenía más ventaja que ellos. No podía hacer nada, ni siquiera tenía una opción de bloquear su salida y no podía desestimar las amenazas que había hecho sobre aniquilar la población porque era consciente que no tendría ningún reparo en hacerlo realidad.

Miró a sus compañeros con una rabia contenida por amilanarse de esa manera, aunque en cierto modo lo comprendía, pero no tenía intención de hablar ni rebajarse a ese nivel a no ser que fuese necesario.

Si alguno de sus compañeros pudiesen atarle o romperle las alas podrían luchar cuerpo a cuerpo sin miedo a que se fuese pero lo más probable era que ninguno de ellos tubiesen ninguna habilidad de ese tipo.

Aun así no cambió su postura defensiva ante un posible ataque del dragón.

- Cobarde reptil alado -

"~Hey~" resuena una familiar voz en la mente de Al-Harén
"¿Hein?" piensa el grandullón, aun espandado por el dragón amenazante "¿Que o quien es esto?"

"~Recuerda, Al-Harén. Soy tu mismo. Te auto-hipnotizaste hace tiempo. Para poder reaccionar al miedo. Es una sensación y una alerta ¡Tu eres más grande que eso!~"

Pero nah, ni con esas...

Venga  va. Peleemos contra el dragón.

Si Al-Harén se retira ¡Lo va a hacer a lo grande!

El grupo estaba falto de recursos magicos , el hecho de haber combatido tanto previamente, los habia dejado sin energias, o almenos no las suficientes para combatir un dragon. Con este habian llegado a un pacto de no agresion, cosa que ya era mucho, les dijo que ya que habian desarbolado su plan para alimentarse, se iria lejos de alli eso si con su tesoro , por lo que el grupo no ganaria ni tanta experiencia ni tanto tesoro como cabria esperar, pero lo que consiguieron fue aun mas grande, que fue , salir todos vivos y mas juntos que nunca , pues el esfuerzo , los habia unido tanto como para afrontar mas misiones juntos

El dragon ya les dijo que les esperaba una sorpresa al salir como retribucion a servirle. Pue rescatan a Braf,El hijo del mercader consumió involuntariamente parte de la sangre del dragón. Actualmente está inconsciente, destinado a convertirse en esclavo, pero puede salvarse de este destino lanzando un hechizo de eliminación de maldiciones en 2 horas. Farnagen estaria muy contento de la recuperación de su hijo, y con mucho gusto pagaria las los heroes para su regreso.

El semigigante sigue mas bien agitado de puro pavor por la presencia del monstruo. Y no recupera del todo la compustura hasta que no ha partido lejos, con hasta la última pieza del botín en sus tripas -una tecnica tipica de dragón: Tragan oro, y como no lo digieren, luego lo escupen en una cueva para hacer un cubil-

"Ishram... no seremos matadragones, pero hoy tu puedes anotarte una victoria como pocos pueden: Has negociado con uno de ellos, y has ganado"

Y así es, al fin y al cabo. Somos los guardianes de la ciudad. Y si algo sabe hasta el último sacerdote del mundo, es que una vida vale mucho más que 5000 Piezas de Oro.

"Vamos, quizá BrazodeHierro conozca a algun sacerdote que tenga preparado el hechizo que este mozo necesita! No habremos salvado todas las vidas que este monstruo ha segado, pero quizá... quiza al menos una, si"

Asiento ante la solución actual del conflicto y dejo escapar un suspiro de alivio al ver alejarse al dragón para no volver jamás.

Al final todo resulto bien, gracias a Mystra y Eilistrae, pero sobre todo gracias a Ishram lengua de plata, seductor de dragones. - digo con la intención de darle más brillo a las palabras del semigigante.

Bueno vamos rápido al templo pues este mozuelo tiene las horas contadas si no recibe tratamiento pronto. - añado alborotándole un poco el pelo al joven, mientras le dedico una mirada compasiva.

Con gran alivio observo como el dragón se alejaba, dejándoles vivos aunque no ricos y poderosos como en las leyendas, pero que le den al oro, los muertos no son gastosos.

Encontraron al hijo del mercader, en un estado lamentable, si aceleraban podrían sanarlo y cobrar algo por su rescate, lo cual no estaba mal.

- Bien Ishram, por hoy hemos escapado de la muerte, pero ese bicho seguirá por ahí y seguro que no echa un ojo - mirando al joven - podemos preguntar a las elites que están esperando fuera si tienen algún clérigo con el hechizo preparado.

"No he sido de gran utilidad en esta misión. Así que al menos seré útil cargando al mozo" dice echandose al chico al hombro. Quiera que no... de algo tiene que servir ser casi tan grande como un Goliath.

El luchador suspiró aliviado cuando vio marchar al escamoso azul, alejándose de la ciudad. Echó un vistazo a su alrededor.

Y todos vivos, no está mal, pensó con cierta satisfacción.

- Os agradezco el cumplido, pero fue cosa de todos. Incluso los que pensaron en despellejarlo. Creo que eso metió presión al gusano que sabía que si se quedaba a pelear daríamos tiempo a los asesinos de dragones de la ciudad a ir a por él. Ya fuera para que se marchara, ya fuera para que combatiera... todo trabajó hacia este final de cierta manera. Aunque la versión en la que todos salimos vivos creo que es la preferida - dijo con cierta sonrisa en la boca.

Sí, habían negociado con un dragón y habían sobrevivido para contarlo. Al dulce sabor de saber que volverían vivos a los cuarteles se mezclaba el amargor de no haberlo matado, castigo merecido por toda la gente a la que había devorado.

El futuro dirá, pero cuando estemos preparados te buscaremos y regresaremos con tu piel, se dijo con convicción el ex-mercenario.

- Sí, busquemos un clérigo que pueda retirar la maldición de este desdichado - convino el filo del ocaso. En la ciudad había diversos templos. No debería resultar excesivamente complicado encontrar a un sacerdote capaz de anular el proceso que experimentaba el hijo del mercader.

El dragón se marchó volando sin dejar atras parte del tesoro, pero por suerte con dirección contraria a la ciudad, cumpliendo así parte de su acuerdo.

Miró al grupo, pero no estaba contento con el resultado del encuentro. Todos empezaron a felicitar a Ishram, aunque él no estaba tan contento por como se desenvolvió el resultado.

- Aunque desearía que hubiesemos afrontado al dragón tengo que admitir que al menos has conseguido que el dragón no ataque a los aldeanos y se aleje de aquí. Pero espero que la proxima vez tengais la fuerza de voluntad y la determinación de enfrentaros a las personas que no respetan a las personas y no dejemos que se salgan con la suya. - Se sentía enfadado pero entendía que quizas no hubiesen estado a la altura de la lucha ni preparados para ello - Aun así todos lo habeis hecho de manera excelente. - Terminó con una reverencia hacia sus compañeros en señal de gratitud por el esfuerzo realizado durante el trayecto de su recorrido.

Kami sabía que necesitaba más entrenamiento y experiencia en el campo de batalla. La proxima vez esperaba ser de más ayuda ante los peligros que el camino les deparase.