Partida Rol por web

A Lo Profundo

5. La Mujer del Pescador.

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23/09/2013, 13:26
Azalée

Solo uno de las criaturas parecía bajo los efectos de la niebla apestosa. O eso parecía; al menos no planeaba con la gracia de los otros dos, sus alas temblaban en el aire, su cuerpo plano se estremecía levemente y, lo que parecía más indicativo, se mantenía tras sus compañeras.

—¡Nos envían de Noiranse! —gritó Azalée—. ¡Sal de ahí y escóndete!

Mientras avisaba a la mujer noiransina, Azalée repasó mentalmente sus conjuros. Los mantos todavía no estaban lo bastante cerca como para utilizar algo diferente en ellos, y con Rowane tras ella y Evette huyendo, solo la hermana se interponía entre los monstruos y ella. No tenía intención de acercarse más, así que, aunque fuera un gasto desmesurado de energía, aplastó otra hoja de lisiquiton y repitió las palabras de su último sortilegio.

Nube apestosa (TS Fort 18), segunda parte, en esta ocasión, centrada cuatro casillas a la derecha de la primera, quedando su extremo entre Ñ y O.

PC gastados: 1 + 1 + 5 + 5= 12.

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27/09/2013, 12:43
Manto

Los mantos basquearon, y remontaron el vuelo. Tal vez los sortilegios de Azalée los disuadieron de que la noiransina iba a ser una presa fácil. Lo cierto es que se largaron y os dejaron en paz.
 

El fallecimiento de Sigfrid me ha cortado un poco el rollo, así que acorto el combate.

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27/09/2013, 12:45
Sadelle

La noiransina salió de la nube de Azalée, tosiendo y jadeando. Os miró con ojos lagrimeantes por la intoxicación.

—¿Qué os envían de Noiranse? —preguntó la mujer, para añadir con un ribete de ansiedad—. ¿Sabéis si mi Arnett está bien?

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27/09/2013, 13:32
Rowane

Rowane no tenía ni idea de qué había hecho el manto pero su cerebro directamente se había vuelto en su contra. Aquel sonido enloquecedor y estridente le había rebotado una y otra vez dentro de la cabeza hasta el punto en el que la necesidad de apartarse de él se había convertido en una obsesión.

No obstante, tras el conjuro de Arroyo, la elfa oscura dejó de correr, trastabillo y se cayó de rodillas jadeando ruidosamente y sudando con los ojos abiertos como platos. Tardó varios segundos en lograr asimilar qué había ocurrido a su alrededor aunque el mejor de los datos sin duda era que los mantos habían dejado a la noiransina en paz.

Que dicho fuera de paso, estaba viva.

Rowane giró la cabeza mientras trataba de meter aire en los pulmones y miró en su dirección. Al parecer habían encontrado premio.

S-Sí, lo está—masculló con la voz rasposa por la falta de resuello—. O... todo lo bien que puede. Cree que estás muerta.

Cogió una gran bocanada de aire y miró el mandoble que aún sostenía en la mano, plano y llameando aún sobre el suelo y se mordió el labio inferior. No tenía muy claro si se sentía furiosa por lo que fuera que le hubiesen hecho aquellas cosas dejando en ella el desagradable regusto de inútil que no había hecho absolutamente nada para ayudar o si se sentía aliviada porque se hubiesen largado.

Eres... Sadelle, ¿no?—añadió poniéndose en pie entre tambaleos—. Dijo que quería volver a Hateur de León.

Envainó el arma y apoyó las manos en las rodillas. Iba a preguntarle si estaba bien y qué había ocurrido pero decidió que iba a ser mejor respirar un poco antes o si no se iba a ahogar.

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27/09/2013, 22:03
Azalée

Azalée no se molestó en contener un suspiro aliviado cuando las criaturas se alejaron del claro aleteando y se perdieron en el cielo sembrado de ruinas flotantes de la isla, dejando solos al grupo, la noiransina y las dos nubes de vapor nauseabundo. El trío de mantos la había forzado a malgastar recursos que podía necesitar más adelante, pero al menos la mujer de Noiranse estaba a salvo y nadie había sido herido. Visto el efecto que el aullido de los seres había tenido en sus compañeras, podía sentirse satisfecha.

La mujer de rasgos písceos emergió de entre las brumas malolientes por su propio, antes de que estas se dispersaran a los cuatro vientos. Azalée sintió que la invadía una oleada de culpabilidad al verla sufrir espasmos de tos y respirar con dificultad. Recuérdalo, estúpida, mejor doblada por la tos que devorada por una de esas criaturas.

Rowane, apenas recuperada de su terror sobrenatural, fue a pesar de todo quien despejó la duda de la mujer que debía ser Sadelle, la esposa de Arnett, el joven de las ruinas.

—Fue tu Arnett quien nos informó de los problemas de Noiranse, cielo —dijo Azalée, acercándose a la mujer para apoyarle una mano en la espalda en un gesto confortante—. El pobrecillo había perdido su barca, y lo encontramos secándose junto a una hoguera. Piensa en la cara que pondrá cuando te vea de nuevo.

»Lamento haber usado un método tan desagradable para quitarte a esas criaturas de encima —añadió, mordiéndose el labio inferior en una mueca compungida—. Podemos acompañarte a la orilla si necesitas agua para reponerte.

Había mucho que preguntarle sobre la isla y sus captores, pero para Azalée lo fundamental en esos momentos era dejarla recuperarse, y asegurarle que estaba segura, entre amigos.

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28/09/2013, 11:59
Hermana Arianne

Arianne se quedó plantada, aún con la mano extendida en su gesto para lanzar el conjuro y con el escudo preparado. Aquellas cosas salieron volando y se largaron. Tanto mejor, teniendo en cuenta que no estaba, al parecer, en su mejor momento. Quiza su fe estuviera flaqueando. Necesitaba meditar para volver a encontrar su comunión con Celestar. Y necesitaba hacerlo pronto. No era una guerrera, y no debía dejar que el brazo de la maza tomara las decisiones.
Sonrió a la criatura-pez. Al menos no había que lamentar la muerte de una inocente.
- Celestar es misericordiosa - dijo - fueron las palabras de Arnett las que nos trajeron aquí - "no es estrictamente cierto, al menos por mi parte pero tampoco es mentira" - me alegra saber que hemos encontrado a su esposa -
Dichas las obligatorias palabras amables, se dirigió hacia Arroyo. No le apetecía ofrecer el consuelo de su fe. No era momento de sermones. Que se ocuparan Azalée y Rowane. Llevaba demasiado tiempo dejando que su corazón se antepusiera a sus principios. Debía volver a ordenar sus prioridades. Hermana de las Bendiciones Piadosas primero. El resto después.
- Profesor - preguntó con cortesía cuando estuvo cerca - ¿Qué puedes contarme de esas cosas? -

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29/09/2013, 12:25
Profesor Arroyo

- Poco, me temo... sé que no eran de este mundo. Eran seres de otros planos de existencia, pero más allá de eso no conseguí saber más. Podría usar medios mágicos para tratar de conseguir más conocimiento, pero me parece que no merece la pena, algo me dice que no será lo último que nos encontremos y prefiero administrar mis recursos. 

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29/09/2013, 14:21
Narrador

Sientes un repentino pico en la mano. Cuando te quitas el guantelete para rascarte, notas tu piel fría y extrañamente húmeda, como recubierta de un sudor aceitoso.

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29/09/2013, 14:23
Sadelle

El alivio se dibujó en el rostro de Sadelle cuando le dijisteis que Arnett seguía con vida.

—No me lo puedo creer —suspiró Sadelle—, ¡mi amor está vivo!

Volvió a toser, aún bajo los efectos del conjuro de Azalée.

—Escuchadme, la Roca del Casamiento es una trampa —dijo, con un gesto de repugnancia—. Esas criaturas la usan para... para... ellas... La Roca tiene algo hipnótico, como un zumbido. Te deja inconsciente, y entonces esas criaturas... introducen su semilla en nosotras. Las bendiciones del mar son una mentira. ¡Esas criaturas perpetúan su especie gracias a nosotras! Gerlage... Gerlage lo sabía. Y estaba intentando buscar una cura. Pero ahora es más pez que hombre. No estoy segura de sus motivaciones.

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30/09/2013, 21:18
Azalée

Al menos ayer estaba vivo. No sabemos si le ha pasado algo desde entonces... pero Azalée no dijo nada. Ella misma había dejado a Nico solo, en compañía de desconocidos, vigilado únicamente por un elemental de aire del tamaño de un niño, y llevaba toda la mañana evitando pensar en ello.

Un escalofrío recorrió su columna cuando Sadelle habló sobre el propósito del altar enterrado al que llamaban Roca del Casamiento. De ser cierto, podía ser la explicación de la herencia píscea de los noiransinos, pero los interrogantes seguían siendo muchos. ¿Por qué los habitantes de la isla necesitaban hembras de fuera? ¿Para qué secuestraban a los hombres? ¿Por qué el pescador se había transformado de esa forma?

—Hemos visitado la Roca del Casamiento —dijo Azalée. Ni siquiera se planteó la posibilidad de que las criaturas de Nal-Kashel pudieran "introducir su semilla" a través de sueños. O, si se lo planteó, decidió ignorarlo—. Solo yo me he acercado lo bastante como para sentir sus efectos, pero mis compañeros estaban conmigo, afortunadamente.

»¿Cómo podemos encontrar a Gerlage? —preguntó—. A Gerlage y a los secuestrados.

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02/10/2013, 15:14
Hermana Arianne

Celestar...no. Pienso en lo injusto que sería. Yo no me he acercado a ésa roca infame. No he tocado el altar a los monstruosos dioses oscuros alejados de la luz, ¿Por qué entonces? ¿Es una prueba? Se me considera indigna. Camino con una drow, con una maga, con un hereje y con una ladronzuela. Son mi protectorado, Celestar, tus hijos, ¿Por qué me castigas por proteger a aquellos que quienes hablan en tu nombre rechazan?
Miro a Azalée y al profesor con rostro preocupado.
- La...lamento interrumpir, pero... - extiendo la mano, la noto fría, petrificada
No me salen las palabras. El miedo me atenaza. No por mi vida. Sino por haber sido alejada de Su luz, ¿Acaso te he herido, Madre? ¿Acaso estas personas no merecen tu calor?

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02/10/2013, 15:25
Profesor Arroyo

- Es imprescindible que regreses con tu pueblo, la información de que usan el altar para perpetuarse es fundamental que llegue a tu gente. Debes partir de inmediato. 

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06/10/2013, 11:43
Sadelle

—Están en la excavación, obligados a trabajar para desenterrar algo —dijo Sadelle, señalando a un punto al norte de la isla—. Intentaron revelarse y luchar contra sus captores, pero ahora... obedecen como autómatas. Deben estar dominados mágicamente de algún modo. Ese cambio sucedió en cuanto Gerlage empezó a experimentar en el edificio con la gran cúpula sobre la excavación. Se llevaron a unos cuantos y no los volvimos a ver. Más tarde vi a las criaturas que se los habían llevado hablando con un extraño hombre de mercurio.

Sadelle desvió la vista hacia la mano que extendía Arianne.

—Tú también estás cambiando —dijo, notando los síntomas en la piel —. La fórmula de Gerlage es tu única esperanza. La de todos nosotros.

Asintió al profesor.

—Probaré suerte con el mar y volveré a Noiranse para avisar de lo que está sucediendo. Después iré a reunirme con mi Arnette.

Evette se ofreció a acompañarla.

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06/10/2013, 12:54
Rowane

El concepto mental que la explicación sobre la Roca del Casamiento de Sadelle acababa de dar había hecho que a Rowane se le retorciesen las tripas como serpientes. Había tragado varias veces saliva incluso, sentía la boca seca.

—¿Un "hombre de mercurio"?

La elfa oscura parpadeó y se acercó un poco más. Tenía la desagradable sensación de que fuera lo que fuera aquello iba a ser el principal problema del grupo. Bueno... uno de ellos. Lo segundo probablemente sería ese "algo que estaban desenterrando".

Estaba claro que las fuerzas mágicas dominaban aquella isla y eran las que estaban detrás de todo aquel disparate, incluso puede que horror marino que había atacado el pueblo, ahora bien, ¿quien controlaba aquello? Una espada necesita a alguien que la blanda para funcionar pero, por lo que a ella respectaba, un hechizo mágico bien podía no seguir el mismo patrón cargándose cualquier lógica posible (la magia tendía a hacerlo) así que como no tenía ni idea de asuntos arcanos, decidió no hacerse preguntas sobre algo que seguramente no iba a enfocar de forma correcta so pena de provocarse un dolor de cabeza descomunal.

—¿Qué... pasa?—se asomó por un lado de Arianne mirar lo que fuera que estuviese mirando en su mano.

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06/10/2013, 13:19
Hermana Arianne

Arianne contuvo las lágrimas. Se dio cuenta en aquel momento de lo banal que era a pesar de creerse por encima de ésas cosas. No deseaba cambiar. No deseaba que le salieran escamas. No deseaba ser un monstruo. Por mucho que hubiera hablado de ayudar al diferente, no quería ser diferente. Un castigo de Celestar por ser falsa consigo misma. Pero Ella ama, no castiga, así que el destino le había reservado aquello para poder sufrir por su falsedad. El problema no era la gente a la que pretendía ayudar. Era ella misma.
"Si es tu voluntad, Madre, llevaré la luz y el calor a las tenebrosas profundidades. Daré tu palabra y tu corazón en los rincones en sombras del océano, si tal es mi castigo"
No se dio cuenta de que estaba llorando hasta que sintió sal en la boca. Después de todo no era más que otra falsa sacerdotisa de las que siempre se quejaba. Superficial, amante de lo mundano. Y por eso la estaban castigando.
- Estoy maldita - fue todo lo que dijo

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06/10/2013, 21:27
Profesor Arroyo

El profesor se giró hacia Arianne como impulsado por un resorte. Después se concentró unos instantes cerrando los ojos al tiempo que pronunciaba unas palabras.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Detectar magia sobre Arianne, a ver qué encuentro.

Con lo que detecte o encuentre, conocimiento de conjuros con ayudas mágicas para tratar de identificar todo lo posible sobre la maldición en cuestión. 

Si hace falta hago otra tirada de saber lo que sea para ver si conozco el medio de curarlo.

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06/10/2013, 22:00
Narrador

Es un algún tipo de corrupción mágica. No procede de ningún conjuro conocido, sino que es única y probablemente esté ligado a las singulares y desatadas energías mágicas que viste antes. Ni quitar maldición, curar enfermedad o disipar magia protegerían del constante bombardeo de energías mágicas al que os estáis exponiendo. Es difícil saberlo a ciencia cierta, tratándose de magia tan avanzada, pero valoras que haría falta al menos  conjuro de sanar, restablecimiento mayor o milagro para deshacer algo así.

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06/10/2013, 22:15
Profesor Arroyo

Lo que te ha afectado supera con mucho mis capacidades de curación. Solo un clérigo que estuviese ya muy próximo a Celestar por el nivel de poder alcanzado podría curar lo que tienes. Lo que te ha afectado no proviene de ningún conjuro del que yo haya oído hablar jamás sino del horrendo altar sobre el que nos encontramos. Me temo que lo único que podemos hacer es seguir avanzando y tratar de encontrar esa cura del mago.

Notas de juego

Gastados conjuro de nivel 0 y conjuro de nivel 2.

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07/10/2013, 00:26
Azalée

Obligados a seguir órdenes, y convertidos en autómatas mediante la magia. Era tan familiar. Azalée todavía sentía el peso del terrible collar que había cargado durante casi toda su vida, desde que la habían metido en el carruaje y la habían llevado lejos de una familia a la que nunca volvería a ver. En el lugar donde la habían llevado, sin embargo, no era necesario dominar con la magia para doblegar. Las cadenas más difíciles de quebrar son las intangibles, las que solo existen en la mente. La magia se puede deshacer fácilmente.

Magia era lo que atenazaba la mano que Arianne extendía hacia la mujer noiransina. Quizás no era la única; ¿qué se escondía bajo sus propias ropas? No iba a rastrear su cuerpo en busca de indicios de la influencia de esa isla. La magia se puede deshacer fácilmente, ¿pero es esta siquiera la magia que conocemos? Aunque hubiera deseado consolar a la hermana, no tenía palabras para hacerlo. De no tratarse de ella, quizás las habría encontrado,.

Sadelle volvería a Noiranse, junto con Evette, a avisar a sus vecinos de lo que estaba ocurriendo. Si sobreviven al viaje de regreso. Azalée sacudió la cabeza. No es el momento de ser negativa. Los demás seguirían su camino hacia el interior de la isla, hacia la excavación y la cúpula; hacia los seres de Nal-Kashel, los noiransinos esclavizados y Gerlage.

—Sigamos adelante —dijo al cabo—. Puede que esos mantos regresen con refuerzos.

Y si no regresan, y esas criaturas son capaces de comunicarse, los habitantes de Nal-Kashel, el “hombre de azogue” y los hombres pez, estarán preparados para recibirnos. Pero de nada servía detenerse.