Partida Rol por web

- Coño! - Se me escapó de los labios al ver de nuevo al perro de aquella mañana y me puse tan tensa que apenas pude hacer nada más que quedarme en posición de defensa.

Ya tenía claro que poco o nada podríamos hacer contra aquella criatura, pero cuando escuché lo de su hijo me quedé tan descolocada que incluso giré la cabeza para mirar a los demás.

- ¿ Qué hijo?

Yo ya me había perdido hacía rato, pero pensé en el noble, sin tener demasiado claro que aquella criatura pudiera ser su madre. Los parecidos en aquel momento distaban de ser razonables.

De todas formas, era mejor que dejara hablar a los que sabían lo que estábamos haciendo allí, porque yo me estaba liando cada vez más y la situación me gustaba cada vez menos.

"Estoy sufriendo el efecto de demasiado cansancio y mucha presión, sí... es el efecto de mucho cansancio, de este pueblo loco, de estas gentes idas... de todo lo que ha pasado". Aunque pienso todo eso voy caminando unos pasos hacia atrás. Pero veo que Elena le habla a esa "demonio" cosa.

-El...Elena como que mejor...

Le digo, tragando saliva y sintiendo que el corazón se me va a escapar por la boca. El estilete ahora se siente como una aguja de coser y tengo la impresión de que me van a comer, a todos.

-...nos vamos de aquí...

Pero no tiene sentido, hemos llegado aquí por algo. ¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora???

Esto no podía ser posible. ¿Una bestia que hablaba? Y, no solo es... ¡Si no que lo que decía era coherente y con sentido!. Pero no era la primera vez que veía a este ser. Ya me atacó nada más llegar al lugar.

Tal vez, si me lo hubiesen contando, habría dicho que quien lo decía era un loco. Pero heme aquí, a punto de decir a la bestia— Y por supuesto que vuestro hijo es el único señor. Yo sólo soy el regente, y me marcharé cuando vuestro hijo esté preparado para gobernar. Pero... ¿De verdad es necesaria tanta muerte y enfermedad? ¿Qué va a gobernar vuestro hijo si todo el mundo perece por una infección incurable?

Ya puestos, por que no probar a razonar con la bestia. Tal vez todo esto no sea lo que parece, y este ser no sea culpable de lo que está pasando aquí. Aunque no parece muy dispuesto a razonar...

La criatura se acerca. Escucho a Martín diciendo que tenemos que tener cuidado de Elena. No entiendo nada, "¿dijo cuidado con Elena, o cuidado de Elena?".

No entendí nada, pero no me parecía posible atacar a semejante chucho con el estilete. Empecé a ir hacia atrás, no sabiendo qué hacer.

"Soy un médico, una doctora... no sé cómo pelear"

Me maldigo por ser tan torpe en estas circunstancias.

Por unos instantes volví a sentir el miedo de que una criatura como aquella me estuviera observando fíjamente, pero, la siguiente sensación fue la misma que ya había sentido otra vez y era precisamente el sentir como me veía obligada a obedecer la voluntad de aquella criatura otra vez.

Seguramente, si no me terminaban matando por atacar a nadie, me cabrearía mucho después porque hubiera vuelto a poder conmigo tan fácilmente, pero en aquel momento, tan sólo agarré bien mi hacha y miré a los que hasta ahora habían sido mis compañeros con cara de " al primero que intente moverse le doy un hachazo. "