Partida Rol por web

Al huir de aquella criatura alienígena, había abandonado también al resto de su grupo. Oyó las voces de Jerico y Gaby, pero estaba demasiado aterrorizada para moverse. Oculta tras unas cajas, se había alejado cuanto podía y al final, solo al final, después de no sabía cuánto tiempo, se había atrevido a moverse y a acercarse de nuevo al ascensor.

Su salida.

Cual sería su sorpresa cuando al llegar a él, descubrió que no solo había desaparecido, sino que además, al llamarlo, no regresaba. Algo había ocurrido y su única posibilidad de salir de allí se había esfumado.

Mierda. Me cago en la puta, debió pensar la capitana.

Ahora debía encontrar otro modo de llegar a la otra zona de la estación y de haberla, estaba bastante segura de que no le iba a gustar.

Le temblaba todo el cuerpo, perdió un poco los estribos al no hallar el ascensor donde debía de estar.

Mierda, qué ganas de mover el puto aparato ... ¡¡y más cuando se necesita!! 

Tal vez chillase para mantener la poca cordura que le quedaba, por los mismos nervios o porque, al menos, necesitaba oír una voz amiga. Suspiró muchísimas veces y todas las que le quedaron por soplar. Cómo agradecía en esos momentos una buena ducha para aliviar tensiones... la verdad.

Pues nada... vamos a tomar por culo, Jackman.

No, el ascensor no era una opción. Tenía que encontrar una ruta alternativa si deseaba seguir los pasos de su equipo o lo que era lo mismo, si deseaba salvar el culo. 

Además, no estabas muy segura de que pudieran valerse por sí mismo. Demasiado inútil con demasiadas hormonas en el cerebro; al menos en tu caso tenías las hormonas donde debías y tras un buen polvo, estabas como nueva y dispuesta a todo.

Así que... a buscar otra cosa.

Piensa, maldita sea, Amber. Piensa.

Jodida... Amber, piensa, piensa...

Miró por si había algunas escaleras auxiliares de emergencia.