Partida Rol por web

A las voces que dialogan en mi mente se le suma la de una mujer, ha mostrado respeto por el Santo Doliente y ahora con sencillas palabras pone fin a toda posible discusión. Las anoto textualmente, las repaso, las divido en bloques y los relaciono llegando siempre a la misma conclusión, la lógica de esta mujer me resulta impecable. Simpleza, rapidez y eficacia en su razonamiento, mezclado con santos valores y lealtad, combinado con un tono de autoridad y autoconfianza, todo eso alimenta un secreto reconocimiento de mi parte, me pregunto qué sería de Juno si tuviese gobernantes como esta teniente.

Detengo mis notas por unos instantes mientras descendemos en silencio, el camino por el corredor se me hace monótono y lineal, recién después de llegar a la puerta metálica mi interés se renueva. Repaso los símbolos en las cajas primero, la habitación parece tener un propósito que se me escapa, pero todo eso deja de preocuparme al detenerme en el espejo. Mis propias cicatrices están ahí, me atraen como un imán, una siniestra armonía embebida de mi propia sangre, repugnante y adictiva por igual. Luego se desvanecen y dan paso a una imagen aún más desagradable, es la primer vez que veo una abominación semejante.

La herejía es la mejor explicación a todo eso, el mal se manifiesta de muchos modos, al punto que me siento un afortunado, bien podría haber terminado como el infeliz que yace destripado. Qué cortes tan precisos, eso es arte. Mis ojos recorren errantes los restos extirpados, la pequeña criatura que hay en uno de los frascos es la causante de la despiadada muerte de quién le dio cobijo. Quién será el padre de esta belleza?. No presto atención a las voces en mi mente, me concentro en tomar nota de cada palabra que pronuncian el Interrogador Vodric Lorr y el Maestro Arzour. Muchos datos y más incógnitas aún.

El inquisidor nos manifiesta lo que espera de nosotros, lo cuál me lleva a la inevitable pregunta de qué hago aquí. Llevar un registro ordenado y codificado es importante para temas confidenciales y delicados, es lo que vengo haciendo por años, tal vez quieren ese servicio de mi. Algunos de los que me acompañan guardan silencio, otros expresan dudas que me parecen sensatas, por mi parte desconozco la naturaleza de los xenos o de lo que sea ese pequeño monstruo, y apenas soy un aficionado en la vivisección como para hacer un aporte interesante. Sin embargo tengo una inquietud - Interrogador Voldric Lorr, ha logrado identificar esta herejía? - La sede del Adeptus Administratum de Juno es enorme, puede que estén los registros más completos de todos Askellon, saber de qué culto retorcido estamos hablando puede ser una ventaja.

Seguía revisando todo con disimulo bien ejecutado cuando se sintió señalada y por un momento alzó sus esquivos ojos para confrontarlo con cierta sorpresa. Aquel desconocido la estaba interpelando directamente. - Si tuviera la pasta también apostaría por ello - le dijo sencillamente. No había ironia ni malos modos ni tampoco diversión en su tono de voz, pero era la pura verdad. No poseía habilidades útiles ni inteligencia para trazar planes estratégicos. Era un peón de la vida de mierda que le había tocado vivir y ella solo se aferraba a ella por el ansía estúpida de sobrevivir.

Un ligero siseó indicó el comienzo del descenso y la devolvió a lo importante.

Comenzó a sentir ese puntito de ansiedad cuando se adentraron en aquella ratonera sin salida pero simplemente adecuó el paso para caminar prácticamente al lado de Graham para amortiguar la sensación hasta hacerla casi inexistente. Solo quien se fijara bien notaría que iba un poquito por detrás de él ya que con aquello conseguía tenerlo a la vista pero sin tener que apartar la mirada del frente.

El fuerte aroma que la inundó arrugó su entrecejo brevemente. Que limpiaran demasiado allí abajo no le daba buena espina, pero cuando llegaron a aquella sala entendió el porqué. Se colocó de forma que pudiera ver bien la escena, con los brazos cruzados debajo del pecho y el peso de delgado cuerpo sobre la cadera derecha. Estaba acostumbrada a visiones desagradables. El tipo que les hablaba era un interrogador y los miraba como siempre la había mirado a ella Sjozk.

A medida que iba captando los datos de aquel pobre desgraciado, trabajador de colmena, no pudo evitar ver las similitudes. Aquella cosa repugnante sobre la mesa le aceleró la respiración pero ella intentó controlar el impulso de llevarse la mano a su propio implante. Se movió casi impercetiblemente hasta que su cuerpo topó con el de McNeill y se quedó quieta, autoconvenciendose de que no era su mismo caso. Ya llevaba bastante tiempo con él así que si le hubieran metido una mierda de esas ya habría estado al otro lado del espejo hacia mucho ¿no?

Centró sus ideas en captar los datos importantes percatándose de que ya se estaban tomando notas y esforzándose por ignorar las patitas de aquella herejía en continuo movimiento. Eran casi hipnóticas y a la vez aterradoras e inquietantes, y parecía que solo a ella le afectaba. Cómo no....

Katherine ya había visto la muerte incontables veces antes, muchas veces de gente que conocía, de mil formas. Había visto soldados acribillados por lluvias de balas bajo fuego de supresión, ensartados por apéndices similares a lanzas de criaturas xenos de otros mundos, por gangrena en los hospitales de campaña, por explosiones, incinarados vivos, a menudo de compañeros cuyos nombres conocía. Era por eso que ver el cuerpo eviscerado a través de un vidrio sin siquiera llegar a sentir el olor gracias al hedor de esterilización que había en esa habitación no le provocaba reacción alguna. Fue en cambio el parásito que le mostraron que hizo que frunza el seño y sus facciones se contorsionen en una mueca de desagrado y asco.

La teniente escuchó sin interrumpir el briefing que les hizo el interrogador y se unió a las voces que empezaban a hacer preguntas e intentar sacar conclusiones. —Suena como que lo tiraron en un lugar para deshacerse de él. ¿Lo habrán tirado del tren quizá? — Preguntó de acuerdo con otra mujer de pelo negro, muy corto por el cuello, que aventuraba que posiblemente habían trasladado el cadaver. Seguramente si lo habían tirado del tren la autopsia lo habría descubierto, y quizá les de algo de información, pero si no era así sería incluso mejor, pues significaría que el perpetrador estaba relativamente cerca. Dudaba que alguien hubiese viajado grandes distancias con un cuerpo para tirarlo al lado de las vías del tren si no había abordado dicho tren.

—Habría que contactar con la hermana del susodicho. Es posible que fuese abducido de forma aleatoria, pero más posible es que si fue despedido el hombre se haya ofrecido para cualquier cosa que pagase, podría ser que alguien esté atrayendo a aquellos sin trabajo para sus herejías. — Aventuró la soldado intentando poner toda la información en perspectiva mientras le daba otro vistazo al parásito, sus zarcillos todavía moviéndose en el líquido donde flotaba, poniendo incómoda a la teniente.

Tanto Lorr como Arzour fueron escuchando sus impresiones y preguntas, respondiéndoles uno a uno — Es imposible de decir con certeza, pero yo apostaría a que todas las modificaciones llevan la firma del mismo artista — habló el forense a Graham — E imagino que todas se habrán hecho en el mismo momento, en una única operación — al ser preguntado por el "gusano", Arzour señaló la jarra que lo contenía — Ahora mismo lo estamos manteniendo con "vida", por si acaso, pero cuando fue extraído, mostraba una actividad mucho menor. Probablemente no sea capaz de sobrevivir sin un huésped al que parasitar.

Lorr intervino al momento para atender al impaciente Leonid — No se descarta ninguna posibilidad. Quien haya hecho esto claramente dispone de los medios para cultivar estos especímenes y la capacidad para implantarlos, pero no se trata de un procedimiento realmente complicado. Un tecnohereje sin duda lo tendría más fácil, pero no es un grado al que alguien ajeno a los misterios avanzados de la biología no podría llegar — pasó a mirar entonces a Beatrix y a Katherine — La hora de la muerte es indeterminada y no hemos encontrado grabaciones que muestren a nadie subiendo con él o con una bolsa o similar en la que se lo pudiera transportar. Podría ser el caso... pero no se me ocurre una razón por la que alguien haría algo así para llamar la atención. De igual modo, la participación de xenos queda en un principio descartada... pero uno siempre debe esperar lo imprevisto.

La otra mitad del grupo se mantuvo en silencio, quizás expectantes por partir, quizás recelosos de la misión encomendada. Las últimas palabras de Katherine atrajeron de nuevo la atención del Interrogador — Muy bien, ahí tienen su primera pista a seguir. Les recomiendo darse prisa en hacerlo — señaló hacia las cajas apiladas al fondo de la habitación en la que estaba el grupo — Ahí encontraran equipo preparado que les puede hacer falta durante su misión. En la placa de datos encontrarán toda la información adicional que puedan necesitar sobre Coscarla y los Arbest, la contraseña es S4N6R3, más les vale no olvidarla o perder la placa. Sobre las muestras biológicas, no espero cirugía experimentada, pero traten de no cortar lo que adquirieran como si fuera un filete de Grox poco hecho, y metanlo en un frasco, ¿De acuerdo? El dinero es para imprevistos y sobornos, y si necesitan más, estoy seguro de que podrán apañárselas.

Con poco más que decir y con la oportunidad de hacer preguntas pasada, Lorr procedió a despedirlos — Son todos desconocidos ahora mismo, pero espero que eso cambie durante el transcurso de la misión. Aprovechen para saber las capacidades de cada uno, pues en este trabajo lo más probable es que tengan que depender de ellas para sobrevivir. No pretendo que se caigan bien, pero sí que cooperen, y que tengan el suficiente criterio como para confiar en la palabra del experto en cada campo de acción correspondiente.

_^>> En marcha, damas y caballeros. Y recuerden, el Emperador Protege... a los que se protegen a sí mismos.

Referencia/Tema: División Coscarla (Geo/Dem)
Designación: Zona Habitacional para Trabajadores
Localización: Zona Mastraven, Zona Media Inferior, Cuadrante Guardia Terrestre, Colmena Vesuna Regis
Co/Ord de Colmena: 2345#Σ/789/98700001
Preparación: Autosabio Dal Maxentia
Imputación: Interrogador Vodric Lorr
Ordinator: ******
Pensamiento del Día: “La historia no es sino un catálogo de pecados contados”

VISIÓN GENERAL GEOHISTÓRICA Y DEMOGRÁFICA:
La División Coscarla es un sub-distrito de la Colmena Vesuna Regis, situada en la capital sectorial de Juno. Construida sobre los restos de lo que una vez fuera el esplendor de la Hacienda de la Casa Coscarla, el distrito es un conglomerado de setenta kilómetros cuadrados de bloques habitacionales similares a madrigueras y de sus infraestructuras de apoyo que se ha construido entre las enormes ruinas de arcos y estatus caídas de su noble pasado.

Hasta hace pocos años, la División Coscarla fue un distrito medio relativamente próspero, poblado de forma predominante por trabajadores no especializados, pero desde entonces se ha visto golpeado por privaciones, desastres y una pérdida de estatus gracias a una serie de desventuras e incidentes. El principal de entre todos ellos fue el daño causado por los fuegos que se propagaron durante los recientes Apagones de Rienholt (siendo la División Coscarla una de las diecisiete zonas de la colmena afectadas), aunque el deterioro a largo plazo de las fortunas del Condominio Tantalus (ver adenda) había comenzado a tener un efecto significativamente adverso mucho antes de la calamidad.

En la actualidad, la División Coscarla espera a una reevaluación de su estatus por parte del Administratum (tiempo proyectado para el inicio del proceso de registro preliminar: 3-7 años estándar), pero los datos extraoficiales indican que más del 60% de la División Coscarla consiste ahora a todos los efectos en zonas baldías o de desechos y ahora la población viable se encuentra confinada en sub-zonas menores alrededor de los accesos del sistema de tránsito de la colmena y de los puntos de acceso secundarios.

La población de la División Coscarla ha sufrido también un declive catastrófico, su infraestructura sigue estando destrozada y es a todos los efectos prácticamente una zona sin ley, y tanto la cohesión social como la pobreza está sufriendo un crecimiento exponencial cada año.

ADENDA [EL ESTADO DEL CONDOMINIO TANTALUS]
El Condominio, un cártel compuesto por diversas casas menores de la nobleza Vesuniana ha sufrido un giro drástico en sus fortunas durante la última década. Su caída del poder ha sido causada por la competición hostil de la Hegemonía Skaelen-Har y por los graves daños causados a sus activos y a su prestigio sufridos durante el periodo de intrigas y vendettas conocido popularmente como “la Procesión Vthorrana” [ref.cert: Actividades de la Corte Pelúcida].

Los efectos resultantes en diversos distritos de las Colmenas Sibellus y Tarsus, anteriormente sujetas al control del Condominio, han sido profundos. En la División Coscarla, en la que Tantalus era el poder predominante, el Condominio vendió los contratos de trabajo de miles de trabajadores especializados y la fuerza de trabajo que queda en la División trabaja ahora únicamente para pagar las deudas de sus amos. A resultas de esto, familias enteras se han visto desplazadas o han huido del distrito, por lo que ahora los ingresos efectivos tanto económicos como monetarios son insignificantes.

El Condominio Tantalus está sufriendo una muerte lenta, y sólo sigue activo gracias a su propia inercia y a las peleas legales por el reparto de su cadáver. A todos los efectos, ha dejado de existir como organización cohesiva y como entidad política.

ADENDA [LA ALIANZA COBLAST]
La identidad encubierta proporcionada es la de agentes itinerantes de la Alianza Coblast. En el dialecto de la colmena, a estos hombres y mujeres se les conoce como “reguladores” – armas de alquiler, correos, rastreadores, cazarrecompensas, mercenarios y otros especialistas. La no excesivamente agradable reputación de la Alianza Coblast hará que su aparición en Coscarla sea fácil de “tragar” para el observador casual. Los cognomen proporcionados soportarán cualquier escrutinio oficial.

Ya no había más. Les habían respondido, dado algunas lisonjas y poco más, justo como esperaba, eran lo que eran, despojos con habilidades útiles para los sagrados Ordos. Leonid leyó la placa de datos cuando la tocó, y la pasó al siguiente para que hiciera lo propio. Se quedó con la frase del día dándole vueltas en la mente hasta que se hartó de ella.

Curioso lo del condominio - comentó de pasada, aunque no llegó a ahondar en el asunto, sin embargo, se los quedó mirando uno a uno, haciendo caso al consejo del Interrogador, que más les valdría seguirlo, era su valedor, quien, en caso de sobrevivir, les daría billete o pasaporte - bien, ya me presenté antes, faltan algunos de vosotros por hacerlo, creo que seguir los consejos de nuestro empleador nos hará bien - su voz sonaba distorsionada, pero no escondía cierto hastío, sobre todo por las faltas de educación par parte de muchos - Tenemos a una oficial del Astra Millitarum, un sacerdote de Marte y... - esperó a que los que faltaban dieran información relativa a sus habilidades. Por lo pronto, él optó por mantener en silencio esa parte, sabía de sobra como reaccionaba la gente cuando lo descubría, y ese día, no se había levantado con la suficiente paciencia para llevarlo bien.

El interrogador les dio permiso para retirarse y Katherine fue junto con los demás a tomar el equipamiento que le daba la Inquisición para su tarea, aunque revisando todo vio que era más documentación e información que otra cosa, además de medios de adquisición y comunicación como el dinero y los vox, lo cual le daba la pauta de que no estaban para lidiar con un grupo de novatos, todos tenían que ir con su propio equipo, y Katherine estaba segura de que así era para todos los presentes.

Mientras leían la información y se preparaban para salir, ella empezó a hablar, tomando la bolsa con dinero y pesándola como imaginándose su valor, aunque la verdad era que no sabía bien cómo era la economía de Juno. —Deberíamos empezar consiguiendo un piso franco en Coscarla. — Sugirió la teniente recordando sus días en la Guardia Imperial. Cuando uno acecha un oficial enemigo para un asesinato primero que nada se infiltra y se hace de un lugar seguro donde se pueda replegar y vivir hasta tener la oportunidad de matar. Aquí no debía ser tan distinto, ir y volver a sus casas particulares desde Coscarla era un despropósito y además inseguro.

Además de eso, notó que alguno de los miembros del equipo tenían armaduras que eran obviamente de los Adeptus Arbitres. —Y hacernos pasar por arbitradores podría hacer que alguna gente se nos abra más. La hermana del susodicho seguramente estará ansiosa por dar detalles a alguien que le importe hacer algo. — Razonó.

También miró de forma interesada al resto cuando el hombre completamente cubierto, Leonid, pidió el nombre de los demás. Ella también consideraba importante saber con quiénes estaba y qué podían hacer.

Tanto Lorr como Arzour fueron contestando no solo a mis preguntas sino a los demas. La pequeña libreta en mi mano pronto comenzo a llenarse de la informacion que nos iban dando.

Si todas las operaciones han sido llevadas a cabo por el mismo individuo, entonces sin duda hay alguien ahi abajo dispuesto a “ayudar” a quienes lo necesitan. De ser asi, seguramente sera un nombre susurrado entre los necesitados. Las condiciones de la victima indicaban una urgencia clara de dinero como minimo, de ahi que quizas estuviera dispuesto a hacer de mula de contrabando… y ese gusano sea una forma de control sobre dichos sujetos para por ejemplo no romper la confidencialidad.

La cuestion es… cuantos hay ahi fuera, que no han rechazado el injerto y hasta donde da control sobre el sujeto en cuestion.

Observe la jarra mientras seguia anotando.

La criatura es sin duda parasitaria. Eso no es un implante, sino una criatura sintiente. Sabria lo que le iban a colocar? Lo dudo. La necesidad es mala consejera.

Segui anotando tranquilamente, con mano precisa.

Operacion no complicada para quien tenga los conocimientos. Hora de la muerte indeterminada. Opcion de traslado del cuerpo baja. Las grabaciones no presentan pruebas de movimiento, asi que seguramente no hay un escenario del crimen como tal, simplemente algo salio mal… pero eso quiere decir que necesitamos rastrear ese bicho hasta su origen. Mezclarnos con la chusma del submundo y exprimir la informacion que se pueda conseguir.

Mi mirada fue hacia Lille y sonrei levemente a su mirada.

Uno de los compañeros menciono el hilo mas basico de investigacion. Basico pero necesario. La hermana tendria informacion, lo supiera o no, la vida del sujeto era un paso necesario, necesidades, amistades y lugares habituales. Habia que trazar un territorio sobre el que moverse.

Asenti quedamente a las formas de Lorr, de que ya teniamos por donde empezar. Tras eso mire en direccion a las cajas apiladas al fondo de la habitacion. Espere a que terminara de hablar y entonces me puse en movimiento, cogiendo uno de cada para mi y pasandole a Lille el suyo.

No tarde mucho en cubrir mi armadura con la gabardine reforzada, mientras aseguraba lo demas. Tenia mi propio equipo sin duda, pero por el momento serviria el del interrogador.

Espere a que me tocara el turno y lei la informacion de la placa de datos. Marcando en la libreta las palabras mas importantes.

Tras eso pase la placa a Lille.

Soy Arbitrador, mi especialidad es la caza y rastreo. – Mire entonces a Katherine. – Mas de un piso. Dos mejor. Aunque nuestra cobertura sea buena, se veria raro meter a ocho mercenarios en el mismo lugar. Simplemente consigamos que los pisos esten cerca o incluso uno al lado del otro. Dada la historia del condominio no seria raro estar aqui para cobrar deudas o buscar a alguien, asi que Podemos usar esa baza como cobertura para nuestra investigacion.

No era lo mejor, pero si mejor que estar ocho en un mismo habitaculo por grande que fuera… ademas de que ayudaria en la persecucion si eramos dos grupos de caza.

Todos como arbitradores no es buena idea. Aunque es posible que algunos se abran, sin duda el rumor de nuestra presencia y nuestras descripciones se moveran por las calles como la polvora… y haria que cualquier individuo que quiera esconderse, lo haga con mas ganas o por lo menos le de tiempo a prepararse ante nuestra visita. Ademas de que eso mismo, seguramente romperia la cobertura que el interrogador nos ha dado, mas aun con el tema de los pisos.

Me gire hacia Lille y movi la cabeza señalando a los demas, sabia que preferia el anonimato pero una vez en un grupo inquisitorial era mas importante dar los detalles necesarios.

Luego mire a los demas, sobretodo al que mas hablaba pero al mismo tiempo, mas callaba. Un punto que sin duda me llamaba la atencion y no podia mas que preguntarme que podia tener para querer callarse.

Psiquico? Un asesino solo levantaria cejas, pero ese misterio a su alrededor… daba esa mala espina.

Mas alla del nombre es necesario saber como minimo que se nos da bien a cada uno. – Era la unica forma de poder establecer un trabajo en equipo o una division.

Naya seguía hipnotizada por aquella cosa que se removía ante sus ojos y simplemente se había movido para alzar su diestra hasta el cuello sin llegar a tocar su implante. Su indice comenzó a rascar de forma ritmica y lenta la piel, como si estuviera pensando en algo.

Captaba las palabras del interrogador algo lejanas, pero de forma clara. Salió de su trance cuando Graham le pasó algunas cosas y su mano volvió a descender, dejando a la vista una intensa rojez en la zona donde había estado rascando. Ella llevaba una malla no muy pesada para moverse con más libertad pero seguramente necesitara un extra de protección así que se colocó la gabardina mientras leía por encima del brazo de su compañero. Por eso pasó la tablet al siguiente cuando la tuvo entre sus manos.

Metió en su pequeña bolsa de trabajo lo demás. El pase, el cognomen, la vox de mano y el quimifanal. Al percibir la mirada de Graham puso los ojos en blanco en actitud de resignación. Fue apenas un destello así que no muchos la captarian.

- Naya - odiaba su apodo de la calle y allí nadie la conocía, así que podía usar su nombre de verdad - Creo que soy la única que dará el pego en este vertedero. Me crié en las calles - "También tengo algo de obscura que podría servir de moneda de cambio" pensó, pero reparó en que no sería buena idea mencionar aquello en aquellos momentos. Solo una persona de aquella sala sabía que la llevaba. Se encogió de hombros porque tampoco sabía muy bien que destacar de ella

- Me cuelo por cualquier lao. Nadie se fija en mi. ¿como se dice eso en finolis? - alzó la comisura de sus labios en ademán interrogativo. La gente culta utilizaba palabras más bonitas para definir las cosas. Volvió a encogerse de hombros quitándole importancia

La autopluma toma nota de las respuestas del Interrogador en el código que establecí mientras yo espero que llegue mi turno, atento a la importante información que estoy por recibir. Silencio es lo que escucho, y nada más. Sopeso cuidadosamente su significado y luego asiento, no estoy frente a un miembro del Adeptus sino frente a un Inquisidor, su lógica es completamente diferente, o bien desconoce el tipo específico de herejía o bien no está dispuesto a compartir con nosotros ese conocimiento prohibido, sea cual sea el caso decide no revelarle a meros novatos ni su ignorancia ni sus secretos, y con astucia logra deshacerse de mi incómoda pregunta al responder en detalle cada una de las otras. Su última frase pone en palabras este modo de pensar al expresar su filosofía, protegerse a sí mismo hasta en minúsculos detalles como éste.

Mis ojos recorren el equipamiento, pasando de un objeto a otro a gran velocidad y sin mostrar el más mínimo interés, salvo en la placa de datos que termina en manos de otros antes que en la mía. Tardaré una eternidad en acceder a ella y esperar entre extraños me incomoda sólo un poco menos que dialogar con ellos. Afortunadamente un brillo metálico logra captar mi mirada, que se detienen por un instante en el herramental biológico. Mientras otros conversan extraigo un bisturí extraordinario, lo contemplo en silencio, tal vez demasiado. Dentro mío las voces resuenan excitadas. Dámelo. Es mío. Lo usaré contigo, ya verás. Finalmente opto por soltarlo y atender a la conversación.

- Soy un cifrador del Administratum - es lo que hago, es como me gano la vida y como me conocen los pocos que me conocen, pero no es lo que soy. En tal caso sería más justo decir que soy un sobreviviente, pero explicarlo es demasiado complejo para esta ocasión - Puedo serles útil registrando información de modo seguro y confidencial, tanto de los interrogatorios como de la investigación de campo, pero poco más que eso - mis ojos esquivan los de todos los demás, danzando aleatoriamente para no cruzarse con ninguno -  Mi formación carece de aplicación práctica en un sitio tan sumergido en la ignorancia y alejado de la radiante luz de nuestro divino Emperador como lo es Coscarla -

Finalmente la placa de datos llega a mi, coloco la contraseña y transfiero la información a mi propia placa - Llegado el momento puedo también hacer aportes en la interpretación objetiva de las pruebas y examinar la validez de las hipótesis que se planteen - mis manos se desplazan solas sin requerir mi atención, siguen ocupadas en un tipo de dispositivo que conozco prácticamente desde que nací - Por ejemplo, actualmente se plantean los beneficios y perjuicios de mostrar u ocultar la identidad del o los arbitradores, así como la disyuntiva de asentarnos en un sitio o en dos. El camino más eficiente para responder a la tarea que la Inquisición nos encomendó es hacer uso de esos beneficios, todos ellos. Dividirse en dos grupos no necesariamente de igual número pero si bien equilibrados, uno de incognito y otro haciendo uso de la autoridad imperial, ambos trabajando de modo independiente para evitar sesgos, los dos dedicados tanto a la interrogación de testigos como a la investigación de campo, pero abordando el problema desde ópticas diferentes para que sea más probable acercarse a la verdad. Será necesario poner en común los avances de ambos grupos de modo periódico, discreto y presencial a través de dos miembros idóneos, la comunicación es importante pero atendiendo a la extrema confidencialidad del caso, hasta que haya una hipótesis firme que requiera ser contrastada por todos los integrantes de acuerdo a su especialización. Ese es el camino más lógico de acuerdo a la información de la que disponemos hasta el momento - de repente me doy cuenta que he hablado más de cinco palabras y me fuerzo a detener mi razonamiento. Hace tiempo que no muevo los labios así.

Paso la placa de datos al siguiente, con la incomodidad a flor de piel por haber captado la atención sobre mi durante tantos segundos.

Katherine escucha al hombre en armadura de arbitres, McNeill, si mal no recordaba su nombre, hablar desde la experiencia. Al escuchar que los rumores de los arbitradores se extenderían demasiado asintió con la cabeza en señal de que comprendía. Era cierto, cuando hizo trabajo de guardia de ocupación en la Guardia Imperial su presencia siempre alertaba a los locales bastante, nunca pasaban desapercibidos. Generalmente en el Astra Militarum eso no les importaba demasiado, pero era cierto que el interrogador había pedido discreción.

Por otro lado también escucha con atención lo que dice el extraño hombre de las cicatrices en el cráneo, las cuales le seguían llamando la atención bastante pero ya estaba aprendiendo a adaptarse a su presencia. De todas formas era un poco obvio que cuando lo miraba a él directamente sus ojos se posaban en estas y no podía evitar preguntarse cómo o quién se las habrá hecho. Por supuesto, hasta no conocer mejor a los miembros del equipo prefería no preguntar demasiado de su pasado. Cada vez se daba cuentas más que esto no era la Guardia Imperial donde se sentaban alrededor de un fuego a contar de dónde venía cada uno. Cada uno tenía alguna cosa extraña o variopinta, y nadie hablaba de quiénes eran más allá de nombres y especialidades. Era natural, suponía Katherine, ella misma tampoco sentía que debía hablar demasiado sobre ello.

—Fui parte del decimosexto cuerpo de cazadores de Regimiento 342. O sea que me dedicaba a cazar objetivos prioritarios con mi laser largo. — Explicó antes de simplificarlo aún más para que no quedara duda. —Soy una francotiradora, o tiradora designada dependiendo de la necesidad. Estoy acostumbrada tanto a supervivencia en la espesura o a moverme por sigilo y encontrar escondites en escenarios urbanos. Aunque nunca trabajé en una colmena que todavía esté en funcionamiento. —

Leonid escuchó todo en silencio. Asintiendo, agradecido, cuando algunos se presentaron y relataron sus habilidades. Todos eran útiles, como él mismo, todos tenían su papel en aquella misión, aunque no pudo evitar emitir algún que otro gruñido en señal de desacuerdo. En el momento que tuvo un hueco para poder hablar, se coló con rapidez - no - dijo de manera sentenciosa, sonando lapidario, lo que pareció, por su expresión corporal, lo que quiso - nada de separarnos y hacernos pasar por las fuerzas del orden. El interrogador nos ha dado una buena coartada, hacernos pasar por mercenarios y cobradores, algo que pega con la zona a la que vamos a investigar. Tenemos los cognomen que validan el uso de armas además de que pasarán un escáner oficial; podemos usar esto para hacer creer que el desaparecido o fiambre, más bien, es a quien buscamos para que pague sus deudas o para reclutarlo o lo que os guste; no me opongo a tener dos o tres o cuatro pisos francos, preferiría uno, pero esto no creo que haga peligrar la infiltración - los miró con rapidez - debemos mantener un perfil bajo en todo momento, llamar la atención lo menos posible, pensadlo bien, arbites, en una zona abandonada de la colmena, solo va a traer problemas y muy rápido... hacernos pasar por espadas de alquiler que no son más que escoria buscando a otra escoria, apesta mucho menos - puso los brazos en jarra, esperando a ver sus reacciones o respuestas.

Tras escuchar atentamente todo lo que el Inquisidor quiso responder, le llamó especialmente la atención que el Inquisidor considerara un "artista" al que había hecho esto. - Curioso. Parece admirarlo. - pensó mientras el resto se presentaban siguiendo el consejo de Vorr. 

Con todo lo dicho, estaba claro que tenían que ir a ver a la hermana, y a partir de ahí, tirar del hilo...pero con un grupo tan grande de gente, era de esperar que surgieran desavenencias o ideas alternativas. Con paciencia esperó a que se dijera lo lógico y sensato, y fue el tío del casco con raya luminosa el que lo dijo. - Estoy de acuerdo. Lo sensato es aprovechar tanto la información como la cobertura que nos proporciona el Inquisidor. Me llamo Mort. Y mi especialidad es el seguimiento sigiloso y caza de presas, además de la sagrada eliminación de dichos objetivos cuerpo a cuerpo, en ofrenda al Sagrado Emperador por su sacrificio por toda la Humanidad. Gloria a Él. - terminó diciendo, juntando ambas manos delante de ella y realizando un complejo gesto de varios movimientos*.

No pensaba esconder lo que era, los Ordos le habían convocado para esta misión, y era para mayor gloria del Sagrado Emperador que ella pudiera dar caza y sacrificar al hereje que había cometido este terrible crimen.  

Cogió la placa y leí la información, memorizándola como parte de mi entrenamiento, así me lo habían enseñado y así debía ser, y la pasé al siguiente con un gesto amistoso. Luego me acerqué al montón de equipo y cogí lo mismo que el resto, dejando los objetos "únicos" para quien quisiera cogerlos. 

—Arbitradora Mithra, Beatrix —dijo la susodicha, cuando Mort terminó de presentarse. De no ser por la armadura que llevaba, cualquiera habría dudado de su palabra, pues su complexión parecía más la de un chupatintas del Administratum que la que cabría esperar de los ejecutores de la Lex Imperialis—. Nos han dicho que mantengamos un perfil bajo, así que eso descarta que abusemos de nuestra —y mientras lo decía, miró a Graham— autoridad.

Hizo una breve pausa, durante la cual estudió rápidamente el cognomen que se le había asignado. La identificación era bastante creíble. Se preguntó si no se habría cruzado con un agente de la Inquisición en el pasado, sin darse cuenta, y sonrió a medias.

—Sea como sea, estoy de acuerdo con este —e inclinó la cabeza hacia Telum, tratando de no mirar directamente las siniestras marcas que le recorrían la cabeza— en que deberíamos repartirnos el trabajo. Somos muchos —repitió, pues eso era lo primero que había dicho cuando vio la tropa que Lorr había juntado—. Ocho matones a sueldo valen un montón de tronos… y eso atraerá un montón de miradas. Puedo encargarme de interrogar a la hermana, o bien tirar del hilo del condominio a ver si lleva a algún sitio. 

El equipo fue siendo agenciado y repartido mientras el grupo de nuevos aspirantes a acólitos discutían sobre el curso de acción a tomar. Lorr les había dado unas instrucciones, pero al final, la manera en la que proceder dependía enteramente de ellos. Raras veces la Inquisición se preocupaba por las formas siempre que se obtuvieran resultados satisfactorios.

El debate prosiguió aún cuando el grupo dejó el Templum Mori y se dirigió a la estación de magnaraíl más cercana, listos para embarcarse hacia la División Corscarla.