Partida Rol por web

Atravesando el boque con la vista fija en las huellas hacen que no veáis el cuerpo hasta casi pisarlo. Ante vosotros se encuentra un humano tumbado boca abajo sobre el musgo y las últimas hojas del otoño. Dándole la vuelta podéis verle la cara y le reconocéis de inmediato: Geleem, uno de los leñadores. Está claramente muerto: le han abierto todo el pecho con lo que pudo ser una sierra, ya que tiene la caja torácica abierta limpiamente y parece que faltan algunos de sus órganos.

Galeem deja huérfanas a sus dos hijas, ya que su mujer murió durante el último invierno. Viendo de lo que es capaz el responsable de este horror puede que no queráis encontrarle, pero seguro que queréis verle pagar por lo que ha hecho...

B'tritz notó cómo una sensación nueva subía por su pecho y su garganta, y que amenazaba con hacerle perder el control: se dio cuenta, sorprendido, que era un intensa rabia; una como nunca había experimentado. Apretó los dedos en torno a la empuñadura de su espada hasta hacerse daño y susurró con una voz desconocida: aquel o aquello que ha cometido semejante carnicería sobre uno de nuestros compatriotas la recibirá a su vez; quien a hierro mata, a hierro muere.
El T’skrang se puso tenso como un arco; estaba preparado para cualquier eventualidad, sobre todo si esta suponía el uso de la violencia.

Los ojos de Zeeth se llenaron de lágrimas, las cuales apartó sin ningún disimulo ni vergüenza con el dorso de su mano.

Estad atentos. avisó a sus compañeros. Quien haya sido capaz de estar barbaridad puede estar aún en las cercanías.

Tras ello, comenzó a ascender de nuevo para tratar de ver alguna pista así como para estar unos instantes solos en el aire, donde el resto no podían seguirle.

Granogg contemplaba la dantesca escena con horror, nunca había visto una sangría como aquella, y eso que había estudiado multitud de ataques animales. Con una determinación que no conocía hasta entonces en los ojos, el orco agarró su hacha de mano y se dirigió a sus compañeros-. Debemos seguir adelante, en cuanto Zeeth baje; cuanto antes emprendamos el camino, antes encontraremos a los culpables y les haremos pagar.

Desde las alturas eres incapaz de ver nada relevante. Los acontecimientos han ocurrido demasiado a ras de suelo como para poder sacar conclusiones aéreas.

-Permitidme un minuto, revisaré las pertenencias de nuestro compañero. A lo mejor encontramos algo que nos ayude a entender el misterio.

El nigromante se agachó sobre el cuerpo de Galeem para examinarlo con más detenimiento. Parece mentira que sólo unos días atrás hubiera coincidido con él en la cola de la comida de Tsennan. Esperaba su turno junto a sus hijas e intercambiaron algunas palabras, nada importante.

El estómago de Galeem parecía haber sido desgarrado, no así el pecho, que tenía un corte limpio como si se hubiera empleado un instrumento afilado. Las costillas habían sido separadas del esternón con bastante precisión. Naelon también notó que faltaban el corazón y los pulmones y puede que algún otro órgano, aunque no podía determinarlo con seguridad. El cuerpo también mostraba las señales de golpes en la cara, brazos y hombros, y su ropa había sido desgarrada. Es posible que la nariz estuviera rota. Parece que alguien había intentado cortarle la garganta sin éxito, iniciando el corte bajo el mentón sin llegar a concluirlo.

Llamaba la atención, más allá de la violencia, que había muy poca sangre, demasiado poca para un hombre del tamaño de Galeem, sobre todo considerando todo lo que le hicieron.

No había rastro de pertenencia alguna.

Te has pasado varios años entre volúmenes y grimorios, por lo que puedes extraer algunas ideas que pueden estar relacionadas con lo ocurrido a Galeem:

Sabes que algunos rituales mágicos exigen sangre. Se utiliza como ingrediente o se derrama mientras se lleva a cabo el ritual para alimentar su poder.

Los Horrores utilizan cuerpos para crear monstruosidades llamadas Constructos Horribles, aunque para ello hace falta algo más que órganos internos.

También has leído casos documentados de Horrores que mutilan Nombradores delante de otros, generando emociones de miedo y terror con las que se alimenta el Horror.

- Hum, así que, ..., y además... - Naelon parecía muy concentrado al revisar las heridas y los cortes que le habían realizado al pobre Galeem. Podíais ver como sus manos se manchaban de la poca sangre que quedaba al mirar más detenidamente las heridas que tenía- No conozco qué clase de ritual habrán hecho aquí, pero sin duda será algo peligroso. Seguramente haya sido cometido por alguna clase de Horror y algo peligroso está preparando...

Me has leído la mente, amigo. Nuestros vecinos no han sido víctimas de bestia alguna, sino de alguna criatura maligna, ya sea horror u hombre. Y en ambos casos hay algo evidente: el pueblo entero está en peligro.

Zeeth descendió, al parecer algo más calmado aunque los surcos de las lágrimas áun marcaban su rostro.

Sea lo que sea, está claro que no podemos dejar que siga matando inocentes. dijo el alado mientras descendía junto a sus compañeros. Y éste es solamente uno de los compañeros de la aldea, debemos tratar de encontrar al resto por si alguno siguiera... se detuvo unos segundos mirando el cadaver siguiera vivo.

Hablas sabiamente, Zeeth, dijo B'tritz; su voz era aún áspera, rasposa, grave. No perdamos más tiempo, compañeros; mi espada se haya deseosa de derramar la cobarde sangre del que ha perpetrado tamaña aberración...
Y sin dejar de vigilar a su alrededor, se adelantó un poco para ver si había más cuerpos.

El orco parecía dispuesto a todo, aunque la mención del Horror había hecho que dudara por un momento- De acuerdo, compañeros, sigamos el rastro, estoy convencido de que todavía podemos alcanzar a quien quiera que hiciera esto, y hacerle pagar por la muerte de Galeem. ¡Seguidme!