Supisy tenía un doble problema ahora. Por un lado no podia comentarle a nadie que tenía pirateado el sistema, que ella misma había creado. Y sin embargo, algo tenía que hacer. Había gente en la nave que estaba intentando delatar su posición, y eso solo podía significar problemas. Si ella misma ya dijo que meter gente en bodega era peligroso. Antes que hacer nada, decidió tratar de averiguar desde dónde habían intentado hacerlo.
¿Puedo?
Finn calló y dejo que su mirada vagase mientras su mente recordaba las últimas discusiones con su hermano provocadas por sus distintos puntos de vista sobre el Imperio.
Ayudar en las reparaciones y asegurarme de que no hay problemas entre/con los nuevos pasajeros.
Vale, no pasas mal viaje, pero sí ocupado :)
Ayudar en las reparaciones y asegurarme de que no hay problemas entre/con los nuevos pasajeros.
Oki, hazme 4 tiradas de reparar naves espaciales y con eso extrapolo.
A ver si acaban todos y pasamos a la siguiente escena.
Motivo: reparar
Tirada: 3d6
Resultado: 3, 4, 4
Motivo: reparar
Tirada: 3d6
Resultado: 5, 3, 4
Motivo: reparar
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 2, 6
Motivo: reparar (loco)
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: reparar
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: reparar
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 5, 2
ok
¿Puedo?
Sí, claro, tira programar y reparar computadores. Es difícil porque se cubren.
Motivo: Tiradilla al canto en mi descanso proyectual :D
Tirada: 4d6
Resultado: 6, 6, 6, 1
Creo que son 18, pero no estoy seguro.
Si, eso de la tripulación que lanzó al vacio y lo de los piratas lo había escuchado... - suspiró al ser preguntado por las naves de nuevo - Sé que fueron todas asaltadas por piratas, nada más, a lo mejor las robaron o destruyeron. - sentenció encogiéndose de hombros - Las piezas de recambio no sé muy bien para que son, la twi'lek es mi jefa en ingeniería y es ella quien hizo que se comprasen, no es que hablen mucho conmigo, aquí soy el último mono, soy mejor piloto que todos los demás y aun así me han metido a mecánico de segunda... - sonrió entre apesadumbrado y resignado.
- Bueno... me das poco con lo que trabajar, pero lo intentaré. Por motivos que no vienen al caso, tengo buenas referencias tuyas, así que te voy a hacer una oferta. Esas piezas de recambio son para reparar una nave como la que asaltó a tu capitán hace poco tiempo, coinciden casi exactamente... con bastantes duplicados. Tu jefa Twi'lek sabe muy bien lo que hace. Y el capitán os necesitará a todos para repararla, sobre todo a los que sepan algo de mecánica.
- Ya hemos contactado con tu capitán al respecto de comprársela y tenemos un acuerdo. Pero digamos que no confiamos en él... tengo muchas mejores referencias tuyas, para que te hagas una idea. El caso es que quiero que seas mi hombre dentro, aquí tengo quinientos créditos. - Sacó un par de fichas de crédito de la Alianza... bueno, eran ya de la Nueva República y se podían usar a todo su valor ya en casi un tercio de la galaxia y por bastante en el resto. - Son para tí. Si tu capitán nos vende la nave por el precio acordado, que no es poco... todo perfecto. No te he visto nunca. Si nos la quiere jugar y quedarse con nave y dinero... quiero que nos avises. Te daré un número de llamada de la holonet, y el código para que no te cobren, para que te acepten la llamada. Si nos ayudas en eso... tendrás otros dos mil créditos y la parte que te fuera a dar de lo que sacara de la nave. Ten en cuenta que no te estoy pidiendo que vendas a nadie. Si no que tu capitán nos va a entregar una nave de guerra dentro de veinte días en órbita de Kira IV. Nosotros vamos de buena fe. Si la va a entregar en otro sitio... también dínoslo. No el sitio, sino que no va. No quiero encontrarme en una emboscada imperial... en otra más. A nuestro grupo no le gustan los imperiales.
Kira IV es el único planeta que hay en el sistema de Kira, es inhabitable, una roca muerta, aparte de eso sólo hay asteroides.
Sonrió al escuchar la cantidad como si no hubiese nada más en aquella oferta, desde luego era una suma de dinero muy interesante, asintió y tras mojarse los labios con la punta de la lengua se decidió a hablar - Tienes un trato, hermano. - sentenció recogiendo los créditos y ofreciendo su mano al hombre para estrechársela.
- Hermano, ja. - dijo sin humor, con algo de sospecha en los ojos, dejando las monedas en las manos de Galen.
Supisy no logró detectar de donde venían los intentos, pero supo que ninguno había tenido éxito... salvo que ella le diera paso. Las defensas que el capitán había programado eran demasiado fuertes. ¿Pero no actuaban así los piratas, para localizar las naves? Era todo demasiado sospechoso. Lo habían hecho con mucho cuidado.
Y al fin, después de varios días, cuando ya los recicladores de aire parecía que no funcionaban correctamente, que no hacíais más que escuchar a los niños de los refugiados llorando y en los que, irónicamente, los ratos en los que trabajabais en la torreta eran los únicos libres, la nave llegó a Lazerian.
El capitán ni siquiera aterrizó en el planeta, dejó a los refugiados en la primera estación de tránsito orbital que pudo, aunque se ganó una discusión con el representante de los refugiados y un descuento en el segundo pago. Pero volvíais a tener la nave para vosotros solos... Y afortunadamente el capitán contrató dos droides de limpieza para dejar la bodega impoluta. Aunque las literas y servicios tendríais que desinstalarlos... en algún momento, porque ahora teníais cosas más importantes que hacer.
Y así acaba este acto, se que se ha alargado mucho. Mañana voy con el próximo. Ahora podéis despediros de alguno de los refugiados que contentos de salir de la claustrofóbica nave, se disponen a empezar una nueva vida.
Voy a rastrear la nave en busca de inhibidores de señales o, peor, de generadores de señales. Si puede ser.
Finn se acerco a Kiranna, algo nervioso, antes de que marchase de la nave.
- Mira Kiranna, sé que no tengo derecho alguno a pedirtelo, pero si me esperas, cuando termine este trabajo vendré a buscarte. No sé, me gustaría ... verte.
Registraste la nave a conciencia pero no encontraste ningún radiofaro, ni físico ni en el software. Una vez los refugiados se hubieron ido, descubriste que no eras la única que tomaba tales precauciones. El capitán hizo lo mismo, al parecer de forma rutinaria.
- Te dí una oportunidad para estar conmigo y tu la desaprovechaste. Dejaste muy clara tu... - al ver tu cara de horror suavizó mucho el gesto.
- ¡Que era broma! Bueno, yo estaré en Lazerian un tiempo, si te decides a venir... yo estaré aquí. Tienes mí número. - dijo antes de darte el beso de despedida.
Durante unos instantes los ojos de Finn brillan de alegría y una sonrisa asoma a sus labios mientras se despide de Kirana.