La gigantona Tooth Poppu no se movió ni un milímetro de donde estaba; de hecho esta se encontraba con un muro inamovible en estos momentos, por lo que marcharse del lugar sin dar una explicación no era la opción más viable. Dicho muro rosado comenzaba a empujar a Kyouka Hanagawa hacia los brazos de Tooth lentamente...
-Explícamelo aquí... ¿Por que?...
Esto... yo... Empecé a sudar sin saber que decirle a la pobre niña. No podía decirle que estaba muerta sin mas.
Escucha soy detective de policía, no puedo decirlo y menos a una niña pequeña... ¿Dónde están tus papas? ¿Dónde podríamos localizarlos? Y de verdad vamonos de aqui, ¿No sabes que hay que hacer caso a tus mayores pequeña?
La pequeña niña miró confundida a Kyouka Hanagawa, en especial porque esta por algún motivo no deseaba responderle a la sencilla pregunta que esta le estaba haciendo, del porqué no continúan con el truco de magia y la maga junta los dos pedazos de la asistente de una vez por todas.
-No tengo papás... Pero... ¿Por que no puedes decirme?. -Preguntó la niña- ¿Es porque te caigo mal?. ¿No quieres ser mi amiga?. Yo quiero ser amiga de todos... ¡Tengo una idea!. ¡Un abrazo!. ¡Los amigos se dan abrazos!.
Interrumpiendo el abrazo que Kyouka Hanagawa iba a recibir, uno de los policías que había conocido y con el que esta se había portado de forma bastante decente, o al menos como una persona normal, vino en su rescate; aunque quizás no de la forma en la que una esperaría.
-¡Es porque está muerta!. -Exclamó una voz por detrás de Tooth Poppu- El truco de magia salió mal y ahora mismo la asistente ha fallecido por culpa de ello. Nosotros somos policías encargados de descubrir la verdad y saber el porqué esta pobre chica murió.
Girándose para ver a este policía, y liberando las barreras rosadas que retenían a Kyouka Hanagawa en el proceso, la gigantona Tooth Poppu parecía tener en su línea de objetivos a una nueva persona, en concreto el detective Jilliam Wustice, el cual, sin ningún tipo de reparo le había explicado.
-¿Esto es la muerte?. -Preguntó un poco confusa, como si fuera la primera vez que alguien le hablara claro del tema- ¿Es decir que la señora irá al cielo?. ¿Cuándo vaya al cielo irá partida en dos?...
Antes de que nadie pudiera responder, saliendo de detrás de una estantería, probablemente el lugar donde se había ocultado todo el tiempo esperando ver como Kyouka Hanagawa era cortada en dos por un abrazo especial de Tooth Poppu o como esta se libraba del tema; llegaría Mamoru Ai Yastis.
-¡Tooth!. -Exclamó el hombre- ¡Por supuesto que no irá al cielo partida en dos!. ¡Primero la coserán en la morgue y luego la quemarán!. ¡Cuando llegue al cielo será un montón de cenizas!. ¡Como le ocurrió la semana pasada a la abuela de Jilliam Wustice!. -Dijo señalando a Jilliam Wustice- Bueno, sin la parte de "cortada en dos" en realidad sin querer la atropellé con el coche patrulla... eso no la partió en dos...
Los ojos de Jilliam Wustice se cubrieron de lágrimas, al escuchar esas cosas que decía Mamoru Ai Yastis, demostrando otro motivo más por el cual a este no le dejaban conducir su coche patrulla ya nunca más, o al menos, de momento.
-Yaya... -Comentó en voz baja.
Al parecer el recuerdo reciente de la muerte de su abuelita era un tema bastante sensible para este hombre en estos momentos. Así que... es normal que se pusiera así al escucharlo venir de un compañero de trabajo... en particular el que fue el partícipe más directo de aquel terrible accidente.
-Si tan solo no se me hubiera olvidado en tu casa la chaqueta...
Evidentemente, aquella situación no era la más conveniente para ver que en el cuerpo de policía de Sakurami City había gente cualificada y capaz de mantener la calma ante cualquier situación. Pero al menos en este caso el que estaba lloriqueando no era Mamoru Ai Yastis, lo cual a Mamoru le valía.
-¡Mira, Tooth!. -Dijo siguiendo señalando a Jilliam Wustice- ¡Está llorando!. ¡Seguro que si le das un abrazo de los tuyos le ayudas a que deje de llorar!. -Agarrando de la mano a Kyouka Hanagawa, este tiró de ella hacia la salida. -¡Vámonos antes de que nos encasqueten limpiar el desastre!.
Mientras aquellos dos salían de la Biblioteca en una cinemática que a todas luces indicaba que era "Porque ya estamos a día 9 y aún no hemos llegado a ninguna escena de sospechoso, mejor será que nos demos prisa o no terminamos la partida antes del día 30 de este mes", aquellos dos pudieron escuchar como algo se rompía detrás de ellos.