Partida Rol por web

Volviendo corriendo al Departamento de Policía de Sakurami City, el cual literalmente estaba en el edificio de al lado y todo eso de tener que ir a un descampado para recoger el coche y empujarlo hasta aquí no había sido más que una pérdida de tiempo. Aquel dúo de detectives (uno no remunerado) se adentraron en el edificio.

*Tres hijos, tres sospechosos. O sea, un total de seis personas a interrogar.*

Tras reflexionar en voz alta, Mamoru Ai Yastis explicó con todo lujo de detalles la información que tenía del caso, a fin de cuentas era un fanático de Chester Chistera, por lo que tenía un poco de información al respecto de todo aquello, como buen fanático que se precie estaba bastante informado.

-El primero es Ichiji Murasaki, -comenzó a explicar- que se hizo cargo del negocio de Chester Chistera una vez que Reiju Murasaki se jubiló.

Pasando al lado de Jilliam Wustice, este dio un golpe a los archivos que el otro policía estaba llevando, tirándolos todos al suelo y esparciéndolos por el lugar mientras este avanzaba.

Aquel detective se percató de la llegada de Mamoru Ai Yastis y cuando se acercó a saludar y a preguntar que tal se encontraban, este en un abrir y cerrar de ojos, se vio envuelto en una nube de papeles, tanto de pistas como de informes que -por algún motivo- se escaparon de sus manos.

-¡Ay!. -Exclamó mientras se agachaba- Se me cayeron los papeles, buenas Mamoru y compañera, espero que tengáis un buen caso... nos vemos en un rato... tengo que recoger todo esto...

El Detective de policía Mamoru Ai Yastis continuó caminando sin detenerse en absoluto para dirigirle la palabra a su compañero Jilliam Wustice, al contrario, este continuó con su viaje explicando los detalles que sabía acerca de este hijo y el sucesor del legado de su madre. Así evitaba que esta se detuviera con Jilliam Wustice si quería seguir escuchando lo que sabía.

-Ichiji esperaba hacerse aún más rico ahora que su madre se había jubilado... de la vida.

Mamoru Ai Yastis y Sorcha McKay llegaron a la Sala de Interrogatorios, o mejor dicho, a la Sala de Vouyerismo de la Sala de Interrogatorios, pues iban a estar viendo con todo lujo de detalles a través de una ventana, lo que se cocía en el interrogatorio que no iban a llevar ellos.

-A ver, te cuento, este es Ichiji, el trillizo que se parece mucho a los otros dos, y ha accedido a ser interrogado, y el que va a hacer todo el trabajo de interrogarle será Jilliam, lo cual nos da ventaja. Pues podremos centrarnos en fijarnos bien en todo. -Entonces el hombre señaló hacia la ventana- Ichiji no sabe que esta sala tiene un espejo unidireccional, así que podemos verle a él, pero el a nosotros no. ¡Un plan perfecto!.

Por desgracia para aquellos dos detectives (uno no remunerado), la situación no iba a ser tan fácil como Mamoru Ai Yastis había dicho, pues llegando a aquella habitación aquella mujer de cabellos morados hizo su acto de presencia y con una mala mirada se fijó en quienes estaban ahí.

-Mamoru. -Llamó la jefa de detectives- Quería saber si has recibido el e-mail sobre el espejo unidireccional. 

La llegada de su ex-mujer y superiora directa alertó a Mamoru Ai Yastis que dio un leve salto, sorprendido por lo que acababa de escuchar, es decir, la voz de ella.

-¡Pues no!. -Exclamó indignado el detective- Me han suspendido la cuenta de e-mail por múltiples ataques de phishing. Y total estoy mejor sin correo electrónico alguno: ¿Sabías que en verdad no hay solteras cachondas en tu área?. Empecé a sospecharlo cuando fui a la Zona Muerta y me seguían saltando los Pop-Ups... sea como fuera, no tener correo para ver estas tonterías no es lo que me preocupa, me pregunto cuándo me llegará el dinero de ese Príncipe Nigeriano...

Al parecer una de las cosas que menos le gustaban del trabajo de jefa de los detectives era aguantar las chorradas de Mamoru Ai Yastis, por lo que esta, simplemente le chistó para que estuviera bien callada. No quería tener más dolores de cabeza al respecto y tan solo buscaba terminar con todo de una buena vez.

-Shhhhh... -Le ordenó que se callara- El caso, no hay espejo. Lo han roto hace un par de horas. Lo cambian mañana por uno nuevo. Tendré que avisar a Jill por...

Aquella revelación sorprendió a Mamoru Ai Yastis, el cual se giró directamente al espejo y lentamente fue acercando las manos hasta que lo logró atravesar, o mejor dicho, logró atravesar la zona en donde se suponía que había un espejo, casi llegando a caerse a la sala de al lado.

-¡¿Qué!?. -Exclamó sorprendido- ¡Gracias Saiko!. -Dijo con sarcasmo- No hace falta que le digas a Jilliam nada, ya se lo diré yo... Ojalá mañana cambién a Jilliam... -Comentó esto último por lo bajo.

Aquella jefa de detectives echó un vistazo a Mamoru Ai Yastis y luego otro a Sorcha McKay, y tras unos segundos esta finalmente dio un leve suspiro y se largó del lugar por donde había venido. Claramente todo esto no era algo más que una molestia para ella, y estar cada segundo que pasaba con Mamoru Ai Yastis era un gran dolor de trasero para ella. Por lo que ni lo dudó ni un momento a la hora de irse de allí.

-¡Maldición!. -Exclamó enfadado volviendo a comprobar por tercera vez consecutiva que el espejo padecía un claro caso de no-existencia- ¡No podemos dejar que Ichiji nos vea a través de este hueco!. ¡Aagggghhh...!. 

Aquel policía parecía estar desesperado por lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Cada vez que trataba de dar un paso hacia delante, tenía que retroceder dos hacia atrás, alzar los brazos, rodillas adelante, manos en las caderas, y danza kuduro, o algo así por el estilo.

-¡Tengo una idea!. -Exclamó a tiempo- Atenta: Cuando entre Ichiji, tienes que imitar cada movimiento que haga para que se crea que hay un espejo. ¡NO HAY TIEMPO DE DISCUTIR LA INVEROSIMILITUD DE ESTA SITUACIÓN!. ¡Lo que el haga!. ¡Lo haces tú!.

La puerta de la sala contigua se abrió, dejando pasar a un muchacho que se veía casi idéntico a la foto que tenían del sospechoso, quizás fuera él, o quizás no. Sea como fuera eso, lo que si era evidente es que el muchacho parecía ligeramente nervioso, mirando la mesa y la silla, colocando su mochila encima de la mesa y poniéndose las manos en la cintura mientras giraba a derecha y a izquierda para estirarse.

-Vale... Relájate tío... -Comentaba para sí mismo en voz baja- ¡Relajate!. -El hombre giró bruscamente el cuello hacia la derecha y luego hacia la izquierda para liberar tensiones, y luego se agachó levemente doblando las rodillas- Tú eres un tío guay, y esta es una reunión, nada más... Solo una reunión... -Ahora se puso justo enfrente del "espejon't" y extendió los brazos en forma de cruz- Y tu eres un pez gordo. -Dio un par de saltitos- Vamos.... vamos...

-AAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....

Agachándose hacia el espejo, este hombre levantó su mano derecha, luego su mano izquierda y lentamente se fue agachando para finalmente dar un fuerte salto y un grito del fondo de sus pulmones.

 ¡TOPE DE ENERGÍA!.             

McKay escuchaba atentamente a su maestro Mamoru, de hecho, estaba tan absorta en lo que este decía que ni siquiera se dio cuenta del choque que su idolo tuvo contra Jill, y esta siguió avanzando mientras afirmaba con la cabeza.

-Muy interesante, esta claro que es toda una suerte que tengamos a alguien tan ilustre en Chester Chistera, seguro que sera la clave para resolver este caso.

Comento mientras pasaba por encima de Jill.

-La señora de la limpieza de debe esmerar un poco mas en limpiar, creo que pise algo raro...

Dijo mientras trataba de no interrumpir al detective.

Al llegar a la sala de interrogatorios coloco las cenizas de la Tia abuela política de Mamoru, Aoi en la repisa para que pudiese ver orgullosa como trabajaba su Sobrino nieto político, Ai en aquel caso.

-Que cristales tan buenos, nisiquiera parecen que estén ahí.

Afirmo sorprendida al "ver" la buena calidad de estos.

Al ver entrar a la jefa, nuevamente prefirió mantenerse al margen de la conversación, así que solo participo en esta cuando Mamoru hablo sobre aquel principe de Nigeria. No lo podia creer, le parecia imposible que algo asi le hubiera podido ocurrir al Gran y Excelente Mamoru-SamSenSempai... como un principe de Nigeria no se atrevia a responderle ni darle el dinero prometido.

-Señor, que le den a este caso, tenemos algo mas importante entre manos, tenemos que detener al principe de Nigeria y obligarle a que le devuelva su dinero...

Pero en ese momento ocurrió lo del cristal y Mamoru le dijo a McKay que debía de hacer lo mismo que el sospechoso para no llamar la atención, no dudaba que aquel plan funcionaria, aunque echaba en falta poder usar una ardilla como bigote postizo, o un bigote postizo como bigote postizo, en ultima instancia...

Se dispuso a hacer lo que Mamoru le habia ordenado, y como sentía que volver a escribir sus acciones seria un Deja-Vú, se dispuso ha hacer algo mucho mas rápido, copiaría y pegaría las acciones del sospechoso y cambiaria las direcciones, pues después de todo era un espejo, y aunque Sorcha podía ser algo despistada, no dejaba de ser bastante inteligente, en parte por que era la gracia del personaje, y en parte por que el ente que lo manejaba fue coaccionado a tener que resolver ese caso si o si, o al menos a no fallarlo por hacer payasadas...

Sorcha abrio la puerta de su sala nada mas vio entrar al sospechoso.

Simulo parecer ligeramente nerviosa, miro a la mesa y luego a la silla, y coloco las cenizas de la tia abuela encima de la mesa, poniendo sus manos en la cintura mientras giraba a la izquierda y a la derecha para simular estirarse.

-Vale... Relájate tío... -Imito solo moviendo los labios, despues de todo los espejos no hablaban, (como sabia lo que iba a decir y hacer, ya lo hemos comentado, copia y pega...)- ¡Relajate!. - Volvió a imitar sin emitir sonido La mujer giró bruscamente el cuello hacia la izquierda y luego hacia la derecha para emular liberar tensiones, y luego se agachó levemente doblando las rodillas- Tú eres un tío guay, y esta es una reunión, nada más... Solo una reunión...-No sabia del todo si aquella parte eran pensamientos, o palabras al estar en cursiva y negrita, asi que simplemente movio los labios, en ultima instancia, igual no se habia dado cuenta que estaba hablando. Ahora se puso justo enfrente del sospechoso y extendió los brazos en forma de cruz- Y tu eres un pez gordo. -Dio un par de saltitos- Vamos.... vamos...

-AAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....

Agachándose hacia el espejo, esta mujer levantó su mano izquierda, luego su mano derecha y lentamente se fue agachando para finalmente dar un fuerte salto y simular un grito silencioso del fondo de sus pulmones.

 ¡TOPE DE ENERGÍA!....

Mientras Sorcha McKay hacía un gran labor copiando y pegando lo mismo cambiando unicamente las direcciones de izquierda por derecha y derecha por izquierda, algo más ocurrió en aquella sala contigua. La puerta se abrió y de ahí salió no otro que Jilliam Wustice llevando la libreta con las hojas recogidas por doquier.

-Ho-Hola. -Dijo timidamente mientras dejaba las cosas sobre la mesa- Disculpe, me tropecé con algo y se me cayeron las cosas al suelo y creo que alguien me pisó porque me agaché y no me vio y...

Con la llegada de este otro Detective, el Sospechoso Número 1, Ichiji Murasaki, se giró hacia este, llevando ambas manos a su cintura, tan solo soltándola para remarcar lo cansado que estaba y lo incómodo en el que este se encontraba por llegar hasta ese lugar para ser interrogado por asesinato.

-Vale, vale, -comentó el Sospechoso Número 1- Guay, pero tenga en cuenta que no tengo todo el día. Y estoy haciendo un favor de venir hasta aquí. 

Una de las cosas que una persona se tiene que esperar es de lo inesperado, pues cuando se espera lo inesperado nada inesperado ocurrirá porque ya habrá sido esperado. Por lo que lo único que pasará será una sucesión de eventos esperados que previamente fueron inesperados.

_{^{-¿Ha llegado alguien más?.}} -Preguntó incrédulo el policía, pese a que literalmente un interrogatorio había dos personas de por sí, el interrogador y el interrogado. Por lo que este hombre se tuvo que levantar e imitar los gestos de Jilliam Wustice. -_^Joder... -Resopló por lo bajo.

Cuando este se levantó como resorte sorprendió tanto a Jilliam Wustice que dio un saltito, algo que Mamoru Ai Yastis imitó. Entonces el policía que estaba siendo imitado se acercó hacia el espejo con cara de sorpresa, observandolo con atención, de arriba a abajo, algo que siguió el movimiento de cabeza de Mamoru Ai Yastis.

-¡Madre mía!. -Exclamó mientras se tocaba la cara, algo que Mamoru Imitó- Tengo un aspecto horrible. Es como si el médico me hubiera dado tres días de vida y voy por el quinto. -Dijo levantando una mano con los cinco dedos extendidos, algo que imitó Mamoru.