Partida Rol por web

Volviendo al vehículo tirado por 1 TPP, es decir 1 Tooth Poppu de Potencia, estos se dirigieron hacia una zona algo distinta de la ciudad, volviendo una vez más al barrio más pudiente de la misma para aparcar enfrente de un gran hotel que se anunciaba como si fuera un casino de las Vegas.

*Once Millones de NijiYens más ricos tocaba interrogar al último sospechoso, Sanji Murasaki, el trillizo más problemático: Un influencer fracasado que vivía recluido en el lujoso Hotel-Casino "Gambler Gallery".*

El detective parecía estar bastante seguro de este sospechoso, su seguridad emanaba por todos los poros, o quizás fuera sudor... sea como fuera, este recogió un par de cosas del interior de la guantera. Y tras esto, el detective salió del interior del vehículo y le lanzó las llaves al aparca coches, mientras se disponía a dirigirse hacia el interior del hotel.

-Cuidado con el coche, no me lo rayes. -Le advirtió- He contado las monedas que tengo el cenicero... ¡13!.

Por si acaso antes de adentrarse al interior del Hotel, este se giró para hablar con la gigantona que empujaba el vehículo.

-Tooth, cuéntalas tu también.

La gigantona Tooth Poppu hizo caso a lo que Mamoru Ai Yastis tenía que decir, asomándose por encima del chasis de aquel vehículo esta señaló las monedas del cenicero con su dedo tan grande como una salchicha grandota, esas que se venden en alemania y son tan grandes como el brazo de un bebe gordo.

-Una... dos... verde... casa... elefante.... pato... siete... guauguau...

Aquellos dos detectives, o mejor dicho, detectiva Mamoru Ai Yastis y la ayudante de detective no remunerada Sorcha McKay se adentraron en el hotel y tras pedir indicaciones en recepción, estos se dirigieron directamente a la penthouse en donde el tercer y último sospechoso se encontraba... y mientras esperaban en el ascensor este fue explicando.

-Bien, esto es lo que sé sobre Sanji, -empezó a explicarle a su ayudante- Reiju le cortó el grifo del dinero hace tiempo pero el sigue aprovechándose de su apellido para conseguir crédito. Ahora que está muerta, heredará su parte de la fortuna. Y eso es un móvil más que probable... 

El detective le entregó en mano a Sorcha McKay un bigote postizo, un sello distintivo de este detective con el que usaba para infiltrarse en distintos lugares, por lo que si la muchacha era una verdadera fan, esta ya sabría qué era lo que iba a ocurrir a partir de ahora.

-Conozco a Sanji de algunos altercados que involucraban alpacas, desnudez en vía pública y muchas tartas de crema de plátano; por lo que yo no podré adentrarme ahí dentro sin un buen motivo... o sin una buena distracción. -Señalándole el bigote, este continuó hablando- En cambio tú... Tienes que hacerte pasar por el crupier de su partida semanal de Blackjack... que va a empezar en... ¡4 minutos!.

Las puertas del ascensor se abrieron, y Mamoru Ai Yastis tiró de Sorcha McKay por el pasillo hasta la penthouse, en donde ambos los dos se ocultaron detrás de una maceta con un arbusto bien podado. Al parecer esta misión iba a ser una completa infiltración, y ya habían lanzado dados de sigilo.

-Ponte el bigote y este pinganillo, ¿vale?. -Indicó dándole en la otra mano un pinganillo- Lo coges, te lo pones en la oreja y repites exactamente lo que yo te diga y todo saldrá bien, ya verás... Shhhhh... Creo que se acerca alguien... Debe de ser el crupier...

Con un pitido, el ascensor había vuelto a subir, y entre las hojas del árbol de la maceta Sorcha McKay pudo ver como el crupier que indicaba Mamoru Ai Yastis que este era, no era más que un joven adulto que vestía un traje y que ocultaba parcialmente su rostro con una gorra, y al parecer estaba murmurando algo por lo bajo...

-Vale, tu puedes... sabes que está ahí detrás... -Comentaba para sí mismo- Tan solo sé tu mismo y averigua lo que puedas... no pasará nada... tan solo tengo que llegar y preguntarle... sí... esta vez no se me escapará...

Cuando pasó al lado de ellos, Mamoru Ai Yastis con gran velocidad levantó la maceta (con el árbolito incluido) y la rompió en la cabeza de aquel crupier que tan solo iba a hacer su trabajo. Dejando su cabeza oculta bajo las ramas y hojas del árbol y la tierra de la maceta.

-Perfecto, ahora tenemos vía libre. -Comentó mientras se sacudía las manos entre ellas para limpiarse de los restos de tierra- Mientras yo me encargo de esconder a este en el armario de las escobas, tu te encargas de lo otro. Y recuerda; yo te cubro. No haré NADA que te pueda poner en peligro o que no te esperes.

Tras decir esto, el hombre llamó a la puerta de la penthouse y salió corriendo tirando de la pierna del Crupier para esconderse en el armario de las escobas de ese piso... arrastrando la planta que seguía en la cabeza del joven inconsciente.

Al cabo de unos segundos, dando apenas tiempo para que Mamoru Ai Yastis y el crupier... y el arbolito... desaparecieran por la esquina de aquel pasillo y a Sorcha McKay de colocarse el bigote en el labio superior y el pinganillo en la oreja, la puerta a la penthouse se abrió de golpe, dejando ver a uno de los trillizos que... era idéntico a los otros dos.

-¡Hola, tío!. -Exclamó alegre de verle- ¿Qué tal? ¿Qué onda?. -Señalando la mesa de crupier en la sala- Mira ahí está la mesa del crupier... muy bien, muy bien... -comentaba mientras cojeaba hacia uno de los sitios disponibles- Espera un momento, tu no eres mi crupier de siempre...

En el interior de aquella sala se encontraban tres personas, en donde los tres coincidían en una misma cosa, y era que el color de sus cabellos estaba en la gama de rojo-azulado, o también conocido como morado, púrpura, fucsia, rosa... Y gracias al conocimiento que Sorcha McKay, pudo reconocer sin demasiadas dificultades que el Sospecho Nº3 no era otro que el que le había abierto la puerta... pues era el que era idéntico a los otros dos Sospechosos que habían entrevistado.

Por fortuna para Sorcha McKay, esta tenía las respuestas al alcance de su mano, o mejor dicho, de su pinganillo. Por lo que esta podía seguir fingiendo con excusas plausibles a la par que investigaba a este caso particular para averiguar si este trillizo había sido el asesino. Mamoru Ai Yastis le dio apoyo logístico.

No, al otro lo han cogido para actuar en un musical.

Sorcha entro en el casino como le había pedido Mamoru, poder llevar uno de esos bigotes falsos era otro sueño cumplido que ahora podría tachar de su libreta.

-A sus ordenes Mamoru-Samasansempai.

Le dijo mientras se acababa de arreglar, y como no le dejaron crear un nuevo personaje, pues cambio los datos del suyo para la ocasión, aunque esto en el futuro cuando vuelva a modificar su ficha, quedara raro...

Al entrar se dio cuenta de que el tipo que era el crupier no era otro que Kenshin Nori, lo conocia de haberlo visto en la tele en:

Televisión: Atentado en Mustafu

Aunque iba de incognito lo pudo reconocer por que ponía su nombre al lado de su imagen, novato... tenia que haber hecho como ella...

Aun asi de poco importo, pues mamoru lo dejo seco con una maceta... un gag que le hizo recordar otro episodio en el que habia visto al gran Mamoru en accion...

Televisión: El problema con los Vigilantes

Le sorprendió la rapidez con la que actuo Mamoru, digna del heroe que tenia en su cabeza.

Quiso decir algo, pero Mamoru le había dado extrictas ordenes, así que lo que dijo fue:

-Perfecto, ahora tenemos vía libre.  Mientras yo me encargo de esconder a este en el armario de las escobas, tu te encargas de lo otro. Y recuerda; yo te cubro. No haré NADA que te pueda poner en peligro o que no te esperes.

Tras decir eso afirmo con la cabeza y avanzó hasta donde estaba el sospechoso...

Pudo reconocer tambien a As Napier, que curiosamente salia en ambos episodios televisivos que habia colgado, pero una vez mas, se limito a hacer lo que su heroe le habia dicho...

-No, al otro lo han cogido para actuar en un musical.

El joven de tamaño reducido y traje blanco con un pañuelo de patrón de tablero de ajedrez también tomó asiento en el lugar, curioso por lo que había escuchado de aquel repentino cambio de Crupier, y de porque una mujer tenía un bigote postizo tan falso que aunque se cambiara la descripción del perfil se notaba.

-¿Como se llama el Musical?. -Preguntó.

Por fortuna para Sorcha McKay, esta tenía las respuestas al alcance de su mano, o mejor dicho, de su pinganillo. Por lo que esta podía seguir fingiendo con excusas plausibles a la par que investigaba a este caso particular para averiguar si este trillizo había sido el asesino. Mamoru Ai Yastis le dio apoyo logístico.

Se llama: Las Aventuras del pequeño Willie Fulanito y su canoa mágica.

Sorcha, o mejor dicho Tipo de incognito siguió en su papel ajena a que su bigote pareciese falso. Además, tenia el apoyo del Gran Mamoru-Samasensempai, y sabia perfectamente lo que tenia que decir o hacer aunque la situación se volviese complicada, asi que con unos nervios de acero, y sin dudar ni un momento se dispuso a responder a aquel chico, al que le gustaba dejar inconsciente a gente a base de jarronazos en la cabeza.

-Se llama: Las Aventuras del pequeño Willie Fulanito y su canoa mágica.

La joven de de grandes pechos y con un traje de fiesta negro también tomó asiento en el lugar, curiosa por lo que había escuchado de aquel repentino cambio de Crupier, debido a que el anterior crupier estaba actualmente indispuesto para ejercer su profesión por un repentino cambio de carrera.

-Vaya, parece un musical muy interesante. -Comentó la mujer mientras se sentaba en otro asiento libre, colocando sus codos sobre la mesa- ¿Y a quién interpreta él?.