Partida Rol por web

"Fuimos a Chez Marceau para hablar con la dueña y primera chef, Miiranda Marceau MII. Akio Meer le había cerrado temporalmente el local por pequeños incumplientos de la Ley, lo cual la convierte en el primer plato del menú de sospechosos"

Aquella voz en Off no era una voz en Off, si no que eso fue lo que Mamoru Ai Yastis dijo nada más llegar al restaurante de Chez Marceau mientras se hacía paso hacia la cocina, en efecto, la sospechosa se encontraba ahí trabajando ensimismada. Y sí, lo dijo para si mismo, pero lo suficientemente en alto como para que todos lo pudieran escuchar... aunque por fortuna la Chef no.

-Todavía no hemos abierto. -Advirtió la Chef sin girarse lo más mínimo para atender a los recién llegados.

El cuchillo de Miiranda Marceau MII se encontraba manchado de una substancia roja, substancia que para la mayoría de las personas pensarían que es sangre, pues claramente era sangre, a fin de cuentas, estaba cortando un bisteq; pero para Mamoru Ai Yastis simplemente era Ketchup de una fábrica de Ketchup que explotó al lado de la fábrica de cuchillos y no lo limpiaron... ese era su nivel.

-No habéis abierto para comer... pero... ¿Habéis abierto para asesinar?. -Inquirió Mamoru Ai Yastis.

La joven muchacha y primera sospechosa se detuvo un instante, aún con el cuchillo en mano esta se giraría finalmente para ver a aquellos dos agentes de policía en su propia cocina. Al parecer la situación era mucho más seria de lo que hubieran imaginado, al menos para estándares normales de Mamoru.

-¿Es que acaso vosotros sois de la policía?. -Se le notaba un acento francés.

-Correcto. -Comentó admitiendo como la Sospechosa los había calado.

Tras ello, este se giró hacia Kousuke Tsutomu, y le dio unas pequeñas directrices de cómo actuar ante un sospechoso armado con un cuchillo manchado con Ketchup de una fábrica de Ketchup que explotó al lado de la fábrica de cuchillos y no lo limpiaron.

-Muestrale la placa y di algo chulo... -Le dijo en un susurro- Y dile porque hemos venido...

No había tiempo para pensar, tocaba actuar rápido.

-¿Buscais problemas? ¡Pues escuchad nuestro lema!-exclamó, metiendo la mano en un bolsillo interior de la chaqueta, de la que sacó su placa, todavía con el plastiquito con el que se la habían entregado.-¡Somos de la policía de Sakurami City y estamos investigando el asesinato de Akio Meer!

Cuando Kousuke Tsutomu hizo aquella pequeña fanfarria no impresionó en absoluto a la primera de las sospechosas, ni siquiera hizo que una de sus dos cejas se elevara en la más ligera sorpresa; pero algo de lo que sí se percató es que cuando este comentó acerca de Akio Meer, una sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Ese hombre maleducado ha muerto?. -Inquirió con curiosidad- ¡Eso es maravilloso!.

-Vaya... -Dijo en un suspiro- ^{_{Otra loca...}}

Aquel comentario lo hizo por lo bajo, por lo que tan solo Kousuke Tsutomu pudo escucharlo insultar a la Sospechosa, al parecer no le gustaba en absoluto tratar con mujeres, tratar con cocineras, tratar con chicas de pelo rosa o... probablemente, tratar con franceses.

-Bueno, -comentó el policía, tratando de terminar cuanto antes con el tema- tenemos algunas preguntas...

-Tengo mucha prisa. -Comentó cortando el tema al policía- Esta noche es la re-inauguración, así que si queréis hablar, me tenéis que ayudar. ¡Venid!.

No los llevaría muy lejos, si no a una mesa en donde había un pequeño pastelito hermosamente decorado y otros 60 pastelitos a medio hacer, y por medio hacer se refiere que solo estaba el molde, un par de cintas pasteleras y un bol de frambuesas.

-Tenéis que preparar 30 de estos con la frambuesa y la crema inglesa lo más rápido posible. Así que rapidito, y tienen que quedar igual que este...

Sin cuestionar ni un solo momento el hecho de que ellos eran policías en plena investigación; Mamoru Ai Yastis tomó una manga pastelera y empezó a chorrear encima de la base que había en sus pastelitos; al parecer había aceptado las condiciones de aquella mujer.

-Empieza con las preguntas que tienes apuntadas, -le comentó a su compañero y novato- y ponte a trabajar o nos echará de aquí... o peor, cancelará la reserva que apunté cuando nadie miraba para esta noche...

Las preguntas que Kousuke Tsutomu tenía apuntadas eran preguntas... bastante sencillas, simples y que iban directo al grano, el problema es que esas preguntas las tenía apuntadas en su libreta y hacer pastelitos a contrarreloj a la par que leía las preguntas y pasaba las páginas era... bueno, complicado. ¡Pero el ya se encargaría de ver como lo hacía!.

¿De qué conocía a la víctima?

¿Donde ha estado en el día de hoy?

¿Ha viajado hace poco a sudamérica?

Con una mano empezó a colocar lo que parecían galletas en cada plato, haciendo un trabajo en cadena con Mamoru: crema, galleta, crema, galleta, crema, galleta. Con la otra, cogió la libreta y leyó la primera pregunta.

-Veo que conoce a la víctima. ¿De qué?

Todo apuntaba a que Akio Meer era el responsable de que estuviera teniendo la reinauguración esta noche, y por tanto, también de que estuviera ahora mismo interrogando y montando platos al mismo tiempo. Pero no había tiempo para resentir a los muertos, pues tenía que pasar la hoja con una sola mano sin que se le cayera la libreta.

-¿Podría decirnos dónde ha estado hoy? ¿Y si alguna vez ha viajado a Sudamérica o ha estado en contacto con alguien que haya viajado allí recientemente?-preguntó a toda prisa. Cuanto antes las soltara, antes podría concentrarse en las tartitas.

Aquella chef estaba en el otro lado de la cocina, pero escuchó con atención aquella primera pregunta por lo que esta, sin demasiadas florituras respondió, quizás no estaba muy acostumbrada al idioma o a ser interrogada por policías, pues dijo cosas de más...

-Esa maldita comadreja cerró mi restaurante durante las últimas 3 semanas. -Comentó con cierto rencor en su voz- Deje de ingresar 150.000 euros, o el equivalente del dinero de mentira que tenéis aquí; y todo por un maldito "tupper" sin tapadera.

Por otro lado, Mamoru Ai Yastis el cual no tenía absolutamente nada más que hacer que usar la manga pastelera y echar la nata entre las galletas lo estaba haciendo... de pena. Algunas de ellas apenas tenía su contenido cremoso suficiente y otras al contrario, tenían más que de sobra que se salía de la gelleta. Sus manos estaban pringosas y cubiertas del relleno y ninguna galleta estaba recta...

-Por cierto... no sé si la estoy cagando con esto... -Dijo antes de echar un vistazo a los de Kousuke Tsutomu- Los tuyos hacen quedar mal a los míos...

-¡Pues claro que puedo decirlo!. -Respondió a la segunda pregunta- ¿Acaso no escuchas como estoy hablando?. ¡Tengo la posibilidad de emitir sonidos por mi boca!. ¿Esas son las preguntas que os enseñan en el cuerpo de policía?.

Esa había sido la respuesta de la segunda pregunta, pues ante una pregunta de "Si puede-" le han respondido que "Sí, que puede hacerlo", pero no se ha dignado a responder en el qué fue lo que hizo. Claramente aquella muchacha estaba ocultando algo o la barrera idiomática era grande... o ambas a la vez.

-Era una pregunta un poco tonta, ¿No crees?. -Dijo al aprendiz, dándole la razón así a la Sospechosa, pero aún peor que todo, parecíera que no iba a apoyar a Kousuke Tsutomu a la hora de saber qué era lo que hizo Miiranda Marceau MII durante el día de hoy.- Pero mira los tuyos... -dijo señalando aquellos pastelitos o lo que fueran, al parecer Mamoru Ai Yastis estaba más preocupado por eso que por resolver el caso- son perfectos... ¿Es que quieres dejarme mal?. ¿Te crees superior porque crees que "no sé" silbar bien?. ¿Es eso?. ¡Pues toma!.

Sin esperar ni un solo instante, Mamoru Ai Yastis empezó a golpear con sus poderosos puños de funcionario las hermosas creaciones de Kousuke Tsutomu, lanzando el relleno por todos lados de aquella mesa.