Partida Rol por web

"Después de que Natsumi Nerv nos chivara otro nombre más; fuimos a la Escuela Infantil de Sakurami City Sur para hablar con Anya Kampf; una maestra de infantil que tuvo una desagradable discusión con la víctima"

Aquella voz en Off no era una voz en Off, si no que eso fue lo que Mamoru Ai Yastis dijo nada más llegar a la Escuela Infantil de Sakurami City Sur mientras se hacía paso hacia el aula de la sospechosa, en efecto, la sospechosa se encontraba ahí trabajando con niños pequeños de edades de pre-escolar. Y sí, lo dijo para si mismo, pero lo suficientemente en alto como para que todos lo pudieran escuchar... aunque por fortuna para todos, ni los niños que estaban en clase ni la sospechosa-profesora lo escucharon.

Al parecer justo habían llegado en mitad de una clase que se estaba a realizar en el patio exterior del colegio, justo frente a la puerta del aula. Era evidente que aquella mujer, Anya Kampf, los había visto, pero en estos momentos ella misma tenía un asunto importante que tratar de inmediato.

-No llores, ahora no pasa nada que solo es un pequeño simulacro... pero tienes que estar preparado para los simulacros de primaria y para la vida real -dijo mientras acariciaba la cabeza de aquel pequeño niño que lloraba desconsolado- Y recuerda la primera norma: "No te cuestiones la moralidad y acepta las demandas del secuestrador mientras asesinas a quien sea que tengas que asesinar siguiendo las indicaciones pertinentes". Si no, nunca saldrás vivo de ningún Battle Royale... y eso hará triste al señor Bigotes.

Sin esperar una respuesta del niño, aquella mujer le dio una pegatina de un conejo con sombrero de copa y, mientras se levantaba para saludar a los agentes, esta dio por finalizada la clase.

-Muy bien niños, -comentó dando un par de palmadas- es hora del recreo. Que alguien desate a los que hemos votado y encerrado en la cabaña del jardinero para simular que han sido linchados. -Antes de que pudiera decir nada más, esta se detuvo para volver a actuar como una maestra- ¡No! ¡Shizuka!. ¿Qué te tengo dicho?. Nada de tijeras, son peligrosas. -La mujer tomó las tijeras de punta redonda de la mano de la niña, sacó una navaja la abrió y se lo dio que volvió a salir corriendo a desatar a sus compañeros. - Pasemos dentro. Soy Anya Kampf y bienvenidos a la "Clase de los Floripondios", somos mucho mejores que los de las "Rosas" o los "Girasoles"...

El aula de preescolar es un espacio vibrante y acogedor diseñado para fomentar el aprendizaje, la creatividad y el desarrollo integral de los niños pequeños. Está dividida en diferentes áreas que se adaptan a las diversas actividades educativas y lúdicas.

Área de Lectura y Biblioteca: En una esquina del aula, encontrarás la biblioteca, llena de estantes coloridos repletos de libros especialmente seleccionados para niños en edad preescolar. Algunos títulos incluyen: "¿Dónde está Spot?" de Eric Hill, "El Grúfalo" de Julia Donaldson, "Animales letales" de John Balks, "Buenas noches, Luna" de Margaret Wise Brown, "Elmer" de David McKee

Rincón de Geografía Interactiva: En otra sección del aula, destaca un mapa del mundo colocado a baja altura para que los niños puedan explorar. Lo que fomenta la conciencia geográfica y cultural desde una edad temprana. Encima de algunos cuantos paises hay pegatinas con nombres: Francia (Sora), Jamaica (Yuto), Estados Unidos (Sora), China (Ryoma), Alemania (Shizuka), Sudáfrica (Bochan), Colombia (Anya), Nueva Israel (Abadón) y Australia (Yuma).

Área de Juego Creativo: En el centro del aula, hay un espacio designado para el juego creativo. Aquí, los niños pueden utilizar materiales como bloques de construcción, rompecabezas y juguetes educativos para desarrollar habilidades motoras finas y fomentar la imaginación.

Esquina de Reunión Matutina: Un rincón cómodo con almohadas y alfombras sirve como el lugar perfecto para las reuniones matutinas. Aquí, los niños se reúnen para discutir las actividades del día, compartir experiencias y participar en canciones y cuentos.

Área de Arte y Manualidades: Una mesa grande equipada con papel, crayones, tijeras seguras y pegamento invita a los niños a explorar su lado creativo. Se exhiben obras de arte terminadas en las paredes, celebrando la expresión individual y el esfuerzo creativo.

Rincón de Juego Dramático: Un rincón está dedicado al juego dramático, con disfraces, muñecos y accesorios que fomentan la imaginación y el desarrollo del lenguaje a través del juego de roles.

Área de Descanso: Un rincón acogedor con colchonetas y mantas proporciona un lugar tranquilo para que los niños descansen o tengan tiempo de lectura independiente.

Área de Castigo: Un rincón apartado sin juguetes ni nada entretenido que incita a los niños a pensar en lo que han hecho en un pequeño banquito de madera.

Este entorno está diseñado para ser seguro, estimulante y adaptado a las necesidades específicas de los niños en edad preescolar, fomentando su curiosidad, creatividad y amor por el aprendizaje.

Por algún motivo, aquel lugar parecía incomodar a Mamoru Ai Yastis, tantas imágenes por las paredes de figuras y niños con unas grandes muecas que el apenas tenía ningún tipo de relación, es decir sonrisas, le perturbaba un poco. A pesar de ellos mantuvo la compostura... aunque eso no parecía que iba a durar demasiado.

-Soy el detective senior Mamoru Ai Yastis, -dijo presentándose- el es Kousuke Tsutomu, es detective pero no es senior, es decir no es tan importante. -Dijo también presentando a su compañero- Somos de homicidios.

A diferencia de cualquier otra persona normal, Anya Kampf no se sintió en lo más mínimo amedrentada por aquella súbida revelación; como si la presencia policial no fuera algo a la que temer... Quizás porque confiaba en la labor de la policía o porque en su pasado tuvo gran contacto con esta... a saber...

-¡Oh, sois policías!. -Exclamó, alegre incluso- Eso es maravilloso. Yo le digo a mis alumnos que la policía está ahí para protegernos y mantenernos a salvo.

-Uh... -Comentó ante aquella descripción de su labor mientras movía una mano en señal de "más o menos" o un "Tecnicamente sí, pero no".- Mñeh...

En efecto, Mamoru Ai Yastis no concebía a la policía desde un foco tan brillante y positivo como Anya Kampf la veía, pero aún así el agente decidió no discutir el tema ni revelar nada que pudiera comprometer al cuerpo; ya era poco querido, como para ahora que tuvieran más motivos para odiarle que no fuera por disparar al perro policía del cuerpo o sin querer meter en el microondas al hamster mascota oficial de las redes sociales... y otras muchas cosas que hizo.

-Hemos venido porque tenemos que hablar de un tema bastante serio. -Dijo resumiendo un poco todo- Mi compañero te indicará los detalles.

El hecho de que Mamoru Ai Yastis desafiara de tal manera a Anya Kampf no pasó desapercibido por aquella maestra de pre-escolar, que sin perder de vista a este Detective Senior de la policía; continuó con aquella conversación de la forma más civilizada que pudo hacer... hablar como si fueran niños de parvularios.

-¡Oh!, -comentó sorprendida- Entonces nos sentaremos en la alfombra para hablar tranquilamente, ¿De acuerdo?. -Dijo mientras se movía hacia la "Esquina de Reunión Matutina"- En círculo. -Añadió mientras se sentaba gracilmente en la alfombra.

De hecho, si se quería hacer memoria de los motivos porque la gente del departamento le odiaba, también se podía incluir aquella vez en la que estrelló un coche de la policía de Sakurami City contra la estatua conmemorativa de aquellos que morirán en el accidente de la presa en un futuro... cosa que ya había pasado.

-Joder... -Comentó en voz baja mientras se acercaba y se sentaba en el suelo- odio sentarme en círculo...

-Ah-Ah. -Le recriminó la profesora por su lenguaje- Aquí no se dice la palabra con "o" Señor Detective. No existe, "No quiero", "No me gusta" ni "Lo O-". -Explico aquellas políticas de la clase ajenas a lo que deberían enseñar acerca del consentimiento, aunque probablemente esto se refiriera a comer todo el plato de verduras y a hacer deberes.

-Muy bien. -Dijo viendo como el Detective se sentaba en el suelo, pero aún así, esta tuvo que rectificarle algo- Nos sentamos bien. Con las piernas cruzaditas. Como estoy haciendo yo. ¿Ves?. No es tan difícil... -Aquella pasivo-agresividad se podía sentir levemente en el ambiente- Bueno, dinos de que queríais hablar.

Nada más entrar Kousuke sintió mucho respeto hacía la nueva sospechosa, y eso que venían de interrogar a una cocinera con mala leche armada con cuchillos. Y es que a pesar de la acogedora sala de infantil, Anya parecía tener el aplomo necesario para advertir a los niños sobre los Battle Royales, un ritual en el que acababan participando muchos menores y adultos de Sakurami City. Era un poco raro que ante lo común de esta situación, la gente siguiera viviendo sus vidas sin más en vez de refugiarse en sus casas como cierto ex-hikkikomori había hecho, pero si Estados Unidos llevaba sobreviviendo durante más tiempo a sus políticas respecto a las armas, ¿por qué no también Sakurami?

Se sentó en el circulo junto a Anya y Mamoru, un poco receloso de lo que decía Mamoru. Tarde o temprano diría algo que crisparía a Anya, no tenía ninguna duda, así que más valdría intentar sacar la mayor cantidad de información posible antes de que ocurriera.

-Ah... Que bonito es este sitio, muy agradable. Me he fijado en el mapamundi que tenéis en el Rincón, y en las pegatinas. ¿A qué hacen referencia los nombres puestos sobre cada país?-ese mapa le había llamado la atención desde el momento en el que lo vió, y tenía varias teorías sobre la disposición de los nombres. Podrían ser los países de origen, sus países favoritos, o incluso podría ser una disposición totalmente al azar. Pero también podrían ser lugares que hubieran visitado recientemente, y en ese caso, Anya y Yuto habrían pasado por Latinoamérica. Y sí, acababa de apuntar a un niño como sospechoso de contrabandista de veneno, pero tenían que estar preparados para todo.

-Y sobre por qué estamos aquí... tenemos entendido que tuviste una discusión con el crítico de comida Akio Meer, y queríamos saber más sobre qué ocurrió y cuando fue la última vez que le viste.-añadió, para que Mamoru no se quejara de que no estaba haciendo su trabajo.

En efecto, la amenaza de que Mamoru Ai Yastis fuera a hacer algo o a decir algo que pusiera en peligro toda la misión y la recaudación de información, pistas e indicios era algo más que plausible, por lo que más le valía a Kousuke Tsutomu hacer las preguntas correctas.

-Bueno, creo que viajar es divertido y tenemos un mapa para apuntar todos nuestros viajes. -Indicó señalando hacia el mapa con los nombres- Lo rellenamos entre todos los de la clase. Hay muchos lugares chulos en el mundo.

Tras hacer este comentario, rápidamente saltó al siguiente tema de conversación siendo esto aquella segunda pregunta al respecto del crítico de comida y el encontronazo que tuvo con este. Y, al parecer, por el tono de voz que tenía, no parecía tener ningún tipo de miedo a la hora de hablar sobre ello.

-Hicimos unos cupcakes para venderlos y recaudar fondos para la clase; el presupuesto de la ciudad no cubre todo lo que véis aquí, así que todos los años hacemos unos pasteles para conseguir un dinero extra para materiales escolares... -comentó antes de centrarse en el tema- hasta que el saló de la nada y lo prohibió.

Mientras aquellos dos estaban hablando, Mamoru Ai Yastis parecía estar mucho más distraído de la cuenta; algo que por un momento parecía que iba a ser algo bueno, pero que... irremediablemente, tarde o temprano, iba a volversele en su contra y en todas las personas cercanas a este.

-¡Mirad lo que hecho!. -Exclamó mostrando una marioenta de un muñeco de nieve, hecho con una bolsa blanca y un par de cartulinas de colores recortads- Soy un muñeco de nieve y me estoy derritiendo por culpa del cambio climático... no... me mueeero...

Al parecer había encontrado algo que hacer para distraerse, aunque esto fuera molestar a aquellas dos personas en mitad de una conversación seria; por lo que en un cómputo total, esto estaba rozando el límite de la paciencia de aquella profesora.

En efecto, la paciencia de aquella profesora de pre-escolar había llegado a su límite; al punto en el que esta puso ambos dedos sobre su nariz y dio un fuerte silbido doble, como si fuera el sonido que haría un zorro en el bosque, no solo para acallar a Mamoru Ai Yastis, si no para llamar su atención.

-Voy a tener que pedirte que guardes silencio, Detective. -Le ordenó a Mamoru Ai Yastis- O si no tendré que pedirte que vayas al rincon de pensar.

Con aquel silbido, tan portentoso, Mamoru Ai Yastis no pudo evitar agacharse, encogiéndose de hombros y rendirse ante la gran fuerza de autoridad que ejercía aquella profesora de parbulario ante este hombre hecho y derecho y más aún, detective senior de aquel caso.

-L-Lo siento... -Se disculpo timidamente, antes de preguntar- ¿Y para que sirve el rincón de pensar?.

En efecto, al parecer en esta ocasión no iban a pagar los dos por las meteduras de pata de Mamoru Ai Yastis lo cual era una gran ventaja al respecto de la anterior sospechosa; y esta parecía ejercer un influjo de autoridad sobrenatural encima de Mamoru Ai Yastis que impedía que este la liara demasiado.

-Te sientas y piensas en lo que has hecho mal. -Respondió con firmeza, no viéndose afectada en absoluto por las disculpas de Mamoru Ai Yastis- Tengo una idea, ¿sabéis que?. ¿Por que no hacemos una divertida actividad mientras hablamos?. ¿Os gusta pintar detectives?.

-No. -Replicó Mamoru.

Pero porque nadie le hacía caso a Mamoru Ai Yastis, mientras Anya Kampf se levantaba demostrando que aquello no era más que una simple pregunta retórica; el detective aprovechó para susurrar a Kousuke Tsutomu lo que este pensaba que estaba pasando y como se sentía.

_{-Esto me pone enfermo.} -Dijo en voz baja a su compañero- _{Yo odiaba preescolar. Me provoca sueño y ganas de llorar... ¿Por que no te está afectando a ti también?.}

-Muy bien, -dijo volviendo entregando a ambos una cartulina blanca y unas cuantas ceras de colores- Ahora quiero que los dos dibujéis un autorretrato de cada uno. ¿Vale?. -Comentó con una sonrisa, hasta que se giró hacia Mamoru Ai Yastis y la sonrisa de su rostro desapareció en una mueca de seriedad- Mamoru, dibuja tu autorretrato en el banco de pensar. Te he oído cuando te dije que no hablaras, es que no hablaras. -Y por si acaso, se reafirmó- Ahora.

Uno... Dos...