El viaje esta listo y Narjin tiene el dinero contante y sonante en su bolsillo. Todos habeis desayunado bien y teneis claro que cmaino vais a tomar para salir del asedio. Por corstesia de Kadstad, nuevamente.
Quedan unos minutos para partir, si teneis asuntos que resolver con la ciudad, ahora es el momento pues una vez esteis en marcha volvereis "con el escudo o sobre el escudo".
Narjin contó las monedas que tenía en su bolsa, preguntándose dónde podría ir dentro de ésta ciudad que le atendieran sin prejuzgarle. No quería problemas, pues ahora, lo que realmente quería, era ganarse su derecho a ser un ciudadano más de ésta ciudad.
Su enorme corpachón giró cuando su mirada se dirigió hacia Splash...."Disculpa......¿sabes dónde podría ir a comprar algunas pociones y objetos mágicos? Deberíamos pertrecharnos mejor....algo contra el fuego....o contra el veneno o enfermedades....". En sus pensamientos estaba aún el enorme diablo que vio salir de aquel portal y las lenguas de fuego a su alrededor.....
Se había enfrentado contra no-muertos con anterioridad...y la mayoría portaban enfermedades, plagas o venenos en sus cuerpos....él era fuerte....pero no inmune.
La lucha continuaba en las afueras de Laagstad. A veces, con suerte, los demonios se alejaban de la ciudad, dando una pequeña tregua durante algunas horas, para atacar y destruir a poblados de los alrededores. Por suerte, la mayoría de sus habitantes habían podido refugiarse tras los muros de la ciudad que, pese a todo, seguían aguantando no sin dificultades.
Aileon aprovecha el día de descanso para recuperarse y pasar el mayor espacio de tiempo que puede junto a Tierstina. Ninguno de los dos está exanto de responsabilidades, por lo que el tiempo juntos no es mucho, pero si el suficiente para mantener la llama viva y ardiente, hasta la quemadura, en sus interiores.
Pronto tendría que volver al campo de batalla junto a sus extraños, pero valiosos, compañeros. Sólo los dioses, si es que existían, sabrían qué les depararía el futuro.
Splash no ve muy probable que sea posible encontrar la clase de equipamiento que busca Narjin en la ciudad, teniendo en cuenta el asedio y que probablemente todos los recursos estén ya ocupados. Aún así, se ofrece a acompañarle.
-Te llevaré a los sitios que conozco, aunque no creo que haya demasiado que comprar.
Al fin y al cabo, el sirénido necesita dar una vuelta, y su nuevo compañero de aventuras le sigue produciendo curiosidad. Durante el camino, se fija divertido en las caras de las personas con las que se cruzan, consciente de la extraña pareja que forman.
"Oh, gracias...no puedo evitar pensar en los prejuicios que me he encontrado entre la gente y los problemas que me han causado...seguro que tu presencia ayuda a diluir el pernicioso efecto que suelo causar...al menos tú eres más bonito de ver que yo...." le contestó Narjin, andando a su lado.
Sacó su bolsa y contó las monedas que llevaba, quería estar seguro de la cantidad que podía gastarse y a partir de ahí, vería qué podía comprar.."¿Crees que unas pociones de protección contra el fuego nos vendrán bien? Al fin y al cabo son demonios...y luchan con fuego, ¿verdad? Dado que también usan no-muertos, algo de protección contra enfermedades o venenos estarían bien....¿venderán amuletos o brazales contra esas cosas? Me muero de la curiosidad...." iba diciendo el enorme troll, mientras gesticulaba con sus enormes manos al tocarse aquí y allí, donde se pondría los objetos en el caso de poder adquirirlos...
¿Cuánto dinero tengo máster? XDDD
Debo aclarar,no no podeis comprar objetos mágicos, en esta epoca los objetos mágicos son reliquias atesoradas y con su historia. Mas o menos seria como esperar ir a una tienda de Poniente y comprar acero valirio.
Alucard se quedó callado al final de la reunión, planteándose qué debería hacer exactamente. Tras pensarlo fríamente, decidió seguir a los dos seres menos comunes del grupo. Quizá podría comprender mejor a los compañeros a los que seguiría durante el viaje viendo lo que hacían. Quizá así podría enfriar un poco más su mente, pues casi no había tenido tiempo ni de llorar la muerte de su pueblo.
Así pues, siguió un poco de lejos a Narjin y a Splash, aprovechando para comprar algunas provisiones si se le presentaba la ocasión. Algo de comer, puede que alguna ballesta, no importaba tampoco demasiado. En poco tiempo iniciarían una peligrosa misión, y debía estar listo tanto física como mentalmente para cumplirla. Vengaría a su pueblo, costase lo que le costase.
"Oh vaya....¿viste la cara que ponía el mercader cuando le pregunté por "remedios mágicos contra la podredumbre y el veneno"? Nunca me he sentido tan insultado....parecía que hubiera olido una mierda de perro o algo así......menos mal que luego explicó que no hay ése tipo de objetos a la venta....que son "especiales"...al parecer, van escasos....o no es lo que yo pensaba...creo que los que me hablaron de ellos, mintieron....." se quejaba Narjing al entrar de nuevo en el edificio donde estaría Aileon esperándolos.....
Sus pasos retumbaban con una cadencia parsimoniosa en el lugar, mientras los distintos abalorios y correajes que tenía atados a su cuerpo, le daban un aspecto salvaje que era difícil de pasar por alto. Desde luego, era una visión compleja en un lugar como aquel...pero cosas más raras se habían visto. Mismamente, un elemental acuático que llevaba al lado suyo, monjándolo todo...."Oye Splash.....¿y no se te acaba el agua? ¿Si te bebo...morirías o estarías dentro de mí, vivo?" le preguntó con genuina curiosidad el Troll a su compañero....