Partida Rol por web

Aquellas bestias parecían resistentes y extremadamente agiles, el mago pensó que quizás iluminando las ruinas el grupo tuviese alguna ventaja. Así que el mago paso rápidamente las hojas de su libro hasta encontrar el hechizo que buscaba.

Pronunciando frases arcanas el mago crea una esfera que ilumina las ruinas, para luego lanzarla hacia la bestia del centro con la intención de cegarla.

  Lorenzo, interponiendo su escudo de armas ante las fauces de aquella bestia lanza otro barrido con la pesada hoja de acero. El ataque coincidió con un zarpazo de la bestia y esta quedó lastimada ante el beso de la acerada hoja.

- Cercadlas, somos más que ellas, atacadlas por diferentes frentes.

 Despues de cortarle un buen tajo a la bestia vuelvo a arremeter contra el con mi cimitarra

Durin viendo al paladín herido bajo las fauces del Tyrg lanza un nuevo tajo contra su objetivo este con mucha más precisión por no haber tenido que moverse y haberse podido concentrar en su rival y esperando salvar a su compañero.

-¡Ahá!¡Espero que esto te enseñe a no intentar comer seres armados!

Klaus, rabioso por su fallo carga contra la criatura. Esta vez atesta un golpe tremendo que alcanza la criatura híbrida entre sabueso y felino en todo el abdomen. El tyrg grita con un aullido estridente. Ésta se estremece y casi se tambalea con su fuerzas casi extintas.

Tras el aullido de la criatura moribunda, las otras dos criaturas se vuelven y  tratan de huir, pero el enano y el helmita lo acorralan y éste asustado lanza dentelladas  desesperadas, pero reciben un golpe de espada que le atraviesa el abdomen mientras que el enano le propina un fuerte hachazo que se entierra en su grueso cuello. El enano triunfante tendrá que usar su pie para desenterrar su hacha. La criatura se derrumba con un movimiento espasmódico. La vida le abandona.

Por otro lado, Enghir da buena cuenta al tyrg que queda que tras los aullidos lastimeros de sus dos compañeros de manada decide lanzar sus dentelladas para abrir la guardia. Tras unos cuantos golpes de garra consigue derribar al maestro criador de caballos, aprovechando para huir en la oscuridad.

Queda poco tiempo  para el alba, apenas unas horas. Derak tose escupiendo sangre. Sus ojos llorosos imploran a su dios, la vida se le escapa entre las heridas abiertas. El combate ha finalizado, tenéis un momento de respiro. Es momento para retirar los enormes cuerpos y limpiar el improvisado campamento.

 A pesar de sus esfuerzos, aquella criatura había causado unas terribles heridas a Derak. Dejando la espada a un lado para aferrar el colgante que muestra el símbulo de su fe, el guantelete armado con el ojo sin párpado, el joven helmita se arrodilla junto al herido.

 - Deja que de un vistazo, deja que implore a Helmo para sanar tu maltrecho cuerpo.- Tras unos instantes susurra.- Dominus vigil aeternus, ductus in unam parvam partem gratiae recuperare moliebatur Derak vulnera eius, qui surrexit a bestia nobis tempus pugnandi est.

Me quedo de pie apoyado sobre mi martillo,sera posible que sea el unico que  no ha conseguido dar a esos bichos. Demasiado tiempo en el campo estoy perdiendo la practica con bestias de verdad. Tras pensar esto me asomo a la puerta para mirar el cielo, pronto amanecera, lo mejor sera partir en cuanto nos hayamos recuperado

El paladín siente como una energía reavilitante penetra en sus heridas. La sensasión de bienestar envolvió su espíritu. Tras unas palabras de agradicimiento se incorpora un poco con la ayuda del helmita.

- Gracias Lorenzo- comenta  - Descansad, mañana estaré mejor