Partida Rol por web

Tras salir del subterráneo de la torre y llegar arriba, no se puede ver ni un ápice de luz, esta todo a oscuras. Conforme avanzáis hasta el exterior, todo sigue son luz, la luna está cubierta por una densa capa de nubes que impide poder ver nada.

A lo lejos se pueden escuchar un estremecedor aullido. Mientras debéis decidir, quedaros a pasar la noche en la torre o aventuraros por el humedal entre el mangle y las coníferas.

Tehnial miró alrededor en la oscuridad de la noche. A pesar de la total falta de luz, el elfo podía observar el terreno a una distancia considerable aunque no esperaba encontrar gran cosa. Frunció el ceño ante el tétrico panorama que conformaban el cielo encapotado y la vegetación de la ciénaga. Además, la incursión en la torre estaba comenzando a pasarle factura y estaba comenzando a notar el cansancio.

El elfo dio dos pasos al frente y se giró hacia sus compañeros dando un bostezo que parecía haber estado conteniendo durante más tiempo del necesario. -Bueno, parece que el tiempo vuela debajo de esta torre, ¿no os parece?- Comentó mientras observaba a sus compañeros y a los nuevos aventureros salir del edificio en ruinas. -Quizás sería mejor pasar la noche aquí que aventurarse en la ciénaga. Puede que nos sirva la habitación de los kobolds como refugio improvisado.- El elfo esbozó una amplia sonrisa ante la idea de echarse a dormir un rato. -¿Qué me decís?- Preguntó al fin.

Al salir de la torre, un aire denso y frío golpeó mi cara como una bofetada. La niebla marrón grisácea contrastaba con la oscuridad de la noche impidiendo ver más allá de las nubes. Imposible ver alguna estrella o astro de luz. Ni que hablar del gigante guardián de la noche.

El viento soplaba moderadamente pero sin pausa. Sus ráfagas producían sonidos tétricos al atravesar las ramas de los tupidos árboles. Las sombras en el suelo que formaban el mangle y las coníferas danzaban al compás del viento como mil brazos queriendo arrebatarnos los pies y elevarnos muy alto.

Tras las palabras de aquel ser de orejas puntiagudas dí un gruñido de consentimiento y aceptación sobre su idea de pasar la noche bajo techo al resguardo de la gran torre - Gggrrraaaaaggh - Sin embargo, pese a que no estaríamos más a salvo en la torre que en otro lugar, no tenía mayores inconvenientes en continuar caminando por la espesura de la noche y toparme con lo que haya emitido los quisquillosos aullidos. Después de oir mis propios alaridos aquellos eran solo pobres lamentos de criaturas inofensivas. Lanzo una mirada hacia el suelo y digo unas palabras por primera vez - Torre o noche?! - la voz grave y estruendosa sonaba hueca al salir de mi garganta.

Sabía cual sería la respuesta de aquellos errantes. Por otro lado, no podía perder más tiempo. Así que, interrumpiendo cualquier respuesta a mi pregunta, a modo de advertencia, continúo - De hacer torre, tendremos que partir a la primera luz de alba. Tengo prisa...Robleda me espera - 

Unas cuantas palabras habían sido suficientes por entonces. Los errantes eran afortunados por haber oído finalmente mi grotesca voz.   

Al salir al exterior la suave brisa acarició mi cara. Me gustaba estar al aire libre. Después de todo, la mayor parte de mi vida había transcurrido entre árboles y matorrales.

- Lo cierto es que llevo caminando todo el día para llegar aquí. No me importaría tomarme un pequeño descanso. - dije, soltando un bostezo. - Claro que puedo pasar días sin dormir, así que tampoco sería un problema partir ahora. Decidid vosotros.

A Alyss no le agradaba ni lo más mínimo el tener que pasar la noche en aquella maldita torre, pero al ver la densa oscuridad que les esperaba en el exterior, no tuvo más remedio que asentir a las palabras de Tehnial, consciente de que el cenagal mucho pero opción.

- Esa habitación bastará. - afirmó mientras se volvía para volver al interior de la torre. A medio gesto, arrugó el entrecejo al escuchar las graves palabras del gigantón. - Vaya, parece que además de usar ese hacha también sabe hablar. - pensó, reanudando sus pasos. - Si esta decidido, volvamos dentro. - Y si no también. - se dijo, pues ella no iba a quedarse fuera, decidieran lo que decidieran el resto.

Para cuando Tehnial propuso parar para descansar en la habitación de los kobolds, Cirión ya se estaba acomodando para dormir. Nada le tentaba más que una buena siesta después de tanta tensión y esfuerzo físico. Poco después de que Alyss interviniera en la conversación ya se podían escuchar los fuertes ronquidos provenientes del enano.