-Buenas, amable señor. - dije con entusiasmo por haber llegado a mi destino. - Buscaba mapas de Robleda y sus alrededores, ya que soy extranjero y no conozco bien la zona. ¡No me gustaría perderme! -dije, con un atisbo de preocupación. - ¿Sería usted tan amable de ayudarme?- dije finalmente, con una sonrisa.
- Si claro. Tengo mapas de Robleda y de toda la zona de Reino Bosque. Cada mapa cuesta una moneda de oro. ¿Cual deseas? En la biblioteca también hay libros con mucha información de todas las zonas.
Me pregunté si en ésta ocasión podría conseguir rebajar el precio. Pero tras unos segundos considerándolo, decidí que podría ofender al amable bibliotecario si lo intentaba. Me resigné y le miré de nuevo con una sonrisa. - Actualmente me dirijo hacia la torre abandonada de la ciénaga. Por lo visto, varios aventureros se perdieron por la zona, y supuse que podría intentar encontrarlos. - le expliqué calmadamente. - Por tanto, ¡me vendría bien un mapa para no perderme también! - finalizé con una pequeña carcajada.
- Ah, bien! Aquí tengo un mapa de toda la zona de Reino Bosque. Verás Robleda justo en en centro, y al norte encontrarás pasoraudo, y luego al noreste podrás ver que en el mapa aparece la torre. Espero que te sirva. Si vas a buscar a esos aventureros será mejor que partas lo antes posible, ya que aquella zona es peligrosa y cuanto más tardes más difícil de encontrar a alguien con vida por allí. -
Te dejo el enlace del mapa.
https://www.dropbox.com/s/rr1io7bjo3a9qm2/Mapa%20texto%20curvo.jpg?dl=0
Con cierta premura saqué una moneda de oro de mi bolsillo y se la entregué al bibliotecario. - Una moneda de oro, ¿cierto? - dije alegremente. - Muchas gracias por la información, amable caballero. ¡Espero que nos volvamos a ver!
Una vez terminadas las formalidades, me dispondría a partir inmediatamente hacia la torre. Quizás olvidara una cosa o dos, pero las palabras del bibliotecario me habían hecho dudar sobre seguir dando vueltas por Robleda. Sólo llevaba aquí unas horas, pero sentía como si hubieran pasado semanas. Mis huesos ya ansiaban el camino y la aventura.
La torre parecía estar a varias horas de camino, quizás podrías tardar medio día , dependiendo el paso que lleves. Ahora mismo ya ha pasado el medio día, si llevas un paso ligero puede ser que llegues justo al anochecer.
Partes hacia la torre. Llevas buen ritmo y no encuentras imprevistos por el camino. Vas recorriendo el Arroyosauce por su borde hasta llegar a pasoraudo, donde te desvías hacía el noreste. En un par de horas deberías de encontrar la torre.
Transcurridas unas horas de agradable viaje sin sobresaltos, se extiende ante ti el Gran Pantano, un enorme humedal tan
letal como un dragón encolerizado.
Puedes atisbar, por encima de las copas del mangle y las coníferas de las marismas, la silueta medio derruida de la otrora alta y espigada torre de vigía visirtaní. El sendero que conducía a su base hace tiempo que desapareció, engullido por los densos arbustos y matorrales de la ciénaga, lo que dificulta considerablemente vuestro avance. Tras unas horas de fatigoso caminar, llegas a las inmediaciones de la vieja estructura militar. La torre ha perdido su planta superior, que se ha derrumbado en grandes bloques compactos de piedra diseminados por los alrededores de la atalaya, rodeados de vegetación.
Al lado de la puerta puedes ver dos cuerpos de pequeño tamaño tirados en la entrada de la torre. Conforme te acercas ves que son dos pequeñas criaturas humanioides de aspecto reptiliano y piel escamosa, están muertas, tienen varías heridas visibles y hay sangre a su alrededor.
La puerta doble reforzada que servía de entrada a la torre ha desaparecido, dejando que la luz de la luna se cuele en el angosto pasillo que conduce al interior de la estructura.
Tirada oculta
Motivo: Orientacion
Tirada: 1d20
Dificultad: 5+
Resultado: 10 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Peligros
Tirada: 1d100
Resultado: 69
El camino había sido más corto de lo que esperaba, y bastante tranquilo. Al llegar me encontraba aún en buena forma. Eso era bueno. Posiblemente me hiciera falta estar en buenas condiciones más adelante. Después de todo, quizás me había apresurado demasiado en partir. No estaba en mis planes llegar a tan tardías horas del día. Esperaba que al menos mi premura sirviera para salvar a algún desafortunado aventurero.
La entrada de la torre parecía, cuanto menos, abandonada desde hace años. Pero los cadáveres que se encontraban justo en la entrada mostraban un más que claro indicio de actividad reciente. Examiné las heridas. No era ningún experto en combate, pero no parecía hechas por armas kobold, así que supuse que los aventureros habían conseguido entrar a la torre sin problemas. "Espero no equivocarme"- pensaba, mientras sacaba una antorcha y me preparaba para adentrarme en el oscuro edificio. Con cierta parsimonia, me disponía a encenderla usando la yesca que también llevaba conmigo. En medio de la tarea me di cuenta de algo, y me volví hacia los cadáveres."¡Acabo de recordar que sigo sin cuchillo! Quizás alguno de estos amables caballeros pueda prestarme uno... No creo que lo necesiten por ahora". - me decía con cierta sorna, mientras les echaba un segundo vistazo.
Primero, siento el retraso...Parcialeees! :(
Segundo... ¿tienes los hechizos del druida? Por ahora, con saber lo que hacen los de nivel 1 me vale xD
Los Kóbolds que están muertos en el suelo tienen cada uno una espada corta oxidada a su lado y un arco corto echo con ramas con cuatro flechas cada uno, pero están en mal estado, a si que las tiradas que hagas con ellos tendrán un penalizador de 2 en el ataque.
Te paso la tabla de los conjuros del druida:
AFECTAR FUEGOS NORMALES
AMISTAD ANIMAL
CONVOCAR ANIMALES I
CREAR AGUA
CURAR HERIDAS LEVES
DETECTAR TRAMPAS Y POZOS
DETECTAR VENENO
ENREDAR
ESCALADA DE ARAÑA
GARROTE
HECHIZAR ANIMALES
INVISIBILIDAD ANTE ANIMALES
LOCALIZAR ANIMALES O PLANTAS
LUZ
MOPNTURA
MURO DE NIEBLA
RESTISTENCIA AL FRIO/CALOR
ZANCADA PRODIGIOSA
Los efectos ahora mismo no los tengo ya que solo dispongo de la tabla, tendría que revisar el manual que lo tengo en casa. A nivel 1 dispones de dos conjuros a elegir. Elige los que quieras y los apuntas en tu ficha en el apartado habilidades especiales. Si necesitas saber que hace alguno en concreto dímelo y lo busco.
Puse una cara de asco al volver a mirar a los kóbolds. Desde luego, no tenían muy buena pinta ahí tirados y cubiertos en su propia sangre. Tras ver que no tenían nada que pudiera usar, volví a intentar encender la antorcha. En cuanto lo consiguiera, me aventuraría en la torre. Aunque me apetecía más disfrutar del resplandor de la luna en el exterior, mi instinto me decía que si había algún aventurero perdido, se encontraría dentro con total seguridad.
En tal caso dejo los cadáveres sin profanar y entro en la torre. ¿Tengo que tirar algo para encender la antorcha?
Dentro de la torre puedes escuchar un fuerte y seco golpe, parecido al de la madera golpeando el suelo.
Al asomarte dentro gruesos tablones reforzados con remaches metálicos se encuentran medio derruidos en el suelo, junto a la entrada, probablemente pertenecientes a la antigua puerta principal. El pasillo se extiende hacia el este, unos 24 metros aproximadamente, hasta una gran puerta de madera con tachones de hierro. A su derecha, en la pared sur, hay otra puerta más pequeña también reforzada con tachuelas de metal, esta está abierta y de ahí parecía proceder el golpe. Al principio del pasillo, junto a ti, en la pared meridional, un desprendimiento de la porción de tabique que sostenía el arco de otra puerta, revela parte de la estancia más allá.
Al escuchar el golpe, mi reacción inicial fue acercarme hacia éste. ¡Seguro que eran los aventureros perdidos! ¡Podrían estar en problemas! Con la antorcha en mi mano derecha, y el bastón en la izquierda avancé hacia el sonido. Pero tras avanzar un par de pasos, ralenticé el paso y comencé a desplazarme con cautela. Es posible que ya fuera demasiado tarde para los aventureros, y debía ser tan sigiloso como pudiera para sorprender a un posible enemigo.
/Me dirijo hacia el este con sigilo y alerta hasta acercarme a la puerta sur.
Ya puse los conjuros que tendré de nivel 1.
Al asomarte por la puerta te encuentras con una habitación de medianas dimensiones. En el centro de la habitación en el suelo se aprecia una trampilla con gruesas bisagras de bronce y una arandela de hierro ennegrecido y al rededor de ella un montón de cascotes, tablones y harapos, como si alguien hubiese apartado para poder descubrir la pequeña trampilla que está abierta.
Al asomarme por la puerta y observar la escena comprendí inmediatamente de dónde venía el ruido. - "Alguien más debe estar buscando a los aventureros" - fue lo primero que pensé. Lo más probable es que fuera otro grupo de kobolds buscando venganza por sus compañeros caídos, por lo que aumenté la precaución y me acerqué a la trampilla con cautela, agudizando el oído para detectar cualquier presencia enemiga. Intentaría avanzar tras quien fuera que tuviera delante y emboscarlo cuando intentara atacar a los aventureros.
Vaya, tardé un rato al final. Me tuve que ir :S
Bajas por las escaleras con cuidado porque están bastante resbaladizas....
Pasamos a la siguiente escena.