- Sea dicho. Volvamos a casa. Tomemos las armas. Que el ejército lunar sepa que por cada Broliano que caiga deberán sacrificar almenos a 10 lunares.
Erikand observa todo el campo lleno de muertos y sonrie.
-Recojamos todo. Tenemos una buena carreta, verdad? Quizá necesita unos retoques, pero... Al fin y al cabo, nos sirve muy bien para transportar armaduras y todo lo demás.- Erikand se gira señalando a la destartalada carreta con dos caballos viejos.- Y como es tirada por dos caballos, aguantará nuestro trote. - En sus ojos aparece un extraño símbolo: una S doblemente tachada en vertical - Y con todas esas armas y armaduras, podremos hacer algo de dinero.
Con pasos lentos, después de salir de una especie de ensoñación, y de una especie de trance, camino lentamente escondido en la oscuridad de mi túnica, y me quedo al lado izquierdo de Aldar mientras murmuro unas palabras cerca de el:
El anillo no tiene valor monetario, y supongo que tampoco tiene ninguno mágico, tu comportamiento ha sido abochornante, y propio de una urraca... veo que no has mejorado mucho en todo este tiempo, aun mas, creo que estás paranoico.
Luego coloco mi mano izquierda sobre su hombro, no estaba claro si para apoyarme y guardar el equilibrio, o simplemente para susurrar mas bajo y terminar de decirle alguna cosa.
-Y mi vida privada no es de ámbito popular, así que no tengo por que dar ninguna explicación a nadie de lo que hago fuera de servicio, y menos a una verdulera de mercado, que es exactamente a lo que me has recordado.
Doy un paso mas hacia delante, y me paro de golpe:
Swen asiente con respeto ante el discurso de Kenvent pero sus ojos miran con suspicacia los movimientos de Kilder.
Y si alguna vez tienes intención de dispararme con mi arco, asegúrate que sea por la espalda, ya que tu técnica conejil de salir corriendo buscando un agujero conmigo no funcionaría, y no erres el tiro, y mucho menos espantes mis moscas.
Levanté la mano izquierda dando a entender que la conversación había terminado, mientras murmuraba para todos:
-Esto no es el patio de un colegio para que tengamos un comportamiento como si fuésemos púberes ni chismosas.
Sigo caminando lentamente hacia la carreta, y arranco mis insignias lunares de mi túnica, guardándolas cuidadosamente en una bolsita, cuando pego un grito:
-¡Vehexa, te necesito, ven a explicarme una cosa...!
Me dirijo directamente hacia uno de los dos caballo, agarro sus riendas y me planto delante de el mientras acaricio su testa...
Vehexa se acerca curiosa a Kilder - ¿No sabes usar caballo?
-No, se utilizarlo perfectamente. -contesto- lo que no se si es un buen momento para pasar la prueba de madurez, ya que al parecer voy a estar condenado a vivir entre silvestres.
Palpo el frontal del caballo mientras le sigo preguntando a Vehexa:
-Exactamente... ¿dónde es?
Doy un paso atrás y miro a los demás con incredulidad en cuanto Kilder se separa de mi.
- ¿Que soy una verdulera chismosa por preguntarte por qué te reúnes con Felkenna la noche antes de que nos embosque? ¿y que me comporto como una urraca porque protesto cuando robas un anillo de su cadáver sin preguntar a los demás? No está muerta gracias a ti, eso desde luego.
Levanto las palmas de las manos hacia arriba, haciendo esfuerzos por contener la risa.
- ¿Puedo matarle? -les pregunto a mis compañeros- Por favor. No me costará mucho y apenas lo echaremos de menos. Yo mismo puedo encender la fogata del campamento con una yesca, que es para lo único que nos sirve este tipo.
Luego suelto una carcajada, avanzo hacia el majara y concluyo.
- Mira... yo no te voy a insultar en privado, como has hecho tú. En realidad todo esto tiene una solución fácil, Fueguito: podrías quedarte entre los civilizados imperiales. Estoy convencido de que encajarás mucho mejor aquí que en la salvaje Brolia. Y por cierto... ni has explicado por qué te reuniste con Felkenna ni has devuelto el anillo. La verdad es que he visto ladrones y conspiradores más inteligentes que tú entre los animales del bosque, deberías ir con ellos para vivir de veras entre silvestres, aunque dudo que te aceptaran. Si los demás prefieren permitirte tus caprichos, por mi perfecto, pero te aconsejo que a partir de ahora tengas cuidado: como tú me has dicho, tengo muy mala puntería, y a lo mejor la próxima mosca que espante la tendrás entre los ojos... amigo.
Después me doy la vuelta y le echo una mirada fugaz a Vehexa... no acabo de entender cómo una mujer así deja que semejante mequetrefe le hable de esa manera.
- Estáis cometiendo un error al permitir que ese tipo se salga con la suya -les aviso- Solo espero que no nos arrepintamos todos.
La decision de Kenvent de no buscar mas a su sobrina me parece razonable. Mis pensamientos sobre el tema se interrumpen cuando me doy cuenta de que la conversacion se ha convertido en una discusion. Sin mover un musculo de la cara observo, primero a Aldar, y luego a Kilder. Cruzo los brazos y me mantengo en silencio preguntandome como acabara esto. De momento no voy a intervenir, solo espero no sentirme defraudada cuando den por finalizada la tanda de reproches que se hacen unos a otros.
Vehexa parece no hacer caso de Aldar, y sonríe divertida a las palabras de Kilder - No creo que preparado... Pero romper cabeza propia también acto de valentía - Acto seguido señala un punto entre los ojos del caballo - Aquí.
Palpo un momento sobre el hueso duro de la cabeza del caballo, justo en una pinta blanca que tiene en la frente, me acoplo la capucha para que amortigüe un poco el golpe, lanzo la cabeza hacia atrás y golpeo sobre la frente del caballo.
...
Me retiro frotándome la frente, mientras sigo murmurando:
Maldito caballo viejo, como mínimo se podría haber tumbado a dormir...
Me apoyo en el brazo de Vehexa, y le retiro las insignias lunares a ella también, y se las doy para que las guarde:
-Las necesitaremos en alguna escaramuza.
Me subo a la carreta mientras sigo frotándome la frente, y digo:
-Vámonos, ¿o vamos a esperar a que los soldados den la alarma?.
Motivo: cabezazo...
Tirada: 1d100
Resultado: 55
Por algún motivo que desconoceis, Kilder sacude un cabezazo a uno de los caballos y se queda grogui unos instantes. El caballo se ha asustado pero no parece haber notado nada.
Motivo: daño
Tirada: 1d3
Resultado: 1(+2)=3
Vehexa le da un amistoso pero demasiado fuerte manotazo en la espalda - Kilder aún niño, sí. Seguir siendo niño mucho si tan orgulloso - dice marchándose tranquilamente
...Y con este precioso acto de amor por los animales, deamos por finalizada la escena.