Noto el contacto de la mano de Swen y, tras una mirada fugaz, me recuesto de nuevo en mi silla bebiendo lentamente de la copa de vino.
Satisfecho por haber conseguido que Garnath cambiara de opinión, me vuelvo hacia el grupo:
-Bien, entonces, el plan es hacer dos grupos, ¿verdad? Aun así, el primer objetivo debería ser saber a qué fuerzas nos enfrentamos y, para eso, creo que lo más sencillo y menos arriesgado sería que Swen tratara de hablar con los pájaros con su capa mágica o hacer el truco de transformarse en espíritu para viajar rápido y ver sin ser visto. ¿Qué os parece?
Antes de que me respondan, continúo exponiendo el plan aunando todo lo que han propuesto mis compañeros:
-Luego, si Swen no logra obtener toda la información que queremos, podríais haceros pasar por una vexilla lunar como proponen Kilder y Loranda e infiltraros para descubrir sus planes -comento a Vehexa, Kilder y Loranda-. Para que sea más difícil reconoceros, tal vez Swen pueda ayudaros con su magia -añado a la vez que guiño un ojo al chamán-. De todos modos, una vexilla rondando por estas tierras en este momento acabaría resultando sospechosa y el engaño no durará para siempre. Será arriesgado, pero si salís airosos, podremos darle un buen golpe a los lunares. Otra posibilidad sería que atrajerais a algún grupo de exploradores que se haya separado del grupo principal hasta algún lugar donde Aldar y yo podamos emboscarlos, tal vez con la ayuda de Oren y los suyos. Así podríamos interrogar a los que hiciésemos prisioneros. Para esto, Swen podría hacer de mensajero entre los dos grupos. Por otro lado, si Arrhya avanza por las llanuras como ha dicho Garnath será difícil retrasar el ejército, pero no se me ocurre qué hacer para impedirlo... -me rasco la barba, pensativo.
Para que sea más difícil reconoceros, tal vez Swen pueda ayudaros con su magia.
Espero que no estés pensando en el Glamour de Felkenna. Te recuerdo que sólo dura lo que un conjuro espiritual, 5 minutos.
- La capa hace años que la tiene Aldar -dice aún perplejo por la cantidad de veces que ha mencionado su nombre. Está claro que la relación entre el caudillo y el chamán ha cambiado estos años-.
Sentado desde mi posición, observaba a los demás, y me iba quedando con detalles que iban haciendo, Swen agarrando del brazo a Aldar -levanté un poco la ceja- y luego se cruzaban las miradas -levanté un poco mas la misma ceja-, Kenvent guiñándoles un ojos y mirándose entre ellos -no pude levantarla mas, aunque hubiese querido-. Mi paranoia aumentaba, y me llegué a sentir incómodo en aquel lugar y aquel momento mientras me movía inquieto en mi sitio. Todos estaban muy unidos, demasiado para mi gusto, y me iba dando cuenta de que cada vez estaba menos integrado entre todos.
En un momento se me escapó a Kenvent un:
-¿Disimular que somos qué? -mientras fruncía el ceño.
Escuchaba como perpetraban su plan en contra del imperio, y como querían que disimulásemos nuestro aspecto, e incorporándome un poco y poniendo las manos sobre la mesa, les dije:
-No pienso ocultar quien soy, y mucho menos maquillarme o disfrazarme, con ponerme la capucha sobra. Si queréis ayudar a las chicas a que cambien su peinado, vosotros mismos, pero ellas deciden por si mismas. Como mucho nos pondremos un pañuelo negro atado al brazo para que nos diferenciéis.
Luego me giro hacia las chicas:
-Coged poco equipaje, no ha de parecer que vayamos a vivir en el bosque, sino mas bien que estemos en una ronda, o incluso que lleguemos a unirnos a sus filas. -luego me giro hacia los muchachos- Nosotros partimos en cuanto se localice la primera patrulla. Pueden pasar tres cosas, que volvamos antes de tiempo con noticias, que no volvamos por cualquier causa, o que nos veamos en le campo de batalla -no especifiqué mas-. Si necesitáseis noticias nuestras, mandadnos algún pajarillo, y se las cantaremos, y si no os fiais, podéis enviar a alguien, mmm, no se, a Aldar por ejemplo -otra vez los mismos aspavientos con la mano mientras sonrío maliciosamente- y le informaremos a bocajarro de todo -guiño de ojo de forma cómplice como hacen ellos-
Abro los ojos como platos al escuchar a Kilder ¡pero si toda esa parte del plan era idea suya! ¿a qué viene ahora toda esa historia de no disfrazarse? ¿pretenden infiltrarse o no?
Me encojo de hombros y decido no darle más vueltas e ignorar los requiebros mentales del pirómano.
- En efecto, la capa la tengo yo -hablo ahora con el noble orlanthi- Aunque por lo que he practicado con ella es bastante limitada en su uso. Podemos utilizar a los pájaros como mensajeros, siempre que conozcan el lugar donde tienen que llegar y quieran colaborar... y su uso como exploradores es poco aconsejable, porque tenemos que centrarles mucho. Podrían, por ejemplo, confundir a nuestros hombres con lunares. No creo que aprecien las diferencias de aspecto o de nacionalidad. Por otro lado, estoy de acuerdo en que deberíamos destacarnos hacia el lugar más probable de acercamiento de los invasores y tratar de capturar a alguno. Nos podría proporcionar información valiosa. La capacidad de Swen y la mía propia como exploradores deberían ayudarnos a encontrarlos.
Miro a unos y a otros, intentando zanjar la cuestión definitivamente.
- Nos dividimos entonces en dos grupos: por un lado, Kenvent, Swen, yo mismo y Erikand si así lo desea, y nos adelantamos buscando a los soldados como incursores. El resto -me giro hacia Loranda y Vehexa- actuad como creáis más conveniente. Intentad infiltraros si queréis... o moveos por otra zona, así cubriremos más terreno. Tal vez podamos entrenar a algunos pájaros para que sirvan como mensajeros entre nosotros antes de partir.
Después cojo mi copa y bebo de ella intentando calmar los nervios que me produce el errático comportamiento de Kilder. Al menos si nos matan a todos terminará este padecimiento.
- Pero con todo, lo más importante es lo que dice el noble Garnath... tenemos que regresar todos. Hagamos lo que hagamos, la batalla decisiva se librará aquí, y aquí es donde seremos más necesarios, así que no nos arriesguemos sin motivo.
Vamos, que la idea es ésa. Conseguir algunos pajarillos y a base de comida y de capa, que vayan con los grupos. Loranda, e imagino que al menos Erikand, sabrán leer y escribir. Con ellos podríamos comunicarnos. Dos grupos de exploradores, y cada uno que utilice la táctica de acercamiento a los lunares que crea más conveniente ¿os parece bien?
-Asi se hara - me levanto preparada para actuar. Cuatro años esperando es demasiado tiempo- Haremos los dos grupos y trataremos de adelantarnos a sus planes- miro a Swen un momento con curiosidad- Me pregunto como puedes cambiar mi aspecto utilizando la magia, si puedes hacerlo dime de que manera. Si cambio mi aspecto sera mas facil moverme entre ellos. Creo que no queda mas que decir, cuanto antes nos pongamos en marcha mejor.
La idea de disfrazarse fue mia, Kilder no dijo nada acerca de cambiar su aspecto :)
Nosotros sabemos leer y escribir los tres, incluso Vehexa. Mientras vosotros correteabais por el campo fuimos instruidos a conciencia, somos unos chicos cultos aunque a veces no lo parezca (veanse los eruptos de nuestra querida pelirroja)
- Nuestro buen amigo Kenvent se ha precipitado -sonrie a Loranda-. Podría conseguir que fueras aún más bella, lo que confundiría tu aspecto. Pero duraría demasiado poco y no siempre hace irreconocible al hechizado.
Ahora que le oís mencionarlo caéis en la cuenta de todas esas veces que, en torno a la fogata, contaba historias a los miembros del clan y como su presencia os atraía sin saber muy bien porqué -había algo distinto en él que no identificabais-.
En definitiva, que un conjuro con duración 5 minutos no sirve de mucho para infiltrarse. Subirías +4 ASP pero sólo si aumentaras más del 50% tu ASP serías irreconocible.
Asiento a las palabras de Swen y le devuelvo la sonrisa.
-No pretendo ser mas bella, de hecho la belleza nunca ha sido un rasgo dominante en mi persona. Pense que tal vez podrias, pero no importa, supongo que estos cuatro años han cambiado mi aspecto lo suficiente-me quedo pensativa unos segundos, la dulzura de mi mirada ya no es la que era, tampoco mi piel tostada por el sol. Los años no pasan en balde y debo tener una imagen muy diferente a la que tenia cuando estaba con los lunares.
Erikand sonríe ante el comentario de Loranda.
-En cuanto a mi... No soy ningún escriba. Puedo leer algo. Pero me lleva tiempo recordar los símbolos y las laberínticas reglas de la escritura.- dice un poco sonrojado- Prefiero el trato con personas. De todos modos, un pájaro puede no ser capaz de reconocer las formas y diferencias en el aspecto de dos personas, pero apuesto a que, con todos los cánticos que hacen, que pueden diferenciar a dos personas cantando. Podríamos "educar" a uno de ellos con la voz de alguno de vosotros tres. Mmmhh en este caso, Kilder seguro que sabe bien como controlar su voz con todos esos cánticos que hace para hacer sus conjuros y fuegos y... Bueno, eso.- se gira hacia Kilder, estaba bastante enfadado y aún no entendía el porqué- Si tu quieres, claro.
Escucho atentamente las palabras de los demás, y en especial a Erikand, hasta que estallo en risas:
-Jajaja, ¿quieres que hable pajaril?, me parece que no entra dentro de los idiomas que hablo, y no se si entenderían bien mis trinos. Supongo que tampoco nos podrán hacer llegar mensajes, simplemente informaros a vosotros, y con eso nos sobra.
Me levanté ya con intención para irme y comenzar a preparar todo.
Me despido de todos y me dirijo hacia la puerta lista para preparar mis cosas. De pronto la risa de Kilder me hace volver la cabeza y lo miro preocupada.
A veces pienso que su mente es demasiado voluble. Niego con la cabeza y lo miro fijamente sin romper mi silencio. Las dudas aparecen de nuevo. Mi confianza en el se desvanece en algunos momentos y en otros se afianza. La mayoria de veces no se que se le pasa por la cabeza.
Sin decir nada desaparezco por la puerta. Tal vez, solo tal vez, todo salga bien y mis dudas no sean mas que fantasias.
Antes de que Kilder se aleje por la puerta, me dirijo a él desde la mesa:
-¡Señor mago! -le llamo-. Cuando logréis infiltraros entre los lunares, déjales un buen recuerdo de los tuyos -hago un gesto hacia el fuego de la hoguera-. Y cuando nos volvamos a ver aquí te pediré que me lo expliques con todo detalle... -añado con una sonrisa de crueldad al imaginarme los destrozos que podría causar un buen incendio en pleno campamento lunar. Cuando finalmente desaparece por la puerta, rezo en silencio al Gran Orlanth para que les dé fuerzas a los tres cuando las necesiten.