Partida Rol por web

- Un momento. - Pidió una vez que Kaori explicó el destino del Primer Oficial Heinosuke, a bordo de la Hatsu. Silenció un momento el micro, pero no el video. Miró a su alrededor, buscando al Oficial de Inteligencia. Tomó su carpeta, abriéndola y señalando algo en ella con el dedo. Parecía increparle algo.

- Es evidente, alguien se ha equivocado. Acaba de notificarlo la Comandante Kaori. - No, aquel tipo de errores eran los que al Viejo no le gustaban. Volvió a señalar la carpeta, cerrándola y dejándola sobre la mesa. - Este tipo de errores son imperdonables en momentos como este. Espero que lo corrija. Y que este no se repita. - Estaba molesto, no solo por la pérdida de vidas, o el error. Si no por el error sobre las vidas perdidas. Tras aquella corta discusión con su oficial de inteligencia, sobre quien se había equivocado poniendo nombres y rangos, volvió a abrir la comunicación con toda la flota.

- Lamento el error, Comandantes Kaori y Yamato. Este ya ha sido corregido, en nuestro informe aparecía el Comandante Yamato como Primer oficial de la Hatsu. Comandante Kaori, asumirá las responsabilidades de la Comandante Nakagawa. - Hizo la corrección pertinente, mientras se ponía en pie.

- Y este es un mensaje para toda la flota. Todos nuestros hermanos serán recordados como los heroes que son, y siempre serán. Un ejemplo a seguir, de sacrificio, de lealtad, de desinterés. Hombres y mujeres que representan los ideales y los valores que todo Hijo de las Colonias debería seguir. No los lloréis como un recuerdo. Recordadlos como unos padres que nos han entregado una nueva vida a costa de la suya. Tenemos una deuda con ellos y solo existe una forma de saldarla. -

Hizo una pausa, levantando la mirada y cogiendo aire, dando un último punto segundo de pausa y tensión al final del discurso. - Y esa forma es cumplir con su voluntad, terminar esta guerra y entregar esto como tributo a los Dioses por la muerte de nuestros seres queridos. Porque Caballeros, Damas. Hoy es el primer día del fin de esta guerra. - Acabó su discurso, manteniéndose en pie con la ayuda del bastón.

Necesitaba saber cómo había quedado aquella Warstar. Si aún quedaba algo en ella. Si aún quedaba algo... vivo en ella.

No se percató de que la puerta del CIC se abrió, dejando pasar a alguien ajeno a aquella nave. Estaba concentrado en aquel tablero holográfico, indicando la posición de cada nave incorporada a la formación recibida desde el grupo Mintaka, cuando alguien lo llamó "Camarada".

Se volvió hacia él, frunciendo el ceño ligeramente, sin abrir la boca, escuchando todo lo que le decía. - En cuanto a usted, solo lamento no tener una escotilla lo suficientemente grande como para echarlo personalmente de mi nave. - No pudo evitarlo, lanzó un largo suspiro. Ya suficientes problemas tenía actualmente como para además encargarse del primo hermano de Porkins. Con alguien que lo pusiera nervioso y molestara en su nave era más que suficiente.

No le contestó de forma inmediata, si no que Acturus volvió hasta su asiento, sentándose en él, y observando a Scrubber con cierto gesto inquisitivo. Guardó silencio durante unos segundos, apoyando las manos en los reposabrazos, y estudiando al piloto.

- En mi CIC esta prohibido comer. -

Había escuchado hablar de él. Incluso se había planteado pedir que fuera destinado a su nave, pero había demasiadas cosas que no le gustaban o consideraba insalvables. - ¿En qué puedo ayudarte, Aeon? - Acabó por preguntarle, inclinándose ligeramente hacia él justo después de observar el reloj de la misión. No les sobraba el tiempo.

La batalla había acabado y los pilotos regresaban a la nave pero no todos, las celebraciones se sucedian a través de los comunicadores provinientes de todos los CIC. Había sido una gran victoria pero habíamos pagado un precio.

Las celebraciones pronto acabaron en la Nabucodonosor, el salón de actos estaba engaladornado como para las grandes ocasiones y como en esta ocasión para los funerales. La mayoría de la nave se encontraba allí, exceptuando el personal imprescindible.

Hoy ha sido una gran batalla, incluso una gran victoria dirian algunos pero hemos tenido que pagar un alto precio, 3 de nuestros pilotos han caido en el fragor del combate. Eran hombres valientes y siempre los recordaremos. Han caido innumerables cylon en el día de hoy, pero aún así nuestra perdida es grande pues uno solo de nuestros hombres vale más que todas esas toneladas de acero y cables cylon.

Estos hombres han muerto por cada uno de nosotros y es nuestro deber honrar esa valentía y no olvidarla. Su valerosa acción permitio detonar dos cabezas nucleares en una basestar cylon y por su valor tengo el honor de concecorarles con estas medallas al valor para que sirvan de expiración a los que aún tenemos batallas por librar.

Tras unos emotivos aplausos los cuerpos salen al espacio ante la admiración de los presentes.

Tan pronto planteaba la celebración, una singularidad desencadenó esa gran tragedia sumida en la incertidumbre y seguida de un mensaje aún menos alentador. Su voz retumbó rotunda en el canal de las Orion, Bien dicho Stranges, conmemoremos a nuestros hermanos siguiendo sus gloriosos pasos, no permitiremos que haya cylon que no conozca su proeza, preparaos para honrarles. Así decimos todos. Tras un instante en el que todos sus hombres y mujeres respondían al unísono, recuperó la seriedad en su voz para trasmitir órdenes en las que se ocultaba esa mezcla de furia y tristeza propias de una amarga victoria. Pasamos a verde, descansad lo que podáis muchachos. Buen trabajo Mintaka, nos vemos en un rato… Sus ojos se clavaron en el caos que el DRADIS intentaba descifrar, suspirando con pesar hasta recomponer su determinación. Cuente con las Orion, Comodoro Sonnerzorn, no dude que seguiremos su voluntad. Levantó su mirada a sus oficiales un instante y se incorporó desconcertado. Dos rondas a mi cuenta, después informe. Se desplazó hasta un pequeño habitáculo del que recogió un par de botellas con licor, entregó una al oficial más cercano y la otra la degustó en su asiento con la mirada perdida. La situación merecía una celebración, pero nadie aplaudiría por ella, pues las gaitas resonaron por cada Orion en ceremonia a los caídos.

Kaori conecta la comunicación con la Defender Takeshi y dice: -Comandante Yamato, entramos en transito, por lo que se cancela la alerta roja, y amarilla hasta nuevo aviso.

Treinta y cinco minutos luego de la llegada del grupo Mintaka la flota encabezada por la Nazara comienza su viaje hacia el anillo de asteroides externo conocido como Hydra62G. El viaje es largo, mas alla de siete horas hasta las coordenadas provistas por Lovett con el ultimo paradero de la Decima Flota y el Almirante Canhe. Ahora la preocupación no son los Cylons. El pensamiento de tener que pelear contra sus propios camaradas es algo difícil de evitar. La BS Columbia encabeza la Decima flota compuesta por varias docenas de naves y tener que combatir contra toda la flota es un suicidio a cuentas claras.

Aparte de aquello otro peligro es el viaje por espacio abierto porque entre el último planeta y el campo de asteroides el vacio es enorme haciendo un lugar ideal para emboscar prófugos.